La reciente re-publicación de una caricatura del Profeta Muhammad por la prensa danesa y la presentación de la película del MP holandés Geert Wilders «Fitna» han precipitado una ola de protestas musulmanas, algunos violentas, a lo largo del mundo. Seguido a estos desarrollos, varios redactores árabes escribieron condenando las reacciones violentas, argumentando que los propios musulmanes habían cometido injusticias contra sus correligionarios y con todos los demás, dañando así el nombre del Islam.
Lo siguiente son extractos de algunos de los artículos:
El mayor enemigo del Islam son los propios musulmanes
En un artículo en el diario kuwaití Al-Siyassa titulado, «Musulmanes Contra el Islam», el liberal kuwaití Dr. Ahmad Al-Baghdadi escribió: «En la mayoría de los países alrededor del mundo, los musulmanes irrumpieron en las Embajadas danesas, incendiándolas, y llamando a una prohibición en las importaciones danesas… También han lanzado un canal de televisión por satélite y organizado varios comités e instituciones, con el solo propósito de defender al Profeta [Muhammad] y la religión islámica… Han los musulmanes tomado en consideración las tremendas injusticias que ellos mismos han cometido y todavía están cometiendo contra el Islam [dentro y fuera de] los países islámicos?
«Examinemos los problemas siguientes, que perfilaré brevemente a continuación:
«Cuántos prisioneros están encerrados en las prisiones musulmanas por sus opiniones, ideas e identidad cultural? ¿Es en el espíritu del Islam que los musulmanes huyen de su patria a países ‘heréticos’ con el objeto de lograr la seguridad y vivir en dignidad?… Es en el espíritu del Islam estar callado ante la tiranía de los gobernantes? ¿Es en el espíritu del Islam que una familia debería gobernar sobre un pueblo entero? ¿Es en el espíritu del Islam que algunos países musulmanes abundan en palacios magníficos mientras el 60% de su población es analfabeta? Es en el espíritu del Islam hacerse el ciego a los varios canales de televisión por satélite libertinos de un billonario, cuyos programas se burlan de la religión y la moral, sólo porque [este billonario] [también] ha lanzado un canal religioso?… La verdad es que el mayor enemigo del Islam son los propios musulmanes, porque han abandonado toda la decencia tratando con otros, así como también el coraje para oponerse a la opresión…» [1]
¿Quién está dañando al Profeta?
En un artículo en el portal liberal Aafaq.org, el escritor egipcio Ahmad Al-Aswani coloca los crímenes cometidos por el mundo musulmán que él creyó ha dañado al Profeta Muhammad y ha desacreditado el espíritu del Islam: «Yo no pienso que las caricaturas, libros, o películas pueden dañar a una religión o pueden afectar la fe de aquéllos que se adhieren a esta por convicción.
«Los que dañan al Profeta son aquéllos que descuartizan y atentan contra inocentes por todo el mundo, desde Nueva York a Madrid, Londres, Bali, Riad y el Cairo, Kabul y Bagdad – mientras invocan a Alá y al Profeta bajo la estandarte del jihad islámico…
«Entre aquéllos que dañan al Profeta están los iguales al Jeque Yousef Al-Qaradhawi, quién incita al asesinato de niños judíos en los úteros de sus madres (p.e. en una conferencia de 1996 a la asociación de periodistas egipcios) y a las operaciones suicidas, así como también aquéllas que causan la muerte de víctimas inocentes declarando el jihad en Irak en el nombre de la religión y el Profeta.
«Los que dañan al Profeta son aquéllos que llaman en el mundo a pasar una resolución contra el desacreditar a la religión, mientras ellos mismos denigra a otras religiones en cada rezo en las mezquitas, así como también en sus escuelas y en sus canales por satélite – y especialmente [la religión] de los cristianos y judíos, a quienes maldicen en cada rezo. Cuando los países musulmanes entregaron un proyecto de esta resolución al Concejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, el Concejo Shura saudita objetó, ya que ultrajar a otras religiones es uno de los preceptos centrales del Islam.
«Los que dañan al Profeta son como aquéllos que emitieron el fatwa que sanciona el amamantar a adultos, y el afirmar que [el beber] la orina del Profeta es una fuente de bendiciones – o aquéllos que permiten estudiar tales cuentos de hadas en las escuelas religiosas y universidades… Los que dañan al Profeta son aquéllos que enseñan a los niños en las escuelas, particularmente las así llamadas [escuelas] islámicas, para odiar a cristianos sobre la base de que esta prohibido amarlos…
«Los que dañan al Profeta son aquéllos que creen que los atributos externos tales como una barba, una mancha en la frente [testificando a las genuflexiones profundas durante los rezos], un velo, o una capa son prescritas por el Islam, y también aquéllos que acusan a otros de herejía y los [matan] en consideración [de estos atributos externos].
«Los que dañan al Profeta son aquéllos que creen que la mujer es [lujuria], y que ella disminuye [la pureza] de los rezos al igual que un perro o un asno… [2] y aquéllos que creen que a la mujer le falta inteligencia y religión, olvidándose que [están hablando de] una madre, una hermana, una querido, la hija o la esposa que es igual al hombre en todo aspecto.
«Los que dañan al Profeta son gente como [el geólogo egipcio y Ph.D] Zaghlul Al-Najjar, que exige tener el conocimiento y aun al mismo tiempo considera los desastres naturales como las tormentas, erupciones volcánicas y diluvios como castigos divinos [para] los pecadores, y quién desacredita al Antiguo y Nuevo Testamento, haciendo creer que son fabricaciones – y todo esto en el nombre de Islam y el Profeta…
«Los que dañan al Profeta son los gobernantes de los estados árabes que han hecho de sus países los últimos baluartes de la tiranía y dictadura en el mundo, y quiénes exige sumisión a los textos religiosos para justificar sus crímenes.
«Los que dañan al Profeta no viven en Occidente – están entre nosotros, los musulmanes. [Son los musulmanes] quiénes han formado un modelo islámico que es [inherentemente] terrorista, hipócrita, que niegan la vida y están sustentados por el asesinato de otros en nombre del jihad y por ataques a la libertad de opinión bajo el pretexto de [defender] los principios nacionales islámicos – qué no son verdaderamente nada más que el retraso y el prejuicio fosilizado… Esto es lo que nosotros – y nadie más – hemos producido». [3]
Actos asesinos han destruido la imagen del Islam
Demandas similares fueron hechas por el redactor de Bahrein Abdallah Al-Ayoubi en un artículo en el diario de Bahrein Akhbar Al-Khaleej: «… El daño a la religión musulmana no sólo ha sido causado por la publicación, en los diarios daneses, de caricaturas que desacreditan al Profeta Muhammad o por la película… producida por el MP holandés. Existen muchos [otros], más graves, peligros a la que la religión musulmana esta expuesta. Estos provienen de aquéllos que usan la religión como una cubierta a su conducta criminal, que ellos atribuyen a las enseñanzas de la fe islámica…
«Los mandatos humanos y nobles [religiosos] han sido destruidos por los movimientos extremistas ‘islámicos’ tales como Al-Qaeda, el taliban, y otros que perpetran crímenes horrorosos contra [personas] inocentes en sus propios países así como también en otros países, no-musulmanes… Cuando, actos despreciables y bajos son llevados a cabo por las sociedades y naciones [musulmanas], estos causan un tremendo daño a las enseñanzas religiosas [islámicas].
«Esto es lo que sucedió como resultado, por ejemplo, de los crímenes del 11 de Septiembre contra los Estados Unidos, y como resultado de los ataques en Londres y Madrid que siguieron a estos.
«Las naciones musulmanas deben primero y por encima de todo ser purgadas de [elementos] que usan al Islam y sus enseñanzas como un disfraz [e.d.] el presentar sus crímenes contra la humanidad como jihad en el nombre de Alá… es inconcebible que las enseñanzas [del Islam] deberían justificar el asesinato de docenas, [incluso] miles, de personas inocentes. Son tales injusticias que han corrompido la imagen del Islam a los ojos de los no-musulmánes…
«Las naciones [musulmanas] deben adoptar el idioma de la razón… para tratar con los ataques al [Islam], y emprender la guerra contra el extremismo ‘islámico’ que ha distorsionado las enseñanzas religiosas musulmanas…
«Aquéllos que dañan la religión musulmana deben ser confrontados, usando lógica legítima en lugar de la emoción; hasta ahora, las respuestas a los ataques [al Islam] han estado basadas no en la racionalidad sino en el patetismo. Las reacciones exageradas a la publicación de la prensa danesa de las ofensivas caricaturas fueron manifestadas prendiéndole fuego a las representaciones diplomáticas danesas – aunque el gobierno danés no es responsable de estas caricaturas.
«Tales [respuestas] no sólo no prevendrán daño al [Islam], sino que realmente lo magnificarán…» [4]
[1] Al-Siyassa (Kuwait), 31 de marzo, 2008.
[2] Según algunas interpretaciones de la ley musulmana, la presencia, o el mero paso, de una mujer, un perro o un asno durante los rezos disminuye la pureza de la plegaría.
[3] www.aafaq.org, 5 de abril, 2008.
[4] Akhbar Al-Khaleej (Bahrein), 31 de marzo, 2008.