El autor saudí Badriyya Al-Bishr, conferencista en ciencias sociales en la Universidad King Saud, publicó recientemente un artículo titulado «Imagínese que Usted es Mujer» en el diario en idioma árabe de Londres Al-Sharq Al-Awsat.
Lo siguiente son extractos de su articulo: [1]
«Imagínese que usted es una mujer. Cuando su hermano nace, la gente dice: ‘Es un niño, cuan maravilloso’, y cuando usted nace dicen: ‘Cuan maravilloso, es una pequeñina’ – usando la forma diminutiva. [2] Su llegada es bienvenida si [usted es] la primera o la segunda niña, pero es mejor si no hay más de dos, para que nada indeseable le pase a la madre. Por otro lado, la llegada de sus hermanos son bienvenidos – mientras más son más alegres están.
«Imagínese que usted es una mujer. Usted siempre necesita de la aprobación de su guardián, no sólo en lo referente a su primer matrimonio, tal como mantienen los estudiosos islámicos aprobados por la ley, sino considerando cada uno de los asuntos. Usted no puede estudiar sin la aprobación de su guardián, aun si alcanza el nivel de doctorado. No puede conseguir un trabajo y ganarse la vida sin la aprobación de su guardián. Es más, hay gente que no le da vergüenza decir que una mujer debe tener incluso permiso para trabajar en el sector privado.
«Imagínese que usted es mujer, y el guardián que debe acompañarla dondequiera que [vaya] es su hijo de 15 años o su hermano, quien se rasca la barbilla antes de dar su aprobación diciendo: ‘Qué piensan ustedes, amigos, debería darle mi permiso?’ A veces él pide… soborno [a cambio], el cielo lo prohiba! [Pero] su hermano evita toma tal soborno en ‘efectivo’ debido a que su propio respeto le previene tocar el dinero de una mujer. Así que prefiere el soborno de un automóvil, una nevera, o la certeza del dinero que usted pagará en cómodas cuotas [para él], hasta que Alá le saque de sus aprietos financieros…
«Imagínese que usted es mujer, y está sujeta al ataque, a los golpes, o a ser asesinada. Cuando la prensa publica su fotografía [junto con] la foto de los delincuentes y las [descripciones] de sus brutalidades, hay gente que pregunta: ‘Estaba la víctima cubierta [por un velo] o no?’ Si estaba cubierta, [la pregunta surge:] ‘Quién le permitió salir de la casa a tal hora?’ En caso de que su marido es el que le rompió las costillas, [la gente dirá] que sin duda había una buena razón para esto.
«Imagínese que usted es una mujer cuyo marido le rompe la nariz, el brazo, o la pierna, y usted va donde el Qadi a poner una queja. Cuándo el Qadi le pregunta por su queja, y usted dice, ‘Él me pegó’, él responde con un reproche ‘Eso es todo!?’ En otras palabras, [para el Qadi], el golpear es una situación técnica que existe entre todas las parejas y amantes, [tal como el refrán sigue]: ‘Pegarle al amado es como comer uvas pasas’.
«Imagínese que usted es mujer, y para manejar sus asuntos debe rodar en una ‘limosina’ con un chófer hindú o de Sri Lanka… o que [debe] espera por un hermano menor para llevarla al trabajo, o que [debe] traer a un hombre que aprenderá a conducir en su automóvil, y practicará a sus expensas… porque a usted no le permiten conducir.
«Imagínese que usted es una mujer en el 21 siglo, y ve fatwas [emitidos] por algunos expertos contemporáneos en ley islámica que tratan con las reglas respecto a tomar las mujeres de los prisioneros enemigos y tener relaciones sexuales con ellas. Es más, usted encuentra a alguien emitiendo un fatwa sobre las reglas de tomar a las mujeres de los prisioneros enemigos incluso en tiempos de paz, y no sabe a cuales mujeres del enemigo se refiere.
«Imagínese que usted es una mujer que escribe en un diario, y cada vez que usted escribe sobre las preocupaciones, problemas, sobre la pobreza, el desempleo, y el estado legal de las [mujeres], ellos dicen de usted: ‘No le des importancia a ella, sólo son conversaciones de mujeres'».
[1] Al-Sharq Al-Awsat (Londres), 9 de octubre, 2005.
[2] La expresión ‘Cuan maravilloso’ es usada aquí para traducir la frase árabe ma sha’a llah (literalmente, «lo que Alá lega»), el cual se usa para expresar alegría y gratitud y mantener fuera el mal de ojo, pero que también se usa de una manera irónica.