En un artículo en el diario kuwaití Al-Jarida, la redactora Fatima Dashti denunció cómo en los campamentos de verano religiosos someten a los niños al lavado de cerebro religioso, incluyendo adoctrinamiento jihadista, fuera de la vista de sus padres y de las autoridades.

A continuación extractos del artículo, titulado «Campamentos de Verano Religiosos» – Lavado de Cerebro, No Entretenimiento». [1]

Los campamentos apuntan a «proteger a los jóvenes de la cultura occidental»

«‘Los Virtuosos Campamentos Juveniles’, ‘El Campamento Noble Aspiración’, ‘El Campamento del Intrépido’, ‘El Floreciente Club Juvenil’, ‘El Campamento de la Generación Joven’ – todos éstos y otros son los nombres de los campamentos de verano que constantemente y de forma prominente son anunciados en nuestros periódicos, presentando sus programas y compitiendo por [la atención de los lectores].

«En sus márgenes, muchos [de los anuncios] declaran ‘espacio limitado o ‘un verano después de su propio corazón’ – estas proclamaciones apuntaban a alentar a que el público se inscriba. [Otros anuncios] incluyen convicciones apuntadas al [público] religioso y devoto, tales como ‘no se mezclan [sexos]’. Para aquéllos demasiado perezosos para inscribir a su hijo o hija, [algunos anuncios hasta] enfatizan que ‘un agente de inscripción vendrá a su hogar».

«Los organizadores de estos campamentos hacen [todo] el esfuerzo por traer a tantos niños y jóvenes como sea posible a sus campamentos. [Con este fin], enfatizan que el [programa] incluye ‘lecciones de ingles’ o ‘lecciones de Corán’.

«Pero en la práctica, aquéllos que se inscriben están obligados [a participar] en clases intensivas de religión, enseñadas usando tradiciones e historias inverosímiles que no tienen ninguna base en la historia. Es más, la única meta [de estas lecciones] es asustar a los jóvenes o a ‘protegerlos de la cultura Occidental’. Esto es evidente del testimonio de un padre…»

Un usuario del campamento informa: «El maestro en el campamento [dijo] que Alá construirá una casa en el Paraíso para cualquiera que vaya a Afganistán y combata a aquéllos que se oponen al Islam»

«Bou ‘Abd Al-Wahhab nos dijo que el año pasado estaba ocupado y no podía enviar a sus hijos de vacaciones en el extranjero durante las fiestas de verano. Por consiguiente, decidió inscribir a dos de ellos en un campamento de verano anunciado en uno de los diarios. El costo era insignificante – 10 dinares durante todo un mes.

«[Sin embargo,] Bou ‘Abd Al-Wahhab estaba apenado cuando su hijo de nueve años le preguntó [un día] sobre Afganistán, y que tan lejos era de Kuwait. Cuando [el padre] le preguntó por la razón a las preguntas, [el muchacho] contestó: ‘El maestro en el campamento dijo que Alá le construiría una casa en el Paraíso a cualquiera que vaya a Afganistán y combata a aquéllos que se oponen al Islam’.

[La historia de «Bou ‘Abd Al-Wahhab] es genuina. Él encontró difícil creer que lo que escuchó de su hijo era parte de una lección dada en el campamento. A pesar de la negativa del maestro – quién era árabe – él insistió en sacar a sus hijos de campamento y se abstuvo de inscribirlos para otro campamento o club de la misma clase.

«… Lavar el cerebro significa cambiar las ideas de un individuo, sus principios, creencias y valores… En su libro Los Gerentes de la Mente, el [sociólogo] Herbert I. Schiller declara que ‘los varios métodos para lavar cerebros trabajan mejor en los jóvenes; mientras el lavado de cerebro de adultos es más difícil, porque tarda más tiempo. [Lavar el cerebro] puede lograrse a través de varios métodos probados, tales como [despertando] las sensaciones psicológicas y físicas, [activando] las emociones fuertes, ambas dolorosas y agradables; y usando [varias] técnicas de estímulo, intimidación y persuasión mental. [Usadas] sobre un período largo de tiempo, [tales técnicas] causan que la mayoría de la gente cambie su ideología, sus valores y sus creencias'».

A menos que el gobierno recobre el control de los campamentos, «nosotros podríamos levantarnos un día en el peor de los posibles escenarios»

Lo que Schiller describe es exactamente la meta de algunos de los campamentos de verano religiosos… qué operan detrás de puertas cerradas, fuera de la vista de padres y de las autoridades. Al-Jarida intentó contactar a uno de estos campamentos [llamando] al número telefónico en su anuncio en el periódico. Cuando preguntamos por la naturaleza del campamento, el [hombre] a cargo estaba contento de hablarnos sobre todo lo del campamento. Dijo que la meta principal del campamento era hacer [buen] uso del tiempo libre de los jovenzuelos y mantenerlos fuera de ‘las trampas riesgosas’. Él no intentó explicar este término, pero evitó el tema invitándonos a un [encuentro cara a cara] para recibir más información.

Lo que está sucediendo entre bastidores en éstos campamentos de verano debe ser una señal de advertencia a las autoridades a que recobren el papel que han abandonado, o deliberadamente o a través del abandono, y de que han dejado esta facción extremista. Deben hacer lo que las familias desean, y devolverles los campamentos de verano a la [autoridad de] las escuelas del Ministerio de Educación. [Por otra parte], podemos levantarnos un día en el peor de los posibles escenarios».


[1] Al-Jarida (Kuwait), 13 de junio, 2008.