El siguiente informe es cortesía del Proyecto Supervisión a la Amenaza Terrorista y Yihad en MEMRI (PSATY). Para información sobre como suscribirse al PSATY, haga clic aquí.

El 2 de mayo, 2016 el Centro de Medios Al-Hayat del Estado Islámico (EIIS) dio a conocer la cuarta edición de su revista en ruso en la red Istok (‘La Fuente’). Uno de los artículos, titulado «Elvira Karaeva – Agente de los Servicios Especiales Rusos», se centra en una mujer a quien el EIIS en el Cáucaso acusó ser un agente de los servicios de inteligencia rusos, infiltrarse en las filas del EIIS y de causarle la muerte a muchos de los miembros del EIIS.

De acuerdo al artículo, Karaeva trabajó para la inteligencia rusa durante cuatro años, en los cuales transmitió valiosa información sobre los grupos yihadistas en el Cáucaso, incluyendo su ubicación, fotografías de los miembros y demás. El artículo señala que aunque Karaeva fue interrogada varias veces por las «autoridades de investigación del EIIS», se las arregló para convencerlos de su inocencia, hasta que estas autoridades utilizaron una «astuta maniobra de investigación» que la llevó a confesar sus crímenes. Fue finalmente ejecutada por un miembro del EIIS.

Cabe señalar que, aunque el artículo no lo menciona, la presencia oficial del EIIS en el Cáucaso no comenzó sino en junio, 2015, a raíz de una separación en las filas del Emirato del Cáucaso. Una parte considerable de este artículo trata con la condena de Karaeva por lo que se le presenta como su principal crimen – traicionar a su religión y a sus correligionarios.

Lo siguiente son extractos del artículo:

«En este artículo, queremos informarles sobre una chica que se denominaba a sí misma musulmana. Su historia ha sacudido incluso a la más poderosa de las mentes, ya que en el entendimiento de cada creyente, una mujer musulmana es aquella que reverencia a Alá, obedece a su marido, cría una generación temerosa de Alá; preserva la tierra y el hogar Tal como dijo Alá el Todopoderoso: «He creado espíritus invisibles y a los seres humanos solo para que pudieran adorarme'([capítulo del Corán] Los Vientos Aventando, verso 56). Una mujer musulmana es una hermosa creación de Alá, hecha para cosas bellas. Hecho para ser ocultada de ojos externos, para salvarse a sí misma sólo por el hombre permitido para ella, llevar a cabo una vida justa y piadosa. Pero nuestra historia es acerca de la mujer que se limitó a si misma únicamente a los atributos externos del Islam y eligió otro camino en la vida. La forma abominable de la desobediencia a Alá, incurriendo en Su ira y disgusto.

«En el círculo de los creyentes, ella se hizo llamar Sumayah. Pero si comparamos la historia de su vida a la de la famosa mártir Sumayah, pueda Alá estar complacido con ella, podemos afirmar confiadamente de que son tan diferentes como lo apestoso y la carroña repulsiva es diferente de una flor fragante y encantadora. Por la misma razón, pareciera más apropiado utilizar su nombre anterior – Elvira – cuando se le menciona. Ella no merece ser llamada por el mismo nombre que la primera mártir, la primera mártir en el Islam, la que, todavía en vida, fue informada por el Mensajero de Alá que ella y su familia estarán en el Paraíso.

«Entonces, ¿qué hizo Elvira Karaeva, ¿por qué se merece todas estas descripciones negativas? Ella hizo algo que priva a una persona de su condición de musulmán…

«Elvira la apóstata dio información a los servicios especiales rusos acerca de nuestros hermanos y hermanas que libran el yihad en el sendero hacia Alá en la Provincia del Cáucaso (wilayah al-Qawqaz). Ella sin ninguna vergüenza arrastró su camino hacia la confianza de los verdaderos siervos de Alá y luego dio a conocer su ubicación y contactos, haciéndolos hace presa fácil de los esbirros del taghut.[1] Debido a sus despreciables acciones y estrechos contactos con la FSB [es decir, el Servicio de Seguridad Federal de la Federación Rusa], muchos de nuestros hermanos y hermanas se convirtieron en mártires.

«Pero antes de continuar describiendo su caso en detalle, respondamos la siguiente pregunta: ¿Cuál es el significado de este delito desde el punto de vista de la ley del sharia y que hizo que una chica de aspecto modesto llevara puesto un velo negro lo hiciera? Para responder, primero tendríamos que ver el tema desde el punto de vista del conocimiento religioso.

«Para comenzar, señalaremos que este hecho viola uno de los mayores fundamentos de la fe islámica, el cual es el Al-Wala’ wal-Bara’ [lealtad a los musulmanes y la renuncia a los no musulmanes]. Es la base por la que combatientes luchan y los creyentes renuncian a su espíritu. Es un límite inviolable establecido por Alá para preservar la ideología, la moral y los principios de los creyentes y naturalmente, el que arruine este pilar pierde su religión. El que haya perdido este centro priva su testimonio de algún valor. Para el reconocimiento de que no existe nadie digno de adoración excepto Alá es seguido por la renuncia obligatoria del taghut y por la manifestación de odio hacia y la renuncia a sus adherentes.

«Es por eso que este hecho, es decir, el ayudar a los infieles en contra de los musulmanes, es incluso un pecado con más peso y más sucio, de acuerdo al sharia, que el adulterio o el asesinar a un musulmán, a pesar de que es castigado de la misma manera. La prueba de la gravedad de este hecho y su magnitud de acuerdo a los principios fundamentales del Islam se encuentra en el ayah donde Alá el Todopoderoso dice: «Oh ustedes que creen! No tomen a los judíos y cristianos de ayudantes o amigos, ya que estos son amigos entre sí. El de entre ustedes que los toma por ayudantes y amigos es uno de ellos’ ([capítulo Corán] La Mesa Servida, verso 51)…

A la izquierda: Armiev Artur, uno de los miembros del EIIS traicionado por Karaeva

Para ver el resto del despacho junto a las imágenes copie por favor el siguiente enlace en su ordenador: http://www.memri.org/report/en/0/0/0/0/0/0/9183.htm

[1] Taghut – Ídolo o entidad adorada otra que Alá; los yihadistas lo utilizan para referirse a gobernantes y gobiernos.