En un artículo del 27 de agosto, 2009, la redactora kuwaití Dala’ Al-Mufti discutió la calle de Londres Edgware Road, la cual está poblada principalmente por árabes. Dala’ se quejó que ladrones, prostitutas y delincuentes juveniles predominan en la calle, junto con musulmanes religiosos vestidos con un atuendo negro sombrío que tratan de reclutar a no-musulmanes al Islam. Ella señaló que los musulmanes de Edgware Road le han dado a los árabes y al Islam una mala reputación.

Lo siguiente son extractos:

«Dónde debería comenzar – y a cuál de los actos vergonzosos que sucedieron allí me refiero?»

«En una conversación con un amigo acerca de los árabes en la Tierra de la Niebla [es decir, Gran Bretaña], hablamos de Edgware Road en Londres. Él dijo, ‘Por qué no escribes sobre [este tema]?’ Yo respondí: ‘Qué es exactamente lo que debería escribir? a lo que respondió, ‘[Escribe] sobre todos los escándalos que nuestros compañeros [árabes] están causando allí’. ‘Qué hay de nuevo acerca de eso?’ Le pregunté. «No existe un alma que no haya visto lo que está sucediendo allí, o no haya leído o escuchado sobre esta y nadie está interesado. Los únicos que se interesan son aquellos que me atacan y se enfadan por [los periodistas] que visitan esta calle con el fin de ventilar los trapos sucios en la prensa’. Él dijo, ‘No escribas acerca de los árabes de un país determinado. Escribe un [informe general, y aquellos implicados sabrán que te estás refiriendo a ellos]’.

«Me pregunté: ¿por dónde empezar, y a cuál de los actos vergonzosos que sucedieron allí me debo remitir? A las tiendas de café que han sido tomadas por los hombres en la medida en que una mujer honrada no puede sentarse ahí? Al licencioso comportamiento de algunos de nuestros jóvenes hombres y mujeres, que parecen haber abandonado su educación junto con sus países de origen, y que ahora vagan por las calles de una manera indecente?… A los inmigrantes ilegales árabes que se especializan en engañar y defraudar a sus propios compatriotas? O a las prostitutas árabes que encuentran a sus [clientes] en las calles, con la ayuda de sus alcahuetes, en menos de media hora?

«Debería escribir sobre los hombres que salen en pijama (como si la calle le perteneciera a sus papás), o sobre las mujeres que caminan por la calle en la noche, arrastrando los pies, sus brazos cargados con una tonelada de paquetes, que creen que Londres no es nada más que un [gran] mercado? No estoy hablando de los árabes de un país en particular, porque aquí [en Londres], todos somos «orientales'».

«Lo que realmente me molestó fue la aparición visible de los [musulmanes devotos, que parecen pensar] que un aspecto sombrío, negro y horrendo es obligatorio en el Islam»

«Con el fin de informar desde el centro de los acontecimientos, como hacen los corresponsales militares, decidí recorrer la calle. Era un día soleado en Londres, pero en Edgware Road un color diferente prevaleció. [La calle] estaba inundada con decenas de hombres y mujeres vestidos de pies a cabeza de negro, quienes repartían volantes y folletos y solicitaban donaciones de los transeúntes. Los hombres estaban cubiertos en jelabiya y gorros negros, y las mujeres en ‘abayas de negro al estilo afgano que le [cubrían la cabeza y el cuerpo] dejando sólo dos aberturas para los ojos. Todos ellos lucían sombríos, como si algún desastre les hubiese sucedido. Me detuve a investigar, y descubrí que este grupo estaba llamando a los [no-musulmanes] a unirse al Islam.

«Como todos saben, Edgware Road es la calle árabe de Londres, la mayoría de [sus habitantes] son musulmanes del Golfo, o de otras partes [de] Asia. Así que si realmente querían convocar a los no-musulmánes a acercarse al Islam, habría tenido más sentido el escoger otra calle en la ciudad [que no fuese musulmana]. Esto me hizo llegar a una cierta opinión sobre este grupo, que me lo voy a guardar para mí.

«Pero lo que realmente me molestó fue la apariencia externa de los miembros de esta ‘organización’, [que parecen pensar] que un aspecto negro, horrendo y sombrío es obligatorio en el Islam. ¿Como esperan atraer a la gente [a que se una a la religión], cuando se ven tan deprimentes, como [los que llevan luto] en un funeral? ¿Cómo piensan estas mujeres convencer a una mujer extranjera que prefiriera el Islam y sus virtudes [sobre su propia fe], cuando estos se han convertido [a si mismos] en tiendas de campaña negras? ¿Cómo puede un hombre con un rostro melancólico y malhumorado convencer a algunos [no-musulmanes] que el Islam es una religión indulgente, una religión de tolerancia y paz?»

«Para completar mi ‘alegre’ [experiencia] como árabe en Londres, algunos árabes me arrebataron el bolso»

«Para completar mi ‘alegre’ [experiencia] como árabe en Londres, algunos árabes me arrebataron el bolso (y me abstuve de mencionar su país de origen a fin de evitar ser reprendido por su embajada). Su compañero, cuya misión era distraerme invitándome a un concierto de maldiciones para que su amigo pudiera robarnos, fue capturado.

«En ese momento él estaba allí y [nos] rogó misericordia, diciendo:» ‘Vergüenza debería darles! Yo soy árabe y musulmán [como tu]». «Sentí como si lo abofeteaba y le dije: ‘Tú eres el que debería estar avergonzado. Tú y otros como tú ensombrecen el rostro de los árabes y el Islam, y [nos] dan una mala reputación.

«Pero la policía británica me impidió [hacerlo]…» [1]


[1] Al-Qabas (Kuwait), 27 de agosto, 2009.