Introducción

El 8 de noviembre del 2009, en su 11 ª reunión sobre el tema, el parlamento iraquí aprobó una revisión de la Ley Electoral. Esta revisión, que habría permitido que las elecciones parlamentarias fuesen fijadas para enero del 2010, no iban a ser las últimas. Los críticos pueden desesperanzarse por la duración y la intensidad de las discusiones sobre esta ley, que duraron varias semanas tanto en público y a puertas cerradas hasta que un compromiso fuese alcanzado y fuese sometida a votación. Sin embargo, este regateo también puede ser visto positivamente. Al tratar de llegar a un acuerdo sobre cuestiones fundamentales, los parlamentarios iraquíes han reforzado uno de los pilares fundamentales de la democracia – el arte del compromiso a través de la negociación. Tal como declaro acertadamente el semanario británico The Economist en el título de su artículo sobre este debate: «En medio de disputas y triquiñuelas, la gente se está comprometiendo con la democracia». [1]

Bajo la constitución iraquí, las próximas elecciones parlamentarias deberían celebrarse a finales de enero del 2010. Sin embargo, la Ley Electoral que rige las elecciones del 2005 necesitaba ser revisada y actualizada, y dos temas en particular, resultaron ser difíciles y controvertidos. Uno tuvo que ver con la modalidad de la votación, con la elección entre un sistema «abierto» frente a uno «cerrado». El segundo, que resultó ser el más complejo y polémico de los dos, tuvo que ver con la situación de la rica ciudad petrolera de Kirkuk. El 8 de noviembre, el parlamento iraquí aprobó una versión revisada de la ley [2], pero el vicepresidente Tareq Al-Hashemi, vetó la ley revisada y el acuerdo de adopción tuvo que comenzar de nuevo.

Este informe revisará y analizará las dos cuestiones en debate, y el posterior veto que amenazó con lanzar a Irak en un vacío constitucional y de agitación política.

Sistema de votación «abierto» vs. «cerrado»

Bajo la antigua ley electoral, que rige las elecciones de enero del 2005, los ciudadanos votaron a favor de una «lista cerrada». Es decir, votaron a favor de la lista en su totalidad, sin posibilidad de votar a favor de individuos dentro de una lista en particular. La alternativa es la «lista abierta», destinada a aumentar la competitividad, que le ofrece a los votantes tres opciones: (i) votar por una lista completa de candidatos, (ii) votar por una sola persona en una lista y (iii) votar por un candidato independiente único. Preocupado de que algunos de sus líderes pueden ser seleccionados por este proceso, las grandes coaliciones políticas insistieron en mantener el sistema de lista cerrada.

El método de listas abiertas fue empleado por primera vez por el Primer Ministro Nouri Al-Maliki en las elecciones provinciales de enero del 2009, y los resultados para su organización paraguas Dawlat Al-Qanun (Estado de Derecho) justifican plenamente la adopción de esta modalidad de votación. Sin embargo, fue precisamente debido al éxito de Al-Maliki que sus dos principales socios de la coalición anterior – el Consejo Supremo Islámico y el Movimiento Sadr – rechazaron esta modalidad. Un líder en el movimiento Sadr dijo que la Alianza Nacional Iraquí (una alianza compuesta principalmente por los partidos chiítas) «empujarán a favor del [sistema] de lista cerrada con el fin de negarle a Al-Maliki, una carta ganadora». [3] Es de suponer, que la animosidad personal llevó a estas fuerzas a asumir que cualquier cosa beneficiosa para Al-Maliki sería mala para sus rivales. Una razón más substancial para rechazar el sistema de listas abiertas era la preocupación de que, dada la escogencia, los votantes podrán abstenerse de votar por los líderes del partido que serían vistos como demasiados cercanos al régimen iraní.

El avance en favor del sistema de listas abiertas se produjo cuando el marja’iyah, la máxima autoridad religiosa chiíta de Irak, la endosó. Hamid Al-Khaffaf, portavoz del máximo clérigo chiíta, el Gran Ayatolá de Irak, ‘Ali Al-Sistani, advirtió que el sistema de lista cerradas, tendría «un efecto adverso de gran alcance sobre el deseo de los ciudadanos a participar en el proceso político democrático». El propio Al-Sistani fue citado diciendo que si no se adoptaban las listas abiertas, no apoyará las elecciones. [4] En Al-Sistani endosándolas, el apoyo al sistema de listas abiertas creció rápidamente y la oposición a esta colapso.

El tema central de Kirkuk

Debido a su riqueza petrolera y a su población mixta, Kirkuk ha sido el principal obstáculo para llegar a un acuerdo sobre la Ley Electoral. Los kurdos mantienen que, dado que la ciudad es el corazón de Kurdistán y puesto que quieren hacer de ella su capital, Kirkuk, debería ser incorporada en el territorio bajo el control del Gobierno Regional de Kurdistán (GRK), que actualmente comprende las tres provincias de Dahouk, Sulaymania y Erbil (la sede actual del GRK).

Las leyes aprobadas con respecto a Kirkuk no han sido implementadas

La población de Kirkuk, estimada en un millón, está compuesta por kurdos, árabes, turcomanos y una pequeña minoría de cristianos. El artículo 58 de la Ley de la Administración de Transición del 2003 hizo cuatro recomendaciones en relación a esta ciudad:

  • Los residentes que perdieron sus hogares y propiedades durante la era de Saddam Hussein debe recibirlos de vuelta;
  • Los ciudadanos que fueron expulsados de sus hogares a otras regiones deben ser compensados (principalmente kurdos que fueron expulsados a las regiones kurdas, como parte de la campaña Al-Anfal de Saddam para arabizar Kirkuk);
  • Aquellos que perdieron sus puestos de trabajo siendo obligados a emigrar deberían ser compensados;
  • Las personas deberían permitírseles determinar su propia identidad nacional y afiliación étnica. (Durante la era de Saddam, los kurdos fueron forzados a declararse a si mismos árabes con el propósito de un censo de población, creando así una mayoría árabe artificial en Kirkuk).

El artículo 140 de la constitución posterior a la invasión iraquí reforzó estas decisiones. Este hizo un llamamiento a completar la implementación del artículo 58, y también llamó a realizar un censo en Kirkuk y en otros territorios en disputa para el 31 de diciembre del 2007, a fin de «determinar la voluntad de los ciudadanos». Sin embargo, bajo presión tanto de los nacionalistas iraquíes, los cuales tienen un resentimiento contra los kurdos y de la población de turcomanos de Kirkuk, respaldada por Turquía, [5] el gobierno iraquí no ha hecho prácticamente nada para aplicar el artículo 140. En particular, no ha podido realizar un censo para determinar el tamaño exacto y la composición de la población de Kirkuk. Algunos turcomanos afirman que Kirkuk es una ciudad de Turkmenistán, siendo los kurdos y los árabes una minoría en ella. [6] Este argumento es evidentemente exagerado y destinado a socavar los reclamos kurdos hacia Kirkuk.

Sin un censo, es difícil determinar quién es elegible para votar en Kirkuk y cual es el número de escaños en el parlamento que la ciudad debería asignar. La mayoría de los partidos políticos iraquíes prefieren que el derecho al voto en las elecciones generales sea restringido a aquellos cuyos nombres aparecen en el registro electoral elaborado en el 2004 para las elecciones del 2005. En contraste, los kurdos argumentan que este registro, originalmente elaborado durante el régimen de Saddam [7], excluye a muchas familias que fueron deportadas por Sadam durante la década de 1980 y ahora han regresado a sus hogares en Kirkuk. Por lo tanto, sostienen que la votación debería basarse en el registro a partir del 2009, una postura respaldada por la Misión de las Naciones Unidas a Irak (MNUI). [8] En cualquier caso, el registro electoral del 2005 ha desaparecido por razones desconocidas y que sólo el registro de votantes a partir del 2009 está disponible.

Los kurdos rechazan cualquier intento de tratar a Kirkuk como «un caso especial», por ejemplo, mediante la celebración de elecciones en la ciudad en una fecha posterior o la asignación de un cierto número de escaños, divididos entre los kurdos, los árabes y los turcomanos, según una fórmula preestablecida. A los ojos de los kurdos, esto refleja un plan político para restaurar el sistema de cuotas sectarias, que está en contradicción con la ley y la constitución. [9]

Punto muerto en el parlamento – la ley electoral es remitida al Consejo Político para la Seguridad Nacional

Con el parlamento en un punto muerto, el Vocero del Parlamento, Ayad al-Samara’i se refirió al tema de la Ley Electoral al Consejo Superior de Política de Seguridad Nacional, un órgano de alto nivel consultivo integrado por el Presidente iraquí, sus dos vicepresidentes, el Primer Ministro, el Portavoz del Parlamento y los jefes de los partidos claves en el parlamento. En justificar esta medida, Samara’i dijo que el asunto de Kirkuk era «más político que legislativo» [10] reflejando su frustración por el fracaso del parlamento a actuar rápidamente y poner en marcha las elecciones.

La amenaza de vetar la Ley Electoral fue hecha por el Presidente Talabani, quien fue presionado por el presidente regional kurdo Masoud Barazani en contra de hacer concesiones sobre Kirkuk. Talabani dijo que no dudaría en vetar cualquier ley que afecte los derechos históricos de los kurdos en esta ciudad. [11] La amenaza del Presidente, junto con el plazo constitucional para la celebración de las elecciones a finales de enero del 2010, contando que los kurdos con influencias, y les permitió asegurar sus exigencias mínimas relativas a la utilización del registro de votantes del 2009.

Para ver el despacho en su totalidad en inglés por favor haga clic en el siguiente enlace:
http://www.memri.org/report/en/0/0/0/0/0/0/3868.htm

* El Dr. Nimrod Raphaeli es Analista Senior en MEMRI


[1] La edición impresa del Economist (REINO UNIDO), 6 de noviembre, 2009.

[2] Al-Sabah (Irak), 9 de noviembre, 2009.

[3] Al-Rafidayn (Irak), 9 de octubre, 2009.

[4] Al-Zaman (Irak), 10 de octubre, 2009.

[5] Turquía ha objetado históricamente la autonomía kurda debido a su conflicto con el elemento secesionista dentro de su minoría kurda mayor, representada por el Partido Obrero Kurdo, el PKK. Sin embargo, en años recientes, la postura de Turquía sobre este tema parece haberse ablandado un poco, probablemente debido a la inmensa y aprovechable presencia comercial turca en el territorio bajo el KRG. Escribiendo en el diario turco Al-Zaman, el analista turco Bolant Kinich dijo que su país se estaba moviendo hacia la búsqueda de apoyo a Kirkuk como una provincia autónoma. www.uragency.net/index.php?aa=news&ud22=2385, 7 de noviembre, 2009. Este cambio en la política se reflejó en la visita del ministro del interior turco al Kurdistán iraquí a mediados de diciembre del 2007.

[6] Véase la entrevista de Al-Jazeera TV con Najati Qalanji, que fue conducida en inglés y traducida al árabe por la Sociedad Tanis para Turcomanos Iraquíes (www.tanis.turkmen.n1/index.php?sub=news&oi=15471&Iang=ar&p, 28 de octubre, 2009).

[7] Al-Sabah Al-Jadid (Irak), 28 de octubre, 2009.

[8] Al-Zaman (Irak), 28 de octubre, 2009.

[9] Al-Mada (Irak), 20 de octubre, 2009.

[10] Al-Sabah (Irak), 22 de octubre, 2009.

[11] Al-Sabah Al-Jadid (Irak), 20 de octubre, 2009.