El siguiente informe es cortesía del Proyecto Supervisión a la Amenaza Terrorista y Yihad en MEMRI (PSATY). Para información sobre como suscribirse al PSATY, haga clic aquí.

La edición de junio-julio de la revista de los talibanes en la red Al-Somod en árabe, destaca dos artículos en ocasión a las festividades del Ramadán, los cuales enfatizan que el Ramadán es un mes de yihad, victorias y conquistas. El primer artículo discute las importantes victorias militares que tuvieron lugar durante este mes en toda la historia del Islam, desde los días de Mahoma a la época de Saladino. El autor señala que muchos musulmanes ignoran el hecho de que el Ramadán es tradicionalmente un mes de yihad y victorias y destaca especialmente la Batalla de Badr (624 CE), que la tradición islámica ve como un hito la victoria de Mahoma y su ejército. Este cita extensamente los escritos del pensador radical islámico Sayyid Qutb, que visionó la Batalla de Badr como un modelo que debería inspirar a los musulmanes contemporáneos a superar el Jahiliya (es decir, el estado de ignorancia pre-islámico) de la época presente.

El segundo artículo establece que, en Ramadán, los musulmanes tienen el deber de apoyar la causa del yihad y pide a los lectores cumplir con este deber donando dinero a los combatientes yihadistas talibanes.

Lo siguiente son extractos de los dos artículos.

«Ramadán – El Mes de la Gloria y Victorias» (imagen; Al-Somod, edición Junio-Julio 2015)

Los musulmanes no deben olvidar que Ramadán es el mes del yihad y de las conquistas

El primer artículo, por un autor de nombre «Momand», dice: «Un mes bendito ha llegado, el gran mes del Ramadán, un mes en el que son renovados los recuerdos, así como también las eras de pureza y virtud [es] un mes de dar, de misericordia, compasión, inocencia y pureza, un mes de consuelo y de [observancia de los] mandamientos. [Este mes] alegra los corazones de los justos y los devotos. Basta [decir que] su gracia comienza con misericordia, continúa con la absolución y termina con la liberación del fuego del infierno. En este mes bendito, las almas de los creyentes son elevadas a través de la obediencia a los mandamientos de Alá y la eliminación de los deseos y lujuria. Claramente, los impulsos lujuriosos se esconden dentro del alma de uno y los impulsos de ira y venganza se ocultan dentro del pecho de uno. En la vida nos topamos con desgracias y dificultades que no pueden ser rechazadas, sino a través de paciencia y tolerancia y entendiendo que este mes es el mes de la paciencia, la constancia, el ayuno, misericordia y caridad.

«Durante Ramadán el Corán fue revelado… un libro de milagros ilimitados que no se desgasta por lecturas repetidas…

«Sin embargo, existe un aspecto del Ramadán que la gente hace caso omiso, es decir, que Ramadán es el mes de la constancia, yihad, de conquistas y victorias. Encontramos que, cuando llega Ramadán, muchos musulmanes lo toman como una oportunidad para descansar. Se olvidan o ignoran [el hecho] que el Ramadán es un mes de yihad, de constancia y conquistas. Muchas de las famosas batallas entre los musulmanes y los infieles tuvieron lugar durante Ramadán, [incluyendo] la gran Batalla de Badr, en el que Alá separó la verdad de la falsedad, tal como dice Alá en el Corán: «Enviamos a Nuestro Siervo el Día de la Distinción, el día en que las dos fuerzas se encontraron [en Badr] y Alá tiene poder sobre todas las cosas (8:41)’. [Los comentarios dicen que] el Día de la Distinción es el día en el que Alá distinguió la verdad de la falsedad, el día de [la batalla de] Badr y esta fue la primera visión revelada al Mensajero de Alá. El jefe de los politeístas fue ‘Utbah Bin Rabi’ah y estos se encontraron el sexto día del mes de Ramadán. Los Compañeros del Mensajero de Alá numeraban un poco más de 300, mientras que los politeístas contaban entre 900 a 1000. Ese día Alá derrotó a los politeístas, 70 de los cuales fueron asesinados o puestos cautivos. En esta batalla Alá les concedió la victoria a los musulmanes, siendo estos inferiores en número y equipo, mientras que los infieles eran muchos y estaban bien equipados.

«En Ramadán del octavo año después de la Hégira, la conquista de Meca ocurrió, que Alá le había predicho a Mahoma y le honró al decirle: «Ciertamente, Te hemos dado (Oh Mahoma) una victoria manifestada, que Alá los perdone a ustedes por sus pecados del pasado y el futuro, y complete Su favor en ustedes y les guie por el Camino Correcto. Y que Alá puede ayudarles con una fuerte asistencia. (48:1-3)’. Alá abrió los corazones a nuestro Profeta Mahoma revelándole el Corán en Ramadán y [también] conquistó Meca, [la ciudad] del monoteísmo y el yihad, en Ramadán. En esta incursión [sobre Meca] la fe salió triunfante, el Corán fue exaltado, la facción del misericordioso salió victoriosa, la tiranía fue derrotada, los ídolos fueron hechos añicos y la facción de Satanás fracasó.

«Leyendo sobre los eventos importantes de este mes durante generaciones, encontramos que:

«1. La gran batalla de Badr tuvo lugar en día 17 del Ramadán bendito en el segundo año después de la Hégira. Alá colocó las espadas de los musulmanes sobre las nucas de sus enemigos y uno tras otro rápidamente cayeron al suelo.

«2. La redada en Tabuk tuvo lugar durante Ramadán en el noveno año de la Hégira. Fue la última incursión en la que el Mensajero de Dios tomó parte. Los bizantinos huyeron y con pavor se apoderaron de los politeístas.

«3. La conquista de Ándalus [la Península Ibérica] ocurrió durante el mes de Ramadán en el año 93 después de la tercera Hégira. Los musulmanes, dirigidos por Tariq bin Ziyad, salieron victoriosos y establecieron [en Ándalus] el mandato islámico y construyeron un cultura noble.

«4. La Batalla de ‘Ayn Jalut tuvo lugar en Ramadán en el año 658 después de la Hégira, cuando un ejército islámico se dispuso a combatir contra los ejércitos mongoles que atacaron como una inundación devastadora, destruyendo y exterminando [todo a su paso]. La batalla concluyó con masas de mongoles destrozados a pedazos y estos sufrieron una derrota terrible.

«[Durante este mes hubo] también otras incursiones en las que Alá decretó una victoria para sus siervos, los creyentes.

«La gran Batalla de Badr fue una victoria por la verdad y una derrota para la falsedad. Leemos acerca de esta batalla en el libro [de Sayyid Qutb], A la Sombra del Corán: La Batalla de Badr… permanece y siempre será recordada en la historia como una historia de fe, una victoria profunda que distingue la verdad de la falsedad. Es la historia del triunfo de la verdad, apoyada por un pequeño y mal equipado anfitrión sobre enemigos que se jactaban poseían mayor superioridad en número y equipos. Es la historia del triunfo de los corazones que han sido purgados de su propia debilidad y que han establecido un vínculo firme con Alá. No sólo esto, sino que es la historia del triunfo de una pequeña banda de corazones que incluyó a unos cuantos reacios a combatir. Mientras estos corazones todavía tenían la firme convicción en la solidez de los valores del mensaje que ellos creían y estaban seguros en donde yace el verdadero poder, fueron capaces de triunfar primero sobre sus propios deseos. Estos entraron en la batalla cuando toda indicación mostró que el lado de la mentira era abrumador, pero a través de la fe esa comunidad volteó la balanza y la verdad salió triunfante.

«En todas sus circunstancias particulares, la Batalla de Badr es un gran ejemplo de la historia humana, estableciendo la ley que trae la victoria o la derrota y revela los verdaderos factores de cada uno. Es un libro abierto para ser leído por todas las generaciones en todo momento y en todo lugar, otorgando el mismo mensaje que permanece siendo siempre la verdad. Este habla de una ley que Alá ha querido que permanezca operativa, mientras los cielos y la tierra permanecen existentes. La comunidad musulmana que lucha hoy día por el renacimiento del Islam en la tierra, luego que todo el mundo ha sucumbido el Jahiliya, debería reflexionar profundamente sobre Badr y los valores decisivos que esta presenta…

«La comunidad musulmana que trata hoy de restablecer el Islam en la vida humana puede no haber alcanzado el nivel de esa pequeña comunidad musulmana que luchó en la batalla de Badr. Sin embargo, las normas, valores y directrices generales que aplicaron en Badr, sus circunstancias y resultados, así como también los comentarios del Corán sobre esa batalla, siguen siendo aplicables a la misma. Estos señalan la actitud que la comunidad musulmana debe adoptar en cada etapa, porque esas normas, valores y directivas siguen siendo válidas mientras la vida continúa en los cielos y en la tierra, y mientras quede en este planeta una comunidad musulmana que afronte el fahiliya y trate de restablecer al Islam en la práctica…» [1]

En Ramadán, los musulmanes deben enviar donaciones para apoyar a los muyahidines

En el segundo artículo, de Wasil Khalil, los talibanes instan a los musulmanes a cumplir con su deber hacia los combatientes de la organización donando dinero durante Ramadán. Este afirma: «Durante estos largos y calurosos días de [verano], los muyahidines del Emirato Islámico [es decir, los talibanes] continúan su yihad contra las fuerzas de ocupación y sus agentes en Afganistán. Estos héroes han estado vigilando el gran frente musulmán y han sacrificado todo lo que tienen, negándose a dejar que su fe sea humillada por los enemigos de Alá.

«Los musulmanes están endeudados con estos héroes y por lo tanto tienen la obligación de estar junto a ellos, apoyar su causa, orar por ellos y ayudarles con sus almas y sus riquezas. Nuestros hermanos musulmanes! Si a ustedes se les impide [emprender] el yihad, es su deber emprender el yihad [donando] dinero. Todo musulmán es consciente de la importancia del yihad a través del dinero y su papel en llevar el barco del yihad a las costas de la victoria y el poder. El dinero es la sangre vital del yihad y los medios por los que continúa y persiste. Las arenas del yihad requieren de grandes sumas de dinero, ya que sus gastos son grandes y necesitan enormes recursos. Por lo tanto, nos encontramos con que, [en el Corán], el Supremo Legislador [Alá] menciona el yihad por medio de las riquezas ante el yihad por medio del alma en todos los casos, excepto en uno».

El artículo continúa mencionando cuatro causas por las cuales los musulmanes pueden donar: armar y suministrar a los muyahidines; liberar a prisioneros talibanes; apoyar a las viudas y huérfanos de los combatientes talibanes que fueron asesinados y apoyar los aparatos mediáticos de los talibanes. Este concluye: «Oh musulmanes, un mes honorable se aproxima, un mes del bien y bendición, de deberes y observancias, de perdón y expiación, de gracia y caridad, de sacrificios, entrega, generosidad y noble gentileza. Oh siervos de Alá! Nuestro Profeta fue el más generoso de los hombres, y en Ramadán su generosidad fue mayor. Sean generosos con sus riquezas en ayudar estos programas para el yihad».


[1] En la Sombra del Corán, Volumen 7, Capítulo 8, pp. 73-75. Archive.org/stream/InTheShadeOfTheQuranSayyidQutb, consultado el 1 de julio, 2015.

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