El Dr. Rif’at Sayyed Ahmad, director del «Centro de Investigación de Jaffa» en El Cairo y columnista de Al-Liwaa Al-Islami, que es el periódico del Partido Democrático Nacional, en el poder en Egipto, publicó un artículo de dos partes titulado ‘la mentira de la incineración de los judíos’. En su artículo, Ahmad afirma, utilizando el trabajo de revisionistas occidentales del Holocausto, que la quema de judíos en cámaras de gas durante la Segunda Guerra Mundial fue un cuento inventado por el movimiento sionista para extorsionar a Occidente y hacer posible el establecimiento de la empresa sionista. Lo siguiente son citas del artículo: [1]
‘¿Es cierto que este Holocausto tuvo lugar y cuál es la verdad sobre las cifras?’
«La empresa sionista en la tierra de Palestina tuvo éxito por medio de mentiras y mitos, desde el mito del ‘pueblo elegido’ y la ‘tierra prometida’ a la mentira sobre la incineración de los judíos en las cámaras de gas Nazis durante la Segunda Guerra Mundial. Cuando estos medios fueron científicamente examinados, se probó que eran falsos, y que su razonamiento era débil, y que no pueden resistir la prueba de los hechos sólidos.
«Lo que nos interesa aquí es que esta mentira [sobre] la incineración de los judíos en crematorios Nazis ha sido diseminada por todo el mundo hasta nuestra época para extorsionar a Occidente y hacer más fácil a los judíos de Europa cazar [sic] Palestina y establecer un estado en ella, en violación de los más básicos principios del derecho internacional y del derecho de los pueblos a la vida independiente sin ocupación. [Esta mentira] surgió [también] para que [los judíos] recibieran ayuda financiera, tecnológica y económica de Occidente.
«Durante los últimos 50 años, solamente Alemania ha entregado un total de unos 100 billones de dólares. Muchos países europeos empezaron a enmendar sus leyes para que fuesen compatibles con el mito del Holocausto… y endurecieron regulaciones, resoluciones y leyes que condenan a cualquiera que se burle de esta mentira o intente [afirmar que] el número de víctimas fue menor – así le sucedió al filósofo musulmán Roger Garaudy en Francia.
«Toda esta situación ha convertido al Holocausto – es decir, la operación de Hitler de incineración de judíos en cámaras de gas – en una espada colocada en los cuellos de historiadores e investigadores serios en Occidente, e incluso en Oriente Medio. Al mismo tiempo, [el Holocausto] se convirtió en beneficios para la entidad sionista…
«En una conferencia de 50 países celebrada en Alemania en abril del 2004, el ministro de exteriores alemán dio un discurso llamado ‘Antisemitismo’. Exigió que los participantes de la conferencia mostraran solidaridad con Israel y luchasen contra aquellos que niegan o ponen en duda el asunto de la incineración de los judíos en los crematorios Nazis. Hace varios meses en la ciudad de Estocolmo, Suecia, 26 países europeos y no europeos aprobaron una resolución para enseñar ‘el falso holocausto Nazi’ que Hitler había llevado a cabo contra los judíos, en todos los cursos de las escuelas de los países participantes. Al mismo tiempo, hubo palabras de aprecio para el primer ministro israelí, cuya entidad está hoy implementando lo mismo que pretendía el Nazismo de Hitler.
«Ninguno de los antiguos funcionarios que participaron en la conferencia se molestaron en responder a unas preguntas: ¿Tuvo lugar de hecho este holocausto y cual es la verdad sobre las cifras que fueron diseminadas con respecto a éste?. [No contestaron la pregunta sobre] cual era su opinión respecto a la matanza a sangre fría de niños, hombres y ancianos indefensos en Palestina hoy, desde el 28 de septiembre del 2002 [sic]. ¿No es esto ‘el nuevo nazismo’?. ¿Y cómo aceptan esto su falsa integridad europea y su falsa defensa de los derechos humanos?.
«Hasta la fecha, ninguno de estos países ha respondido a estas preguntas, y nunca las responderán – porque son hipócritas respecto a [la diferencia entre] percepción y análisis, y no hay posibilidad de obtener una respuesta de ellos. Sólo podemos presentar pruebas claras e intentar releer la historia de este ‘holocausto’ con completa objetividad».
‘Ensayos objetivos de autores sionistas muestran la mentira acerca de la incineración de judíos en las cámaras de gas’
«Primero, los hechos sobre esta mentira y lo que la rodea, como sigue:
«[El número] de víctimas como resultado de la Segunda Guerra Mundial, debido tanto a los crímenes de los países del Eje como a [los crímenes de] los Aliados, son, según unas pocas versiones, de aproximadamente 50 millones, ya fueran resultado de la guerra o de los crímenes de Hitler. De éstos, 18 millones fueron alemanes. Entre las víctimas de esta guerra estaban los judíos, igual que otros miembros de la raza humana, dado que la guerra y la artillería y los aviones son incapaces de distinguir entre judíos y no judíos.
«Igualmente, Hitler estaba en contra de todas las nacionalidades que no fueran la alemana pura, ya fueran judíos o no judíos. Era un nacionalista alemán fanático cuyo nacionalismo, que estaba en contra de todo excepto de Alemania incluyó, por supuesto, tanto a judíos como a no judíos.
«Ensayos objetivos de autores sionistas muestran la mentira sobre la incineración de judíos en cámaras de gas. De estos es posible mencionar, por ejemplo, a Josef Ginzburg, un [judío] alemán que vivió bajo soberanía Nazi y huyó con su familia a América y de allí emigró a Israel – sobre cuyo establecimiento era entusiasta. Pero después de experimentar lo que llamó su esencia racista nazi, se fue rápidamente de Israel y regresó a Alemania en los años 50. Allí [en Alemania] escribió varios libros importantes acerca del ‘holocausto’, negando que hubiera habido cámaras de gas diseñadas para quemas judíos. Dijo: ‘Esto no es nada más que una gran mentira, por medio de la cual los judíos extremistas querían extorsionar a Europa – particularmente a Alemania – y saquear las patrias de otros’. Y eso es exactamente lo que ocurrió en la ocupada Palestina.
«Josef Ginzburg fue asesinado por los judíos cuando iba a visitar la tumba de su esposa en el cementerio judío de Munich, en venganza por su intentona de denunciar su farsa».
La estafa del siglo XX
«El famoso historiador y geógrafo francés Paul Rassinein [sic, referencia a Paul Rassinier] intentó confrontar esta farsa y mentira desde el principio. En 1948, publicó un libro de historia extremadamente importante sobre esta farsa, llamado ‘Cruzar la línea.’ [2] En su libro, utilizó cifras y estadísticas exactas del número de judíos en Europa – particularmente en Alemania – antes y después de la Segunda Guerra Mundial. Comparó cuidadosamente estos resultados [con el número de víctimas], y concluyó que el número de muertos entre ellos como resultado de la guerra o como resultado de la persecución de ellos por Hitler y de otros que no eran sujetos alemanes no superaban unos cuantos cientos de miles. [Rassinier escribió en su libro], ‘El número ni siquiera alcanzó un millón de muertos, a lo sumo’.
«Paul Rassinier fue perseguido e hizo frente a juicio. Él, el editor, y el autor del prólogo del libro fueron todos multados por una fuerte suma, igual que le ocurrió medio siglo después al filósofo musulmán Roger Garaudy cuando publicó su libro ‘Los mitos fundacionales del sionismo’, [3] en el que refutó esta misma mentira – la mentira de la incineración de judíos en cámaras de gas. Y en un país democrático, Francia, él [Garaudy] fue condenado a nueve meses en prisión, multado, perseguido y calumniado. ¿Qué clase de democracia es esta, que no tolera los esfuerzos intelectuales de otros en asuntos históricos mundiales?…
«El autor e investigador norteamericano Arthur Butz publicó un importante libro titulado ‘La estafa del siglo XX’ [4]... Este libro incluye datos científicos precisos sobre el campo de concentración de Auschwitz, donde presuntamente 1,2 millones de judíos fueron ‘incinerados’. Arthur Butz demostró que en este campo los cadáveres – de judíos y no judíos – fueron incinerados como resultado de la guerra, y que sus cuerpos fueron incinerados para que las enfermedades contagiosas no se extendieran al dejarlos durante mucho tiempo en las calles. [Igualmente], es casi cierto que no fue Hitler quien construyó los crematorios, sino los polacos, después de la guerra, y que los olores emitidos por los crematorios en los cuales los cuerpos eran incinerados eran también de caballos que murieron como resultado de la guerra… De todo esto concluyó que los ‘crematorios’… fue una mentira que debe ser expuesta ahora. Por supuesto, Arthur Butz fue atacado por el sionismo mundial, y casi pagó con su vida».
«No importa qué prueba presentemos, [los judíos y] los políticos europeos nunca nos creerán»
«Las pruebas y ensayos objetivos publicados en el mundo acerca de esta ‘mentira’, que los judíos han tenido éxito en explotar con gran acierto, continúan. El intento más reciente, que también afrontó un contraataque sionista, fue el del historiador británico David Irving, que en 1990 declaró ante 800 personas en Munich que no hubo cámaras de gas en Auschwitz, y que las cámaras de gas en el campamento de detención fueron erigidas por los polacos tras la guerra – similares a las erigidas por los norteamericanos en Dachau – y que seis millones de judíos no fueron incinerados como se alegaba.
«En enero del 2002, declaró de nuevo que era inconcebible que el número de judíos muertos como resultado de la guerra alcanzara esta cifra [seis millones]…
«De la misma manera, los artículos de Gilbert Aire [sic] aparecieron en el [diario] británico [The] Independent, en los que consideraba las conferencias sobre el Holocausto nada más que una moda barata. Igualmente, los ensayos de los autores británicos Sam Shulman, Tim Cole, y Nata Shalter [sic], del escritor norteamericano Peter Novick, y de docenas de otros [autores] con conciencia, fueron completamente humillados por la industria del falso Holocausto…
«No importa qué detalles o pruebas que subrayen la mentira de la incineración de judíos en los crematorios Nazis presentemos, ellos [los judíos] y los estadistas de Europa que comercian con el Holocausto nunca nos creerán. Al contrario – es casi seguro que nos acusarán de antisemitismo…
«Se han cambiado docenas de leyes occidentales en los países europeos para proteger este falso mito de la incineración de los judíos. Docenas de planes de estudio también han sido cambiados. Hoy, es posible maldecír a las religiones monoteístas, pero el ‘holocausto’ y su mentira están por encima de la crítica y por encima de opiniones, y en Europa es inaccesible.
«Todo esto demuestra que estamos ante un nuevo culto de idolatría occidental que requiere una revolución cultural genuina dentro de ella para destruirla – una revolución que usará hechos y ciencia contra cuentos sin lugar en la historia real y fidedigna».
[1] Al-Liwaa Al-Islami (Egipto), 24 de junio del 2004; 1 de julio del 2004.
[2] Rassinier, Paul. Le Passage de la Ligne. Paris: Ediciones Bressanes, 1950.
[3] Garaudy, Roger. Les mythes fondateurs de la politique israelienne. Samiszdat, 1996.
[4] Butz, Arthur R. La Estafa del Siglo XX. Torrence, California, 1976.