En un artículo en el diario de Londres Al-Sharq Al-Awsat, la redactora saudita Thuraya Al-Shihri criticó a los musulmanes por no converger mensajes positivos del Islam, denunció la violencia que esta siendo perpetrada por algunos musulmanes, y criticó su hipocresía. Ella escribió preguntándose por qué el asunto de las caricaturas de Muhammad había sido ampliamente publicitado en el mundo árabe, y había llevado a los musulmanes a cometer actos violentos en lugar de hacer esfuerzos por explicar los valores de su fe – mientras desarrollos positivos, tales como la publicación y distribución del Corán por un diario belga, no evocan una fuerte reacción entre los musulmanes.

Lo siguiente son extractos del artículo: [1]

¿Por qué no existe ni un solo musulmán que no haya escuchado hablar de las caricaturas de Muhammad – mientras que a una publicación del Corán por un periódico belga no se le da importancia?

«[El diario de Londres] Al-Sharq Al-Awsat informó [recientemente] que ‘un diario belga distribuyó a sus lectores copias sin costo alguno del Santo Corán en francés, junto con un cupón para [una copia del] Corán en flamenco, que es el idioma hablado en la parte de Bélgica cercana a la frontera holandesa. Durante 15 días, el diario también distribuyó un suplemento en el que publicó un libro llamado Islam Now, presentando la historia del Islam hasta la era moderna. El diario planea distribuir [una serie] de artículos sobre la fe islámica y sus prácticas: la oración, el ayuno, la caridad y la peregrinación [a la Meca]…’

«Cuando las ofensivas caricaturas del Profeta [fueron publicadas], respondimos dañando edificios y haciendo campaña para boicotear productos. La mayoría de [los musulmanes] continuó comprando estos productos en secreto, o [siguió comprándolos] porque no estaban conscientes de su origen. Todo el asunto [no produjo nada más que] consignas que se suponían eran para apoyar al [Islam], pero que en la práctica sólo dañaron su reputación.

«Cuándo quisimos explicar el valor de nuestra fe, [por qué no lanzamos] una iniciativa social… o represamos nuestros recursos económicos para informarle al mundo sobre la naturaleza noble del Islam y el shari’a? Nada [de esto] se hizo, salvo unas conferencias organizadas por predicadores musulmanes – e incluso esto llego después de que la situación se había deteriorado.

«Estas conferencias no tuvieron tanto impacto como las acciones de la multitud… el atentado a edificios, el secuestro de personas inocentes, y el asesinato de individuos pacíficos. Éstos se esparcieron más rápidamente y dieron una mayor impresión que las conferencias apuntadas a cambiar [la percepción occidental del Islam]…

«Nuestra insistencia [en reaccionar] cortando cabezas es un paradigma no menos peligroso a la humanidad que los paradigmas tales como el nazismo y el fascismo. Por qué no existe ni un solo musulmán que no haya escuchado hablar sobre [las ofensivas] caricaturas [del Profeta Mohammad] – pero cuándo [un diario belga] planea imprimir y distribuir traducciones de nuestro Santo libro [el Corán], no se le da importancia?…»

Los grupos islamistas «convergen un doble mensajes y usan el doble discurso… Ellos han hecho de la hipocresía un estilo de vida y [creen que] el fin justifica los medios»

«En cuanto a la consigna de ‘implementar el shari’a‘, la cual es repetida por grupos que pretenden seguir al Islam, se sabe bien que estos grupos anhelan una revolución en los estados árabes y musulmanes, para que puedan tomar el control y puedan imponer lo que ellos llaman Islam en estos países y en sus ciudadanos.

«Pero [lo que ellos llaman Islam] es de hecho una ideología política que no tiene [nada para ver con] el Islam o el shari’a. Estos grupos insisten en [lograr] este [objetivo], y tienen la voluntad de usar todos los medios incluyendo el takiyya [ocultar la fe de uno]. Ellos convergen el doble mensaje y usan el doble discurso… Sus palabras no reflejan sus acciones. Ellos han hecho de la hipocresía un estilo de vida, y para ellos, el fin justifica los medios.

«Qué harán estos grupos cuándo lleguen al poder? ¿No se aprovecharán ellos de las comunicaciones occidentales y las tecnologías de transporte? ¿O quizás usarán ellos mismos [estas tecnologías], mientras nos prohíben [usarlas]? Le permitirán ellos a los varios campos de la ciencia avanzar, o restringir [el aprendizaje científico] a ciertos libros religiosos? ¿Aislarán ellos a las mujeres en castillos fortificados y esconderán sus rostros?… Será su régimen uno de opresión en nombre de la religión?

«Cuales son sus planes completos y detallados para lograr justicia política, social y económica? Aunque muchos años han pasado desde el reavivamiento del concepto del takfir [acusar a otros musulmanes de herejía], aquéllos que continúan [creyendo] en este [e.d. los islamistas] no nos ofrecen nada más que consignas religiosas distorsionadas [apuntadas a] excitar las emociones, [para] avergonzar a los gobiernos, destruir regímenes, amenazar el [mandato de] la ley, y causar que la gente cuestione el establishment y su estilo de vida.

«Ni siquiera después de todos estos años, estos grupos nos han presentado con estudios científicos comprensivos e ilustrados sobre la religión. Reducir el shari’a a unos cuantos castigos convierte a toda [la fe] islámica en un sólo castigo – cuando su principio fundamental es [verdaderamente] la justicia…»


[1] Al-Sharq Al-Awsat (Londres), 10 de marzo, 2007.