El 6 de junio de 2023, el secretario de Estado norteamericano, Antony Blinken, visitó Arabia Saudita y se reunió con el príncipe heredero de Arabia Saudita, Mohamed bin Salmán, y el ministro de Relaciones Exteriores, Faisal bin Farhan. También asistió a reuniones con los cancilleres de los países del Consejo de Cooperación del Golfo (CCG) y con representantes de la coalición para la lucha contra ISIS. Según informes oficiales sauditas, Blinken y sus anfitriones discutieron las relaciones bilaterales y la alianza estratégica entre Estados Unidos y Arabia Saudita, el fortalecimiento de la cooperación entre ellos y los acontecimientos en la región y el mundo.[1] Según otros informes, Blinken y los funcionarios sauditas también abordaron la cuestión de la normalización con Israel y los derechos humanos en Arabia Saudita. [2]
Antes de la visita, el Departamento de Estado norteamericano publicó una declaración en la que destaca el compromiso de Washington de «avanzar en nuestra asociación de seguridad con Arabia Saudita a través de ventas de defensa… participando en ejercicios militares conjuntos y contrarrestando la proliferación de sistemas aéreos no tripulados y misiles para actores no estatales [es decir, los hutíes en Yemen] que amenazan la paz y la seguridad de la región». En la declaración también se enfatiza que «trabajar con Arabia Saudita para garantizar la estabilidad regional sigue siendo un pilar de nuestra relación bilateral» y que «esta alianza se basa en nuestro interés compartido de la seguridad en el Golfo y de disuadir a cualquier potencia extranjera o regional de amenazar la región». «[3]
Sin embargo, en la práctica, la visita de Blinken tuvo lugar en medio de tensiones entre los dos países por varios temas, incluido Irán y la seguridad de la región, las relaciones más cálidas de Arabia Saudita con los rivales de Estados Unidos, Rusia y China, y la decisión tomada por la OPEP+, que incluye a Arabia Saudita y Rusia, de reducir la producción de petróleo. Esta última decisión fue tomada en contra de la voluntad de Estados Unidos, que quería aumentar la producción ante la crisis energética mundial.[4]
Los desacuerdos entre ambas partes -sobre los derechos humanos en Arabia Saudí y las relaciones con Israel y con el régimen sirio, entre otros temas- quedaron patentes en una rueda de prensa celebrada por Blinken y su homólogo saudí bin Farhan al final de la visita. En dicha conferencia de prensa, Blinken dijo que Estados Unidos continuará desempeñando un papel en la profundización y expansión de la normalización con Israel, y también seguirá manteniendo los derechos humanos firmemente fijados en la agenda bilateral [de los dos países]». Asimismo reiteró la oposición de Estados Unidos a la reincorporación de Siria a la Liga Árabe y dijo que el régimen de Assad no se ha ganado la aceptación ni el reconocimiento. Por su parte, bin Farhan, dijo que la normalización con Israel “traería beneficios significativos para todos”, pero que “sin encontrar un camino hacia la paz para el pueblo palestino… cualquier normalización tendrá beneficios limitados”. El funcionario saudita señaló también que la alianza con Estados Unidos sigue siendo sólida, pero que Arabia Saudita desarrollará al mismo tiempo su alianza con China. En cuanto a los derechos humanos, el canciller saudita subrayó que su país no responderá a las presiones. Refiriéndose al tema de la cooperación con Estados Unidos en el desarrollo de un programa nuclear civil saudí, bin Farhan confirmó que hubo desacuerdos entre los países, pero agregó: «Estamos trabajando para encontrar un mecanismo para que podamos trabajar juntos».[ 5]
Los artículos publicados en la prensa saudita después de la visita de Blinken señalaron que la visita tuvo como objetivo mejorar las relaciones entre los países y quizás también detener el desarrollo de la alianza entre Arabia Saudita y China, pero que este objetivo no se logró.[6]
Un documento de inteligencia filtrado publicado por el Washington Post el 8 de junio, último día de la visita de Blinken, fue otro indicio de la crisis en las relaciones. El documento decía que, en el otoño de 2022, después de que el presidente Biden prometiera imponer «consecuencias» a Arabia Saudita por reducir la producción de petróleo, Mohamed bin Salmán amenazó en privado con romper los lazos con Estados Unidos e «imponer costos económicos significativos». [ 7]
Tras la visita de Blinken, la prensa saudita publicó muchos artículos que reflejaban las tensas relaciones entre los dos países. Dichos artículos afirmaban que, tras un largo período en el que la Administración Biden se había mostrado hostil al reino e incluso amenazado con convertirlo en un “estado paria”, ahora entiende que las relaciones bilaterales deben basarse en la cooperación y los intereses compartidos, no en amenazas y dictados. También argumentaron que el liderazgo saudí, encabezado por bin Salmán, ha logrado aclararle a Estados Unidos que, a la luz de los grandes cambios en el mundo – entre ellos la disminución del poder de Estados Unidos y el advenimiento de otras superpotencias como Rusia y China – Arabia Saudita debe ser considerada como un socio igualitario y tratado con respeto, no con arrogancia. Uno de los artículos sostiene que Biden se había dado cuenta desde el principio de que era probable que bin Salmán fuera «una piedra en el zapato» para cualquiera que buscara explotar a Arabia Saudita, y que eso fue exactamente lo que sucedió. Otro explicó que Arabia Saudita no puede darse el lujo de seguir complaciendo Estados Unidos.
Los siguientes son extractos traducidos de estos artículos.
Escritor saudí: “Estados Unidos debe adoptar una política realista y comprender que es nuestro socio, no nuestro patrocinador”
En su columna del 11 de junio de 2023 en el diario saudita ‘Okaz, el periodista y autor Hamoud Abu Taleb instó a Estados Unidos a reanudar una política razonable hacia Arabia Saudita, basada en la asociación en lugar del patrocinio. Escribió: «Durante su visita a Arabia Saudita, [Antony] Blinken hizo declaraciones que incluían comentarios positivos sobre la política actual de Arabia Saudita… Emitió una declaración positiva, tanto en su lenguaje como en su contenido, sobre su visita y sobre Arabia Saudita en general, destacando que las relaciones entre los países seguirán siendo estratégicas, como lo fueron en el pasado, y que se está trabajando para desarrollarlas y fortalecerlas desde todas las perspectivas”.
«Estas declaraciones racionales y positivas de Blinken se producen después de que, al principio de la presidencia de Biden, Estados Unidos expresara posiciones temerarias sobre Arabia Saudita, posiciones que no reflejaban prudencia política ni una verdadera comprensión de los cambios que se habían producido en el mundo. Uno de los más importantes [cambios] es el surgimiento de fuerzas políticas y económicas que compiten con Estados Unidos, y que han hecho sentir su presencia, aprovechando la disminución de la presencia norteamericana en la región y su intención de crear tensión en las relaciones con sus aliados estratégicos aquí, dirigidos por Arabia Saudita”.
«A la luz de los grandes cambios que han ocurrido en el mundo, espero que esta actitud [nueva estadounidense] marque el advenimiento de una política norteamericana realista y equilibrada hacia los demás, una política consistente con el hecho de que Estados Unidos es [solo] parte del mundo, no el mundo entero, y que es un socio de los países del mundo, no su patrón. Reconocer esto asegurará la supervivencia de Estados Unidos como un poder influyente que es respetado y confiable. La arrogancia y el orgullo son [peligros] que amenazan con destruir una fuerza cuando alcanza la cima de su poder. Eso es lo que nos enseña la historia».[8]
Periodista sénior saudita: “Bin Salmán ha demostrado a los estadounidenses que Arabia Saudita no cede ante las presiones”
El periodista saudí Tareq Al-Homayed, exdirector del diario londinense Al-Sharq Al-Awsat, escribió en su columna de este diario que el Gobierno norteamericano ha interiorizado el mensaje de bin Salmán, que las relaciones con Arabia Saudí deben basarse en la cooperación y los intereses compartidos, no en los dictados. Lo siguiente son extractos de una traducción de su artículo publicado en la edición en inglés de Al-Sharq Al-Awsat:
«Los funcionarios estadounidenses que han visitado Riad en los últimos ocho meses priorizaron los intereses sobre los dictados. El secretario de Estado norteamericano, Antony Blinken, realizó una visita de tres días a Arabia Saudita la semana pasada, donde se reunió con el príncipe heredero Mohamed bin Salmán durante una hora y 40 minutos minutos. También se reunió con su homólogo saudí. Poco después, el Washington Post y el New York Times publicaron importantes artículos sobre las relaciones saudí-estadounidenses. El Washington Post citó un documento clasificado que afirmaba que el príncipe heredero había amenazado con sanciones económicas a raíz de las declaraciones estadounidenses sobre la decisión de la OPEP+ de recortar la producción durante las elecciones de medio término, ¿hay algo de verdad en esto?”
«El príncipe heredero ciertamente mostró, sin lugar a dudas, al Gobierno estadounidense y otras potencias, que Arabia Saudita tiene sus intereses y que quien quiera acercarse a ella debe hablar el lenguaje de los intereses, no demandas y dictados…”
«Parece que la administración estadounidense se ha dado cuenta de esto. En este sentido, envió numerosos funcionarios para ayudar a enmendar las relaciones con Riad. Por primera vez en mucho tiempo, el Washington Post publicó un artículo de noticias sobre el Reino, en lugar de un artículo de incitación en su contra…”
“Esto demuestra que el liderazgo saudí, bajo el príncipe heredero Mohamed bin Salmán, ha demostrado que Riad no cede ante la presión. No le importa la bendición estadounidense…”
“Los acontecimientos están demostrando este punto y la relación saudí-estadounidense está volviendo nuevamente al lenguaje de los intereses, no al desafío y las tensiones. El documento filtrado del Washington Post destaca un punto importante. En público, el gobierno saudí defendió sus acciones cortésmente a través de declaraciones diplomáticas. Pero en privado, los mensajes al Gobierno norteamericano fueron duros”.
«Arabia Saudita quería transmitir un mensaje y no jugar al héroe como intentan hacer muchas figuras en la región. Esto es lo que ha hecho Riad durante todo el año. Mostró a todos, incluido Washington, que la única forma de hablarle es a través del lenguaje de los intereses y esto es suficiente para mantener los lazos políticos. Por supuesto, el mensaje ha sido entregado por medio de la habilidad saudí».[9]
Columnista saudita: “Quien busque cooperar con nosotros se beneficiará, pero quien busque dictarnos perderá”
La periodista saudita Haila Al-Mashouh escribió el 13 de junio en su columna en el diario ‘Okaz: «A principios de este mes [junio de 2023], el secretario de Estado norteamericano, Antony Blinken, visitó Arabia Saudita y dividió su tiempo entre Riad y Jeddah. Antes de [su visita], el Departamento de Estado de Estados Unidos emitió una declaración que aclara la profundidad de las relaciones estratégicas y de seguridad entre Estados Unidos y Arabia Saudita, que se han mantenido durante 80 años. ¿Qué espera sacar Washington de esta visita, después de años de frialdad [en las relaciones entre los dos países] y de declaraciones que contradecían famosa amenaza [del presidente Biden] de noviembre de 2019 de convertir a Arabia Saudí en un ‘Estado paria’? ¿Qué ha cambiado entre 2019 y 2023?…”
“En 2022, el presidente Biden visitó Arabia Saudita para la Cumbre de Seguridad y Desarrollo en Riad [sic][10] y sostuvo varias reuniones con los líderes saudíes. Después de la visita, los estadounidenses pensaron que habían resuelto el problema del petróleo. La administración estadounidense ni siquiera consideró [la posibilidad] de que la política de Arabia Saudita no se gestione a través de visitas [diplomáticas] y que esta visita no haya producido [los resultados deseados] [Se olvidó] de que Arabia Saudita opera en el marco de acuerdos internacionales y que tiene intereses compartidos con otros aliados dentro de un amplio sistema político y económico… [De hecho,] como parte de su apertura a asociaciones políticas con todo el mundo, Arabia Saudita recibió a más de 70 jefes de estado durante 2022”.
«Hoy, Arabia Saudita es una brújula y un escenario de oportunidades económicas e inversiones. Hay muchas opciones y hay un impulso global. Cualquiera que llame a nuestra puerta en busca de cooperación e intereses compartidos es bienvenido [invitado a nuestro país], que benefician a todos los que apuestan por ello. [Pero] quien llama a nuestra puerta buscando dictarnos y establecer condiciones no recibirá más que una generosa hospitalidad, y luego adiós».[11]
Columnista saudí: “La era de los dictados ha terminado; Nuestras relaciones con China se desarrollarán de acuerdo con nuestros intereses, no los de Estados Unidos”
En una columna titulada «La era de los dictados ha terminado» en el diario saudita Al-Sharq Al-Awsat, la periodista bahreiní Susan Al-Sha’er escribió en una línea similar: «¿Cuándo se dará cuenta Estados Unidos de que Arabia Saudita no cede ante los dictados de nadie?… Es un hecho conocido que Arabia Saudita no ha prestado ni presta atención a ninguna presión, pero [en el pasado] no expresó abiertamente su negativa… [mientras que] hoy en día aprovecha todas las oportunidades para señalar que sí lo hace. Así lo han expresado todos sus funcionarios, más recientemente el ministro de Relaciones Exteriores, el príncipe Faisal bin Farhan, quien le dijo a su homólogo estadounidense, Antony Blinken, con conspicua claridad, que ‘Arabia Saudita no cederá ante las presiones en materia de derechos humanos’. Antes de esto, el ministro de Petróleo de Arabia Saudita, el Príncipe ‘Abd Al-‘Aziz, dijo que ‘Arabia Saudita no cederá ante la presión en ningún dominio, incluido el del mercado del petróleo…’”
«En cuanto a las relaciones exteriores de Arabia Saudita, el Príncipe Faisal dijo, en una declaración que describía explícitamente las prioridades [de Arabia Saudita], que ‘China es un socio importante’, pero que ‘seguiremos fortaleciendo nuestras relaciones con Estados Unidos como otro aliado importante. No [debe haber] dictados ni interferencias. Cualquier mención de China debe, en primer lugar, ajustarse al interés de Arabia Saudita, no al de Estados Unidos. Los intereses de los dos [países] no pueden converger cuando hay dictados y presiones, como hubo en el pasado´.»[12]
Caricatura en diario saudí: China intenta expulsar a EE. UU. de su posición hegemónica en «Oriente Medio» (Al-Sharq Al-Awsat, Londres, 11 de junio de 2023)
Periodista saudita: “La nueva Arabia Saudita se está revelando al mundo; No puede seguir complaciendo a Estados Unidos”
El periodista Mashari Al-Dhaidi escribió: «… Varios análisis en profundidad en la prensa estadounidense han acusado a la administración de Joe Biden de hostilidad hacia el actual [liderazgo] saudita, especialmente hacia el príncipe Mohamed bin Salmán, el líder y creador de la nueva visión saudí. Los detalles [de esta nueva visión] comenzaron a surgir, y no se trata de otro [paquete de] promesas soñadoras, como solía alegar la prensa estadounidense, junto con algunos políticos expertos en odiar a Arabia Saudita”.
“El barco saudita está en un rumbo seguro. La visión se está convirtiendo en una realidad, y las opciones de Arabia Saudita son numerosas. En su actividad actual, ya no puede permitirse perder el tiempo complaciendo a Estados Unidos u otras potencias. El plan es firme. Cualquiera que desee cooperar con Arabia Saudita es bienvenido, y cualquier otro [curso de acción] es como tratar de aferrarse al viento”.
«Esta es la nueva Arabia Saudita, que se muestra al mundo en toda su verdad y brillantez, brillantez que incluso aquellos con mala vista pueden discernir».[13]
Escritor saudita sénior: “Biden se dio cuenta de que Bin Salmán sería una piedra en el zapato de cualquiera que intente explotar Arabia Saudita”
El periodista y autor saudita ‘Abdo Khal se refirió a un documento filtrado publicado por el Washington Post, según el cual el príncipe heredero saudita Mohamed bin Salmán amenazó con imponer costos económicos significativos a Estados Unidos si este último tomaba represalias contra la decisión de Arabia Saudita el año pasado de reducir la producción de petróleo. Khal afirmó que la política de Bin Salmán coincide con esta declaración y que ha aclarado a Estados Unidos que Arabia Saudita es digna de respeto, como las otras superpotencias”.
En este sentido, Khal escribió: «Cualquiera que sea el contenido [exacto] del documento clasificado de Estados Unidos que se filtró al Washington Post, según el cual el príncipe Mohamed [bin Salmán] advirtió a Estados Unidos que sufriría dolorosas consecuencias económicas si tomaba represalias [contra Arabia Saudita] debido a la decisión de reducir su producción de petróleo el año pasado: las acciones del príncipe coinciden con sus declaraciones. En muchas señales diplomáticas, transmitió enérgicamente que el interés nacional de Arabia Saudita reemplaza cualquier [consideración] histórica o geográfica”.
“La historia del [presidente] Biden muestra que, desde el principio, trató de cortejar a sus oponentes tratando al reino [saudí] como un enemigo. Biden dijo en muchos discursos que, una vez que llegara a la Casa Blanca, Arabia Saudita se convertiría en un Estado paria, y enfatizó su hostilidad hacia el príncipe Mohamed bin Salmán, mencionando todas las acusaciones hechas contra el Estado [saudí] y su liderazgo. A lo largo de su presidencia, Biden hizo esfuerzos para neutralizar a Mohamed bin Salmán… Juzgó que este joven, que llegó cargado de determinación, orgullo y fe en las proezas de su país, probablemente sería una piedra en el zapato para cualquiera que intentara aprovecharse de Arabia Saudita, y [se dio cuenta de que], si era necesario, este joven no tendría problemas en convertirse en enemigo de Biden”.
“Esto explica la hostilidad de Biden. Ésta surge de su comprensión de que este joven, el príncipe Mohamed bin Salmán, es un líder que aprecia la fuerza de su país y pretende demostrar que es una de las grandes [potencias]”.
«La predicción de Biden se hizo realidad. El príncipe Mohamed bin Salmán era realmente consciente de las capacidades de su país y su estatus como fuerza independiente, y quería que alcanzara el estatus que se merece. En consecuencia, mantuvo vínculos con todas las fuerzas globales y demostró que estaba dando prioridad a los intereses nacionales [de Arabia Saudita], independientemente de sus lazos políticos históricos con otros países. Asimismo exigió que otros hicieran lo mismo, sin dictados ni presiones, basándose únicamente en intereses compartidos, independientemente de las hostilidades pasadas o presentes. Su plan principal es darle a su país el estatus que merece como una fuerza humana, económica y religiosa a la par de las superpotencias. Las relaciones mutuas entre las superpotencias no involucran presiones o dictados, sino [solo] intereses nacionales conjuntos…” [14]
[1] Al-Riyadh (Arabia Saudita), 7 de junio de 2023; raialyoum.com, 6 de junio de 2023; alarabiya.net, 7 de junio de 2023.
[2] Al-Arab (Londres), 8 de julio de 2023; www.raialyoum.com, 7 de junio de 2023.
[3] https://www.state.gov/united-states-saudi-arabia-relationship-eight-decades-of-partnership/, 6 de junio de 2023.
[4] Sobre Arabia Saudita-EE.UU. la tensión y las cálidas relaciones de Arabia Saudita con China, véanse los informes de MEMRI: Despacho especial No. 10369 – Prensa saudita sobre la visita del presidente chino al Reino: China es una potencia en ascenso y un gran socio estratégico; A diferencia de Estados Unidos, no hace demandas ni interfiere en nuestros asuntos, 9 de diciembre de 2022;
Despacho especial No. 10296 – Editor de Saudi Daily: Estados Unidos tiene la culpa de las tensas relaciones con Arabia Saudita; Su política contraviene la alianza entre los dos países – 3 de noviembre de 2022; Despacho especial No. 10045 – Prensa saudí antes de la visita de Biden y la cumbre con los líderes regionales: Esperamos respuestas satisfactorias con respecto a Irán; Si EE. UU. decepciona, tenemos aliados alternativos: 28 de junio de 2022.
[5] State.gov, 8 de junio de 2023.
[6] Al-Arab (Londres), 9 de junio de 2023; raialyoum.com, 10 de junio de 2023; Al-Arabi Al-Jadid (Londres), 11 de junio de 2023.
[7] Washingtonpost.com, 8 de junio de 2023.
[8] ‘Okaz (Arabia Saudita), 11 de junio de 2023.
[9] Al-Sharq Al-Awsat (Londres), 11 de junio de 2023.
[10] La Cumbre de Seguridad y Desarrollo se llevó a cabo el 16 de julio de 2022 en Jeddah, en lugar de Riad, como se indicó anteriormente, y asistieron los líderes de nueve países árabes y de Estados Unidos.
[11] ‘Okaz (Arabia Saudita), 13 de junio de 2023.
[12] Al-Sharq Al-Awsat (Londres), 18 de junio de 2023.
[13] Al-Sharq Al-Awsat (Londres), 16 de junio de 2023.
[14] ‘Okaz (Arabia Saudita), 11 de junio de 2023.