En una cinta de audio hecha pública el 16 de diciembre del 2004, Osama bin Laden dirige su crítica contra los gobernantes árabes en general y contra la familia real saudí en particular, diciendo que ya no están considerados como musulmanes y hace un llamamiento a que se hagan a un lado. [Algunos] segmentos de la cinta, de aproximadamente una hora y quince minutos de duración, fueron emitidos en Al-Jazira. Lo siguiente son extractos del discurso: [1]
La responsabilidad del conflicto es del régimen saudí, que ha renegado de sus obligaciones
«A los musulmanes de Arabia Saudí en particular, y a los musulmanes de los restantes países en general:
«Este es un mensaje acerca del desacuerdo y el conflicto entre los gobernantes de Riyadh y el pueblo de este país, y de cómo resolverlo. Mucho se ha dicho en Arabia Saudí acerca de la necesidad de tener seguridad y garantía de la inviolabilidad de la sangre de musulmanes y de aquellos a quienes se ha dado indulgencia, y acerca de la importancia de [mantener] relaciones armoniosas y la cohesión social, y [de] los peligros de la división y el conflicto. Se ha afirmado que los mujahidínes son responsables de lo ocurrido en Arabia Saudí. Sin embargo, la realidad evidente es que la responsabilidad recae sobre los hombros del régimen, que ha renegado [de] las condiciones necesarias para garantizar la seguridad, la vida, las relaciones armoniosas y la cohesión social.
«Hizo esto al desobedecer a Alá y [al] cometer graves pecados que exponen la tierra a la advertencia y al castigo de Alá. Alá nos contó las historias del desobediente y su castigo para que estuviéramos sobre aviso. Alá dijo: ‘Alá puso un ejemplo de una ciudad, que solía ser segura y [estar] en paz. Sus provisiones solían proporcionar abundancia en cada barrio. Pero negaron los favores [a] Alá, así que Alá trajo el hambre y el miedo sobre ellos por lo que habían hecho [Corán 16:112].’Y Alá dijo: ‘Sobre aquellos que actuaron como tiranos en la tierra y aumentaron la corrupción sobre ella, tu Señor desencadenó un azote sobre ellos. Tu Señor siempre observa [Corán 89:11-14]’.
«En la misma línea, todo el que ayude a este régimen y lo alabe, así como aquellos que se abstienen de denunciar la maldad – también son responsables… Los actos de desobediencia [contra Alá] cometidos por el régimen son muy graves. Son peores que las ofensas meramente graves o los pecados mortales; son tan serios que los que cometen tales actos ya no son musulmanes. Es peor que actuar mezquinamente con las personas y privarles de sus derechos, humillarles, insultar su inteligencia y sentimientos, y cometer desfalco [con] fondos de la ummah [la nación islámica]. Cada día, millones de personas sufren [la] pobreza y necesidad, mientras millones de riyales fluyen a las cuentas bancarias de los dirigentes de la familia [real saudí], que ostenta el poder. Además de todo ello, los servicios han sido recortados, [los dirigentes de la familia real saudí] roban tierras, se auto-imponen por la fuerza como ‘socios’ de negocios sin dar compensación alguna, y demás. El régimen ha ido más allá de todo ello y ha cometido actos que lo desvinculan claramente del Islam.
«[El régimen] se ha aliado con la infiel América y le ha ayudado [en su guerra] contra los musulmanes, y se ha presentado como un contrapeso a Alá, al legislar al pueblo tanto lo permitido como lo prohibido, en lugar de [dejar esto a] Alá…
«Lo que acabo de mencionar es una de las causas relevantes de conflicto entre los musulmanes y los gobernadores de Riyadh. La solución a esta materia es simple y bien conocida en la religión de Alá, con el supuesto de que el gobernante desee reformas honestamente y [de hecho] las quiera a cualquier precio. En cuanto a nosotros, Alá sabe que queremos reformas y [que] nos esforzamos cuando podemos. Abandonamos nuestro país sólo a causa de nuestro deseo de reformas, dado que no nos faltan bienes terrenales, gracias a Alá…
«La prosperidad de esta nación [islámica] pasará por lo que le trajo su prosperidad en sus comienzos. La Península Arábiga [antes del Islam] era [barrida por] olas de agresiones y matanzas, y estaba inundada de paganismo bárbaro. Pero cuando Alá envió a nuestro Profeta Mahoma y [le] reveló el Corán, y el pueblo se unió para aceptar el Islam, entonces su condición mejoró y prosperaron, y Alá les hizo poderosos después de que hubieran sido pisoteados…
«La solución al conflicto entre el gobernante y sus subordinados es la política [propuesta] por el primer califa [Abú Bakr] al segundo califa [‘Umar], que Alá les tenga en su seno – a saber: ‘Se honesto, y tus súbditos se comportarán apropiadamente’. Estas son las palabras de los Califas Justos… Si un gobernante observa apropiadamente las leyes de Alá, los súbditos se comportarán apropiadamente, y estarán en la obligación, a las órdenes de Alá, de escucharle y obedecerle. Si, sin embargo, el gobernante se convierte en un apóstata y abandona la ley de Alá, compete a los súbditos, a las órdenes de Alá, rebelarse. La obediencia a él no es absoluta, sino condicional a su fidelidad…
«Así que, si queremos llegar a una solución apropiada – teórica y práctica – para este conflicto [entre el gobernante y sus súbditos], debemos conocer sus raíces y dimensiones. Porque este conflicto es en parte un conflicto local, pero en otros aspectos es un conflicto entre la herejía mundial – y con ella los apóstatas de hoy – bajo la dirección de América por una parte, y la nación islámica, con las brigadas de mujahidínes a la cabeza por la otra. Este [régimen] opresor en la región, que en la actualidad reprime cada movimiento de reforma e impone políticas sobre los pueblos que contradicen tanto a su religión como a sus intereses mundiales, es la misma familia que ayudó a los cruzados contra los musulmanes hace un siglo. Hace esto en nombre de América y sus aliados, y constituye la continuación de las anteriores guerras de los cruzados contra el mundo islámico».
Los cruzados y sus agentes han cambiado los planes de estudios de nuestras escuelas para secar las fuentes del despertar islámico
«Cuando examinamos las políticas nacionales de nuestro país, discernimos claramente la magnitud del control cruzado – sionista sobre él. En cuanto a la interferencia americana en temas nacionales, no hay palabras para describirla. Es imposible designar al heredero o a su virrey sin el consentimiento de América. Esto se debe a acuerdos entre los reyes anteriores y el gobierno americano. La situación ridícula del actual gobierno de Arabia Saudí se [mantiene] con consentimiento de América, para evitar el deterioro de la situación actual y [evitar] profundizar en las desavenencias entre los príncipes, especialmente en estos últimos años difíciles. La historia nunca ha visto nada como el cuadro que predomina en el gobierno de Arabia Saudí. Puede ocurrir que a la muerte del gobernante, alguien gobierne en su nombre, como en el caso de Shajarat Al-Durr. [2] Sin embargo, que toda la tierra sea gobernada en nombre de un rey que no tiene idea alguna de lo que sucede durante toda la década – esto no se conocía.
«Según la ley islámica, ha perdido su autoridad, no sólo a causa de haber cometido acciones que le excluyen del Islam, sino también a causa de su debilidad mental y por haber perdido la capacidad mental necesaria [para realizar] incluso las tareas más nimias, por no hablar de administrar el país y al pueblo. Sus hermanos no deberían acusarle por lo que es incapaz de hacer. Ellos insisten en que permanezca [en el trono] sólo porque así evitan ver a su hermano ‘Abdaláh convertido en rey, porque [sus propios] poderes se reducirían y él ostentaría en exclusiva el poder sin ellos. Por su parte, [Abdaláh] no puede saltárselos, porque ellos controlan los asuntos [de estado], especialmente los ministerios de defensa y del interior, así como la inteligencia. [Y] lo que es más importante, [son ellos los que] están a cargo de la casa real, lo cual les permite decretar edictos reales en nombre del legislador que figura para deponerlo [a ‘Abdaláh] y nombrar a otro [como heredero]. Esta fuerte controversia dentro de la familia real, además de oprimir al pueblo, permite a América llegar lejos a la hora de chantajear a los príncipes, que compiten por cumplir sus exigencias [de América], y particularmente al Príncipe ‘Abdaláh, ya que ‘Abdaláh sabe bien que si no obedece las órdenes de América, entonces él está destinado, en el mejor de los casos, a ser depuesto por sus hermanos como fue depuesto previamente su hermano, el Rey Saúd. También sabe que sus competidores tienen experiencia previa, y que están listos para hacer algo peor que deponerlo, si es necesario.
«Cualquiera que desee ver un ejemplo práctico del papel de América [a la hora de] decidir deponer a alguien debe examinar el caso del Príncipe Hassan Ibn Talal de Jordania. Después de haber sido heredero durante varias décadas, su hermano Hussein regresó de América unos días antes de su muerte, decidido a desbancar a su hermano, y [de hecho] le depuso. Él [Hassan] consintió, y se convirtió en una breve reseña política a pie de página. Este es [el destino] que teme el Príncipe ‘Abdaláh que [le suceda a él] si desobedece a su protector – América. Así, no es ningún secreto que aquellos que toman las decisiones están en América.
«La prueba de la profundidad del control de los cruzados sobre nuestro país es que sus agentes llevan a cabo los cambios impuestos por aquellos que les nombraron – incluso en nuestros planes de estudios – con intención de desfigurar la identidad de la nación islámica y occidentalizar a sus hijos. Este es un plan antiguo, que comenzó hace décadas, referente a los planes de estudios de la [universidad] Al-Azhar en Egipto.
«América también ha solicitado cambios en los planes de estudios al agente restante – los estados [árabes], para secar lo que [América] es llamado: ‘El surtidor del despertar [islámico]’.
«América exigió a Yemen que cerrara su institutos [islámicos] hace ya más de dos décadas; de igual modo, América exigió a los gobernantes de Riyadh que cambiaran los planes de estudios religiosos, y esto se hizo en realidad según sus deseos [de América]. Todo esto sucedió más de 15 años antes de los ataques de Nueva York y Washington… Esta intervención cruzada en el cambio de los planes de estudios es la intervención más peligrosa con diferencia en nuestros asuntos, debido a que es, en pocas palabras, un cambio de religión, mientras [que] la religión es un conjunto, que es indivisible…
«Es evidente que el resultado de cambiar los planes de estudios religiosos está dañando tanto a la religión como a los intereses materiales. En cuanto [al daño a] la religión, ya sabéis que es apostasía evidente, y en cuanto a los intereses materiales, [los planes de estudios alterados] producirán con el tiempo esclavos con educación en nuestro país, que serán fieles a América, venderán los intereses del país y sonreirán ante los americanos mientras [éstos] conquistan la tierra y manchan el honor de los [musulmanes] bajo el pretexto de la libertad, la igualdad y las leyes de las Naciones Unidas. Este es un ejemplo de la intervención americana en política nacional».
El conflicto se da en dos sentidos: el divino y perfecto y el secular y vulgar
«En cuanto a la intervención en política exterior, las familias en el poder ceden ante América y juegan su papel en sus tejemanejes. [El difunto] Rey Hussein de Jordania continuó [en] el camino de la traición abierto por su abuelo, ‘Abdaláh, hijo de Sharif Hussein, y por su padre también, contra Palestina. Y su hijo [es decir, de Hussein], ‘Abdaláh II, sigue este mismo curso. Mohammed VI de Marruecos sigue la misma línea de usura seguida por su padre y su abuelo antes de él – ellos continúan implementando las conspiraciones de los cruzados. El alcance de este apoyo no permite una representación clara, y en consecuencia sólo mencionaré algunos de los casos más importantes: El gobierno de Riyadh se unió a una alianza mundial con la herejía de los cruzados bajo el liderazgo de Bush contra el Islam y sus pueblos, como sucedió en Afganistán, y de igual manera en las conspiraciones de Irak, que han comenzado y no han terminado aún. Ellos abrieron sus bases a las fuerzas americanas para invadir Irak, lo que ayudó [a los americanos] e hizo más fácil conquistar Irak… Y ahora nos han mostrado un nuevo capítulo en la serie de conspiraciones con América, que denominan ‘la iniciativa de enviar fuerzas árabes y musulmanas para mantener la paz en Irak’… Con esta iniciativa, intentan legitimar la ocupación americana…
«Lo que convierte este tema en una tragedia incluso peor para el pueblo es el hecho de que muchos creyeron, cuando el Príncipe ‘Abdaláh Ibn ‘Abd Al-‘Azíz asumió la gestión del país, que lo salvaría del fango de la desobediencia religiosa, la corrupción en la administración, las finanzas, los medios de comunicación, etc., así como de la subordinación a América. Sin embargo, mientras el pueblo esperaba que hiciera bien, él le mostró su naturaleza malvada… De hecho, Saddam es un ladrón y un apóstata, pero la solución nunca debió ser transferir Irak del ladrón autóctono al ladrón extranjero. Ayudar al infiel a robar la tierra de los musulmanes y ganar el control sobre ellos es un acto que excluye a uno del Islam… El Príncipe Talal Ibn ‘Abd Al-‘Aziz reveló públicamente que su padre recibía dinero de los ingleses…
«Aquí, la gente inteligente debe detenerse a reflexionar acerca de la conducta de estos gobernantes, ya que la dimensión del fracaso es inmensa y los musulmanes no pueden aceptar a tales personas como gobernantes.
«Los inteligentes, que buscan reformas y quieren lograrlas a través de estos [gobernantes], deberían preguntarse a sí mismos: ¿Cómo pueden [estos gobernantes] llevar a cabo reformas mientras nadan en un mar tormentoso de estado variable?. Es imposible, porque están abocados a ahogarse, y ninguna persona inteligente debería estar deacuerdo en tener a alguien con tal carácter como socio en ninguna acción…
«Hace veinte años, aconsejé bien al gobierno [que se reformara], a través del ulema supremo – pero las cosas no han cambiado. Luego, hace quince años, aconsejé directamente al ministro del interior en funciones y le hablé acerca de los graves pecados de los que el estado debía desistir y del peligro de continuar en ellos, pero sin efecto… Lo que le dije acerca de sus pecados – saben que estas cosas están prohibidas en la religión de Alá, pero no quieren que nadie les denuncie por una razón simple: porque no está prohibido en la religión del mandato real…
«A cualquiera a quien Alá le haga el regalo de ver la verdad y visualice los actos del régimen, verá claramente esta verdad tanto en los asuntos nacionales como en los exteriores, a saber, que el pueblo obedece las órdenes del rey por encima de las órdenes de Alá, por lo que lo que el rey declara permisible, se convierte en permisible, y lo que él declara prohibido, se convierte en prohibido. En su opinión, él [el rey] tiene el derecho soberano de permitir algo un año y de prohibirlo el otro. Por ejemplo: se sabe bien que la usura está estrictamente prohibida, ya que Alá dijo: ‘Alá permite comerciar y ha hecho de la usura algo ilegal’ [Corán, 2:275]. Sin embargo, el régimen decretó edictos y leyes que la legalizan [la usura], la apoyan y ponen multas a cualquiera que quiera oponerse o que evite pagar lo que ellos llaman falsamente ‘ganancias’. Es bien sabido, sin embargo, que cometer usura es un pecado grave y es uno de los actos que le excluyen a uno del Islam.
«El segundo ejemplo es aliarse con los infieles. Por ejemplo: el régimen jordano es un régimen infiel pagano. No obstante, los gobernantes de Riyadh se aliaron con el Rey Hussein y si un predicador [saudí] o un escritor describía [a Hussein] como agente de los judíos, era objeto de una multa del régimen de Riyadh a través de leyes que fueron promulgadas específicamente con este propósito. Sin embargo, cuando el Rey Hussein forjó una alianza con Saddam, cuando [el segundo] invadió Kuwait, el Rey Fahd se lavó las manos con su alianza anterior, y los periódicos de Riyadh llenaron sus páginas con documentos y fotos que probaban que Hussein Ibn Talal era un agente de los judíos – lo que era verdad, él era eso de hecho. Por otra parte, los diarios jordanos se llenaron de documentos y fotos que demostraban que los gobernantes de Riyadh eran agentes de los ingleses, y como consecuencia, de América, lo que es verdad, porque son eso en realidad.
«Por consiguiente, a pesar de nuestra grave desgracia causada por los gobernantes de la región, que son agentes [de las potencias exteriores], sufrimos una desgracia mayor debido a que algunos de los líderes del mundo musulmán insisten en describir a estos tiranos como gobernantes legítimos. Por consiguiente, algunas personas creen que son el bote salvavidas, cuando en realidad son el barco que se hunde… La gente honrada de estas asociaciones [islámicas] debe purgar las actividades islámicas de ellos [de los tiranos]… Tal es también el caso de ‘Abd Al-Nasser, Sadat, Gaddafi y Saddam. ‘Abd Al-Nasser estuvo en conflicto con ellos [es decir, el régimen saudí] así que le declararon un infiel desde el púlpito de la santa mezquita de La Meca, y en realidad era [un] infiel. Sin embargo, cuando hizo las paces con ellos, se convirtió de nuevo en musulmán. Lo mismo [pasó] con Gaddafi: cuando los ultrajaba durante tres décadas, era un infiel, pero cuando este hereje hizo las paces con ellos, se convirtió en musulmán, y le permitimos entrar en la sagrada Ka’ba. Y Sadat: cuando firmó la iniciativa de capitulación con los judíos, los gobernantes de Riyadh, junto con el resto de los países árabes, le acusaron de traición y de ser un agente extranjero, que de hecho lo era, y sus periódicos le maldijeron y le ultrajaron vehementemente. Luego, cuando el Príncipe ‘Abdaláh actuó de la misma manera traidora como agente extranjero en la iniciativa de Beirut, los hipócritas le alabaron y le apoyaron. Los falsos ulemas y los escritores mercenarios miraban lo que el gobernante miraba y caían [en la cuenta de lo que] él caía, a causa del dinero, y [aún así] afirman [tener] conocimientos religiosos y sabiduría y guía y rectitud.
«De todo esto se saca en claro que el gobernante cree en otra religión, pero comercia con la religión del Islam y engaña a la gente con ella… El conflicto es un conflicto entre dos caminos, y una lucha profunda entre dos credos: un conflicto entre lo divino y perfecto, que se somete a la completa autoridad de Alá en todos los temas… y lo groseramente secular…
«Aclarado esto, la solución para mejorar las condiciones es, como está escrito en la ley [islámica], deponer al gobernante; y si se resiste o se niega a irse, es obligatorio comenzar un levantamiento armado contra él y deponerle. Esto es el dictamen de la ley [islámica], que preserva tanto la religión como los intereses terrenales del pueblo… ¿Cómo puede alguien inteligente afirmar, mientras ve al gobernante apóstata y sus tropas armadas hasta los dientes, que él [es decir, el gobernante] desea la reforma y la solución pacífica?… Y no hablamos aquí acerca de un gobernante culpable de depravación o libertinaje, sino de apostasía y de servir como agente de los infieles. Igual que no hay diferencia entre Bremer, el ex-gobernante americano de Bagdad, y ‘Alawi, el actual gobernante, con respecto a llevar a cabo las políticas americanas en Irak… La doctrina de rebelarse contra un gobernante apóstata no es una doctrina inventada por mí, sino que es una doctrina apoyada por el consenso de todos los grandes estudiosos religiosos. Tal es el dictado de la ley religiosa en una situación como la nuestra. Por consiguiente, es obligatorio que todos los musulmanes tomen medidas de reforma, teniendo en cuenta la dimensión del conflicto y el hecho de que estos regímenes no son nada más que una parte del sistema global de herejía.
«La reforma debe ser [llevada a cabo] según la ley de Alá, de lo contrario es una desviación de la ley de Alá y una pérdida de tiempo y esfuerzo…
«Aquellos [clérigos] que se oponen al pueblo llano dirigiendo el diálogo armado con los gobiernos para recobrar sus derechos – esos [clérigos] practican el mayor engaño… Su enfoque es extremadamente peligroso por dos razones: primero… porque permitieron que sus ideas caprichosas compitieran con la ley de Alá, lo cual es un pecado grave, como es bien sabido… Segundo, porque participan impidiendo al pueblo que siga el camino de Alá y le engañan [al pueblo] sobre su religión impidiéndoles ostentar sus derechos del modo prescrito por Alá. Esto empuja a los hipócritas y a los ignorantes a considerar adoptar la ruta de la Alianza del Norte [en Afganistán] y de otros como ellos, como ‘Alawi y sus seguidores. Esto está absolutamente prohibido».
«Oh Alá, vuélvete contra la coalición americano-sionista, sus aliados y sus agentes – destrúyelos y rómpelos»
«Antes de terminar, dejadme responder a algunas de las acusaciones del régimen… Ellos han acusado a los mujahidínes de seguir a la secta Kharijita, [3] pero saben que no tenemos absolutamente nada que ver con esa escuela [de pensamiento]. Tanto nuestro mensaje como nuestro comportamiento actual dan fe de esto… No declaramos al pueblo [musulmán] colectivamente infiel y no consideramos que la masacre de musulmanes esté permitida. Si algunos fallecen durante las operaciones de los mujahidínes, rezamos por la misericordia de Alá hacia ellos. Esto será considerado homicidio involuntario accidental, pedimos que Alá nos perdone por ello y nos responsabilizamos de ello…
«Pero digo al gobernante de Riyadh: si quiere, le hablaré del asesinato de musulmanes… y le hablaré del que declaró incrédulos a los musulmanes colectivamente y consideró permitido matar musulmanes – es su padre, ‘Abd Al-‘Azíz, quien fue a la guerra y ayudó a los ingleses contra el estado otomano y su representante [de los otomanos], Ibn Al-Rashid, en Ha’il… Vosotros mismos os rebelasteis por las armas contra tu hermano el Rey Saúd… y tus clérigos no os declararon ni a vosotros ni a vuestro padre Khawarijitas. [Aquí bin Laden culpa a los saudíes de la masacre de otros musulmanes a manos del rey ‘Abd Al-‘Azíz Aal Sa’ud en Ta’if, cuando combatió contra los partidarios de Sharif Hussein en La Meca en 1924 y los derrotó]…
«¿Ignora cualquier musulmán el hecho de que ayudar a los infieles contra los musulmanes está prohibido, o que legalizar el cobro de intereses está prohibido?. Esto es obviamente bien sabido en religión, igual que uno sabe que beber vino y la promiscuidad están prohibidas…
«Tú prohíbes lo que Alá permite, y permites lo que Alá prohíbe, y decretas indulgencias para quien te apetece, y acusas a los jóvenes [que se te oponen] de tener ideas erróneas y ser una banda corrupta. ¿Pero quién es [en realidad] el que sostiene ideas equivocadas?. ¿Son los que siguen las órdenes del Profeta [que afirman] que es obligatorio hacer desaparecer a los judíos y a los cristianos de la Península Arábiga, o son los que se mofan de las tradiciones del Profeta?… ¿Somos nosotros los que defendemos ideas erróneas, o son los que traicionaron a la nación islámica y abandonaron la península [Arábiga] de Mahoma a los judíos y a los cristianos, permitiéndoles tomar el control de ésta y cediéndoles bases militares en ella?. Eso además de traicionar a Irak, [teniendo presente que] está prohibido traicionar incluso a un infiel…
«¿Quiénes son los que tienen ideas erróneas o los que son una banda corrupta?. ¿Son los que defienden a los musulmanes y su honor y sus propiedades en Irak, Palestina, Afganistán, Cachemira o Chechenia, o son los que se unieron a la alianza global de herejía contra los musulmanes, además de robar fondos públicos de la nación [musulmana]?… [Aquí bin Laden critica al gobierno saudí por gastar el dinero en un acuerdo de armamento en lugar de emplear los fondos en los parados, y por expropiar la propiedad privada y gastar fondos públicos en la construcción de extravagantes palacios. También critica al Rey Fahd (el entonces Príncipe a la Corona) por violar la santidad de la Ka’ba de La Meca cuando reprimió por la fuerza una revuelta fundamentalista Wahabí en noviembre de 1979].
«¿Quiénes son los que tienen ideas erróneas y los que son bandas corruptas?. ¿Son los mujahidínes, o son los que cooperaron con América asesinando a más de un millón de niños en unos cuantos años durante su maldito embargo contra Irak, en lo que fue la mayor masacre de niños conocida por la humanidad?…
«Es extremadamente increíble y prepotente que el régimen [saudí] acuse a la juventud [islamista] de los pecados de los que el propio régimen es culpable, igual que cuando afirman que el sionismo está detrás de los mujahidínes. Sin embargo, tanto musulmanes como infieles de todo el mundo, saben que la juventud de la jihad es el peor enemigo del sionismo, [y] aún así el régimen nos acusa de sus propios [pecados]… No fuiste tú [Príncipe de la Corona, ‘Abdaláh] el autor de la iniciativa de Beirut, en la que reconocías a los sionistas y su conquista de Palestina?. [4] ¿Cómo puedes haber perdido la cabeza y el honor, tú, el comandante de la Guardia Nacional, hasta tal punto que lanzas acusaciones falsas y viles contra los mujahidínes ?…
«Llamo a todos los musulmanes a maldecir a los sionistas y a sus agentes, y espero de ti [Príncipe de la Corona, ‘Abdaláh], si eres sincero, que tú y los que te obedecen pronunciéis la siguiente súplica en las mezquitas de La Meca y Medina y en todas las restantes mezquitas [de Arabia Saudí]: ‘Oh Alá, vuélvete contra la coalición americano-sionista, sus aliados y sus agentes. Oh Alá, destrúyelos y rómpelos; quítales el poder y dispérsalos y extiéndelos; haz de sus esposas viudas y haz que se vuelvan contra sí mismos. Busca sus puntos más débiles igual que ellos buscan los puntos débiles de los mujahidínes. Avergüénzalos ante toda la humanidad. Líbranos de ellos del modo que te plazca’…
«Pedimos a Alá que conceda Su gracia a los mujahidínes que atacaron el consulado americano de Jeddah. Cómo esperan [es decir, los americanos] disfrutar [de la] seguridad mientras llevan la muerte y la destrucción a nuestro pueblo en Palestina y en Irak. Ellos no se merecen estar seguros en ninguna parte del mundo. En cuanto a su presencia en Arabia Saudí – o más bien en toda la Península Arábiga – está prohibida por la ley islámica…] Y digo a nuestros hermanos y a nuestro pueblo… continuad vuestro camino y no temáis a las dificultades. No cedáis a la hora de purificar y limpiar la Península Arábiga de politeístas, herejes y apóstatas…
«Vosotros, los mujahidínes: hay hoy una oportunidad rara y dorada de desangrar a América en Irak, tanto económicamente como en términos de pérdidas humanas y de moral. No perdáis esta oportunidad, para no lamentarlo [después]. Uno de los motivos principales de nuestros enemigos para hacerse con nuestro país es el robo de nuestro crudo; por consiguiente, deberíais hacer todo lo posible para detener el mayor robo de los recursos naturales de la historia, tanto de la presente generación como de la futura, que está siendo llevado a cabo mediante la colaboración entre agentes extranjeros y [nacionales]… Centrad vuestras operaciones en [la producción de crudo], especialmente en Irak y en el área del Golfo, ya que esta [ausencia de crudo] hará que desfallezcan [por sí solos].
«En conclusión, dirijo un breve mensaje a los gobernantes de Riyadh, y otro a los que manejan los hilos. Os digo [a los gobernantes de Riyadh]: la soberanía es un contrato entre el soberano y sus súbditos, y los dos tienen derechos y obligaciones que derivan del contrato. También hay cosas que lo anulan, una de las cuales es cuando el soberano traiciona su religión y a su nación – y esto es lo que vosotros hicisteis…
«No es ningún secreto hoy que el pueblo [saudí] ha despertado de su apatía… y los musulmanes de Arabia Saudí insisten hoy en reclamar sus derechos robados, sin importar lo que cueste. Por consiguiente, tenéis que escoger entre las alternativas. La primera es la de devolver las riendas a sus dueños de un modo pacífico, y permitir al pueblo que escoja un gobernante musulmán, para que pueda gobernarles según el Libro de Alá y la tradición de Su Profeta. La segunda [alternativa] es la de negarse a devolver los derechos al pueblo… y reclutar a algunos de [entre] ellos con dinero público de la nación [islámica] para atacar y matar a sus propios hermanos y primos que rechazan vuestra autoridad. Deberíais saber, no obstante… que cuando el pueblo se subleva para exigir sus derechos no puede detenérsele mediante los aparatos de seguridad. Debéis de tener presente el destino del Shah de Irán a pesar de la reputación y el poder y la experiencia de sus aparatos de seguridad, e igualmente el destino de Chauchescu, en Rumania…
«Sabéis que nosotros, en la organización Al-Qa’ida, no luchamos contra vosotros por asuntos mundanos; lo que nos ofende es que cometáis actos que os expulsan del Islam – gobernar mediante [leyes] distintas de las que Alá reveló y hacer alianzas con los infieles, entre ellos.
«Ahora me dirijo a las personas influyentes entre los ulemas honestos, los líderes, los dignatarios y los notables y los empresarios. El mensaje es: tomad medidas antes de que sea demasiado tarde… Haced todo lo que podáis para desactivar la crisis, dado que sabéis que los mujahidínes de Arabia Saudí no han declarado la guerra contra el régimen aún – dado que de haberla declarado, la principal prioridad habría sido librarse de los líderes locales de la herejía – a saber, los gobernantes de Riyadh. Sin embargo, lo que está actualmente en marcha es una extensión de la guerra contra la coalición cruzado-americana, que lucha contra nosotros en todas partes, y contra la que luchamos en todas partes, incluyendo Arabia Saudí. Nos esforzamos por expulsarlos de ella [es decir, de Arabia Saudí], que Alá lo permita. Vosotros, las personas de influencia: temed a Alá, por vuestro propio bien y por el bien de vuestra nación. Permitid emigrar del país a aquellos de vosotros que puedan, liberándoos así de los grilletes imaginarios y de la presión psicológica que el régimen os ha impuesto…»
[2] Shajarat Al-Durr fue sultana ayyubid en Egipto, que gobernó Egipto durante un período de 80 días tras la muerte de su marido en 1250.
[3] Los Kharijitas eran una secta islámica temprana conocida por su fundamentalismo y violencia sectaria.
[4] La referencia es a la iniciativa saudí de paz del 2002.