Introducción

El debate sobre el velo en Francia ha surgido de nuevo recientemente, después de que la Secretaria de Estado de Políticas Urbanas francesa Fadela Amara dijo que el burka y el niqab deberían ser prohibidos en los lugares públicos y el Presidente francés Nicolas Sarkozy dijo en el Parlamento que el burka «no era bienvenido en Francia». [1] En este debate, los medios de comunicación franceses han citado con frecuencia los escritos de Chahdortt Djavann.

Una escritora francesa nacida en Irán, Djavann es autora de dos libros influyentes, Bas les Voiles (Velos Fuera) [2] y Que Pense Allah de l’Europe (¿Qué Piensa Alá de Europa?) [3] , ambos tratan con el significado y las implicaciones del velo como un instrumento político. [4] Velos Fuera en particular tuvo un fuerte impacto sobre el debate del velo en Francia, incluyendo los debates que tuvieron lugar en el parlamento francés antes de la aprobación de la ley del 2004 que prohíbe «signos religiosos visibles en las escuelas». [5] Djavann testificó ante la Comisión Stasi, formada en el 2003 por el entonces presidente Jacques Chirac para investigar el tema de preservar la laicidad en la República francesa y preparar el terreno para pasar una ley sobre el velo. [6] Durante la audiencia, se enfrentó contra el sociólogo francés Alain Touraine, quien clamó que las mujeres iraníes estaban contentas de llevar puesto el velo.

Destacadas figuras políticas le escribieron para expresar apoyo a sus puntos de vista, entre ellos el ex primer ministro Laurent Fabius, así como también el propio Chirac, quien escribió que Velos Fuera tendría un impacto positivo en el difícil debate sobre la laicidad.

Lo siguiente es una revisión de los escritos de Djavann sobre el tema del velo, basado en sus libros Bas les Voiles y Que Pense Allah de l’Europe?, y en varias entrevistas con ella.

El velo como arma política

Que Pense Allah de l’Europe presenta en primer lugar las opiniones de los defensores del velo, tal como las mujeres musulmanas que dicen, «El velo representa mi religión, mi cultura y mi identidad. Es un signo de modestia, de autoestima, de sumisión a Dios. Es un deber religioso escrito en el Corán… [me lo pongo] por mi propia y libre voluntad…» También se presentan las opiniones de los intelectuales europeos que defienden el velo sobre la base de «el derecho a ser diferente» y la «libertad religiosa» y que preguntan, por ejemplo, «Si mostrar una perforación en la oreja y enseñar el ombligo está permitido, ¿Cómo puede prohibirse el velo?»

En respuesta a este argumento, Djavann señala que ningún régimen ha obligado nunca a las mujeres a que salgan mostrando sus ombligos, mientras que el velo es impuesto sobre varios centenares de millones de mujeres alrededor del mundo. Ella escribe que el velo no puede ser presentado como una opción personal, desatendiendo siglos de historia islámica. Ella agrega que es impropio sondear las motivaciones de cada joven que lleva puesto el velo cuando lo que está en juego es una agenda política.

Djavann explica luego: «El velo nunca ha sido inocente o inocuo. Siempre ha significado la sumisión de la mujer al hombre y la negación de los derechos legales a las mujeres en los países islámicos». Ella insiste en que los islamistas no inventaron el velo, sino que lo han convertido en un arma y lo han hecho el símbolo de su causa.

Abordando el creciente fenómeno de la mujer que usa el velo en las comunidades musulmanas europeas, Djavann señala su centralidad a la propaganda islamista: «El impacto político, ideológico y psicológico del velo va más allá de su apariencia… Si no fuese así, ¿por qué los islamistas hacen de esto su objetivo principal? [7]… Se trata de una constante llamada al orden por la ley islámica».

«La propagación de velo en Europa es un muy claro indicador de la propagación del islamismo»: «Irán ha impuesto el velo sobre todas las mujeres, incluyendo a las mujeres cristianas y judías»

El velo, argumenta Djavann, refleja la negativa a integrarse, y su propagación en Europa es un indicador muy claro de la propagación del islamismo. Por lo tanto, los intelectuales que lo defienden, en un intento por ser comprensivos y compasivos, están en realidad, promoviendo el islamismo: «Los intelectuales franceses que se oponen a la prohibición del velo en las escuelas laicas deben entender que están apoyando a las dictaduras islámicas», ella escribe.

Djavann subraya que el Islam puede existir sin el velo, pero el sistema islamista no puede, porque «el velo es el símbolo, la bandera y la piedra angular del sistema islámico». Como ejemplo, ella presenta a Irán, que «ha impuesto el velo a todas las mujeres, incluyendo a las mujeres cristianas y judías y ha desplegado sus fuerzas paramilitares para hacer cumplir el uso del velo en todo Irán».

En cuanto a las jóvenes que insisten en llevar puesto el velo en Francia, ella dice que «estimulan la opresión contra todas las mujeres en los países musulmanes que luchan por escapar del agarre totalitario del hijab e [incluso] arriesgan sus vidas para hacerlo».

Islamistas rechazan la ley francesa – aun así se esfuerzan por imponer sus propias leyes en la vida pública

Los islamistas afirman que el velo está siendo rechazó debido al racismo, y piden respeto por la libertad de culto. Sin embargo, señala Djavann, cuando los islamistas amenazaron a Francia debido a la prohibición sobre el velo en las escuelas públicas, lo que estaba en juego no era el pelo de la niña, o la religión -, sino el poder político. Aunque el negarle al Estado el derecho a intervenir en lo que denominan los asuntos religiosos, los islamistas están tratando de imponer sus leyes sobre las escuelas, incluyendo las clases de educación física y en la educación superior y los servicios públicos. Al igual que en Irán, «con el fin de hacer cumplir los reglamentos islámicos, [los líderes iraníes] intentaron aplicar las leyes mezquitas en zonas públicas: entradas separadas para hombres y mujeres, comedores separados, bibliotecas y talleres separados, piscinas separadas…» [8]

Djavann sostiene que los islamistas se aprovechan de las dificultades encontradas por muchos musulmanes en integrarse a la sociedad francesa – las dificultades se intensificaron por el velo. Ella dice: «El velo no es el símbolo atractivo de la identidad, sino la expresión de alejamiento y aislamiento…»

Los islamistas tratan de inscribir a los hijos de los inmigrantes en el sistema islamista con el fin de obtener poder político, Djavann dice: Para aquellos que se sienten excluidos, los predicadores ofrecen la patria del Islam. El Islam prevalece sobre todas las nacionalidades y sobre las diferencias culturales y lingüísticas. «Los predicadores claman que debe haber un retorno a la pérdida de identidad islámica. Esta identidad es presentada como un remedio para los males occidentales». Djavann denomina esta estrategia en la que el velo es un componente central «colonialismo Islámico».

A las mujeres musulmanas se les dice que no pueden nadar en horas específicas – pero si nadan durante las horas mixtas, son llamadas prostitutas

Djavann considera que no debe haber ningún compromiso con el islamismo en las instituciones administradas por el estado, ya que cualquier compromiso se traducirá en más opresión. Ella da el ejemplo a las demandas de los islamistas en pedir horas separadas para hombres y mujeres en las piscinas»: Este es un caso de represión indirecta. A las mujeres musulmanas se les dice que puede nadar en determinadas horas, pero si deciden ir a nadar en horas mixtas, serán llamadas putas… Es en nombre de la democracia que los islamistas exigen horas separada para las mujeres. Y luego logran imponer aquellas horas separadas en todas las mujeres musulmanas en sus áreas». [9]

Respecto a la situación en las escuelas, escribe: «Aquellos intelectuales que se oponen a la expulsión de las estudiantes de la escuela porque usan el velo, sobre la premisa de que esta exclusión sólo empeorará su situación, mientras que la escuela sólo les enseñará la libertad, [están equivocados]. Permitir llevar puesto el velo en las escuelas sólo lo alentará en Francia. Permitir que las muchachas usen el velo en lugares en la escuela donde esas adolescentes que viven en suburbios de [inmigrantes] bajo el yugo del dogma islámico hacen aún más difícil para ellas alcanzar la emancipación. Algunas de ellas ya han sido llamadas putas porque se negaron a usar el velo».

Forzar el velo en las jovencitas: Abuso sexual que debería ser prohibido

Djavann también analiza el daño social y psicológico causado por usar el velo, diciendo que este les niega a las mujeres cualquier vida social normal, ya que reduce su vida social a la de un objeto sexual. Llevar puesto el velo sólo «apunta a lo que el velo está escondiendo… Oculta lo que nadie puede ver si no estuviese oculto… El velo llama la atención y la energía de los hombres» a lo que este oculta. Ya que el sistema islamista

les cubre las cabezas a las mujeres, este sólo los ve como genitales, Djavann argumenta. De ahí es que ella llama al velo «pornográfico a nivel simbólico». [10]

Djavann condena especialmente el forzar niñas a que usen el velo, llamándolo abuso, ya que las hace interiorizar a una edad temprana de que deberían sentir pena: «No escondemos lo que nos avergüenza… Desde la infancia, estas niñas con velo se sienten culpables… Desde la infancia, las niñas son conscientes de que son una amenaza para los niños y los hombres… «Además, las niñas son una «amenaza constante a la moral islámica: una niña puede ser parte de un delito, ser asesinada por su padre o hermanos para limpiar su mancillado honor. De hecho, el honor de los hombres es limpiado con la sangre de las muchachas!»

El velo puede significar varias cosas, Djavann explica. Puede significar que la mujer se ha convertido en propiedad de un hombre, también puede significar – en el caso de las niñas – que están siendo comercializadas como objetos sexuales, dispuestas a casarse.

Ella sigue escribiendo: «Cuando uno impone el velo a una niña, la coloca en el mercado del sexo y el matrimonio, haciendo que ella sólo exista para el interés de los hombres, para [los efectos de] sexo y matrimonio… Forzar el velo a una menor es abuso, porque uno hace lo que le plazca a su cuerpo y la convierte en un objeto sexual designada para los hombres… Varios etnólogos una vez defendieron la mutilación genital en nombre de las diferencias culturales… No hagamos el mismo error con el velo islámico: No es en nombre de lo secular que debería prohibirse el llevar puesto el velo… sino en nombre de los derechos humanos y la protección de menores».

Refiriéndose a los intelectuales franceses quienes consideran el velo en las escuelas de ser la expresión de búsqueda de identidad de los adolescentes, ella dice: «El velo no se deriva de un problema de identidad. Es un ataque contra el cuerpo de la mujer… El acto de enterrar el cuerpo de una mujer bajo un pedazo de tela es extremadamente grave, similar a la mutilación genital. Obligar el uso del velo a un menor de edad es abuso… No hay necesidad de una legislación para prohibir el velo, al menos en las escuelas». [11]

Djavann señala que «incluso en los países musulmanes, hacer que los menores lleven puesto el velo es considero extremista. En su anterior historia, Francia ha sabido limitar la influencia de las normas católicas. ¿Por qué no hacer lo mismo con las normas islámicas? [12]

El velo daña la propia imagen y la vida social – para ambos mujeres y hombres

Djavann añade: «Si eres mujer [en las sociedades islamistas], no te atreves a salir por tu cuenta o tomar una taza de café en un bar. Las relaciones entre hombres y mujeres se reducen a la sexualidad…… En Irán, en las universidades, circulares prohíben a las muchachas y muchachos saludarse el uno al otro… ¿Se imaginan cuanta humillación es?» [13]

Recordando la década que pasó usando un velo en Irán, ella dice que gran parte del problema proviene del hecho que el honor de los hombres musulmanes depende del cuerpo femenino: «Sentí humillación de ser mujer… Una chica es considerada [una fuente de] vergüenza y peligro. Piénsenlo: ella puede perjudicar el honor de un hombre! Me gustaría que alguien me diga por qué un hombre se siente manchado si una mujer viola los reglamentos de modestia. ¿Por qué el honor de los hombres musulmanes depende de los cuerpos de las mujeres musulmanas? Ellos deberían ser responsables de su propio honor!» [14]

Los hombres también sufren las consecuencias de esta dependencia, Djavann afirma: «Este tipo de relación es más perjudicial para los hombres que para las mujeres… El hombre basa su existencia en su relación con el sexo femenino… Él es un hombre porque es capaz de garantizar la decencia y el buen comportamiento del cuerpo de la mujer dentro de su familia, él es un hombre, porque posee el cuerpo de la mujer – la de su madre, su hermana, su esposa, sus hijas… «En otras palabras, «mientras más vergüenza sienta la mujer y sea más modesta, más honrados son su padre, hermanos y esposo…»

Djavann señala también que el debate sobre el tema del velo no debería ocultar otros problemas: la desigualdad económica, el alojamiento, la educación. Los líderes políticos no deben evadir sus responsabilidades y abandonar a los inmigrantes en su dificultad, condenándolos a guetos separados de la sociedad francesa.

* N. Maruani es Compañero de Investigación en MEMRI.


[1] Sarkozy declaró en un discurso parlamentario el 22 de junio del 2009, que el burqa, el cual cubre a las mujeres desde la cabeza hasta los dedos del pie «no es bienvenido» en Francia, evocando fuertes críticas de los líderes musulmanes franceses.

[2] Bas les Voiles, Gallimard, 2003.

[3] Que Pense Allah de l’Europe?, Gallimard, 2004.

[4] En el 2006, Djavann publicó «Comment Peut-On Etre Français?» («Cómo Ser Francés», Flammarion, 2006), un ensayo filosófico dirigido al escritor francés del siglo 18 Montesquieu, quien escribió el famoso trabajo satírico Cartas Pérsas (Lettres persanes).

[5] Esta ley prohíbe el llevar puesto símbolos religiosos visibles en la primaria y secundaria en las escuelas públicas.

[6] L’Express (Francia), 30 de octubre del 2003, http://www.lexpress.fr/info/societe/dossier/foulard/dossier.asp?ida=409994. El 1 de julio, del 2003 el presidente francés Jacques Chirac confió a Bernard Stasi, mediador de la República francesa, con el liderazgo de un comité para evaluar la aplicación del principio de laicidad en la República francesa, respecto a «la neutralidad de los servicios públicos, respeto al pluralismo, la libertad religiosa, la libertad de discurso, el refuerzo de cohesión y hermandad entre los ciudadanos, el rechazo a la discriminación, igualdad de sexos y la dignidad de las mujeres». Este comité, que consta de 20 «sabios» (y mujeres), estaba basado en el modelo del comité de 1987 sobre el «código de la nacionalidad» y este consultó con los partidos políticos, las autoridades religiosas y la sociedad civil.

[7] «Dévoilez Chahdortt», una entrevista de Isabelle Robineau en la publicación mensual literaria francesa Topo, http://66.249.93.104/search?q=cache:IITZshokpqwJ:www.chapitre.com/accueil.asp%3.

[8] Tariq Ramadan defendió horas separadas para los hombres y las mujeres en las piscinas, diciendo: «Hoy las piscinas aquí… no son islámicas… Ustedes no pueden ir allí porque sus ojos están fijados en cosas que no debería ver…» Véase el video en el portal de la intelectual francesa, escritora y activista Caroline Fourest: http://carolinefourest.wordpress.com/2008/05/11/tariq-ramadan-contre-les-piscines-mixtes / o en YouTube: http://www.youtube.com/watch?v=JAuLhit-BHA.

[9] «Devoilez Chahdortt», una entrevista de Isabelle Robineau en la publicación mensual literaria francesa Topo, http://66.249.93.104/search?q=cache:IITZshokpqwJ:www.chapitre.com/accueil.asp%3.

[10] Véase también «Une pudeur pornographique» («Una modestia pornográfica»), publicada en el diario comunista l’Humanité, 19 de diciembre del 2003, http://www.humanite.fr/popup_print.php3?id_article=384774.

[11] Entrevista de Víctor Dixmier, www.leparisien.com, 17 de octubre, 2003.

[12] La entrevista con Chahdortt Djavann publicada por el diario francés en Internet sobre los temas del Medio Oriente www.proche-orient.info, 24 de octubre, 2003.

[13] «Devoilez Chahdortt», una entrevista de Isabelle Robineau en la publicación mensual literaria francesa Topo, http://66.249.93.104/search?q=cache:IITZshokpqwJ:www.chapitre.com/accueil.asp%3.

[14] Entrevista de Ilana Moryoussef, en el diario en línea Middle East affairs www.proche-orient.info, 24 de octubre, 2003.