El jeque Abd Al-Hamid Al-Ansari, ex decano de la facultad de Sharia de la Universidad de Qatar, escribió un artículo en el diario londinense en árabe Al-Hayat titulado » Tras la Comisión del 11 de Septiembre, ¿Tienen los árabes el valor de reconsiderar su posición? «. En su artículo hacía un llamamiento a los árabes a retractarse de sus teorías conspiratorias acerca de los autores de los ataques, y se disculpaba por extender estas teorías. Los siguientes son extractos de la columna: [1]
El informe del 11 de Septiembre detalla los planes de los terroristas
«La Comisión del 11 de Septiembre presentó la imagen completa y exacta de los ataques, de su planificación, sus autores, y sus nacionalidades. El informe aclaró que la idea de los ataques fue concebida por el jeque Khaled Mohammed, que admitió que primero discutió la idea de atacar el World Trade Center con aviones comerciales con su sobrino Ramzi Yousef [el arquitecto del primer atentado del World Trade Center en 1993]. Lo discutieron de nuevo cuando planearon la conspiración Bojenka en Manila [Filipinas] en 1995, teniendo como objetivo secuestrar aviones comerciales sobre 10 blancos norteamericanos, incluyendo 4 blancos elegidos para el 11 de Septiembre, el cuartel general de la inteligencia norteamericana [CIA], la torre más alta de California, y reactores nucleares. Él presentó el plan a Osama bin Laden y a los líderes de Al-Qa’ida, que al principio no les entusiasmó por su complejidad y magnitud, pero en abril de 1999, bin Laden le invitó a Kandahar y le dijo que Al-Qa’ida apoyaba su idea. Bin Laden eligió a los cuatro primeros terroristas suicida después de que el plan original fuera alterado.
«El informe americano también describe cómo se entrenaron los cuatro para pilotar aviones comerciales en América y cómo establecieron cuatro grupos, el primero liderado por el egipcio Mohammed Atta, con cuatro secuestradores. El segundo sería liderado por Marwan Al-Sheihi, de los Emiratos, con cuatro secuestradores. El tercer grupo, liderado por el saudí Hani Hanjur, con cuatro secuestradores. El cuarto grupo estaba liderado por el libanés Ziad Al-Jarrah, con tres secuestradores, 19 secuestradores en total. El informe critica a la CIA, asegurando que perdieron 10 oportunidades de descubrir sus actividades. Afirma que había fallos en las operaciones, capacidad, pronósticos, y políticas de la CIA, y que necesita experimentar cambios importantes. El presidente Bush respondió a las recomendaciones y ha comenzado a implementarlas».
¿Admitiremos ahora que los árabes estaban detrás de los ataques – o somos ‘incapaces de disculparnos’?.
«No hay duda de que los americanos van a sacar lecciones prácticas del informe para prevenir la repetición de sus fallos. Pero ¿qué hay de nosotros?. ¿Qué pasa con los árabes que son elemento activo en esta conspiración?.
«Tras el 11 de Septiembre, culpamos a la Mossad israelí de planear los ataques. Esta creencia prevaleció no sólo entre círculos populares. Intelectuales y figuras de alto nivel se aferraron a esta creencia, validándola por su alegación de que 4.000 judíos no fueron a trabajar al World Trade Center esa mañana maldita, y por la detención de los judíos que tomaban fotos por su cuenta de la destrucción [de las torres derrumbándose].
«otro grupo entre nosotros culpó a la extrema derecha norteamericana de planear los ataques para proporcionar una justificación al ataque contra Afganistán y extender la hegemonía norteamericana en Asia central. Estamos también muy felices con el libro escrito por el ladrón francés Thierry Meyssan, ‘El Espantoso Fraude’, que se convirtió en millonario gracias a nuestra estupidez al traducir el libro al árabe y diseminarlo. Otro grupo, dirigido por Mohammed Hassanein Hayka l, culpó a los serbios yugoslavos de perpetrar el ataque en venganza por los ataques de América contra ellos.
«La pregunta es obligatoria: ¿Los que culparon a la Mossad, a la derecha norteamericana, y a los serbios aún se aferran a sus convicciones?. ¿Qué dicen del informe americano?. ¿Nuestros líderes religiosos, especialmente los que aparecen tantas veces en los canales vía satélite y que tienen el monopolio de programas en Al-Jazeera, aún mantienen la creencia de que Al-Qa’ida y bin Laden [son] inocentes de los ataques del 11 de Septiembre?. Estos líderes solían decir que bin Laden es un jeque miserable sin capacidad alguna para planear operaciones a este nivel de precisión y planificación, y que los ataques del 11 de Septiembre fueron perpetrados por los propios americanos para preparar los ataques contra los musulmanes y el Islam.
«Por otra parte, uno de nuestros líderes religiosos clama que América está absolutamente segura de que bin Laden es inocente y que está siendo culpado por su enfoque de cruzada que odia el Islam y a los musulmanes. Este jeque y los otros que sostuvieron teorías conspiratorias y las extendieron – ¿tienen el valor de disculparse por sus palabras, errores, y engaños a la gente después de que todos los hechos ahora se hayan aclarado, o van a continuar con su arrogante terquedad como si toda esta materia realmente no fuera con ellos?.
«Uno de los absurdos es que mientras Al-Qa’ida y sus partidarios están orgullosos de sus obras, llamándolas ‘la incursión de Manhattan’, y hasta publicando anuncios en Londres en conmemoración de los ataques del 11 de Septiembre, con fotos de los ’19 magníficos’ – nuestra élite religiosa, cultural, y política [está] luchando por negar que [los árabes] no habrían podido tener nada que ver con ello.
«Tenemos el coraje de criticarnos a nosotros mismos, de admitir nuestra falta, y de disculparnos con tanta gente, o que somos un pueblo incapaz de disculparnos es una de nuestras cualidades ocultas?. ¿Por qué no aprovechamos la oportunidad de la aparición del informe de la Comisión del 11 de Septiembre para ponderar por qué la violencia destructiva y una cultura de destrucción han echado raíces en nuestra sociedad?. ¿Por qué no aprovechamos esta oportunidad para reconsiderar nuestro sistema educativo, nuestros planes de estudio, incluyendo el religioso, los medios de comunicación, y el discurso cultural que hace que nuestra juventud viva en una tensión constante con el mundo?».
[1] Al-Hayat (Londres), 2 de agosto del 2004.