En un artículo publicado recientemente en los portales liberales árabes Aafaq, Medio Oriente Transparente, y Discusión Moderna, el liberal egipcio Hisham Al-Tukhi adaptó la famosa frase del discurso de Martin Luther King hijo «Yo Tengo un Sueño» al contexto egipcio, instando por plenos derechos civiles e igualdad para las minorías egipcias.

Lo siguiente son extractos:

«Hace cincuenta años, un gran egipcio declaró ‘la religión le pertenece a Alá y la patria nos pertenece a todos'»

Hace «cincuenta años, un gran, [líder egipcio de una] generación que sembró las semillas de la libertad que disfrutamos hoy día en nuestra tierra, declaró: «La religión le pertenece a Alá, y la patria nos pertenece a todos». [1] Esta importante declaración fue una gran luz de esperanza para millones de miembros marginados de minorías religiosas, a quienes durante años se les marchito en las llamas de la opresión otomana e injusticias de tiempos antiguos y de la Edad Media. Esta declaración llegó como un alegre amanecer para poner fin a la larga noche de su degradante marginalidad.

«¡Pero 100 años después, debemos enfrentar la triste verdad! Los coptos, los baha’i, los chi’itas, los koranistas, [2] y miembros de otras minorías religiosas todavía están siendo lisiados tristemente por las cadenas del aislamiento sectario y del fundamentalismo religioso. Cien años después, [todavía] viven en una isla dentro del inmenso continente egipcio, aun así aislados de esta, [aunque Egipto] también podría darle la bienvenida, junto a los musulmanes sunni, los coptos, los chi’itas, los baha’i, los mormones, los judíos, los ateos, los budistas y los hindúes – si las almas [de la gente] expulsaran [la idea de] segregación y en cambio se llenaran de justicia. Cien años después, los miembros de una minoría religiosa todavía languidece en las esquinas de la sociedad egipcia, y se encuentran a si mismos un exilio en su propia tierra – a menos que, a través de una intervención divina o natural, se le libere de este destino».

«Egipto le ha dado a los coptos, a los baha’i, a los chi’itas y a los koranistas un cheque defectuoso»

«Y por lo tanto hoy les hablo para dramatizar esta vergonzosa condición.

«En los años sesenta, 60,000 judíos egipcios fueron incapaces de cobrar el cheque que les fue [dado a ellos por el estado]! Y hoy día:

«Millones de egipcios cristianos son incapaces de cobrar el cheque que les fue dado a ellos por el estado!

«Miles de egipcios baha’is no pueden cobrar su cheque!

«Miles de egipcios chi’itas no pueden cobrar su cheque!

«Miles de koranistas egipcios, judíos y ateos no pueden cobrar su cheque!

«Es inconcebible que hoy día se le nieguen los cheques a estos egipcios, al igual que en el pasado, aquellos de los judíos egipcios.

«Aquéllos que proclamaron la independencia de nuestro país, su soberanía, y su libertad firmaron, con su propia sangre, un pagaré que cada egipcio iba a heredar. Esta nota fue una promesa de que todos los hombres se le garantizarían derechos inalienables de libertad y la búsqueda de la felicidad, y que a nadie se le privaría de estos derechos.

«Es obvio hoy que Egipto haya predefinido este pagaré en la medida en que como a minorías religiosas les concierne. En lugar de honrar esta sagrada obligación, Egipto le ha dado a los coptos, baha’i, chi’itas, y koranistas un cheque defectuoso – un cheque que ha sido devuelto por ‘insuficiencia de fondos’.

«Pero nos negamos a creer que el banco de la justicia esté en quiebra. Nos negamos a creer que no existe suficiente justicia en las grandes bóvedas de este país, que fue el primero en poseer bóvedas de justicia durante miles de años!

«Este no es el momento de arrojar arena a los ojos de los acreedores, conducir negociaciones regulares hacia la reconciliación, o tomar la droga tranquilizante del gradualismo en establecer el tema de los derechos».

«No estaremos satisfechos mientras la asamblea del pueblo de Egipto sea una asamblea para todo el pueblo egipcio

«Ahora es el momento de realizar las verdaderas promesas de justicia o anunciar la anulación del estado y de la ley! Es tiempo para que nos elevemos del oscuro y desolado valle de la segregación étnica al sendero iluminado de justicia religiosa. Es tiempo de abrir las puertas de la oportunidad a todos los hijos de la patria, los hijos de Egipto. Es hora de levantar nuestra nación de la arena movediza de discriminación a la piedra sólida de la hermandad y ciudadanía.

«Sería fatal para el estado pasar por alto la urgencia del momento o subestimar el grito de sus ciudadanos que sufren de humillación a diario… El invierno del descontento no pasará hasta que la primavera llegue, reavivando las esperanzas de libertad e igualdad!

«El año 2008 no es un fin – es un comienzo. Aquéllos que esperaban que los coptos detuvieran su enojo y consentirían al status quo tendrán mañana un rudo despertar, si la nación persiste en su estado actual de inconsciencia. No habrá ni descanso ni tranquilidad en Egipto hasta que a todo ciudadano se le concedan sus derechos de ciudadanía. Los torbellinos continuarán agitando las bases del estado hasta que el día luminoso de justicia amanezca para todos!

«Pero hay algo que debemos decirle a los hijos oprimidos de nuestro pueblo, que están de pie en un umbral, clamando en esperanza de que sus agravios lleguen al palacio de justicia. No busquemos satisfacer nuestra sed de justicia bebiendo de la taza de la amargura y del odio. Los oprimimos no podemos caminar solos. Las copas en la balanza de la justicia son la razón y el amor.

Hay aquéllos que le preguntan a los devotos de los derechos civiles: ‘Cuándo estarán satisfechos?’ Nosotros no estaremos satisfaremos mientras los coptos estén sujetos al atroz terror cada vez que un lamento de guerra es sonado en contra de ellos en pueblos y villas por los partidarios del sectarismo. No estaremos satisfechos mientras los ignorantes pordioseros perpetren actos de violencia contra sus casas, tiendas y lugares de culto. No estaremos satisfechos mientras la Asamblea del pueblo de Egipto no sea una asamblea para todo el pueblo egipcio en el verdadero sentido de la palabra…»

«No estaremos satisfechos hasta que la justicia en Egipto corra como el agua, y la rectitud como el poderoso Nilo»

«No, no estamos satisfechos, y no estaremos satisfechos hasta que la justicia en Egipto corra como el agua, y la rectitud como el poderoso Nilo.

«Oh, pueblo infeliz en las amplias calles del Cairo y Alejandría! ¡Oh, pueblo afligido de Esna y de los barrios pobres y sufridos de nuestras ciudades y aldeas! Sepan que de algún modo esta situación puede y será cambiada. No permitas que nos revolquemos en el valle de la desesperación. Yo les digo hoy: A pesar de las dificultades y los obstáculos que nuestro país resiste – junto con muchos otros hijos de esta nación, cuya historia data de miles de años – yo tengo un sueño. Es un sueño que está profundamente arraigado en la naturaleza de todo hombre honorable.

«Yo tengo un sueño de que un día nuestro país se elevará y hará realidad el verdadero significado de los valores humanos, diciendo: ‘Mantenemos evidentes estas verdades, de que todos los hombres fueron creados por igual’. Yo tengo un sueño de que algún día, en las escuelas del [barrio] Mahram Bey, los hijos de los coptos reasumirán sus juegos, uniendo sus pequeñas manos con aquéllas de los muchachos y muchachas musulmanes, y todos caminarán juntos de regreso a casa hacia sus madres, llenos de amor fraternal. Yo tengo un sueño de que algún día toda la segregación será removida, todo tipo de opresión cesará, todos los egipcios serán iguales, y ‘la religión será para Alá, y la patria para todos’…

«Si Egipto alguna vez quiere convertirse en una gran nación, ese día debe verdaderamente llegar». [3]


[1] Tukhi se está refiriendo aquí a Sa’ad Zaghlul (1859-1927), uno de los fundadores del movimiento nacionalista egipcio.

[2] Miembros de la secta koranista mantienen que el Corán es la única autoridad en el Islam y rechazan el hadith.

[3] www.aafaq.org, 24 de diciembre, 2007; www.middleeasttransparent.com, 24 de diciembre, 2007; www.ahewar.org, 25 de diciembre, 2007.