El Ex Primer Ministro libio Abd Al-Hamid Al-Bakkoush publicó un artículo en el diario árabe con base en Londres Al-Hayat titulado: «Es Tiempo de Dejar de Ocultar Nuestros Defectos.» A continuación presentamos extractos del artículo:

Los Arabes Ignoran sus Defectos y Los Convierten en Virtudes 
«Dicen que el camello no puede ver su joroba. Quizás eso describe nuestro comportamiento. Pero mientras que el camello no puede ver, nosotros… no queremos ver…»

«Todo aquel que conozca los asuntos en los que nos involucramos y sobre lo que hablamos o escribimos en estos tiempos, descubrirá fácilmente que ignoramos nuestros defectos culturales, políticos y económicos. Cualquier observador se dará cuenta de nuestros grandes esfuerzos para ignorar nuestros defectos y presentarlos como virtudes.»

«Nosotros no reconocemos nuestras fallas ni pasadas ni presentes. Con respecto a nuestro futuro – bueno, es una campaña de falsos logros y triunfos que no pueden ser descritos ni enumerados.»

«Si por casualidad reconocemos algún defecto, es la excepción que confirma la regla – (la regla) que confirma que no tenemos defectos. Nos asalta el pánico ante cualquier crítica. Nos enfurecemos en contra de cualquiera que nos menciona nuestros defectos… y actuamos como si fuéramos un hermoso atuendo, brillando de blancura, y afeado solo por el lodo que nos lanzan nuestros adversarios que odian nuestra identidad nacional y nuestras religiones.»

Los Arabes Culpan a los Estados Unidos de Todos los Problemas 
«Observen como el Occidente, empezando por América, conspiran en contra de nosotros con el fin de afectar las relaciones entre todos los países árabes. Observen como cada vez que un árabe ataca a otro lo atribuimos a un suceso en el extranjero. ¿No fue acaso la invasión a Kuwait un complot americano realizado por el embajador de los Estados Unidos en Bagdad…?»

«Ignoramos – como si no supiéramos la verdad – que tenemos una gran cantidad de caprichos y ambiciones malsanas que nadie pudo haber cosido a nuestros corazones. Continuamos cometiendo errores y luego tratamos de ocultar nuestras verdaderas intenciones y disfrazar lo que es claro para el resto del mundo.»

«Durante algún tiempo hemos estado confrontando el problema palestino. A pesar de que nuestras derrotas a manos de los judíos fueron sucesivas, una después de la otra, ningún observador oyó de nosotros ni una sola vez la aceptación de la derrota – como si hubiéramos estado acumulando victorias sobre los sionistas desde 1948.»

«Sí, hemos derrocado monarquías árabes que no nos gustaban y hemos establecido en su lugar varios tipos de repúblicas – hasta las que son heredadas (por ejemplo, el régimen de Assad en Siria). Asimismo, hemos nacionalizado propiedades y capitales y hemos fundando partidos revolucionarios y socialistas. Hemos eliminado agentes y extranjeros y no hemos parado de dar discursos, de cantar y de organizar manifestaciones. ¿No son todos estos logros y victorias?!»

Los Arabes no Toman en Serio ni la Guerra ni la Paz  
«Hasta la fecha, no hemos reconocido que nunca tomamos el problema palestino en serio; pero hemos tocado los tambores de Guerra y alzado nuestras voces para amenazar a nuestro enemigo, mientras que en realidad no estamos pensando en la guerra ni preparándonos para la misma. Es mas, aún después de que declaramos que la paz era nuestro principal objetivo, las señales de nuestra falta de seriedad todavía existen, pues no hacemos nada para lograr la paz. Soñamos con lograr lo que los triunfadores logran cuando se sientan en las mesas de negociación pero ignoramos -inocentemente- que al final todo aquel que no pueda aguantar la guerra, se lleva la peor parte en las negociaciones.»

«Esta falta de seriedad también controla nuestra visión hacia el futuro de nuestras relaciones con el Estado de los Judíos. Vemos como aquellos que apoyan el conflicto de las civilizaciones – aquellos que dicen que el conflicto es de sobrevivencia y no de fronteras – se toman de la garganta y gritan con enojo. Algunos hablan del establecimiento de un estado árabe unido, mientras que ignoran el hecho de que la desintegración es una condición mental, no una condición que se da debido a las fronteras. También ignoramos el hecho de que el establecimiento del gran estado árabe, en la situación en la que nos encontramos actualmente, no sería mas que el establecimiento de un imperio, ante el cual la violencia y la crueldad de los judíos palidecería.»

El Retraso de los Musulmanes 
«Hay entre nosotros gente que también ignora los hechos de nuestro tiempo. No prosperan sino que retroceden, y sueñan con lo que fue el estado musulmán en el pasado. En su opinión, es suficiente temer a Dios – lo que no estamos muy convencidos de hacer – para asegurarnos de que Alá nos traiga la victoria en las batallas en contra de nuestros enemigos…»

«Ah, como quisiéramos que nuestros defectos comenzaran y terminaran con falta de seriedad y atribuir nuestras fallas a otros. Pero las cosas no son como quisiéramos. A falta modestia y de criterio abierto, daré solo dos ejemplos de los muchos defectos que nos aquejan en este articulo.»

Los Arabes Están Fuera del Círculo del Progreso 
«Ignoramos el hecho de que estamos fuera del círculo del progreso en esta era. Hacemos un constante esfuerzo para ocultar esta falla, mientras que presumimos de nuestra habilidad de consumir los logros accidentales, o de atribuir estos logros a nuestra civilización espiritual, mientras que en realidad, el legado de nuestra civilización solo permanece en nuestras memorias. Creemos que somos superiores al occidente; en momentos de modestia, simplemente afirmamos que nos rehusamos a aprender de la cultura occidental.»

«A pesar de que aceptamos aprovechar sus logros, continuamos calificando a la cultura occidental de detestable y nos alegramos de que esto nos permita ocultar el retraso en el que nos encontramos. ¿No es igual el que aprovecha los logros que el que los obtiene???! No nos avergüenza decir que los occidentales aprendieron de nosotros; no titubeamos en decir que estamos tratando de salvar de la perdición a su cultura de materialismo…»

«¿No somos como los portadores de un mensaje progresista que se perdió en el camino y que no estamos dispuestos a aceptarlo?» [1]


[1] Al-Hayat Londres), Julio 31, 2002.