El 21 de agosto del 2006, el diario saudita en línea Al-Iqtisadiyya publicó un artículo de la conferencista universitaria saudi Dra. Hatoon Ajwad Al-Fassi titulado «El Extremismo de los Musulmanes en Occidente y Nuestra Responsabilidad». En este, ella se preguntó cómo puede ser que los estudiantes musulmanes en las universidades del Reino Unido conducen, junto con las actividades normales del estudiante, actividades islámicas que son acordes con el racismo, el separatismo, el extremismo, y la discriminación contra las mujeres.
Lo siguiente son extractos del artículo: [1]
«Manchester… estaba repleta de jóvenes musulmanes británicos-asiáticos que comprendieron que la educación era la vía para combatir… la marginalización»
«… En mi artículo anterior, escribí sobre los elementos de la identidad de la comunidad musulmana [en el Reino Unido], que van desde el racismo británico y la marginalización socio-política-económica [de los musulmanes], hasta los vientos del extremismo [musulmán] que ha llegado desde los desiertos [árabes] hasta la isla [de Bretaña] y han comenzado [a barrer sobre] la juventud musulmana que está en una búsqueda constante de su propia identidad.
«En los años 90 Manchester estuvo – y todavía está – repleta de jóvenes musulmanes británico-asiáticos que comprendieron que la educación era la manera de combatir esta marginalidad, y nosotros comenzamos a verlos en números no insignificantes en las cuatro universidades de Manchester. Además, [los musulmanes] mantuvieron una fuerte presencia [en estas universidades] estableciendo asociaciones islámicas bajo las organizaciones [generales] de estudiantes en cada una de las universidades. Esto les permitió que celebraran muchas actividades islámicas, humanitarias, y sociales tales como el romper el ayuno [e.d. banquetes] para los estudiantes que ayunan, celebración de festividades, etc.
«[Los participantes en estas actividades incluyeron] a muchos estudiantes varones y hembras que tuvieron éxito en lograr un alto nivel de coordinación entre las asociaciones islámicas en las universidades… Por medio de la lucha democrática, estas asociaciones pudieron obtener un lugar permanente asignado a los rezos en la universidad, que los estudiantes masculinos y femeninos [musulmanes] tuvieron el cuidado de constantemente cuidar, no sólo para los rezos sino también para mantener a grupos religiosos de estudio y de estudio del Corán… Los viernes presentaron un cuadro maravilloso, mientras los estudiantes musulmanes de esta ciudad respondieron a la llamada [a los rezos, y oraron] antes de que se esparcieran para almorzar en los restaurantes de shawarma y kebab en el área, o regresaran a los vestíbulos de lectura y a la biblioteca…»
«Yo no recuerdo una sola semana en que no sentí la provocación que surge de los sermones del Viernes»
«Pero quizás aquí necesito completar en la escena con lo que estaba pasando lateralmente los viernes, y especialmente en los sermones. Yo no recuerdo una sola semana en que no sentí la provocación que surge de los sermones del Viernes. Había siempre un predicador diferente todas las semanas, de acuerdo con cualquiera que estuviera disponible.
«Raramente, uno de los estudiantes se tomaría para si mismo el dar el sermón. Pero en la mayoría de los casos la persona que da el sermón era alguien considerado de ser capaz y exitoso en hablar en público. Porque gente como esta es difícil de encontrar, fuimos testigo de sermones que goteaban con el olor del racismo, el separatismo, el extremismo, y la discriminación contra las mujeres. Ya que la mayoría de los feligreses eran jóvenes sin experiencia religiosa, tales como, por ejemplo, la [experiencia] provista por nuestro ambiente [saudita], ellos aceptaron estas declaraciones sumisamente y pensaron que el Islam defiende la discriminación contra las mujeres, contra cada musulmán que discrepa con nosotros, o contra ‘el Pueblo del Libro’ [e.d. los judíos y cristianos] entre quienes convivimos…
«Sólo raramente el predicador se dirigía a las mujeres, a quienes él no podía ver durante la ceremonia; el sermón sólo era dirigido a los hombres. La situación alcanzó el punto dónde el predicador daría [a veces] su sermón en árabe, y dice que cada musulmán debe saber árabe fluidamente, y si no lo sabe, esto lo retractaría de su religión. Esto hizo que los musulmanes occidentales [sintieran] una forma permanente de inferioridad a los árabes, que se presentan a si mismos como los únicos que llevan [el mensaje] de la verdadera religión, mientras [de hecho] ignoraron la verdadera llamada del Islam, a quienes les fue dirigido [e.d. a toda la humanidad], y que levantaron su estandarte. Muchas declaraciones [en los sermones] estaban, en mi opinión, cargadas con racismo y parcialidad – y yo le intento clarificar a las mujeres… que el predicador estaba expresando su opinión personal, y no la religión del Islam en todo su amplio alcance».
A pesar de las regulaciones universitarias contra la discriminación, «las mujeres escucharon [las conferencias] detrás de un panel separador»
«Gradualmente, encontramos que la actividad de la asociación islámica se caracterizó por un carácter extremista, que es de hecho contradictoria a su condición [como organización estudiantil], así como también los lugares dónde estas actividades estaban siendo celebradas. Para las conferencias a los que fueron invitados conferencistas de fuera de Manchester, se asignaron dos vestíbulos – uno para mujeres y uno para hombres, para que las mujeres escucharan [la conferencia] desde la parte de atrás de un separador, o a través de un micrófono [e.d. un monitor], ya que la tecnología de circuito cerrado de televisión no les había llegado todavía. O los encontraría asignando asientos en la parte de atrás para las mujeres, como si estuviéramos orando en una mezquita. O, eran temerosos de la presencia de mujeres, y no sabían qué hacer y cómo actuar con las mujeres británicas – quiénes de ninguna manera aceptan las posturas discriminatorias contra las mujeres que fueron llevadas a tales eventos. Y luego, [debido a nuestras objeciones,] los organizadores del evento se retractarían de sus declaraciones – entrando así en [un estado de] contradicción interna.
«Lo que fue aun más extraño era que todas estas actividades fueron llevadas a cabo en la universidad, uno de cuyos estatutos prohíbe la discriminación entre los estudiantes en base al sexo, raza, o religión, y donde todos éstos estudiantes [musulmanes varones] estudiaron junto con sus hermanas musulmanas en conferencias, mañana y tarde, así como también con las [estudiantes hembras] no-musulmanas…
«En los alrededores de estas reuniones uno podía encontrar folletos religiosos con fatwas sobre asuntos de cómo actuar hacia un no-musulmán, hacia una mujer, y otros asuntos de controversia en la vida diaria, traducidos en cada idioma, y especialmente en inglés. Estos folletos aburrieron al imprimátur de concejos del más prominente ‘ulama en los países islámicos, que, hasta donde [estos estudiantes] les concerniera, constituirían la fuente de autoridad sobre la conducta y la ley religiosa [apropiada]».
Antes de que estos jóvenes entendieran el espíritu del Islam, su moral, su tolerancia, y el altísimo mensaje… ellos ya habían [absorbido] el odio de los no-musulmánes y… de algo que venía de la civilización occidental
«Antes de que estos jóvenes hayan entendido la moral del Islam, su tolerancia, su espíritu, y su alto mensaje que llevó a la gente de lejos y de cerca a adoptarla… ellos ya diligentemente [absorbieron] el odio de los no-musulmanes y el odio de algo que viene de la civilización occidental – o incluso de la civilización islámica [no-fundamentalista], y ya ha discutido los asuntos polémicos tales como el velos para las mujeres, la música, y hasta la fotografía, como parte de las pautas religiosas que ellos reciben de los jeques que ocasionalmente visitan [Arabia Saudita], Pakistán, y otros países dónde tienen este mismo [sistema] dogmático de escuelas de estudiantes de un solo sexo…
«Yo vi a muchas gente joven, hombres y mujeres quienes están sumamente enfermos por las actividades de sus colegas, que son contradictorias a su ambiente europeo e incluso a su ambiente paquistaní o indio. Algunos de ellos han comenzado a retirarse e intentan ignorar cualquier cosa que tenga que ver con el Islam, mientras otros encuentran que el extremismo es [una herramienta] por medio del cual pueden beneficiarse de una autoridad que no tienen en sus ambientes regulares».
[1] http://www.aleqtisadiah.com/article.php?do=show&id=2979, 21 de agosto, 2006.