En un artículo titulado «Adonde Quedan los Arabes y Musulmanes en la Edad del Arrepentimiento y el Perdón?» la autora e investigadora liberal tunecina Dra. Iqbal Al-Gharbi escribió sobre la actual proliferación mundial de disculpas públicas por los pecados del pasado, y la ausencia eminente de este fenómeno en el escenario árabe y musulmán. Publicado en el nuevo portal reformista http://arabiliberali.it /, Al-Gharbi declaró que los musulmanes deben responsabilizarse por su pasado, deben dejar de culpar a otros, y deben ser autocríticos. [1]

Lo siguiente son extractos de su artículo:

La ola de disculpas y arrepentimiento en el mundo nos ha pasado por encima

«… En años recientes, una ola de purgar conciencias, disculpas, y arrepentimiento de los tiranos y gobernantes del mundo nos ha pasado por encima. La lista de aquéllos que están arrepentidos y quiénes buscan el perdón y la disculpa es larga:

«La Iglesia católica se disculpó por su antigua posición hacia los judíos y por la Inquisición… la sociedad francesa fue hecha añicos con remordimiento por su posición en el juicio a Dreyfus, y por su posición respecto al gobierno de Vichy que colaboró con los nazis, y se abrió [a la discusión] el asunto de las odiosas desapariciones y torturas que tuvieron lugar en su antiguo protectorado Argelia.

» Suiza sufre remordimientos de conciencia respecto a su posición neutra [en la Segunda Guerra Mundial]. el Primer Ministro británico Tony Blair se disculpó con los irlandeses, y Rusia se disculpó públicamente con el pueblo de Europa Oriental por el daño hecho a ellos en el pasado. Africa del Sur estableció una comisión para exponer los hechos [históricos] respecto al régimen del apartheid y para la reconciliación pública…

«Por primera vez en la historia, este noble fenómeno [de autocrítica] incluye también a países árabes como Marruecos, el cual estableció una comisión para la justicia y la reconciliación y organizó testimonios públicos, presentados en la radio y la televisión, por las víctimas de la tortura que habían padecido de raptos, abusos, y de juicios arbitrarios durante los últimos 40 años… Similarmente, Argelia votó por una paz nacional y una carta constitucional de reconciliación, en un esfuerzo por sellar la sangrienta guerra civil de la última década…

Incluso el ‘Nuevo Imperio’ [los Estados Unidos]… no oculta su cargo de consciencia respecto a a la esclavitud que los negros americanos sufrieron durante siglos, y con respecto a las víctimas inocentes de la guerra de Vietnam…

Nosotros, los musulmanes, todavía insistimos en que siempre somos inocentes – y siempre víctimas

«En este contexto del despertar de la conciencia de naciones que buscan poner fin al triste pasado y continuar hacia una fase más humanitaria y benévola, los musulmanes… se resisten a estos ejemplos…

«Nosotros todavía insistimos en que siempre somos las víctimas, y que siempre somos inocentes. Nuestra historia es angélica, nuestro imperialismo fue una conquista de bienvenida [futuhat], nuestros invasores [ghuzah] fueron libertadores, nuestra violencia fue un Jihad santo, nuestros asesinos fueron Shahids, y nuestros entendimientos defectuosos del Corán y la diaria violación de los derechos de las mujeres, niños, y minorías fueron un Shari’a tolerante.

«Desde que nuestras sociedades han sabido, a la fecha, sólo una cultura de resentimiento… de odio, y de búsqueda de venganza – [la pregunta surge] si somos capaces de reconsolidar las relaciones culturales, morales, y humanas con el otro?… Es posible para nosotros abandonar nuestra herencia cultural actual que está llena de grandes ilusiones y del denigrar al otro?…

«No hay ninguna duda que la agresión, las invasiones, y los actos salvajes de aniquilación están grabados en la historia humana y esparcidos a través del globo – entre ambos musulmanes y no-musulmanes. Pero lo que nos diferencia hoy de los otros es la magnitud de nuestra consciencia de la historia… y al punto en el cual justificamos [eventos pasados] en nombre del Islam…

«Por qué insistimos en embellecer nuestra historia y vivir fuera de esta?»

«Lo qué debe encabezar nuestra agenda hoy es la reexaminación de nuestra rica y compleja historia islámica… [Aun] lo que está sucediendo hoy es un intento por falsificar nuestra historia… en línea con los movimientos islamistas extremos que llaman a… un retorno a la ilusión de la pureza de la era de los primeros califas.

«Esto llega en un momento cuándo los hechos históricos muestran claramente que el [primer estado islamista] que nosotros ennoblecemos con una naturaleza idílica fue un estado de disputa civil… Por qué ocultamos los hechos y estamos desencaminando a nuestros hijos? ¿Por qué no llamamos las cosas por su nombre, y las colocamos en su contexto histórico? ¿Por qué insistimos en embellecer nuestra historia y vivir fuera de esta?

«La nueva atmósfera ideológica [en el mundo] nos obliga a que adoptemos los derechos humanos, y de tratar a estos derechos como un valor cultural y como un logro – no como una mera maniobra táctica, esperando por un cambio en el equilibrio internacional de poder, o por el establecimiento de un califato islámico…

«Debemos tomar varios pasos prácticos:

«El [mundo] islámico debe renunciar, de una vez por todas, al Islam que está inundado con acusaciones de incredulidad y de alevosía [en contra de otros musulmanes], que divide el mundo en el bando del Islam y el bando de la incredulidad, el bando de la guerra y el bando de la paz. Esta división destruye cualquier diálogo serio entre las religiones y culturas.

Debemos disculparnos con los cristianos y los judíos

«Debemos renunciar a las leyes dhimmi que plenan los libros de jurisprudencia, y disculparnos con los cristianos y las minorías judías [por el pasado]. Debemos poner fin a nuestro cambiar de los hechos, y a las miserables fabricaciones que creamos en un esfuerzo por demostrar que estas minorías disfrutaron de un estatus alto en el estado islámico, basados en eventos históricos específicos presentados de un modo truncado y no en su totalidad.

«El mejor ejemplo de esto es el famoso Pacto de Omar que presentamos como el ejemplo supremo de tolerancia y coexistencia [cuando de hecho colocó restricciones en las minorías].

Debemos disculparnos con los africanos por el comercio de esclavos

«Debemos evaluar la historia islámica objetivamente, y emitir una disculpa pública histórica a los africanos que fueron raptados, esclavizados, y expulsados de sus hogares… Los árabes y los musulmanes jugaron un papel regular en este aborrecible comercio. Ellos solos causaron el desarraigo de 20 millones de personas, de entre las víctimas del comercio de esclavos que sumaron más de 400 millones de personas.

Debemos disculparnos con los isma’ili, bahai, alawi, y drusos

«Debemos disculparnos con las minorías religiosas y las pequeñas escuelas de pensamiento islámico, tales como la isma’ili, la bahai, la alawi, y la drusa, por la humillación y la denigración que sufrieron [bajo el mandato musulmán].

«Por qué los sunnis no le piden perdón de los chi’itas por la matanza de Karbala [en el 681], y por el asesinato de Hussein [el nieto del Profeta Muhammad], como para poner fin al pasado doloroso – igual que el Vaticano [pidió] perdón por [sus acusaciones contra los judíos por] el asesinato de Jesús…

«Cargando con la responsabilidad de nuestros hechos y errores, abandonaremos nuestro propio agrandamiento narcisista. La psicología nos enseña que cada persona y cada grupo cultural se vuelve más maduro mientras se mueven de la fase de colocar la responsabilidad y culpa en los otros a la fase del autoexamen y la autocrítica…»


[1] Metransparent, 17 de octubre, 2005.