El 12 de marzo, 2021 el medio de comunicación estatal del Partido Comunista Chino Global Times publicó una entrevista con el experto ruso Oleg Ivanov, vicerrector de investigación en la Academia Diplomática de la Cancillería de Rusia. En la entrevista, Ivanov elogió los méritos de una mayor cooperación entre China y Rusia.

Según Ivanov, Rusia y China son socios y pueden ayudarse mutuamente a fin de «superar» las sanciones impuestas por Occidente, afirmando lo siguiente: «Podemos garantizar nuestra seguridad y prosperidad si trabajamos juntos. Si estamos separados, haremos posible que Occidente imponga su voluntad sobre nosotros. Occidente no necesita rivales poderosos que pongan en duda su supremacía». Este añadió que la presión ejercida por Occidente sobre Rusia y China ha unido a los dos países, ya que «Pekín y Moscú entendieron que deberían unir sus esfuerzos para resistir a estas presiones ejercidas por Occidente».

Ivanov explicó que «algunas voces en Occidente» piensan que China y Rusia son solo «amigos que comparten beneficios mutuos, pero que los dos países son más que eso, ya que comparten la misma postura sobre el cómo debería ser el mundo, es decir, «un mundo que avanza hacia la multipolaridad» que desafía la unipolaridad de Occidente.

Este concluyó expresando las aspiraciones de China y Rusia por un «nuevo orden mundial», bajo el cual «no habrá más esfuerzos de dominación de los países occidentales al mundo, imponer sus llamados valores democráticos a los demás y organizar revoluciones coloridas, desestabilizando la situación en otros países».

A continuación se pueden leer las declaraciones de Ivanov, publicadas por el diario Global Times:[1]

Oleg Ivanov, vicerrector de investigación de la Academia Diplomática de la Cancillería de Rusia en Moscú. (Fuente: Twitter.com/DipacademyMID)

‘La presión ejercida por Occidente dirigida hacia Rusia y China hizo que estos dos países se juntaran’

«Una reciente encuesta realizada en conjunto con el Chicago Council on Global Affairs-Levada Analytical Center concluye que la población rusa ve pocas desventajas en la creciente relación bilateral con China. Según la encuesta, tres de cada cuatro rusos encuestados expresan opiniones favorables respecto a China. Aunque en los círculos políticos rusos y en la población en los últimos años mostraron una mayor preocupación de que lazos más estrechos conduzcan a una fuerte dependencia de China, la mayoría de los rusos encuestados (56% para ser más exactos) dice que la cooperación activa de Moscú con Pekín no está incrementando la dependencia de Rusia en China. ¿Puede la relación China-Rusia ser un modelo para las relaciones de las principales potencias? El diario The Global Times entrevistó a un experto ruso para que comparta sus puntos de vista.

«Oleg Ivanov, vicerrector de investigación, Academia Diplomática en Moscú.

«Puede que existan varias opiniones de China y Occidente en la Rusia de hoy día. Algunas personas están más orientadas hacia Occidente que otras. Pero en los últimos 10 años después de las sanciones contra Rusia y la presión sobre nuestro país, el número de tales personas disminuyó. Muchos rusos se sienten ofendidos por esa actitud tomada por los líderes en Occidente. Consideramos a China como socio y podemos ayudarnos mutuamente a superar las sanciones. Tenemos una postura común sobre muchos de los temas más urgentes, en especial el área de la seguridad internacional. Nuestra interdependencia aquí es muy importante. Nosotros podemos garantizar nuestra seguridad y prosperidad si trabajamos juntos. Si estamos separados, haremos posible que Occidente nos imponga su voluntad. Occidente no necesita rivales poderosos que pongan en duda su supremacía.

«Occidente ha adoptado una estrategia de confrontación hacia Rusia durante mucho tiempo. China también se encontró bajo presión por parte de Occidente, principalmente de los Estados Unidos, mientras que Rusia fue considerada rival de la supremacía estadounidense en términos militares, China fue considerada como rival principalmente en términos económicos. Bajo la administración del ex-presidente de los Estados Unidos Donald Trump, quien adoptó una actitud intransigente hacia China, muchos creen que las relaciones China-Estados Unidos alcanzaron un nuevo altibajo.

«El malentendido en el papel que jugaron Rusia y China en la política mundial se convirtió en la principal agenda ambos en las capitales europeas como en Washington. Esta presión ejercida por Occidente hacia Rusia y China unió a los dos países. Pekín y Moscú entendieron que debían unir sus esfuerzos para resistir a estas presiones ejercidas por Occidente. Como resultado de dicha cooperación, según la encuesta mencionada anteriormente, desde el año 2014, alrededor del 40% de los rusos considera a China como el amigo más cercano de Rusia. Esta cifra es mayor que la de cualquier otro país.

“Sin embargo, algunas voces en Occidente piensan que China y Rusia son sólo ‘amigos con mutuos beneficios’. Existe un entendimiento muy cercano entre China y Rusia, pero su objetivo no es ningún beneficio material, el punto es que ambos países comparten una postura común sobre el cómo debería ser el mundo, es decir, un mundo que avanza hacia la multipolaridad.

‘Bajo el Nuevo Orden Mundial, no habrá más esfuerzos de los países en Occidente por dominar al mundo’

«La multipolaridad es un proceso objetivo y nadie puede detenerlo. El objetivo común de China y Rusia es hacer que esta transición hacia la multipolaridad sea lo más suave posible y sin conflictos. Todos los intentos de detenerla o desacelerarla son considerados como comportamientos de confrontación hacia Pekín y Moscú.

Por lo tanto, con el fin garantizar el éxito de la multipolaridad, la seguridad regional e internacional es ahora una de las áreas prioritarias de cooperación entre China y Rusia. Esto se demuestra en los múltiples ejercicios y maniobras junto a dos patrullas aéreas conjuntas en la región de Asia y el Pacífico.

«Pekín y Moscú poseen muchas más áreas en las que pueden cooperar. En términos económicos, existe conectividad entre la Unión Económica Euroasiática liderada por Rusia y la Iniciativa Franja y Ruta propuesta por China, que tiene muy buenas perspectivas de concretarse entre los dos países a través de la región de Asia Central. Esta puede que de buen impulso al desarrollo económico y social de China, a los países de Asia Central y a Rusia.

«Tan de cerca como ya lo están China y Rusia, cuanta más presión provenga de Occidente, más cerca estarán ellos. Al enfrentar las represiones de Occidente que siguen adaptando ciertos temas para ser usados como arma, hay áreas en las que Pekín y Moscú pueden cooperar aún más. Por ejemplo, China y Rusia son acusadas ​​por los países occidentales de violar los derechos humanos y la democracia, lo cual es negado por ambos países. Para detener la propagación de desinformación, los dos países pueden unirse y trabajar en estrecha cooperación con las organizaciones internacionales, tales como las Naciones Unidas, BRICS y la Organización de Cooperación de Shanghái.

«Además, los Estados Unidos también dijeron que enfrentan ataques cibernéticos por parte de China y Rusia, por lo que el ciberespacio se convierte en otra de las muy importantes áreas en la que Rusia y China pueden y deberían cooperar. Todavía existen muchos potenciales de cooperación en dicha área. Tanto Rusia como China propusieron una iniciativa para elaborar el código internacional de conducta en el ciberespacio. Desafortunadamente, Estados Unidos y sus aliados rechazaron la propuesta conjunta, dejando el ciberespacio abierto a ataques.

«Una relación más cercana entre China y Rusia no es lo que el mundo desea ver. El desarrollo de las relaciones China-Rusia está a favor de promover una multipolaridad y mantener la justicia en el mundo. La multipolaridad otorga más oportunidades a otros países para que tengan una fuerte voz en el área de las relaciones internacionales y eso es lo que tanto Pekín como Moscú aplauden. La multipolaridad también creará un orden mundial mucho más justo. Bajo el nuevo orden mundial, no habrá más esfuerzos por parte de los países occidentales de querer dominar el mundo, imponer sus así llamados valores democráticos sobre los demás y organizar revoluciones coloridas, desestabilizando la situación en otros países.

«¿Pueden nuestras relaciones ser modelo a seguir? Quizás modelo es una palabra demasiado fuerte como para describirlas. Yo usaría la palabra ‘base’ sobre la cual muchos otros países pueden construir sus relaciones junto a sus socios».


[1] Globaltimes.cn/page/202103/1218203.shtml, 12 de marzo, 2021. El título original es «Rusos aumentan su afinidad con China y mejoran su multipolaridad».