Introducción
Los recientes acontecimientos en el Medio Oriente y, en particular, la supresión violenta en curso por el régimen de Gadafi a las revueltas en Libia, han atraído la mayor parte de la atención de los medios de comunicación, mientras que las turbulencias que se gestan en Irak parecen haber permanecido por debajo del radar. Sin embargo un gran impacto puede estar a la vista.
A lo largo de febrero, ha habido manifestaciones casi a diario en muchas ciudades iraquíes, en su mayoría no violentas, a excepción de las manifestaciones de los últimos días en la ciudad de Suleimaniya, en la provincia de Kurdistán en las que dos personas han muerto y 124 han resultado heridas. Todas las manifestaciones locales eran en contra de la corrupción generalizada en todos los niveles de gobierno y contra las fuerzas de seguridad, el alto desempleo, el aumento de los precios de los alimentos y los deficientes servicios públicos, en particular la grave escasez de electricidad y el suministro inadecuado de agua potable.
La corrupción en Irak se ha convertido en legendaria. Hace una semana, la Comisión de Integridad anunció que demandaría a cientos de empleados del gobierno por malversación de $30 billones. Poco después, el parlamento iraquí nombró dos comisiones especiales para investigar la «desaparición» de $41 billones del Fondo de Desarrollo Iraquí. [1] Es posible que elementos de las dos cifras se superpongan, pero la magnitud de la corrupción está agitando la calle iraquí, que clama por el cambio.
Marcha en Bagdad – Un millón de manifestantes
En la «Proclama No. 1», emitida el 20 de febrero, los organizadores se refirieron a sí mismos como «la Juventud del 25 de Febrero», pero los que permanecieron sin nombre están llamando a una manifestación de un millón de manifestantes, prevista para el viernes, 25 de febrero (el día de ira). La fecha elegida por el movimiento juvenil puede que tenga que ver con la «Revolución del 25 de Enero» en Egipto. [2] La idea de la Proclamación No. 1 es también significativa. En la larga y turbulenta historia del Medio Oriente», la «Proclamación No. 1» por lo general marca el lanzamiento de un golpe de estado por los militares, también fue la herramienta utilizada por el Alto Mando egipcio para anunciar su toma al gobierno de Egipto luego de la renuncia del Presidente Hosni Mubarak.
La Proclamación No. 1 del 20 de febrero llama en la población iraquí a apoyar el alzamiento [Intifada] de los jóvenes hacia un futuro más brillante para los iraquíes y a llevar a juicio a los que robaron las riquezas de la nación. El anuncio insiste en que Irak no se convertirá en «un estado talibán ni tampoco en wilayat al-faqih [el «mandato del jurisprudente» – una referencia al régimen clerical de Irán.] Lo más notable es el llamado a las fuerzas de seguridad a no dirigir sus armas contra «vuestros hijos y hermanos. Defiéndanlos y apóyenlos. Ellos son su futuro». Los organizadores dijeron que todas las pancartas llevadas por los manifestantes serán en apoyo a un Irak independiente y unificado que carecerá de sectarismo.
Apoyo del clero a la manifestación
El apoyo del clero, tanto chiíta y sunita, comenzó a galvanizar el 18 de febrero en los sermones de los viernes en las mezquitas por clérigos y predicadores que apoyaron con fuerza a favor del derecho de los iraquíes a manifestarse. Liderando el camino estuvo Abd al-Mahdi al-Karbala’i, el representante especial del Gran Ayatolá Ali al-Sistani. En su intervención en la Gran Mezquita en la ciudad santa de Nayaf, Al-Karbala’i expresó su apoyo al derecho legítimo del pueblo «a protestar y manifestar» para exigir sus necesidades básicas, elevar su nivel de vida y reducir sus sufrimientos.
Otro clérigo, Sayyed Sadr al-din al-Qabanchi del Consejo Supremo Islámico, se ofreció para tomar las calles «con el fin de lograr las demandas legítimas del pueblo». Este denunció a aquellos que argumentaron que los manifestantes tienen una motivación política e insistieron en que están protestando en las calles contra la corrupción y los pésimos servicios públicos. Este agregó enfáticamente que tenía en su poder documentos que implican a jueces de alto nivel en actos de corrupción. También acusó a los ministros iraquíes de electricidad y comercio de derrochar billones de dólares en ofertas ficticias. [3]
El gran impulso para los organizadores fue entregado por el propio al-Sistani así como también por los clérigos sunitas, los sindicatos, los jefes tribales y la sociedad civil. Al-Sistani confirmó los derechos de los iraquíes a manifestar contra la corrupción y la falta de servicios públicos y dieron instrucciones a sus representantes en todas las provincias para que apoyen a los manifestantes siempre y cuando permanezcan pacíficos y eviten el maltrato a la propiedad pública o privada. Sheikh al-Assaf Duleimi, clérigo sunita, elogió la postura de al-Sistani, que, al Duleimi dijo, es coherente con la postura nacional y popular. [4]
Un gobierno asustado hace promesas
Ante el temor de que la manifestación de masas, referida en la prensa iraquí como «la Gran Revolución Iraquí», «la Protesta en Internet» o «el Pan de la Revolución,» podría convertirse en un levantamiento popular contra el gobierno, el Primer Ministro Nouri al-Maliki recurrió a una combinación de promesas y amenazas. Para el próximo verano, al-Maliki, entonó que pequeñas ciudades y pueblos se les suministrarán sus propios generadores y serán cortados de la red nacional para liberar más energía a los habitantes de la ciudad. Este dijo que dentro de año y medio, Irak será un exportador y no importador de electricidad. También se comprometió a garantizar la disponibilidad interrumpida de los suministros de alimentos para los titulares de la tarjeta de racionamiento de alimentos. A tal efecto, el gobierno ha decidido cancelar la compra de un escuadrón de aviones de combate F-16 y, en cambio, reasignar el dinero para comprar productos alimenticios. También ha suspendido indefinidamente las regulaciones anteriores que han impuesto aranceles, de hasta 80% en algunos casos, sobre los bienes importados y materias primas.
A principios de mes, el gobierno decidió otorgarle a todos los iraquíes una prestación equivalente en efectivo a $12 para compensar la escasez de alimentos subvencionados dados bajo el sistema de racionamiento. [5]
Advertencias a los manifestantes
Al-Maliki también hizo una advertencia. En una reunión con los jefes tribales y, más tarde, con los maestros el 22 de febrero, al-Maliki, advirtió que algunos grupos políticos que no nombró podrían tomar ventaja de las manifestaciones para derrocar al régimen del [que se refirió como el proceso político], acusando a los portales que «glorifican y promueven el antiguo régimen». Este se refería a Facebook y Twitter, usados por los organizadores para movilizar a la juventud.
Sin embargo, les aseguró a los manifestantes que las fuerzas de seguridad los protegerían. Su promesa se hizo a raíz de un ataque lanzado la noche anterior por unos 60 individuos armados con cuchillos sobre los manifestantes que estaban acampando en la Plaza Tahrir (Liberación) en el centro de Bagdad, en el ataque, una persona murió y otros fueron heridos.
Algunos observadores han advertido que la sociedad iraquí es tribal y que si hechos similares se producen durante la manifestación masiva, el proceso político se volverá sangriento o incluso puede colapsar. [6]
Mientras tanto, el gobierno decidió cerrar la mayoría de las carreteras que conducen a la provincia de Anbar, en la frontera con Siria, a causa de una preocupación real de que elementos de Al-Qaeda podrían hacer daño a los manifestantes. De lo contrario, ningún toque de queda fue planeado para el viernes [7] ‘Ali al-Dabbagh, portavoz del primer ministro, dijo que el gobierno «no le teme a las manifestaciones, sino que teme por la vida de los manifestantes». [8]
Para disuadir a los manifestantes, o asustarlos a que se retiren, el Ministerio del Interior, que está a cargo de la Policía Nacional, emitió un comunicado donde, basándose en información de inteligencia, Al Qaeda y elementos del Partido Baath utilizaran atacantes suicidas y coches bomba para causar el mayor número de bajas entre los manifestantes. De la misma manera, el alto funcionario militar que se encarga de las operaciones militares en Bagdad ha emitido órdenes previniendo a los medios de comunicación cubrir directamente la manifestación. [9] El gobierno también ha cerrado las carreteras que conducen a la Plaza de la Liberación, lo que sugiere que está activa participando en la colocación de obstáculos en frente de los manifestantes, a pesar de su supuesto compromiso con el derecho del pueblo para protestar y manifestar como lo garantiza la constitución.
Ministros y parlamentarios son llevados al aeropuerto
Ante el temor de la ira contra los políticos muy mimados y a menudo corruptos, muchos diputados y ministros han salido de Irak con sus familias en los últimos dos días hacia países vecinos, con el pretexto de hacer negocios oficiales en el extranjero. Otros diputados están visitando las provincias para hablar con los jóvenes que se preparan para participar en «el viernes de ira». [10]
En previsión de lo que podría ser un conflicto prolongado, los iraquíes han estado acaparando alimentos por temor, como dijo una mujer, que esto será como Egipto y la gente dormirá en las calles. También hay una preocupación genuina de que la inestabilidad podría volver a Irak. Mientras tanto, los precios siguen subiendo. [11]
La conexión iraní
Los organizadores convocan un estado que no será tomado como modelo del wilayat al-faqih pareciendo tener un tono subyacente secular, si no anti-iraní. No siendo sorprendente que dos de los más firmes partidarios de Irán en Irak – el líder del movimiento sadrista Muqtada al-Sadr, quien es el político más anti-estadounidense en Irak y el jefe del Consejo Supremo Islámico Ammar al-Hakim – le han pedido a los organizadores que le den tiempo al gobierno para cumplir con sus compromisos. La llamada pasó desapercibida.
Al-Sadr, quien regresó anoche de Irán, tan repentinamente como había salido de Irak hacia Irán en enero, ordenó a sus seguidores llevar a cabo un referéndum para medir el grado de insatisfacción de la gente con el nivel de servicios, sólo después de que los resultados lleguen apoyara una manifestación pacífica. Esto va en contraste con Al-Sistani, quien tomó un camino completamente diferente apoyando abiertamente la manifestación, este puede no tener una elección si quiere permanecer siendo relevante.
Conclusión
Teniendo en cuenta la historia de Irak, con sus ocasionales estallidos de violencia, una manifestación de masas como la prevista para el viernes podría salirse fácilmente fuera de control y degenerar en saqueos masivos y el quebrantamiento del orden público. La preocupación por el futuro del proceso político en Irak parece estar plenamente justificada.
Los propios organizadores, principalmente estudiantes universitarios, no son de la misma opinión sobre lo que esperan lograr. El tema central ha sido la reforma de la administración o el cambio de régimen y, en este último caso, el cambio a qué forma. El gobierno advierte contra los provocadores, pero podrá enviar a sus seguidores con sus banderas a que causen confusión.
En este momento, todo fluye, para mañana, todo es posible. Sin tomar riesgos, la zona de seguridad «Zona Verde» está en alerta máxima y el Banco Central se rumorea que ha trasladado sus objetos de valor y moneda extranjera a sitios más seguros. [12]
Mientras que profesan lealtad a la constitución y al derecho del pueblo iraquí a protestar, el gobierno iraquí no escatima esfuerzos – incluyendo la prohibición de camiones móviles de la televisión en la escena y el cierre de carreteras que conduce a la Plaza de la Liberación – para socavar los esfuerzos de los organizadores con el fin de organizar la gran manifestación de mañana. Los esfuerzos de los organizadores en escenificar la gran manifestación y la lucha del gobierno por evitarla, serán sometidos a prueba mañana – e Irak será testigo de una gran reunión de jóvenes que manifestaran pacíficamente, como en Egipto, o un descenso en la violencia, de acuerdo con la tradición política iraquí.
Anexo: Primera Parte de la Proclamación No. 1
ادعموا انتفاضة شبابكم من اجل مستقبل افضل للعراقيين
بيان رقم1
التأريخ 20 شباط2011
ادعموا انتفاضةشبابكم من اجل مستقبل افضل للعراقيين
نعم…نعم…نعم للحريات والف لا لكتم الافواه
حاسبوا سراقثرواتكم واقيموا دولة العدالة والمساواة
لا لنيكون العراق دولة لطالبان ولا ولاية للفقيه
المجدللعراق…والنصر لشبابهالمنتفض
شباب 25 شباط
جمهورية العراق – بغداد
*El Dr. Nimrod Rafaeli es analista senior en MEMRI.
[1] Al-Zaman, Irak, 22 de febrero, 2011.
[2] La primera parte de la proclamación se encuentra en el anexo.
[3] Al-Hayat, Londres, 19 de febrero, 2011.
[4] Al-Hayat, Al-Sharq Al-Awsat, Londres, 22 de febrero, 2011.
[5] Alsumarianews.com, 22 de febrero, 2011.
[6] Alsumarianews.com, 22 de febrero del 2011; Ikhnews.com, 22 de febrero, 2011.
[7] Al-Mada, Irak, 23 de febrero, 2011.
[8] Al-Sabah al-Jadid, Irak, 23 de febrero, 2011.
[9] Al-Zaman, Irak, 24 de febrero, 2011.
[10] Ikhnews.com, 22 de febrero, 2011.
[11] Alsumaria.tv, 23 de febrero, 2011.
[12] Al-Hayat, 24 de febrero, 2011.