En una columna publicada en varios portales árabes israelíes, Sa’id Badran, un periodista árabe-israelí que participó en las elecciones del Knesset israelí en el 2013 en la lista del partido Esperanza Árabe-Israelí para el Cambio, criticó los métodos utilizados por los árabes israelíes para protestar por el asesinato del adolescente palestino en Jerusalén Muhammad Al Khadir
Badran también criticó a los líderes árabes israelíes, a los que dijo hostigaban a los jóvenes árabes a provocar disturbios sin sentido pero que luego eludían responsabilidad cuando los hechos resultantes se salían de control. Del mismo modo, hizo un llamado a los padres de estos jóvenes a cumplir con su deber y proteger a sus hijos, en lugar de entregarles su suerte a los líderes «de papel». Este argumentó que esta pérdida de control de la calle árabe podría tener graves repercusiones para la vida cotidiana de los ciudadanos árabes en Israel, y que por esta razón los árabes israelíes necesitan protestar de manera más eficaz usando de métodos legales y no violentos.
A continuación se presentan extractos de la columna:
Sa’id Badran. Fuente: Alkul.com, 7 de julio, 2012.
«Sin lugar a dudas, los métodos de lucha utilizados por los ciudadanos árabes en Israel para protestar por la continua opresión del régimen [israelí] se han vuelto trillados, flácidos y totalmente inútiles; Si es que prueban algo, y luego prueban la bancarrota total de los líderes de esta sociedad y su incapacidad para proporcionar una alternativa práctica y persuasiva que satisfaga las exigencias del público. Ellos [también constituyen] prueba decisiva de que [el pueblo] ha perdido toda confianza en este liderazgo, lo que sin duda se ha convertido en cosa del pasado, está en un estado de bancarrota política, y carece incluso de la capacidad mínima para controlar las situaciones.
«Vemos cómo estos líderes llevaron al público a la calle para expresar su protesta, pero perdieron el control de los eventos, lo que creó caos y pérdidas. Las repercusiones día a día de los ciudadanos árabes de este país pueden ser desastrosas.
«Por ejemplo, pude notar que los líderes que se jactaban y bailaban de alegría cuando el público salió hacia el cruce Umm Al-Fahm [para protestar] perdieron rápidamente el control [de los eventos en la calle] y, luego, después de hacer las habituales declaraciones de la medios de comunicación, huyeron. Lo cómico y al mismo tiempo triste es que su excusa para evadir su responsabilidad fue culpar al municipio Umm Al-Fahm – como si el municipio tuviese la capacidad y los medios para impedir una caída cuesta abajo hacia el abismo.
«No sé qué beneficio podría haberse esperado del cierre de una calle aquí o allá e incinerar neumáticos aquí o allí, o qué beneficio hay en arrojar piedras a los vehículos que pasan, porque muchos de los vehículos dañados pertenecen a ciudadanos árabes. Incluso si la bandera palestina es levantada, ¿liberará esto realmente a Palestina?!! Mientras tanto, tales acciones provocaron la detención de decenas de jóvenes, y el final no está a la vista.
«Ante la desaparición de estos líderes – que gozan de inmunidad [parlamentaria] en el Knesset israelí – la única manera de controlar a [los manifestantes] es a través de sus padres, y la pregunta es – ¿dónde están estos, cuál es su situación social y moral, y dónde está su obligación de proteger a sus hijos, que en su mayoría son adolescentes, en la segunda década de sus vidas?! ¿Están estos líderes de papel más en control del destino de estos jóvenes que sus propios tutores legales?
«Cierto, estamos en peligro. Estamos en un peligro particularmente grave ya que el establishment israelí no puede, y tal vez no quiere, protegernos como ciudadanos de la agresión de las hordas de colonos y sus ayudantes… Como resultado, debemos actuar lógicamente y con prudencia. En lugar de ser arrastrados hacia los disturbios, es mejor que nosotros, en cada municipio y en cada lugar, protejamos nuestros hogares y bienes estableciendo comités de seguridad locales, que operen voluntariamente y usando todos los medios legales contra los criminales colonos que quieren entrar en una ciudad árabe como murciélagos en la noche.
«¿Por qué no aprender las lecciones de los acontecimientos pasados? Por qué no cambiar y renovar los medios de lucha a fin de obtener un mayor y más eficaz beneficio – para que nuestros gritos como minoría oprimida lleguen a las convenciones de derechos humanos, en Israel y en todo el mundo – pero de una manera profesional y académica? ¿Por qué no planear manifestaciones pacíficas, para lo cual hemos obtenido permisos legales, en el corazón de las ciudades judías, y realizar manifestaciones de protesta en los cruces de caminos?
«A veces tengo la sensación de que el caos que está ocurriendo, particularmente en la zona del Triángulo [Árabe][es decir, en el área de las aldeas árabes alrededor Umm Al-Fahm], no es más que algo planeado… cuyos héroes son [en realidad] los agentes que están tomando ventaja en secreto del [entusiasmo juvenil] a fin de actualizar el plan de intercambio de [tierras] [entre Israel] y la autoridad de Antoine Lahad [1] [es decir, la autoridad Palestina]. Del mismo modo, no descarto la posibilidad de un retorno del despreciable gobierno militar, cuya re-implementación en la zona del Triángulo es inminente, con el pretexto de que la debilidad en la seguridad y los disturbios no constituyen un riesgo para la seguridad de Israel». [2]
[1] El General libanés Antoine Lahad fue comandante del Ejército del Sur del Líbano (ESL) desde 1984 hasta su disolución tras la retirada de Israel del Líbano en el 2000; algunos le acusaron de colaborar con Israel.
[2] Kufur-kassem.com; Bldtna.com 6 de julio, 2014.