El ataque a un colegio de Osetia, Rusia, que costó la vida a varios cientos de personas a comienzos de septiembre del 2004, muchas de ellas niños, provocó un chorro de reacciones en los medios árabes y musulmanes. Algunos columnistas condenaron el uso del terror y el daño a civiles inocentes, otros criticaron el fracaso del intento de rescate de las fuerzas rusas, e incluso hay algunos que culparon a elementos judíos de estar involucrados en el caso. Además, muchos artículos argumentaron que los terroristas no representan el islam y que el islam no aprueba la violencia. También ofrecieron duras críticas contra líderes y clérigos musulmanes que incitan a la violencia contra civiles en nombre del islam. Lo que sigue son reacciones al ataque:
Condena a las acciones terroristas
Acciones
Un editorial del diario gubernamental egipcio Al-Ahram reza: «Los sucesos de la ciudad de Beslán son un horrendo crimen contra la humanidad. Es imposible que aquellos que perpetraron la operación tuvieran un problema [legítimo], o que [actuaran por] convicciones religiosas. Este es un grupo de asesinos criminales, y todos los responsables de este crimen deben ser perseguidos y llevados a juicio en una corte internacional. Ha llegado la hora de que todos acepten como principal el principio de la santidad de la vida y [la obligación] de evitar el daño a civiles…» [1]
El Dr. Fahd Al-Fanek, columnista del diario jordano Al-Rai, escribió: «Entendemos que el pueblo checheno tiene una causa legítima y que tienen derecho a la autodeterminación e independencia… sin embargo, es imposible servir a la causa chechena por medio del terrorismo. El secuestro de niños como rehenes es un acto horrible, es indigno de alguien con una causa nacionalista y no supone nada por lograr los objetivos nacionales; al contrario, sólo sirve para unir a la opinión pública mundial contra esta causa…
Retener a centenares de niños inocentes como rehenes y el poner en peligro sus vidas es un acto bajo, una operación suicida en todo el sentido de la palabra, que es responsable de provocar la ira del mundo civilizado y de hacer que el mundo deje de simpatizar con la [causa] chechena y cambiar su opinión [de los chechenos] de luchadores de la libertad que merecen apoyo a terroristas dignos de castigo. Acciones terroristas [pasadas] en el mundo sólo han hecho daño a la causas de los pueblos [involucrados] y proporcionaron un pretexto moral a las fuerzas del mal y a los agresores para subyugar a pueblos y países y destruirlos… La ocupación de Palestina, Chechenia e Irak es un mal que exige resistencia, pero la diferencia entre resistencia y terror es grande y la confusión [entre los dos] sirve a [los intereses] de los ocupantes». [2]
El columnista palestino Hasan Al-Batal escribió en el diario de la Autoridad Palestina Al-Ayyam bajo el título «Desgracia árabe en Beslán»: «El día del horror de la escuela de Beslán, el 1 de septiembre, debería designarse día internacional de la condena del terror, como se ha hecho con otros sucesos internacionales… El Consejo de la Liga árabe debería visitar para mostrar sus respetos al pueblo ruso y una delegación de líderes árabes debería viajar a Moscú…
La participación de una parte de voluntarios árabes en la resistencia a la entrada soviética en Afganistán es fácil de entender. La lucha en el bando de los rebeldes chechenos en Chechenia menos. Sin embargo, ¿que algunos deban participar en el secuestro de niños rusos en un parvulario?. No hay circunstancia alguna que mitigue el horror inhumano y el alto grado de barbarismo de lo ocurrido en la escuela infantil en la celebración del primer día [del curso escolar]». [3]
Los atacantes no representan el verdadero islam en modo alguno
Abd Al-Rahman Al-Rashed, ex editor del diario londinense Al-Sharq Al-Awsat, escribió bajo el título «La dolorosa verdad es que todos los terroristas son musulmanes»:
«Obviamente no todos los musulmanes son terroristas pero, lamentablemente, la mayoría de los terroristas en el mundo son musulmanes. Los secuestradores de estudiantes en Osetia son musulmanes. Los secuestradores y asesinos de los obreros y cocineros nepalíes también son musulmanes. Los que violan y asesinan en Darfour son musulmanes, y sus víctimas también son musulmanes. Los que se inmolan en complejos residenciales en Riad y Al-Khobar son musulmanes. Aquellos que secuestraron a los dos periodistas franceses son musulmanes. Las dos [mujeres] que se inmolaron en dos aviones [sobre Rusia] hace una semana eran musulmanas. Bin Laden es musulmán y Al-Houthi [el jefe de un grupo terrorista de Yemen] es musulmán. La mayoría de los que han llevado a cabo operaciones suicida contra autobuses, escuelas, casas y edificios en todo el mundo durante los últimos diez años también son musulmanes.
Qué récord tan terrible. ¿No dice esto algo sobre nosotros, sobre nuestra sociedad y nuestra cultura?. Si reuniéramos todas estas imágenes en un día, veríamos que son difíciles, vergonzosas y humillantes para nosotros. Sin embargo, en lugar de evitarlas y justificarlas es imprescindible que antes que nada reconozcamos su autenticidad, en lugar de fabricar elocuentes artículos y discursos que proclaman nuestra inocencia…
El islam ha sufrido una injusticia a manos de los nuevos musulmanes… Sólo seremos capaces de limpiar nuestra reputación una vez que admitamos el hecho diáfano y vergonzoso de que la mayoría de los actos terroristas del mundo hoy son perpetrados por musulmanes. Tenemos que darnos cuenta de que no podemos corregir la condición de nuestra juventud, que lleva a cabo estas deshonrosas operaciones, hasta que hayamos tratado las mentes de nuestros jeques, que se han convertido a sí mismos en revolucionarios de púlpito que envían a los hijos de otros a combatir mientras ellos envían a sus propios hijos a escuelas europeas». [4]
«Si los ‘héroes’ musulmanes de la violencia y el terrorismo no representan al verdadero Islam, entonces ¿quién lo representa?»
El columnista Suleiman Al-Hatlan escribió en el diario gubernamental saudí Al-Watan: «Si los ‘héroes’ musulmanes de la violencia y el terrorismo no representan al verdadero islam, entonces ¿quién lo representa? La dolorosa verdad es que los actos de violencia y barbarismo que ocurren en la actualidad no son nada más que la consecuencia natural de generaciones de musulmanes que han sido mal encaminados y alimentados con discursos de fuerza [trufados de] hostilidad y odio hacia otros durante décadas, lo que redundó en el atraso y la ignorancia del mundo islámico. No hay nación alguna en la faz de la tierra que no haya tenido que tratar con la opresión y la guerra, pero estas naciones han sabido defender sus derechos a través del uso de la lógica y el conocimiento… mientras que en nuestro mundo islámico las voces de la ignorancia continúan con sus planes de desarrollar ignorancia y atraso para que el retroceso, la degeneración y la ausencia de dirección reinen aun más [de lo que lo hacen hoy]». [5]
Bajo el titulo «Carniceros en el Nombre de Alá», el columnista Khaled Hamad Al-Suleiman escribió en el diario del gobierno saudí Okaz: «Los propagandistas de la jihad tuvieron éxito en el lapso de unos años en distorsionar la imagen del islam, mientras los enemigos del islam no tuvieron éxito en hacer esto [ni siquiera] en el transcurso de cientos de años. Convirtieron al islam de hoy en algo que tiene que ver con decapitaciones, degollar gargantas, secuestrar civiles inocentes y en volar gente. Han fijado la imagen de los musulmanes a los ojos del mundo como bárbaros y salvajes que no son buenos para nada excepto para matar gente…
«Ha llegado la hora de que los musulmanes sean los primeros en salir en contra de los interesados en secuestrar al islam del mismo modo que secuestraron a niños inocentes. Esta es la verdadero jihad de nuestros días, y esta es nuestra obligación, como musulmanes creyentes, hacia nuestra religión monoteísta…» [6]
«Los árabes y los musulmanes hoy no contribuyen en nada a la civilización y al progreso salvo con sangre, cabezas decapitadas, cuerpos abrasados y el secuestro y asesinato de niños»
El columnista iraquí Aziz Al-Hajj escribió en la página web progresista www.elaph.com:
«¿Qué clase de causa nacional es esta que utiliza niños como combustible para provocar una guerra total de destrucción en nombre de la libertad nacional y religiosa?… El terrorismo islámico árabe se ha convertido en el peligro más grande en el mundo y amenaza la civilización, la seguridad y la vida en todas partes. Es hoy el símbolo de la maldad, del fanatismo religioso y de la degradación moral, y es la esencia del crimen político del mundo de hoy… El terrorismo islámico es el resultado del islam político ‘moderado’, como es descrito generalmente. La última prueba de esto es el decreto legal religioso [ fatwa ] del Jeque [ Yousef ] Al-Qaradhawi que hace un llamamiento a matar a todos los norteamericanos de Irak…
«Los árabes y los musulmanes hoy no contribuyen en nada a la civilización y al progreso excepto con sangre, cabezas decapitadas, cuerpos abrasados y el secuestro y asesinato de niños. La jihad por la religión y la solidaridad árabes se ha convertido en el arte de detonar, colocar explosivos y derramar sangre. ¡Qué innovación y qué contribución social han hecho los árabes al siglo XXI!» [7]
Faisal Al-Qina’i, un columnista del diario kuwaití Al-Siyassa, escribe: «…Estos salvajes no son musulmanes sino… enemigos del Islam. Su meta es distorsionar la imagen de la religión islámica, causar daño a los musulmanes, retardar el crecimiento del islam y convertirlo en una religión proscrita que se opone al mundo entero … es triste leer y escuchar a aquellos que se supone que son clérigos musulmanes, como Yousef Al-Qaradhawi, y otros de su calaña, fomentando estas acciones crueles en lugar de defender el verdadero islam, y permitiendo la decapitación, el asesinato y la toma de rehenes… hay un verdadero islam y luego están aquellos que se desvían de éste, y son más peligrosos que los judíos». [8]
Bater Wardam, columnista del diario jordano Al-Dustour, escribe: «Siempre es fácil huir hacia las ilusiones y cargar el muerto de la autoría de los crímenes de organizaciones terroristas árabes y musulmanas a la Mossad, a los sionistas y a la inteligencia norteamericana, pero todos nosotros sabemos que este no es el caso y que los que asesinan a civiles inocentes en Irak después de haberlos secuestrado, los que convirtieron aviones civiles en bombas destructivas, los que reventaron trenes llenos de civiles inocentes y los que dispararon a niños en una escuela de Osetia llegaron desde nuestro alrededor. Son árabes y musulmanes que rezan, ayunan, se dejan crecer la barba, exigen el uso del hijab y llaman a la defensa de las causas islámicas. Por consiguiente todos debemos hacer oír nuestras voces, repudiarlos y oponernos a todos estos crímenes… Cualquiera que permanezca en silencio cuando se enfrenta al asesinato de niños, es cómplice del crimen. Peor aún, estamos empleando el mismo doble rasero moral que Occidente en lo referente a la vida de la gente «. [9]
Crítica a Rusia por el manejo del caso
El columnista Fawwaz Al-Ajami escribió en el diario Qatarí Al-Sharq: «Es imposible corregir un error con otro error y es imposible tratar al terrorismo con terrorismo. Hay muchas maneras y métodos con los que habría sido posible salvar las vidas de estos niños inocentes. El bárbaro ataque ruso a esta escuela no fue menos horrendo y no menos terrorista que el terrorismo de estos secuestradores de niños. De esta manera el terrorismo de estado se convierte en el equivalente del terrorismo individual siendo las víctimas civiles inocentes…» [10]
El columnista iraní Naser Imani escribió un artículo en el diario conservador iraní Risalat con el título «El método ruso para solucionar el problema del terrorismo»:
«Rusia llevó a cabo un ataque a gran escala contra la escuela en la que personas armadas habían tomado a un gran numero de alumnos y civiles como rehenes. Al hacer esto, [Rusia] mató a muchos rehenes y a secuestradores para poner fin al asunto. Este suceso es similar al incidente de los rehenes del teatro de Moscú. Allí el gobierno ruso también llevó a cabo un ataque a gran escala para poner fin al secuestro a cualquier precio, sin tener en cuenta el número muertos.
La administración norteamericana también se alinea con esta lógica en su lucha contra el terrorismo, una lógica que dice que el número de bajas insalvables es indiferente. Pero ¿no son estos métodos violentos, implementados del modo más duro, los que hacen que el terrorismo se establezca más firmemente…?
El hecho a destacar es que la desigualdad política y económica que existe en el mundo de hoy es el principal factor que causa la creación del terrorismo y su persistencia. Los poderes mundiales reaccionan al terrorismo con violencia para justificar su política internacional. Están bien al tanto del hecho de que la presente violencia no provocará la desaparición del terrorismo, sino que hará que los terroristas se dediquen más a alcanzar sus objetivos y a mejorar sus métodos». [11]
Los judíos están detrás del ataque
En el diario gubernamental jordano Al-Dustour, el columnista George Haddad escribe: «Más de un comentarista ruso y varios periodistas de canales de televisión satélite apuntaron que la inteligencia rusa tuvo información referente a ‘contribuciones’ que algunas de las facciones chechenas recibieron de oligarcas judíos en el campo de las finanzas, las comunicaciones y el crudo… [Son] los dueños de las corporaciones y de los billones que fueron robados al pueblo ruso, después del ascenso al poder de Putin y el establecimiento de su régimen pasaron a ser perseguidos por cargos de engaño, fraude y evasión fiscal…
La meta más importante de la banda judía era distorsionar la imagen [pública] de Putin y presentarlo como alguien que no está a cargo de la situación, [que es incapaz] de reinar en la anarquía y que está llevando al país y a sus residentes al pasado, a los días de la represión, la dictadura y el control del estado». [12]
El columnista Ghassan Makhal escribió en el diario Qatarí Al-Sharq: «¿Quién está detrás de la operación de la toma de rehenes?. El gobierno ruso culpa a los chechenos, pero hasta el día de hoy no ha divulgado un solo nombre de alguien involucrado en la operación, a pesar del hecho de que tiene, según su propia admisión, los cuerpos de más de treinta personas. El presidente checheno y rebelde Aslan Maskhadov también dijo que los chechenos no tienen nada que ver con la operación…
Es probable que el derribo de los aviones en Moscú [sic] y la operación contra la escuela de Beslán fueran parte de la lucha que el gobierno de Putin está emprendiendo contra la mafia [rusa] que tiene lazos con Israel. Por consiguiente es posible que el Ministro de Exteriores ruso esté en Israel para negociar y llegar a un acuerdo, o al menos obtener una promesa de Sharon de que mediará [entre el gobierno] y esta mafia». [13]
[1] Al-Ahram (Egipto), 4 de septiembre del 2004.
[2] Al-Rai (Jordania), 5 de septiembre del 2004.
[3] Al-Ayyam (Autoridad Palestina), 6 de septiembre del 2004.
[4] Al-Sharq Al-Awsat (Londres), 4 de septiembre del 2004.
[5] Al-Watan (Arabia Saudí), 6 de septiembre del 2004.
[6] Okaz (Arabia Saudí), 5 de septiembre del 2004.
[7] www.elaph.com, 4 de septiembre del 2004.
[8] Al-Siyassa (Kuwait), 5 de septiembre del 2004.
[9] Al-Dustour (Jordania), 5 de septiembre del 2004.
[10] Al-Sharq (Qatar), 6 de septiembre del 2004.
[11] Risalat (Irán), 5 de septiembre del 2004. La prensa iraní criticó también las acciones de las fuerzas rusas al principio del caso checheno del teatro de Moscú en septiembre del 2002. El diario conservador Jomhouri Eslami, que está vinculado al líder de Irán, Ali Khamenei, escribió: «De entre las muchas soluciones [posibles] al caso de los rehenes, los rusos escogieron la peor [y] la que causó el mayor número de bajas… Claro que se dejó sin opciones al pueblo checheno, aparte de la de hacer escuchar la voz de los oprimimos en el mundo y hacerla resonar en su conciencia dormida. Los rusos… también deben ser conscientes del hecho de que la matanza de más de 30 chechenos armados provoca una gran ira entre las generaciones más jóvenes de chechenos contra los rusos y anima a miles de chechenos a combatir por cada gota de sangre derramada de estas 30 personas…» ( Jomhouri Eslami, Irán, 27 de octubre del 2002). El diario Kayhan International, que también está unido al líder de Irán, Ali Khamenei, escribió que «un poquito de prudencia por parte de las autoridades rusas habría prevenido la catástrofe y reducido el inmenso número de civiles muertos. Podrían haber sido cautos en un momento en el que los moscovitas están frustrados por tener que pagar con sus vidas las políticas de su gobierno en una tierra lejana, protestando con pancartas cerca del Kremlin para negociar con los chechenos poner fin a la guerra no deseada en el norte del Caucaso». ( Kayhan International, Irán, 28 de octubre del 2002, tal como fue citado en IRNA (Irán), 28 de octubre del 2002).
[12] Al-Dustour (Jordania), 6 de septiembre del 2004.
[13] Al-Sharq (Qatar), 6 de septiembre del 2004.