En un artículo titulado «La Amenaza del Islam Político», la prominente escritora y redactora hindú Sadia Dehlvi [1] analiza minuciosamente la expansión del Islam político y crea la necesidad de un acercamiento reformista entre las sociedades musulmanas a nivel mundial.

A continuación se presentan algunos extractos de su artículo, tal como aparecieron en su inglés original en un portal de bloggers musulmanes en India. [2]

«Esta ideología de Islamismo está amenazando con reemplazar a un Islam moderado y espiritual

«Los ataques de Mumbai y Lahore [y] las ejecuciones públicas y el asesinato de mil civiles en el valle Swat por el taliban… por terroristas son ejemplos horrendos de las atrocidades cometidas por grupos militantes que prosperan en el Islam político. Las comunidades musulmanas globales requieren de medidas urgentes para condenar la agenda del Islam político que distorsiona las escrituras religiosas con el objeto de legitimar la violencia. Esta ideología de Islamismo está amenazando con reemplazar a un Islam moderado y espiritual, llevando a la destrucción de la sociedad, oprimiendo particularmente a las mujeres y a las minorías».

«Nuestra credibilidad se perdió cuando demostramos un resentimiento de rabia selectivo – como consecuencia de las caricaturas danesas

«Los musulmanes tienen una responsabilidad moral de comprometerse con el desarrollo social, político y económico de las sociedades en las cuales viven. Las sociedades musulmanas globales harían bien en seguir los esfuerzos excepcionales de los clérigos hindúes en denunciar el terrorismo y desvincularlo del Islam.

«El ultraje moral sincero necesita ser expresado por las atrocidades del taliban en Afganistán y Pakistán, por los secuestros políticos y asesinatos, por la belicosidad en Cachemira, las matanzas de chiítas-sunni en Irak y Pakistán, fatwas que perdonan los atentados suicidas en el conflicto Israel-Palestina y otras tales atrocidades que [a]afectan vidas inocentes. Los musulmanes requieren de un acuerdo general internacional para combatir el extremismo pero nuestra credibilidad se pierde cuando demostramos un resentimiento de rabia selectivo – como consecuencia de las caricaturas danesas».

«El Islam político drena su sangre vital de la ideología en combatir al opresor – pero se ha vuelto claramente en el [propio] opresor»

«El Islam político drena su sangre vital de la ideología de combatir al opresor, pero este se ha convertido claramente en el [propio] opresor. Aunque algunos grupos islamistas han renunciado a la violencia y aceptado los principios de la democracia, y han mejorado marginalmente su postura sobre las mujeres y los derechos de la minoría – estos permanecen siendo socialmente conservadores.

«En Jordania, el partido islamista no apoya los derechos de las mujeres en pedir el divorcio. En Kuwait, los islamistas lucharon contra el derecho de las mujeres para votar. En Egipto, la Hermandad Musulmana no permitirá que una mujer o una persona de una comunidad minoritaria se convierta en jefe de estado….»

«El Islamismo es principalmente un problema musulmán, amenazando a ambas sociedades musulmanas y no-musulmanas

«Los musulmanes deben de dejar culpar el problema del extremismo a las políticas extranjeras, ya que dos equivocaciones simplemente no la hacen ser correcta. El Islamismo es principalmente un problema musulmán, amenazando a ambas sociedades musulmanas y no-musulmanas. Necesitamos reconocer [que] existe un problema de teología cuando los extremistas hablan de ir directo al cielo después de quitarles la vida a inocentes.

«Las raíces de los movimientos islámicos militantes pueden ser rastreadas a un hombre, llamado [Muhammad bin] Abdul Wahhab, de Najd en la Península Arábiga. Él se preparó para ‘purificar’ al Islam, creyendo que los musulmanes se habían desviado de la verdadera religión. Los seguidores Wahhab destruyeron muchos lugares sagrados [que] él consideró ídolos. Atacar al arte por ser frívolo y peligroso, Abdul Wahhab sancionó la violación, el asesinato y los saqueos de aquéllos que se negaron a seguir sus órdenes….»

«Este nuevo rostro [Wahhabi] del Islam no tiene nada que ver con sufis, música, poesía, milagros o las innumerables costumbres devotas de culturas musulmanas alrededor del mundo».

«Abul A’la Al-Mawdudi… fundó el Jamaat-e-Islami en Pakistán, haciendo central el jihad al discurso islámico y el dirigirse a los no-musulmanes como infieles, agrupó a los musulmanes en musulmanes ‘parciales’ y ‘verdaderos'»

«Bajo el patrocinio de Arabia Saudita, el Wahhabismo fue de fuerza en fuerza. Abul A’la Al-Mawdudi, un periodista que tradujo el Corán… fundó el partido político Jamaat-e-Islami en Pakistán e hizo al jihad parte central del discurso islámico. El dirigirse a los no-musulmánes como infieles, agrupó a los musulmanes en musulmanes ‘parciales’ y ‘verdaderos’.

«Las ideas de Al-Mawdudi sobre el Islam como una doctrina revolucionaria en tomar gobiernos y volcar el orden universal entero [estaban] profundamente influenciadas por Sayed Qutub de la Hermandad Musulmana en Egipto….»

«El problema del extremismo musulmán comenzó en el mundo musulmán – y la responsabilidad de resolverse yace en nosotros»

«[En la ideología Wahhabi] no existe tolerancia por el chiísmo, el sufi u otras tradiciones y menos [para] los no-musulmanes. Desafortunadamente, no existe ninguna protesta musulmana colectiva, contra el régimen saudita por excavar cementerios, destruir la herencia cultural y religiosa en las ciudades santas [de la Meca y Medina], [el] imponer [una] cierta segregación de sexos dentro de la mezquita del Profeta en Medina, sermones radicales o la distribución de literatura radical fuera de las mezquitas sauditas – muchos de los [cuales] emite[n] llamadas de muerte a cualquiera que vean como infieles o innovadores del Islam.

«El problema del extremismo musulmán comenzó en el mundo musulmán y la responsabilidad de resolverse yace con nosotros.

«La incapacidad de presentar una imagen del Islam como una religión pacífica es un fracaso colectivo de las comunidades musulmanas globales… permítannos hablar con voces más fuertes que las voces [islamistas] radicales que exigen representarnos»

«La incapacidad de presentar una imagen del Islam como una religión pacífica es un fracaso colectivo de las comunidades musulmanas globales. Nosotros podríamos comenzar con aumentar el [volumen] de los decibeles condenando la violencia [y] el sectarismo; representando los derechos de las mujeres; [podemos] detener el demonizar al otro como Kuffar (infieles) y mostrar un creciente apoyo por los movimientos democráticos en los países musulmanes.

«Es hora para la mayoría musulmana devota, silenciosa, amante de la paz de hablar por el Islam. Permítanos hablar con voces mas fuertes que las voces [islamistas] radicales que exigen representarnos».


[1] Sadia Dehlvi es una prominente periodista, socialista, comentarista y autora, con casi tres décadas de experiencia en el periodismo en idioma urdu en India. Sus artículos son publicados en urdu, hindi e inglés. Su último libro, Sufismo, El Corazón del Islam, está siendo publicado por HarperCollins India.

[2] www.indianmuslims.in, India, 29 de marzo, 2009. El artículo ha sido ligeramente revisado para su claridad.