En una entrevista de abril del 2009 con el diario kuwaití Al-Nahar, el intelectual y dramaturgo egipcio ‘Ali Salem habló largo y tendido sobre su primera visita a Israel hace 15 años, y sobre el libro que escribió después de esta visita. Dijo que el viaje había llevado el ostracismo a los intelectuales de Egipto, porque habían sido forzados a enfrentar la verdad y emprender un nuevo camino de paz para lo que no estaban preparados. Salem añadió que su deseo de visitar Israel había sido inspirado por la valiente iniciativa del presidente egipcio Anwar Sadat de reconciliación con Israel, y también por un simple deseo de conocer el otro lado y «liberarse a si mismo del odio». Concluyó que la paz ofrecía muchos beneficios para Egipto y para la región en general.
Lo siguiente son extractos de la entrevista: [1]
«Mi generación no puede superar el dolor de 1967; todos los ataques contra mí fueron porque los obligue a que enfrentaran la verdad»
Entrevistador: «Hoy, 15 años después de su [primera] visita a Israel y la publicación de su libro, Un Viaje a Israel, [2] ¿qué significa la fecha 7 de abril, 1994 [es decir, que significa para usted la fecha en que se embarcó en este viaje]? ¿Cómo ve usted este viaje ahora, y qué recuerdos tienes de este?
Salem: «Tengo un montón [de recuerdos], ya que [para el momento], yo con valentía puse el caballo delante de la carreta, porque quería ser el primero en tomar la iniciativa y pasar de los tiempos de guerra a los tiempos de paz, en una época en que cada uno de nosotros tuvo que decidir por sí mismo qué hacer.
«Mi viaje plantea un serio desafío para los intelectuales egipcios y para toda la sociedad egipcia. Este desafío se puede resumir en la [siguiente] pregunta: ¿Cómo vamos a tratar a esta pequeña sociedad junto a nosotros [es decir, a la sociedad israelí]? La realidad nos ha obligado a embarcarnos en una campaña por la paz con la sociedad que nos derrotó sin piedad en 1967. Mi generación no puede superar el dolor de 1967. Todos los ataques sobre mí fueron porque los obligue a que enfrentaran la verdad. Hice que tomaran acciones y comenzaran una nueva forma de vida, y eso fue doloroso para ellos. Yo quería que tomaran un camino que requiere valentía y creatividad. Pero son perezosos.
«Los ataques y la invectiva en las que incurrí no eran nada inusual. Usted no encontrará a nadie que abiertamente reconozca que está en contra de mí, sin embargo, existe un consenso general para arruinar mi buen nombre y difamar a mi personaje.
«En 1996, cancelaron mi membresía en la Asociación Egipcia de Cine, donde fui miembro de tres departamentos: libretista, dirección y el de actuación. Después que me interrogaron, les pregunté: ‘Qué reglamentación viole para que me expulsen? Encontré que [la Asociación] no tenía reglas contra la normalización, pero que había aprobado una resolución que prohíbe específicamente la cooperación artística con Israel…
«Por cierto, mi expulsión de la Asociación de Cine despertó escaso interés público. Sin embargo, cuando fui expulsado de la Asociación de Escritores de Egipto en el 2001, hubo un alboroto. Especialmente cuando fui a la corte, la cual restableció mi membresía – pero luego renuncie por mi propia voluntad».
Entrevistador: «Creo que alguien en el otro lado [es decir, en Occidente] le está ayudando».
Salem: «Por supuesto, [obtengo] apoyo moral. [También tengo el apoyo] de varios amigos en el mundo árabe y Egipto, pero el costo es muy alto. Durante 15 años, la gente me ha injuriado e insultado en todos los canales de televisión por satélite, y no tengo [la fuerza] para defenderme».
Entrevistador: «Usted describe la ayuda que esta recibiendo de la otra parte como apoyo moral, pero creo que es a veces apoyo material [también]. En noviembre pasado, por ejemplo, usted recibió un premio de 50.000 dólares en los Estados Unidos, no es esto apoyo material?
Salem: «[Lo que recibí] fue un premio muy reconocido al coraje civil otorgado por la Fundación John Train. Este es concedido a personas comunes y corrientes que ‘resisten el mal a través de un gran riesgo personal’. Yo apliqué en dos ocasiones [antes], pero sólo lo conseguí la tercera vez…»
Llegué a Israel por pura curiosidad natural humana
Entrevistador: «Regresemos un poco. ¿De dónde provino esta idea, y qué motivó su decisión [de visitar Israel]? Leí su libro Un Viaje a Israel, y vi que usted describe su viaje de la siguiente manera: ‘Este no era ningún viaje de amor, sino un serio intento de deshacerme del odio’. ¿Es eso realmente lo que pasó? Así de simple y romántico?»
Salem: «Hay una película de la década de los 60 llamada Vienen los Rusos. Trata de la Guerra Fría y se burla de los políticos en ambos lados. Creo que esta película [definitivamente] significó el fin de la Guerra Fría. Al comienzo de esta película, un submarino ruso se acerca a la costa norteamericana y queda atascado en el barro. El capitán y los marineros echan un vistazo a la costa a través de un telescopio y se sorprenden. Cuando el comandante en jefe pregunta: «Por qué estamos tan cerca de ellos? el comandante responde, ‘Quiero ver los Estados Unidos. Es una curiosidad natural y humana [el querer conocer el otro lado]’.
«Esta frase tuvo un gran impacto sobre mí. Ese tipo de curiosidad puede ayudarle a uno a superar todos los obstáculos».
Entrevistador: «Seguramente esa frase, que quedó grabada en su mente consciente o inconsciente, no es el único factor que provocó su decisión de visitar [Israel]».
Salem: «Curiosidad fue la razón principal. Por eso fue que escribí mi libro. Quería ver a Israel de cerca, al igual que ese comandante de submarino quería ver los Estados Unidos, a pesar de que yo era abiertamente hostil a su país. [Quería ver de cerca a Israel]. Cuando el soldado en el [cruce] de la frontera me preguntó: ‘Por qué está de visita en Israel’? Yo le respondí: «Para verlo y conocerlo'».
La iniciativa de paz de Sadat fue un paso de notable coraje humano
Entrevistador: «Yo respeto su derecho de tratar de conocer [el otro lado], pero ¿podría usted [realmente] olvidarse de los restantes 50 años – los huesos de los mártires y los escombros de [nuestras] aldeas en ruinas, nuestros hogares y la patria? ¿Cómo deshacernos de ellas? ¿Cómo dejar atrás esos recuerdos? [Me enteré de que] no se atrevió a decirle a su familia de sus planes. Usted telefoneó a su hija desde Al-‘Arish para decirle».
Salem: «Eso es correcto. Si les hubiese dicho habrían llorado y estuvieran heridos, y eso podría haber sacudido mi determinación de hacer el viaje…
«Después de la guerra de 1973, hubieron conversaciones, y las [dos partes] firmaron un tratado de retirada. En ese momento, estábamos [ya] en el camino hacia la paz. Luego vino la iniciativa de Sadat, que constituyó la piedra angular de mi idea [en visita Israel].
«Ese fue el punto de inflexión. Fue un paso de un [notable] valor humano y un momento dramático [creado por] Sadat. Fui testigo de ese momento, y simpatizó con él. Pude entender el valor que tuvo.
«El día que [Sadat anunció su] iniciativa, yo estaba sentado en el Café Riche [en el Cairo]. En medio de una tormenta de intelectuales furiosos y palabras altisonantes, expresé mi opinión sobre [Sadat] y mi apoyo a lo que había hecho. No nos olvidemos que la guerra de 1973 había terminado, y que a pesar del inmenso éxito del [ejército egipcio] en cruzar el canal de [Suez], la guerra había terminado con el ejército israelí dentro del Sinaí, a 90 kilómetros del Cairo…»
«La oposición en retrasar la normalización ha perjudicado a Egipto, así como también a la causa palestina»
Entrevistador: «Así que la iniciativa de [Sadat] fue el comienzo».
Salem: «Sí, y después de leer los acuerdos de paz, no quise engañarme a mí mismo. Comprendí que Sadat había sido un gigante en la iniciación y negociación [del tratado de paz]. Durante ese tiempo, también entrevisté a israelíes en el Cairo. Un viaje a Israel no estaba en la agenda [para ese entonces], por dos razones. Primero, los israelíes aún no se habían retirado de los territorios egipcios. En segundo lugar, no había ningún indicio, especialmente después de la muerte de Sadat, de una solución inminente al problema palestino».
Entrevistador: «Y hasta este mismo día, Israel evita la búsqueda de una solución justa y comprensiva a este problema».
Salem: «Es cierto, pero qué pasa con los Acuerdos de Oslo… [en donde] cada parte reconoce al otro? Para mí, los [Acuerdos] de Oslo fueron muy significativos, y tuve que llamar la atención a los mismos. Además, [sentía] que no tenía más remedio que darme cuenta de mi deseo, y conocer a esta gente [es decir los israelíes] y ver lo que estaban haciendo».
Entrevistador: «Así que uno ve el acuerdo de paz como una recurso muy importante [para Egipto], y los Acuerdos de Oslo como una victoria política. Pero otros ven estos ‘ milagros’, tal como usted los describe, pasos en la escala de las concesiones».
Salem: «Ese es el problema. Existe una opinión predominante de que la paz es un [acto de] echarse para atrás. Un individuo, ingeniero con un doctorado, experto en el conflicto árabe-israelí, me dijo durante la invasión israelí de Gaza en [diciembre del 2008]: «No hay necesidad de derogar el acuerdo de [paz Egipto-Israel], [pero] podemos congelar algunos de sus artículos’. ¿Cómo podemos hacer esto? Esa manera de pensar es flagrantemente irresponsable.
«Otro hombre me dijo: ‘Por qué necesitamos de la iniciativa de paz [en primer lugar]? Después de todo, cruzamos el canal. Podíamos haber esperado en silencio durante otros cinco años y luego comenzar otra guerra’. Qué bien! ¿Nos habría dejado Israel que [nos] sentáramos en silencio durante cinco años, o incluso durante un día?…
«Todo se reduce a esto: [una elección entre] la guerra y la paz. Cualquier intento de maniobrar entre los dos es una aventura destinada a terminar en la derrota de Egipto. La oposición en retrasar la normalización ha perjudicado a Egipto, así como a la causa palestina…»
Para ver el despacho en su totalidad en inglés y lo que opina ‘Ali Salem sobre Irán haga clic por favor en el siguiente enlace: http://www2.memri.org/bin/latestnews.cgi?ID=SD255509