En un artículo satírico en el diario saudita ‘Okaz, el columnista liberal saudita Khalaf Al-Harbi [1] criticó el fenómeno de los religiosamente sagrados matrimonios por placer en Arabia Saudita. [2] El artículo describe una nueva forma de matrimonio que ha surgido en el país, llamado ‘matrimonio del día’, en el que un hombre, soltero o casado, puede casarse con una o más mujeres y reunirse con ellas durante sus horas de trabajo para fines de explotación sexual, todo ello como parte de un acuerdo religiosamente sagrado.
Lo siguiente son extractos del artículo:
«Nosotros [los hombres] paseamos, jugamos y nos divertirnos, buscando una mujer secreta hacia quien no tenemos obligaciones y que podemos disfrutar sin el conocimiento de la madre de [nuestros] hijos. Nos deshacemos de ella el instante en que comienza a sentirse como una mujer casada en el pleno sentido de la palabra, una que tiene algunos derechos con nosotros. Aprovechando sus [difíciles] circunstancias, su soledad y su pobreza, nos acercamos a ella con el corazón de un poeta, la conciencia de un macho cabrio, la fuerza bruta de un buey y la astucia de un zorro. Jugamos con ella, le pelamos la piel antes de comérnosla, o comer en brazos, con cáscara y todo. Llamamos a este acto depredador misyar, misfar o mityar [matrimonio], [3] para que [podamos] decir que hemos sacrificado a nuestra bonita presa de acuerdo con la ley islámica.
«Una de las innovaciones recientes en los matrimonios rápidos es el ‘matrimonio de un día’. Este es un acuerdo muy práctico, en el cual uno puede pedir permiso [para salir de] su lugar de trabajo durante una hora o dos, con el fin de llevar a cabo su ataque bendito y conquistar a su «muy joven, secreta muchacha». Lo mejor es alquilar un apartamento para ella cerca de su lugar de trabajo, lo mejor para celebrar reuniones privadas, intensas reuniones con ella, durante el cual uno se ocupará de [sus] cuestiones dolorosas desde todos los ángulos. Cuando uno regrese a casa y le pida a la madre de sus hijos que mantenga a los pequeños tranquilos porque has [acabado] de llegar a casa del trabajo y estás cansado hasta los huesos, ella te dirá:. ‘Pueda Alá darte fuerzas, padre de mis hijos. Por Dios, si todos los empleados trabajaran como tú, nuestra situación no sería la que es».
«También es aconsejable imprimir numerosas copias del contrato del «matrimonio de un día’, en caso de que, mientras mueve a su ‘esposa del día’ – blanca como un labneh turco, fresca como una shakshouka saudita [un plato de huevos cocidos en salsa de tomate] – entre apartamentos amueblados y hoteles, te encuentras con un miembro de la [policía religiosa saudita] y este te pregunta acerca de esta mujer que está contigo. En tal caso, deberías mantener la conversación muy breve [haciéndole] entrega de una copia del contrato de matrimonio, junto con una copia de la orden religiosa del ‘matrimonio de un día’. Antes de que termine de [leerlos], toma la iniciativa y di: «Pueda Alá protegernos de los periodistas que distorsionan la fe islámica y tratan de corromper a la mujer musulmana».
«El mayor desafío que enfrenta un ‘matrimonio de un día’ es mantener la noción del tiempo, ya que uno puede caer en un lago de miel en un instante, pero para salir de este ‘pegajoso’ y delicioso desorden implica una dura lucha interna. Incluso si uno se sobrepone a si mismo y deja el lago de miel a tiempo y por lo tanto [regresa] con su jefe molesto antes de que termine su tiempo libre – [su] esposa por un «día» probable use su astucia y toque una cinta de canciones [seductoras] del cantante de Bahrein Ahmed Aljumairi…
«Otro desafío es rápidamente borrar [todo] rastros de la reunión matutina [con su amante]. Con este fin, uno debe armarse con un teléfono móvil diferente designado sólo para el ‘matrimonio de un día’ y prestar rigurosa atención a cualquier marca u olores que puedan aferrarse a [su] ropa y si tiene dos esposas del ‘día’ – una por la mañana y otra por la tarde – uno tiene mejor que abstenerse de conducir un coche de vuelta a casa, por el bien de su seguridad y la seguridad de los demás.
«No hace falta decir que vienes de una familia respetable y que celosamente proteges [el honor de] tus parientes de sexo femenino, ninguna de los cuales permitirías que fuese esposa por un ‘día’… El hecho de ver [a tus esposas] por turnos no significa que permitirías que una de tus hermanas o hijas se convierta en [un] periódico que se lee en la mañana y luego es arrojado por la tarde.
«Una última palabra [de asesoramiento a] los [maridos] por un ‘día’: Deberían irse a la cama temprano, asegúrese de tomar el desayuno y cultivar lazos fuertes con los vendedores de perfume. La vida es un camino de lucha continuo. Sigan adelante, leones rapaces, hacia el campo de batalla con una resolución completa y perseverancia y sepan [que todas] las esperanzas están puestos en ustedes, ahora que nuestras vidas no son más que un parque de diversiones. Que tengan un día rojo [es decir, un día estimulantemente sexual]». [4]
[1] Khalaf Al-Harbi, columnista para el diario saudita Al-Watan y el diario kuwaití Al-Jazirah, se dedica con frecuencia a la crítica política y social. En el pasado, ha criticado el fenómeno del matrimonio de los menores de edad en Arabia Saudita. Véase MEMRI Despacho Especial No.2623, «Padre saudita casa a su hija de 10 años con octogenario», 29 de Octubre del 2009, http://www2.memri.org/bin/espanol/articulos.cgi?Page=archives&Area=ia&ID=SD262309.
[2] Véase MEMRI TV Clip # 978, «Activista de los derechos de la mujer de Bahrein Ghada Jamshir ataca a clérigos islámicos de emitir fatuas autorizando el abuso sexual de niños», 21 de diciembre del 2005, http://www.memritv.org/clip/en/978.htm, en el que la activista de derechos de la mujer Ghada Jamshir critica el religiosamente sagrado mut’ah (placer) y los matrimonios misyar (de visita), por los motivos que implican la explotación sexual de las mujeres e incluso de niñas menores de edad.
[3] Misyar, misfar y mityar son tipos de matrimonio permitidos en el Islam. En el matrimonio misyar, la mujer renuncia a algunos de los derechos que el Islam le otorga, tales como el derecho a una vivienda y al apoyo financiero de su marido y, si este tiene otras esposas, el derecho a una parte igual de su tiempo y atención. El matrimonio Misfar es una unión temporal destinada a ofrecer un tutor masculino para las alumnas que están estudiando en el extranjero. En el matrimonio mityar, destinado a atender las necesidades de la tripulación de vuelo que están lejos de casa durante largos períodos de tiempo, el hombre está exento de vivir con la mujer y del pago de la pensión alimenticia.
Otros tipos de matrimonio son mut’a matrimonio por («placer»), el cual es permisible de acuerdo con el Islam chiíta y contratado por un período limitado de tiempo, tal matrimonio puede ser terminado sin necesidad de un divorcio. ‘Urf matrimonio («a la medida») es un arreglo que no requiere de un contrato oficial y no le otorga a la mujer derechos. En un matrimonio de «amistad», la muchacha permanece en la casa de su familia y ella y el hombre no mantienen un hogar para compartir, pero se reúnen cuando y donde lo deseen. El último tipo de matrimonio es dirigido principalmente a satisfacer las necesidades de los jóvenes musulmanes en Occidente, que desean tener una relación novia-novio, como es habitual en la sociedad occidental, pero con legitimidad religiosa. El matrimonio Misyaf es practicado entre los hombres ricos del Golfo, que se van de vacaciones de verano a otros países islámicos y se casan con muchachas locales por un período corto de tiempo – de dos semanas a dos meses – sin que las novias estén consciente de la limitación de tiempo.
[4] ‘Okaz (Arabia Saudita), 9 de enero, 2011.