El prominente periodista ‘Abd Al-Rahman Al-Rashed recientemente renunció a su cargo como director del canal de televisión saudita Al-Arabiya, luego de servir en este recinto durante una década. En un artículo que publicó dos días después de su renuncia, Al-Rashed, quien también sirvió en el pasado como editor del diario sede en Londres Al-Sharq Al-Awsat, se dirigió a los cambios que han producido en los medios de comunicación en los últimos años y al papel de los periodistas hoy día, tal como lo ve.

En el artículo, Rashed afirma que mientras los periodistas pueden y deben luchar por ser objetivos, ningún periodista puede mantener una neutralidad total y absoluta, ya que el reportar desde los hechos, sin darle color total a su opinión personal, es inodoro y aburrido. Señala que a pesar de sus esfuerzos por mantener la neutralidad, él mismo encuentra a menudo imposible evitar expresar sus puntos de vista.

También observa que, debido a la explosión de los medios sociales, la censura hoy se ha vuelto imposible e inútil, ya que la información puede suprimirse. La información u opiniones censuradas en los medios de comunicación inevitablemente aparecerán en algunas plataformas de medios de comunicación alternos. En otras palabras, hoy todo ciudadano puede ser una personalidad mediática y los periodistas profesionales ya no poseen el monopolio del campo. En estas circunstancias argumenta, los periodistas no están obligados a suprimir sus propios puntos de vista, y no deben sentirse culpables por expresarlos. Este hace un llamado a los medios de comunicación a no temer a los medios de comunicación sociales sino celebrar esta diversidad mediática.

A continuación se presentan extractos de una traducción al inglés del artículo de Al-Rashed que apareció en Al-Arabiya.com el 25 de noviembre, 2014. [1]


Al-Rashed (Foto: Al-Arabiya.com)

Producir ‘meras noticias’ sirve en teoría pero no en la práctica

«Incluso después de terminar mi último trabajo en el Canal de Noticias Al Arabiya, las preguntas persisten: ¿Somos panaderos alimentando gente en lo que necesitan, o lavanderos lavando y planchando cerebros. Esta pregunta relacionada a la neutralidad es frecuentemente acompañada de otra pregunta complementaria y de mayor frecuencia: ¿Conducen los medios de comunicación al caos mediático, o [a] la eliminación de barreras y a la propagación de la libertad?

«La neutralidad es una práctica intelectual sumamente difícil, y yo afirmo que he tratado de no involucrar mi trabajo en mi opinión, y de manera similar no involucrar mi opinión en mi trabajo. Lo primero fue relativamente fácil de hacer. Sin embargo, no afirmo haber logrado el éxito en lo último, ya que nuestras opiniones naturalmente nos dominan y nos re-direccionan…

«[La lucha por la total objetividad] significó tener que encarcelar mis opiniones cuando se trata de eventos noticiosos. Este distanciamiento emocional sentí, no poseía absolutamente nada de humanidad, al igual que colar la grasa de la leche la hace insípida e inodora. Y porque soy un graduado en periodismo, un estudiante del campo del periodismo, y porque he tratado con más personas con experiencia en esta profesión que yo, trate de separar las noticias de mis propias opiniones, pero no tuve mucho éxito. Después de este largo periodo de tiempo [en el campo], admito con conciencia relajada que la producción de ‘meras noticias’ y el producir un ‘trabajo mediático puro es sólo teoría. Esta conclusión tiene sus razones. En primer lugar, casi todos tenemos opiniones y el que no las tenga es servil. En segundo lugar, es cierto que es nuestro deber informar los hechos tal como son, pero hay que tener en cuenta que la verdad tiene muchas caras.

«Hoy, las figuras en los medios de comunicación tienen derecho a distinguirse a sí mismos. En el pasado, era aceptable para otros arrojarnos piedras cuando no les gustaba nuestra opinión o noticia, porque monopolizábamos los medios de comunicación, pero [hoy] esto no tiene sentido y no hay porque sentirse culpable. [Hoy] todos somos ahora figuras en los medios de comunicación: millones con teléfonos inteligentes ahora practican nuestra profesión, comunicando las noticias, comentando sobre esta e influyendo sus sociedades en el proceso. Los medios de comunicación ya no son exclusivos de algunos periodistas, y ya no están monopolizados por los dueños de los medios de comunicación».

Hoy la censura es inútil; Lo que un medio de comunicación se niega a transmitir será publicado en YouTube

«El sufrimiento de la gente ha aumentado a medida que su libertad se ha incrementado, en una correlación negativa natural. La carga y responsabilidad en la gente ha aumentado debido a que su intercambio de información se ha incrementado. Con este incremento, se modificaron las leyes, tribunales fueron establecidos y las cárceles se ampliaron para tratar con los comentarios inapropiados, o información engañosa o con apresuradas parcialidades.

«Todo cambió, incluso los papeles se invirtieron. Nosotros solíamos ser la fuente; hoy el público es la fuente. En el pasado, describíamos a los que leen el diario o los que veían la televisión como el receptor; sin embargo, hoy son nuestros socios: seleccionan, copian, imprimen, envían, escanean, añaden, eliminan, colorean y editan las noticias. Todos somos figuras mediáticas hoy día…

«Mi experiencia me ruega preguntar: ¿Qué pasó con los medios de comunicación ‘responsables’ ¿Están fuera del alcance, como resultado de la participación de millones de personas en este? Aunque ‘medios responsables’ es una expresión despreciada en nuestros círculos, ya que es un término eufemístico [de] ‘censura’, que ahora significa mucho debido al colapso de la presa y el enorme flujo de información. La censura en general ha perdido su valor y, con el debido respeto a los censores, lo que un medio de comunicación no difunde puede [ser] publicado en YouTube, lo que no puede ser impreso en los diarios también pueden terminar en portales abiertos o en correos electrónicos. A menudo uno consigue hacerle llegar las noticias al público deseado.

«Los fuertes temores en los medios de comunicación tradicionales, desde los diarios a los canales de televisión, sobre el futuro y la tiranía de la tecnología alternativa son exagerados, ya que estos no los eliminaran. Estoy seguro de éstos en su lugar aumentaran su gloria siempre que sean incorporados al lugar de trabajo. Mi opinión aquí se basa en mi experiencia personal, ya que he descubierto lo que más [nos] ha servido y ayudado, y lo que nos ha llevado más allá de nuestros límites, son los mismos medios de comunicación sociales modernos que alguna vez pensamos eran una daga venenosa».


[1] El texto ha sido ligeramente editado para mayor claridad. Para leer el artículo en árabe, véase Al-Sharq Al-Awsat (Londres) 25 de noviembre, 2014.