El Dr. Kamal Nait-Zerrad es profesor de idiomas beréberes, literatura, y civilización en el Instituto Nacional Francés de Idiomas Orientales y Civilizaciones; además, tiene un Ph.D. en micro-opto-electrónica. Es el autor de varios trabajos de referencia en idiomas beréberes, y ha publicado recientemente una traducción parcial del Corán en dialecto kabile.

En un artículo publicado en el portal berebere argelino www.kabyles.com, el Dr. Nait-Zerrad le advierte a los franceses que los islamistas los están usando como víctimas inconscientes para minar la república francesa secular. Él argumenta que las religiones deben cambiar para adaptarse a un curso universal de desarrollo humano, y que el Islam no lo ha hecho, y por consiguiente se vuelve reaccionaria. Él también pregunta si existen autoridades musulmanas con el suficiente valor de comprometerse en un proyecto de crítica y reforma del Islam.

Lo siguiente son extractos del artículo: [1]

«Habrá pronto castigo para la blasfemia [en Francia]?»

«… Cuando uno ve lo qué está pasando en Europa, y en Francia en particular, uno tiene que preguntarse a sí mismo si uno no se ha caído sobre su propia cabeza. De los pequeños compromisos, ha habido un resbalón imperceptible en los grandes compromisos de principio. Siguiendo a los asesinatos y a las amenazas, en los últimos días las cosas han rebasado su límite, a la propia censura. ¿Habrá pronto castigo para la blasfemia?

«La libertad de expresión y la libertad de pensamiento en todas partes han sido, están, y [siempre] estarán regularmente en peligro por individuos y grupos… Después del Cristianismo y la Inquisición, Torquemada, y Savonarola… hoy son los musulmanes que están en el centro de la atención, apoyados por intelectuales o políticos, que quizás tienen algo por el cual reprocharse a si mismos, pero quiénes al mismo tiempo están pavimentando la vía para los islamistas.

«Los intelectuales, las asociaciones, y los partidos políticos franceses están de hecho demostrando tal complacencia respecto a los movimientos islamistas que se bordean en el olvido o la candidez – juntos por supuesto con sus motivos electorales subsiguientes, y tales confusiones como [ciudadanos] franceses de África del Norte = árabes y musulmanes’, quiénes deben ser atraídos a cualquier precio.

«Sin embargo, algunos norteafricanos nunca fueron musulmanes (ni tampoco árabes, en lo que respecta), y están preocupados por el apoyo dado a las ideas musulmanas radicales en Francia. Éstos [africanos del norte] – esta gente que vienen de un país dónde el Islam es la religión del estado y quiénes denuncian lo qué está sucediendo allí – no tienen derecho de hablarle a las cámaras de televisión. Ellos son tomados en serio sólo si se quedan dentro de la mentalización comunal compartida en la que han sido puestos de una vez por todas».

«Con la ayuda de idiotas útiles, [los islamistas] están destrozando la edificación secular de la Republica Francesa – en nombre de los derechos humanos»

«Nos hemos olvidado ya de Afganistán y de su taliban, Argelia y sus terroristas? Es cierto que el escándalo de la amnistía concedida a los terroristas fundamentalistas en Argelia apenas es discutida; hasta se le conceden indemnizaciones, y son simplemente reintegrados en la sociedad, con un paquete compensatorio!

«En Francia, quieren sancionar ciertas costumbres o prácticas musulmanas, y los fondos públicos son usados para la construcción de mezquitas. Ahora, qué está pasando en los así llamados países ‘musulmanes’? En Irán, tiene una mujer el derecho de caminar por la calle sin hijab o sin chador o sin jilbab o quién sabe qué más? ¡No! Los (periodistas, ministros occidentales, y otros) extranjeros debe llevar puesto el velo! ¡En Arabia Saudita, puede uno construir iglesias, sinagogas, u otros templos (y yo ni siquiera planteo los centros para la cultura o el libre pensamiento)? No, dejemos eso a las democracias tiernas! No hay ninguna cuestión aquí de hablar sobre reciprocidad, sino sólo de mostrar los lados insidiosos y engañosos de aquéllos que lentos pero seguros – con la ayuda de ‘idiotas útiles’ – están destrozando la edificación secular de la república francesa – en nombre de los derechos humanos!»

«Para el Islam, los judíos o cristianos no-musulmanes sólo pueden ser dhimmi«

«El hecho es que el Islam nunca previo una situación en que estaría en minoría. Mientras que uno no lo haya entendido, no puede entender los movimientos islamistas. Esto es sintomático de la visión musulmana del hombre, de las relaciones humanas, y de otras religiones. Para el Islam, el cristiano o judío no-musulmán sólo puede dhimmi. ¡Combatir contra los infieles es una orden del Corán en estas palabras [9:29]: ‘combate a aquéllos que no creen en Alá y en el día final, que no prohíben lo que Alá y su Mensajero declararon prohibido, y quiénes no practican la religión de la verdad, entre aquéllos que han recibido las Escrituras! Combátelos hasta que paguen el jizya (impuesto), directamente, cuando son humillados’. El jizya sólo está reservado para aquéllos que tienen las Escrituras – es decir, judíos, cristianos, y en menor grado, zoroastrianos. En cuanto a otros – paganos, animistas, libre-pensadores, agnósticos, y ateos – no tienen ningún otro recurso sino convertirse al Islam o morir.

«El estudio del Corán le permite a uno señalar el potencial para la intolerancia que surge de esta y su anticuada concepción de ley y justicia. En esencia, los derechos humanos han evolucionado en la dirección del mayor respeto para el hombre y su integridad física. Algunos hablan de una nueva interpretación del Corán que se adapta a los tiempos modernos. Sin embargo, los conceptos políticos, sociales, o morales en el Corán son intangibles, y el musulmán no puede modificar o rechazar una parte de ellos sin ser acusado de herejía – a menos que [tales modificaciones] provengan de una autoridad reconocida».

«Dónde están los reformistas?»

«Hablando objetivamente, uno no puede negar el hecho de que el Corán – al igual que ciertos textos de otras religiones, en esa materia – es anti-feminista. En Argelia, existe una contradicción fundamental entre la constitución – qué se supone es la ley básica – y el código familiar. Esto nos trae al problema de la separación de la autoridad [política] y la religión en estos países. Esta separación, que es necesaria para la plenitud individual sólo puede ser lograda si uno sacrifica el shari’a, donde el Islam se convierte en una religión personal. Pero dónde están los musulmanes que emprenderán este proyecto? ¿Quién propondrá otro camino… Dónde están los reformistas?

«Se dice que el mismo Dios es el origen de las tres grandes religiones monoteístas. Entonces cada una debe ser perfecta, y siempre relevante, en cualquier era. Pero el Corán acusó a los cristianos y a los judíos de haber falsificado las escrituras, y declaró inválida [su] religión, mientras el Islam quedo siendo la única religión válida y verídica. Ahora, como han demostrado los estudios históricos y científicos sobre el génesis del [Corán], esta acusación puede salirle como un tiro por la culata al propio Corán…

[…]

«Regresar a los derechos humanos, la concepción contemporánea de estos derechos es completamente diferente de lo que era hace sólo un siglo. Esta se ha convertido en más personalizada y más universal…

«Es ahora tiempo para que el Islam – en la medida en que es una ‘gran religión’ – se critique así misma y se adapte a esta evolución. La pregunta es si existe allí una autoridad musulmana lo suficiente fuerte, con ambos el coraje y el valor, para empezar y llevar a cabo esta larga labor – qué habilitara a la sociedad a que definitiva y legalmente haga callar a los islamistas y a sus secuaces».