En el diario de Londres Al-Sharq Al-Awsat, el redactor saudita Hussein Shubakshi discutió el fenómeno de la emigración cristiana de los países árabes. Él criticó el hecho de que esta tendencia estaba siendo ignorada, y advirtió en conjunto de sus serias ramificaciones y de largo alcance para la sociedad árabe.

Lo siguiente son extractos del artículo de Shubakshi: [1]

«[La emigración judía de los países árabes] ayudó a invalidar la denuncia de que la moderación religiosa, la coexistencia, y ‘la aceptación del otro’ [prevaleció en los países árabes]»

«El Este árabe fue [una vez] un parangón de coexistencia pacífica entre grupos religiosos diferentes. Evidencia abundante de este arreglo ejemplar podía encontrarse en las aulas escolares, compañías comerciales y proyectos culturales. [Esta situación existió] hasta que los judíos fueron expulsados por primera vez de los países árabes, que tuvo lugar siguiendo a la declaración del estado sionista. La respuesta [a esta declaración] por los aparatos de seguridad de varios gobiernos árabes fue inútil, en eso llegaron a considerar a las comunidades judías con sospecha, escepticismo y aprehensión, y los atormentaron para obligarles a que emigraran [de los países árabes]. Ni las actividades despreciables de las organizaciones sionistas no pueden ser ignoradas – [las actividades] apuntadas a asustar a las comunidades [judías], obligándoles por eso a que emigren a Israel.

«[La emigración judía de los países árabes] tuvo un impacto negativo significativo en el bienestar material de la sociedad, y en la diversidad económica, en el mundo árabe. Este ayudó a invalidar la denuncia de que la moderación religiosa, la coexistencia y ‘la aceptación del otro’ [prevaleció en los países árabes].

«Es obvio que, hoy día otra ola de emigración está en camino, y que el mundo árabe está siendo depurado de sus residentes cristianos. La tasa de emigración cristiana del Líbano, Jordania, Irak, Egipto, Palestina, Sudán y Siria ha alcanzado proporciones asombrosas. Palestina en particular está enfrentando un plan para erradicar la presencia total de cristianos profundamente arraigados de todos sus territorios. Los emigrantes palestinos cristianos se establecen principalmente en Chile, especialmente en la capital Santiago dónde la [comunidad] cristianos palestina numera ahora 70,000 personas. Existe también un proceso de migración cristiana de otras regiones árabes a Europa, Australia, los Estados Unidos y Canadá».

Hoy, el extremismo se «ha convertido en el medio más poderosos de expulsar a cristianos de su madre patria árabe»

«Con la expansión del extremismo y la falta prevaleciente de entendimiento de los [principios] elementales de coexistencia con el otro – qué fueron puestos en práctica por el [propio Profeta Muhammad] – no es de sorprender que una visión extremista domina el discurso religioso. Esto es lo que está sucediendo hoy: [El extremismo] se ha convertido en el medio más poderoso de expulsar cristianos de su madre patria árabe.

«Esta fuerte expulsión es evidencia de los reducidos límites de tolerancia y aceptación del otro – [y la estrechez de estos límites] es claramente evidente del verdadero resultado. El hecho que los árabes cristianos no se sienten seguros y protegidos [en los países árabes] es un problema muy grave, que debe ser tratado inmediatamente – porque [sin una solución, la emigración] continuará exigiéndonos un precio que debe tener que ser pagado por todos en el futuro, sin distinción, incluyendo a los propios musulmanes.

«Pero manteniéndonos callados ante la continua emigración, e ignorando los números [de cristianos] que abandonan [los países árabes] – como si esto no involucrara a nadie – es incomprensible. El mundo árabe siempre ha sido un lugar de reunión para las [diferentes] civilizaciones, dónde [diferentes] [grupos] religiosos coexistieron y [diferentes] culturas se mezclaron…

«Hoy día, en la luz de estas preocupantes señales, no podemos seguir [haciéndonos los ciegos a] este fenómeno. Los [cristianos] se está yendo, no por docenas, y ni siquiera por centenares – sino por miles. Ni tampoco esta sucediendo en secreto; [de hecho], está sucediendo abierta y colectivamente.

«Las razones [de la emigración cristiana de los países árabes] es bastante clara: Estas incluyen el miedo, la preocupación y otros [factores traídos por] los fracasos de la sociedad. Esta segunda ola de emigración es un inmenso fracaso que no debería ser ignorado – porque es la región la que más pierde».


[1] Al-Sharq Al-Awsat (Londres), 2 de febrero, 2008