Antecedentes

El presidente sirio Bashar Al-Assad recientemente extendió el término del Mariscal de Campo del Ministerio de Defensa Mustafa Tlass a dos años pasados la edad de jubilación obligatoria, como gesto de apreciación por su servicio y debido a su cercana relación con su padre, el ex presidente Hafez Al-Assad. Tlass es uno de los padres fundadores del régimen actual de Siria Ba’ath y ha sido una personalidad clave durante los últimos 30 años. Hafez Assad en una ocasión, también pospuso la jubilación de Tlass.[1]

La primera publicación de la obra de Tlaas sobre la reputación sangrienta de Damasco fue en 1983. La segunda edición, publicada en 1986, era supuestamente más ‘científica’ que la primera; se agregaron pies de página para fundamentar las acusaciones, y un índice con fotocopias de documentos oficiales (con la traducción en árabe correspondiente) proporcionadas por el Consulado francés en Damasco, el Consulado General francés en Alejandría y el gobierno francés. Dentro del libro se incluía una fotografía de la lápida del padre, sobre la cual aparece la leyenda que fue asesinada por los judíos.

La portada de ambas ediciones muestra un hombre con la garganta rajada y su sangre cayendo a una vasija. La portada de la primera edición expone a un grupo de judíos llevando a cabo el asesinato, estaba bosquejada para que la acción pareciera ‘judía’ según representaciones Nazis. La segunda edición muestra una Menorah, el símbolo judío, rajando la garganta de la víctima.

El libro de Tlass es muy influyente en los círculos antisemitas internacionales, los cuales lo consideran una fuente confiable de información sobre los «asesinatos rituales de los Judíos.»[2] EL libro se puede comprar vía Internet en la versión original y también está disponible en francés, italiano y otros idiomas.[3]

A continuación se presenta una traducción (del árabe) de la introducción de la edición de 1986:

Circunstancias Históricas

«Durante la década de 1830, Muhammad ‘Ali, el gobernante de Egipto por parte del Imperio Otomano, logró unir a Siria con Egipto (y por lo tanto gobernaba a ambos). Esto originó una crisis internacional grave debido al peligro que representaba dicha unión a los intereses europeos… Durante estos tiempos tormentosos, Damasco fue sorprendido por un terrible crimen, el padre Tomas Al-Kaboushi [el Capuchino] cayó víctima a un grupo de judíos que buscaban drenar su sangre para preparar los pastelillos típicos de la festividad Yom Kippur [sic].»

«Éste no fue el primero de este tipo de crímenes. El occidente y Rusia ya habían sido víctima de muchos crímenes similares a este. Algunos de estos fueron expuestos y reportados en los protocolos de investigaciones, a pesar de muchos esfuerzos por erradicarlos y esconder sus pasos… Por lo tanto, el crimen del asesinato del padre Tomas y su sirviente no fue el primero en su tipo y tampoco será el último.[4] Sin embargo, este acontecimiento tuvo algunos elementos característicos debido a las circunstancias políticas de la época.»

«Las autoridades de Damasco y del Cairo expresaron gran interés en el crimen, y el Consulado francés (en Damasco) participó en la investigación porque la víctima asesinada era ciudadana francés. Además del horroroso crimen, la investigación reveló muchas cuestiones sobre los motivos, ligados a los preceptos de la religión judía, como lo establece el Talmud…»

El intento Judío de Ocultar su Crimen

«[A partir de la exposición del crimen], los judíos causaron alboroto por todos lados. Sus dirigentes y partidarios acudieron a visitar, de manera insistente, a diferentes líderes americanos y europeos para pedirles que intervinieran, que eliminaran cualquier rastro del crimen, y que los libraran de los cargos. Así como sucede hoy en día, los judíos llevan a cabo un crimen, después del cual causan todo un tumulto a nivel mundial y no se conforman solo con ser perdonados sino buscan la manera de obtener una ganancia.»

«Con el pretexto de ser ciudadanos austriacos, los judíos convencieron al cónsul de Austria que interviniera en la investigación a favor de algunos acusados… Similarmente, explotaron la tolerancia de las autoridades egipcias y del cónsul francés en Estambul, quienes los exhortaron a negar todos los cargos. Presionaron a los acusados que habían confesado y los amenazaron para que retiraran sus confesiones…. De manera similar, las autoridades locales de Siria que supervisaron la investigación fueron acusadas de utilizar métodos de tortura para extraer confesiones de los judíos acusados… Si efectivamente hubo tortura, fue por parte de los individuos sin conexión alguna con la ley islámica. Igualmente, el uso de actos de tortura para lograr la extracción de confesiones era un método aceptado en Europa y en América en esa época, y no seria una exageración afirmar que estos métodos aún se utilizan en estos países hoy en día.»

«[Además], los lideres judíos en Europa y América no perdieron tiempo y explotaron sus influencias financieras y publicitarias para solicitar ayuda a su favor. Activaron sus partidarios en el parlamento y en la prensa, organizaron manifestaciones de apoyo, y enviaron a personalidades importantes judías a ayudar a los acusados. A través de estos medios, los judíos lograron extraer una orden a su favor. Sin embargo, no se conformaron, buscaron eliminar la leyenda escrita sobre la lápida del Padre Tomas en la iglesia Franciscana: «Aquí descansan los restos del Padre misionario Tomas, asesinado por los judíos el 5 de febrero de 1840…»[5]

¿Por qué los Judíos se Salen con la Suya?

«El incidente de 1840 volvió a ocurrir varias veces durante el siglo 20 cuando los sionistas llevaron a cabo crímenes masivos en Líbano y Palestina, actos que asombraron la conciencia de gente buena en todo el mundo y por los cuales fueron condenados por la opinión pública. Sin embargo en cada ocasión, las influencias políticas, financieras y publicitarias de los sionistas lograban pacificar el enojo y distraer a la gente. En vez de ser castigados, los sionistas eran premiados… con impresionante apoyo financiero y almacenes llenos de armamento.»

«El crimen se llevó a cabo en Damasco, una ciudad de tolerancia y paz, así como muchos otros crímenes similares se llevaron a cabo en todo el mundo. ¿Cómo es posible que suceda esto cuando los judíos son una minoría dentro de las sociedades en donde viven? ¿Cómo es que estas sociedades han ignorado a estas minorías? Quizás la actitud tolerante entablada por los árabes musulmanes es lo que ha permitido a los judíos vivir en libertad en los territorios musulmanes. Los judíos conocían estos países. Se aislaron de tal manera que crearon una atmósfera de misterio a su alrededor, para que los musulmanes desconocieran todo aspecto sobre ellos. Por lo tanto, no es sorprendente que Damasco fue víctima de este despreciable crimen. No obstante, rápidamente vencieron su ignorancia sobre los judíos …y ahora toda madre advierte a su hijo: «Ten cuidado de no alejarte de la casa, no sea que un judío venga, te agarre y te mate para poder utilizar tu sangre para la preparación de la ‘matza de Sion’ (la matzah de Pascua). El mensaje de la ‘traicion de los judíos’ se ha pasado generación tras generación.

«[Mientras tanto] un estado despertó para los judíos en Al-Sham [Gran Siria]. Pero acaso ¿ha desparecido la enemistad judía?, ¿o acaso los preceptos del Talmud, con todos sus crímenes y distorsiones, continúan desempeñando su papel de odio en contra de la humanidad y en contra de la sociedad? El monitoreo de los acontecimientos diarios en los territorios ocupados comprueba, sin duda, que lo que es conocido como «racismo sionista» es solo la continuación y reafirmación de los preceptos talmúdicos…»[6]

«Con la publicación de este libro, intento exponer algunos secretos de la religión judía al describir las acciones de los judíos, su fanatismo repugnante y ciego, y la implementación de preceptos talmúdicos compilados en la diáspora por rabinos que distorsionaron los principios de las creencias judías (la ley religiosa del Profeta Moisés), así como establece el Corán [2:79]…»[7]


[1] Al-Hayat (Londres), Mayo 15, 2002.

[2] Consultar el Sitio Web de Noticias Revisionistas de historiadores y negadores del Holocausto http://64.156.139.229/wcotc/ritualmord/id39_m.htmSegún este sitio, la primera publicación del libro de Tlass fue en árabe en 1968, la edición en ingles estuvo disponible en 1991.

[3] Por ejemplo, se puede adquirir una traducción en francés en: www.furat.com/bookdetails.cgi?bookid=4595.

[4] En los pies de página de la introducción, Tlass mencionó otros casos: «Un incidente de este tipo se llevó a cabo en Algeria a mediados del siglo 18. Los judíos secuestraron a un niño cristiano y drenaron su sangre, sin embargo, debido al dinero que le pagaron al líder turco de Algeria, lograron ocultar el asunto.» Otro ejemplo es, «Un niño cristiano llamado Henri Abd Al-Nur fue secuestrado y drenado. La investigación comprobó la culpabilidad de los judíos, pero ellos sobornaron a los dirigentes y ocultaron el crimen.» Para documentar dichos casos, Tlas menciona los Tesoros del Talmud de Yusuf Hana Nasrallah, el cual es una traducción de la obra del notorio profesor antisemita August Rohling book Der Talmudjude publicada en 1871.

[5] La fotografía de la lápida del Padre en la edición de 1986 muestra la siguiente inscripción: «los judíos lo mataron salvajemente, no se encontró su cuerpo en su totalidad… estos son sus restos.»

[6] La edición de 1983 afirma que, «los investigadores expusieron el crimen y hasta los motives religiosos. EL gobernador de Al-Sham decidió ejecutar a los delincuentes, pero en ese momento los estados del extranjero y los consulados intervinieron. Los extranjeros dividieron sus ares de influencia entre ellos mismos. Austria se dedicó a defender a los judíos, Francia a los católicos…. Todas las partes acordaron resolver el asunto al estilo judío, solucionándolo con dinero. Los acusados fueron liberados de una prisión en Damasco y se fueron a Egipto… Han pasado 150 años desde que sucedió este crimen, y aún ahora no ha perdido su influencia ni su importancia.»

[7] AL final de la introducción Tlass agradece al Coronel Bassam ‘Assali, quien fue su «mano derecha en la preparación de su obra». Continúa expresando que había cumplido «parte de su obligación de exponer las actividades históricas de los enemigos de la nación.» Tlass también establece sus conclusiones en relación a «la importancia de la soberanía nacional». Según él, la imprudencia que mostró uno de los judíos acusados hacia el presidente de la corte siria no pudo haberse llevado acabo «sin la influencia de los extranjeros». Recuerda a los árabes que «la soberanía no se puede dividir, y ningún extranjero debe influir . El grave error de Sadat, el cual causó su muerte, fue su desprecio hacia los derechos nacionales del pueblo egipcio, y el hecho que había vendido su tierra a Satán…. La soberanía de Egipto se convirtió en una soberanía parcial después de los acuerdos del Campamento David…»