El 29 de abril del 2011, el Rey saudita ‘Abdallah emitió un decreto anunciando modificaciones a cinco artículos de la Ley de Prensa y Publicaciones del reino, promulgada por primera vez en el 2000. [1] Las enmiendas se centran en un artículo que prohíbe la publicación de cualquier cosa «perjudicial a la reputación o dignidad de individuos». A diferencia de la ley original, que prohibía las publicaciones que enfrentaban a individuos en general, la nueva versión especifica explícitamente a figuras públicas y miembros de las instituciones religiosas, comenzando por el muftí principal de Arabia Saudita. También especifica nuevas y más duras sanciones para los infractores.

Pareciera ser que la nueva ley es parte de los preparativos del régimen saudita para la posibilidad de un alzamiento popular como los que se han producido en otros países árabes.

Algunos columnistas sauditas dijeron que las enmiendas violan la libertad de expresión, mientras otros dijeron que la nueva ley tendría consecuencias positivas para los medios de comunicación.

Lo siguiente son las más significativas enmiendas y algunas de las reacciones a estas en la prensa saudita:

Prohibición a insultar a miembros del gobierno y la institución religiosa

«1. El Artículo 9 será modificado de la siguiente manera:

«Todas las personas responsables de materiales impresos se les asegurará que su crítica sea objetiva, constructiva, del interés público y basada en hechos y testimonios verificados y prohibidos de ser publicados de forma alguna cualquiera sea de lo siguiente:

«a. Cualquier cosa que viole el Sharia islámico u [otras] leyes en vigor.

«b. Cualquier cosa que llame al incumplimiento de la seguridad del estado o sus leyes públicas, o cualquier cosa al servicio de los intereses extranjeros en detrimento de los intereses nacionales.

«c. Cualquier daño a la reputación o dignidad de, o calumniar o insultar, al Gran Muftí del Reino, a los miembros del Consejo Superior de Clérigos, dignatarios del estado, o cualquiera de sus funcionarios, ya sea esta una persona natural o jurídica. [2]

«d. [Todo lo que] promueva el extremismo religioso y el cisma entre ciudadanos.

«e. [Todo lo que] promueva o incite al crimen.

«f. Cualquier cosa que perjudique al bien colectivo del estado.

«g. Detalles de las investigaciones o juicios sin obtener la aprobación de la autoridad legal [pertinente].

«2. El artículo 36 será modificado de la siguiente manera: El ministerio [de comunicaciones] está autorizado, según las necesidades, a censurar cualquier material publicado sin compensación, si se encuentra que contiene algo prohibido de ser publicado tal como se especifica en el artículo 9 de la ley.

«3. El artículo 37 será modificado de la siguiente manera:

«a. Uno o más altos comités serán establecidos – dirigidos por un experto en asuntos legales y que contará con un asesor jurídico y miembro de los medios de comunicación – para probar violaciones de la ley y aplicar las sanciones previstas por éste…»

Multas y prohibiciones escritas para los violadores

«4 El artículo 38 quedará modificado tal como sigue:… Cualquiera que viole las disposiciones de la ley se enfrentará a una o más de las siguientes sanciones:

«a. Una multa máxima de 500.000 riales [unos 133.000 dólares], que se duplicaran en caso de reincidencia.

«b. Los infractores serán excluidos de escribir en todos los diarios y publicaciones y/o de aparecer en televisión por satélite.

«c. El [medio de comunicación] donde se cometió el delito será cerrado o sujeto a la censura temporal o permanente. En caso de un diario, su cierre se efectuará en espera de la aprobación del primer ministro. En el caso de un diario electrónico o página Web, su cierre o el sometimiento a la censura será llevado a cabo por el ministro de [comunicaciones].

«d. En casos en que la información errónea o acusaciones sean publicadas respecto a aquellos especificados en la Cláusula 3, el Artículo 9, el infractor deberá publicar una disculpa en la prensa en la forma que decida el comité, con cargo [al violador] y en el mismo [medio de comunicación], donde la ofensa fue cometida.

«Los casos que involucran una afrenta al Islam o daño a los intereses supremos del estado, o los casos que dañan al código penal, que está bajo la autoridad del ordenamiento jurídico, serán designados por el comité – en una decisión razonada – al ministro de [comunicaciones], quien lo presentará al Rey, a la consideración de medidas para someter el caso a los tribunales o tomar una decisión de acuerdo con los intereses del público…» [3]

Ministro de Comunicaciones saudita: La nueva ley no afectará a libertad de expresión

En una entrevista con Alarabiya.net, el Ministro de Comunicaciones saudita Dr. ‘Abd Al-‘Aziz Khuja dijo que las modificaciones no limitaran la libertad de opinión y de expresión, contrario a las leyes de prensa en otros países, ni tampoco concederá inmunidad a nadie.

Agregó que las sanciones que se especifican se aplicaran por igual a todos los periodistas del país y señaló que 500.000 riales era la multa máxima para los infractores, que sólo se impondrán en casos graves. Todos los periodistas tienen derecho a expresar sus diversas opiniones, explicó, pero no publicar comentarios difamatorios o calumniar a cualquiera. [4]

Diario saudita con sede en Londres: Las enmiendas limitan nuestras libertades

Un artículo de opinión en el diario londinense Al-Quds Al-Arabi declaro: «… Las enmiendas del gobierno a la Ley de Prensa y Publicaciones… restringen la libertad de expresión en un grado significativamente mayor e imponen sanciones brutales a cualquier escritor o editor que viole la ley, [incluyendo] una multa máxima de alrededor de $ 133.000… Cabe destacar que nadie quiere hacer nada que perjudique al Sharia o ponga en peligro la seguridad del estado.

«Sin embargo, la prohibición de criticar a figuras públicas o de estado significa que los diarios se convertirán en folletos oficiales y serán removidos de su papel de cuarto poder, cuya principal tarea consiste en señalar los defectos del estado y de la sociedad, denunciar la corrupción y hablar en contra de altos funcionarios que sobrepasan su autoridad y cometen errores perjudiciales contra el estado y la sociedad…

«Las nuevas enmiendas son de carácter general y vagas y pueden ser interpretadas de acuerdo con la postura del gobierno. ¿Qué significa ‘infracciones de seguridad del estado’? ¿Qué significa ser acusado de ‘servir a los intereses extranjeros en detrimento de los intereses nacionales’ y ¿cuáles son los límites de este último? El límite máximo de las libertades en el reino árabe de Arabia Saudita es el más bajo en la región árabe, e incluso de [todo] el tercer mundo. Entre los 200 países calificados en el Índice de Libertad de Prensa, el reino está clasificado en el último tercio y tiene más de un cuarto de millón de portales sin licencia.

«El alcance de la libertad de prensa y la libertad de expresión debe ser ampliado en lugar de [ser más] limitada. La emisión de estas graves enmiendas ahora enfatizan en que el pueblo saudita tiene todavía un largo camino por recorrer antes de que llegue a su objetivo y logre las ansiadas reformas democráticas, [ya logradas por nuestros] hermanos en Egipto y Túnez y pronto [serán alcanzadas por nuestros hermanos] en Yemen, Libia y Siria». [5]

Sólo la libertad de prensa permitirá a los periodistas hacer su trabajo

En un artículo en el diario saudita Al-Watan, titulado «Las Severas Sanciones No se Corresponden con las Libertades de los Periodistas», el columnista Dr. ‘Abdallah Al-Fawzan escribió: «… ¿Cómo reaccionara un escritor experimentado… después de leer las sanciones [especificadas en la nueva ley]? No se confundirá… y se asustará, escribirá un texto aburrido… [o incluso] no trabajara en el campo [del periodismo por completo], buscando en su [lugar] una fuente de ingresos que no implique tal grave peligro?

«[Y] si esto es lo que un periodista experimentado y profesional hará, que hará un periodista novato?… ¿Cómo puede un periodista novato, cuyo salario mensual es inferior a 4.000 riales, pagar [una multa de] 500.000 riales? ¿Cómo podría costear esto, además de ser despedido de su trabajo, habiéndose sellado la boca con cera roja hasta el final de sus días y ser procesado y condenado a prisión y a ser azotado?…

«No hay duda de que el guardar el honor de las personas y el no dañar su reputación es un asunto extremadamente importante, al igual que la seguridad de la patria… Y no hay ninguna duda de que algunos diarios y portales han, últimamente, siempre perjudicado a ciertas personas y cruzado muchas líneas rojas… Sin embargo, la prensa es el cuarto poder, que inventó la civilización no para guardar silencio, sino publicar y su función puede compararse a la de las farolas callejeras en las ciudades y en sus caminos de noche. Es un trabajo que debe hacerse… Por lo tanto, no hay más remedio que proveer la llamada ‘libertad de prensa’, que anima a los escritores y periodistas a hacer su trabajo y les da una sensación de seguridad…» [6]

Redactor saudita: Algunos escritores sauditas se han aprovechado de sus libertades

En un artículo en el diario saudita Al-Watan, el columnista Wahib ‘Abd Al-Fattah expresó una opinión diferente: «… Espero que las enmiendas obtengan muchos resultados positivos, a pesar de los sentimientos negativos de algunos periodistas. Las modificaciones contribuirán a la creación de una nueva realidad en los medios de comunicación en los que la comunidad mediática será responsable [por sus acciones] y que en el futuro ayudará a poner en primer plano este aspecto de los medios de comunicación que nos esforzamos [en mostrar] en nuestra prensa…

«Las enmiendas no salieron de un vacío, sino que están destinadas a llenar el vacío [que existía en la ley original]… y hacer realidad el principio de ‘libertad responsable’, que impide los resultados negativos que estamos viendo hoy y que son manifestados en la explotación de esta libertad por parte de algunos… Debemos [garantizar] un periodismo de calidad que será los ojos de la sociedad y el estado, ayudara a mejorar los procesos y dirigirá la atención de todos los altos funcionarios a las áreas donde [los errores se hayan cometido].

«Dicho esto, me opongo a la libertad de atacar a funcionarios de alto nivel lo cual [es disfrutado] por algunos de nuestros diarios y que obstaculiza las actividades y capacidades de estos funcionarios, poniéndolos en un estado de tensión y miedo a lo que la prensa escribirá en su crítica a sus decisiones. Esto hace que [ellos] emitan resoluciones defectuosas que no alcanzan los objetivos deseados. Por lo tanto, la existencia de una ley que prohíba los ataques contra [cualquier] alto funcionario de un escritor o periodista, a menos que este tenga una prueba irrevocable y sin ambigüedades, es la única garantía de un periodismo responsable que sea consciente de su importante papel en nuestro estado…» [7]


[1] Asmarna.net, 29 de noviembre, 2000.

[2] En la versión de la ley aprobada en noviembre del 2000, este artículo prohíbe «herir la dignidad y libertades de la gente, chantajearla o perjudicar su reputación o la reputación profesional». Asmarna.net, 29 de noviembre, 2000.

[3] www.spa.gov.sa, 29 de abril, 2011.

[4] Alarabiya.net, 1 de mayo, 2011.

[5] Al-Quds Al-Arabi (Londres), 1 de mayo, 2011.

[6] Al-Watan (Arabia Saudita), 14 de mayo, 2011.

[7] Al-Watan (Arabia Saudita), 10 de may, 2011.