Lo siguiente son extractos de un testamento grabado del comandante de Al-Qaeda en Arabia Saudita Fahd Al Farraj, puesto al aire en www.alsaha.com el 17 de marzo del 2006.
PARA VER ESTE SEGMENTO: http://www.memritv.org/search.asp?ACT=S9&P1=1078.
El legado del Comandante Fahd bin Farraj Al-Jweir Al-Farraj, uno de los comandantes de la organización Al-Qaeda en la Península Arábiga.
Fahd Al-Farraj entrenando en la Península Arábiga.
El Campamento Battar.
Arrojen fuera a los politeístas de la Península Arábiga
Fahd Al Farraj: «Quiero clarificar y reiterar las metas que deseamos lograr, con la ayuda de Alá, y responder a algunas dudas sobre los mujahideen, surgidas por los estudiosos del mal, quienes elevan tales acusaciones contra ellos. En primer lugar, la meta de nuestro jihad es elevar la palabra de Alá, echar fuera a los politeístas de la península de Muhammad, aplicar su ley en todos los aspectos de la vida y en toda la gente, y remover la injusticia de nuestros hermanos oprimidos en todas partes».
[…]
«A todos los pueblos musulmanes donde puedan estar, les digo: ¿Cuánto tiempo permanecerán callados? ¿Cuánto tiempo aceptarán ustedes esta humillación y degradación? ¿Cuánto tiempo continuarán siendo gobernados por la ley de los tiranos, y aun así permanecer callados? ¿Dónde está su Islam? ¿Dónde está su culto a Alá? Islam no es una religión sólo de nombre – es una religión de fe y de acción. Los cruzados, los hindúes, los zoroastros, y sus ayudantes apostatas los gobiernan y los controlan a ustedes y a sus hermanos. Ellos están combatiendo contra su religión, y los están combatiendo en su sustento. Están violando su honor, y ustedes todavía permanecen callados. ¿Los ha llevado su humillación y su degradación tan bajo? ¿Estarían ustedes de acuerdo en convertirse en apostatas, judíos, o cristianos? Estarían ustedes de acuerdo en abandonar la religión del Islam?»
[…]
«Yo le pregunto a cada musulmán sobre la faz de la tierra: ¿Estarían ustedes de acuerdo que uno de estos infieles entre en su casa, y viole el honor de su hermana, su madre, o su hija? Claro que usted no lo estaría. Las mujeres en Palestina, Irak, Afganistán, Chechenia, Indonesia, Cachemira, y las Filipinas son nuestras hermanas, nuestras madres, y nuestras hijas. Estoy asombrado de cómo pueden ustedes continuar durmiendo tranquilos, mientras sus hermanos están siendo muertos, y el honor de sus hermanas está siendo violado. Despierten de su letargo, y apoyen a sus hermanos oprimidos. Luchen por la causa de Alá, y recibirán una de las dos cosas buenas: victoria o martirio».
[…]
«A las fuerzas de seguridad, les digo: Estoy asombrado por ustedes. Cuando se les dice que emprendan el jihad, ustedes se aferran a este mundo. Pero cuando [el Ministro del Interior saudita Príncipe] Naif Bin Abd Als-‘Aziz les dice que vendan sus almas a su gobierno y luchen por su causa, y defiendan a los americanos, a cambio de 3,000 riyals y el infierno – ustedes están dispuestos a vender sus baratas almas. ¿Han llegado tan bajo? ¿No tienen valor sus almas para ustedes? Él los llama ‘mártires del deber’, pero piensen lo que le dirán a Alá si lo llegan a conocer, después de haber matado a un mujaheed quien combatió por la causa de Alá, para defender a los americanos, o si él los matara cuando ustedes estaban defendiendo a los tiranos. Paren de trabajar para el tirano, y únanse a los mujahideen, de otra forma – ustedes saben muy bien quienes son los mujahideen, y lo que han preparado para aquéllos que se entrometen en su camino».
[…]
«Al gobierno saudita, les digo: Todo lo que les digo es lo que el Profeta Muhammad le dijo a los infieles de Qureysh, cuando estaba solo: ‘He traído la muerte sobre ustedes.’ Por Alá, su reino llegará a su fin. Los mujahideen los derrotarán. ¿Saben por qué? Porque Alá nos apoya, y nadie los apoya a ustedes. ¿Saben por qué? Porque Alá dijo en el Corán: ‘Si ustedes apoya a Alá, Él los apoyará a ustedes’, y nosotros confiamos y creemos en la promesa de Alá. Si ustedes sólo supieran lo que nuestros jóvenes tienen reservado para ustedes, estarían ocupados arreglando su escape de esta península».
[…]
«A los americanos, les digo: Salgan de la península de Muhammad, y de todas las tierras de los musulmanes, y dejen de apoyar a los judíos en Palestina y a los cristianos en las tierras de los musulmanes. Sí no, encontrarán sólo muerte, destrucción, y explosiones».