En un artículo en el diario en inglés Arab News, el analista de Oriente Medio Amir Taheri discute los avances democráticos en Irak. Lo siguiente son extractos del artículo: [1]

‘Los medios de comunicación han estado obsesionados con Al-Sadr’

«Durante el mes pasado o así, mientras los medios de comunicación estaban obsesionados con las actividades de Moqtada Al-Sadr y sus combatientes de Najaf, no se ha informado de la mayor parte de las noticias realmente importantes de Irak.

«No es a la televisión a la que hay que culpar. Después de todo, la captura de un lugar santo por una milicia presta una escenografía dramática.

«Está también el hecho de que nostálgicos del pan-arabismo y pan-islamistas de todos los géneros, precisando desesperadamente una nueva imagen de culto, creen haberla encontrado en la figura de Sadr, de 30 años de edad.

«De cualquier manera, no envidiemos los 15 minutos de fama de Sadr. Es improbable que los fuegos artificiales que ha provocado en Nayaf sean recordados como el renacimiento del pan-arabismo, o como la renovación del califato islámico de Bagdad.

«Todo esto no significa que el pequeño espectáculo de Sadr no debiera cubrirse. Debería. Después de todo, el periodismo, reino de lo efímero, busca su pan de cada día en sucesos pasajeros.

«Los estudiantes de periodismo, sin embargo, conocen la diferencia entre los sucesos que adornan la mayoría de los titulares diarios y los sucesos encubiertos que dan forma al contexto más amplio de la vida política de una sociedad. ¿Hoy, qué hechos son los que, con la mirada puesta en los sucesos actuales, son ampliamente ignorados?».

Desafiando grandes contratiempos, Irak ha logrado llevar a cabo su reforma política según estaba programado

«Lo más importante es que el Irak post-liberación, desafiando grandes contratiempos, ha logrado llevar a cabo su agenda de reforma política como estaba programado. Un consejo de gobierno fue creado en el momento prometido. Éste, a su vez, creó un gobierno provisional como estaba programado. Después, se celebraron elecciones municipales en casi todo el país. Entonces siguió el esbozo de una nueva constitución plural y democrática. Luego vino el fin formal de la ocupación, y el nombramiento de un nuevo gobierno interino.

«A comienzos de este mes, el programa de reconstrucción política alcanzó un nuevo hito con la convocatoria del Congreso Nacional.

«Reuniendo a unos 1.300 hombres y mujeres representantes de todos los grupos étnicos, religiosos, lingüísticos y políticos, el congreso fue la primera asamblea genuinamente plural de iraquíes a ese nivel.

«El congreso cumplió su deber creando un Parlamento de 100 miembros con amplios poderes de vigilancia y control sobre el gobierno interino. Un examen de cerca de la composición de este nuevo Parlamento interino muestra que es el organismo político más representativo que se ha encargado nunca del destino de Irak.

«La formación del Parlamento interino, que estará en el corazón de la política de la nación durante los próximos 15 meses o así, es un enorme paso hacia la creación de las instituciones democráticas.

«Las tareas del Parlamento incluyen la celebración de elecciones a una asamblea constitutiva, la supervisión de un referéndum sobre esa constitución y elecciones generales para elegir un nuevo gobierno; todo esto antes de finalizar el próximo año.

«Los sucesos arriba mencionados, y ampliamente ignorados por los medios de comunicación, indican un progreso notablemente rápido hacia la democratización de Irak. Y eso que, a cada paso, tuvimos innumerables agoreros del desastre que predijeron que este o aquel paso no tendría lugar debido a ‘problemas de seguridad'».

No puede haber libertad sin seguridad

«La verdad es que Irak tampoco disfrutó de seguridad bajo el régimen de Saddam Hussein. Esto es debido a que mientras no puede haber libertad sin seguridad, no hay tampoco seguridad sin libertad.

«¿Estaban las tribus Juburi seguras bajo el régimen de Saddam cuando envió a sus unidades especiales a masacrarlos como acto de venganza política?. ¿De cuánta seguridad disfrutaron las tribus Shammar cuando Saddam incautó dos terceras partes de su tierra para distribuirlas entre sus secuaces?. ¿Y que Saddam transfiriera miles de familias de Mosul y Kirkuk, en el norte de Irak, al centro y sur de Irak, fue para darles seguridad?. Y estos fueron todos los musulmanes sunníes que se suponía iban a proporcionar la base principal de su régimen. En cuanto a los chi’ies y los kurdos, la seguridad que disfrutaron bajo Saddam Hussein queda simbolizada por las fosas comunes que jalonan el paisaje de Irak, y los cadáveres desparramados por las calles de Halabja después de un ataque químico. ¿Y fue porque no les gustó la seguridad, que casi cuatro millones de iraquíes huyeron al exilio durante el mandato del Ba’ath?».

‘Aquellos que toman rehenes, sesgan gargantas y matan mujeres y niños en las calles son producto de la cultura de violencia’

«Los gángsteres sin rostro que toman rehenes, cortan gargantas y matan a mujeres y niños en las calles son producto de la cultura de violencia que los sucesivos regímenes despóticos generaron en Irak. El único medio de expresión que conocen es la violencia. Están convencidos de que el que está listo para matar a la mayoría tiene la mejor capacidad para ostentar el poder.

«Así que lo que Irak está experimentando hoy es una lucha mucho mayor, una guerra cultural, cuyo resultado no sólo determinará el futuro de esa nación que sufre sino también las perspectivas políticas de casi todos los países árabes».

Los dos bandos de la guerra cultural de Irak

«En un bando de esta guerra cultural uno se encuentra con los restos del Saddamismo, incluyendo a Sadr, que aunque una víctima del tirano, continúa siendo un Saddamita en lo que se refiere a la práctica política. Este bando ha sido reforzado por cientos, quizá miles, de fascistas no-iraquíes que están determinados a sumergir a Irak en el caos.

«Por otro lado de esta guerra cultural uno encuentra a todos esos iraquíes que entienden que la política de asesinato en masa y el terror no es lo mejor a lo que su nación puede aspirar.

«Para asegurarse, los dos bandos no son totalmente blanco o negro. En el bando simbolizado por Sadr, aunque encabeza una facción pequeña pero ruidosa, uno encuentra algunos iraquíes sinceros pero mal encaminados.

«El campo democrático en Irak no consiste tampoco en niños de coral. Aquí uno encuentra a varios puñados de oportunistas, desempleados, distribuidores rodantes y estafadores sin escrúpulos. Ni tampoco el proceso democrático desarrollado hasta ahora está libre de crítica».

El bando democrático es el mejor para la región

«Para ser justos, sin embargo, el lado democrático es el más interesante para Irak, de hecho el que más interesa a la región y al mundo en conjunto en esta guerra cultural.

«La verdadera historia de Irak es escueta, por no decir simple: Una nación recientemente liberada, dividida entre aquéllos que desean reavivar el despótico pasado, en una forma u otra, y aquéllos que tienen visiones vagas, en ocasiones conflictivas, de un futuro democrático.

«Detrás de los dos bandos iraquíes uno también encuentra fuerzas externas rivales. Algunas fuerzas anti-democráticas están determinadas a hacer todo lo que puedan para prevenir el establecimiento de un nuevo régimen en Bagdad que rompa moldes. Los países democráticos, por otra parte, están profundamente divididos acerca del futuro de Irak.

«Algunos no se han recuperado todavía de los efectos de los amargos debates del año pasado. Otros pueden resistirse ante la perspectiva de compromiso con un proyecto difícil durante los años próximos.

«La buena noticia, sin embargo, es que Irak, por primera vez en su existencia como país, tiene una elección. Es esta gran imagen la que raramente es destacada debido a la fijación de los medios de comunicación por sucesos de importancia pasajera «.


[1] Arab News (Arabia Saudí), 25 de agosto del 2004.

Artículo anteriorConvención en Londres celebrará el 11 de Septiembre
Artículo siguienteRevista femenina de Al-Qa´ida: Las mujeres tienen que participar en la Jihad
El Instituto de Investigación de Medios de Información del Medio Oriente (MEMRI) explora el Medio Oriente a través de los medios informativos de la región. MEMRI establece un puente entre el vacío idiomático existente entre Occidente y el Medio Oriente, proporcionando traducciones oportunas de los medios árabes, hebreos y farsi, así como un análisis genuino de las tendencias políticas, ideológicas, intelectuales, sociales, culturales y religiosas del Medio Oriente. Fundado en Febrero de 1998 para informar sobre el debate de la política estadounidense en el Medio Oriente, MEMRI es una organización 501 (c)3, independiente, no partidista, sin fines de lucro. MEMRI mantiene oficinas en Berlín, Londres y Jerusalén y traduce su material al inglés, alemán, italiano, francés, hebreo, español, turco y ruso.