El redactor reformista yemenita Dr. Elham Mane’a, quien escribe regularmente para el portal reformista www.metransparent.com adopta mejoras al estatus de las mujeres, a la libertad de pensamiento, a un acercamiento racionalista de las fuentes religiosas, y al derecho de los seres humanos como seres racionales a que decidan sus propios futuros. En un reciente artículo, Mane’a exhortó a las mujeres musulmanas a ejercer el libre pensamiento y decidir por ellas mismas si llevan puesto el velo.
Lo siguiente son extractos del articulo: [1]
Quítese el velo, hermana
«Llamo en ti, mi hermana musulmana, a que te despojes del velo. Es una llamada honesta… Su intención no es corromperte, ni a debilitarte [moralmente]. Llamo en ti a que ejerzas el [libre] pensamiento y uses tu propia mente.
«Tu y tu mente son suficientes. No hay necesidad alguna de buscar en libros y en la historia, y no hay necesidad alguna de consultar las opiniones de los comentaristas… Pido que escuches mis palabras y las juzgues sin sospecha de mis intenciones. Después de eso, eres libre. Libre de escoger [para ti], de [formar] tu propio destino, y hacerlo como desees. Eres tu propia autoridad. Tu sola. Nadie sino tú tiene la custodia de ti misma. Después de que [consideres mis palabras], ponte el velo o quítatelo – respetaré tu decisión. Finalmente, la decisión debe ser tuya…
«El uso del hijab en el mundo islámico comenzó realmente con la Revolución Islámica en Irán, que hizo del velo obligatorio para las mujeres – después de que los clérigos tuvieron éxito en moldear a la clase media y a los grupos izquierdistas quienes pagaron con su sangre para acabar con el mandato del Shah Mahoma Reza Pahlavi. Ya que esta revolución fue el verdadero primer despertar en la región, fue considerado por muchos de ser un ejemplo digno a ser imitado – ambas [la propia revolución] y la vestimenta que las mujeres empezaron a usar…
«Otro factor bien conocido es el aumento en las [ventas] de petróleo, el cual permitió a Arabia Saudita y a los saudis adinerados de proveer ayuda financiera a la diseminación de la propaganda religiosa islámica wahhabi, y de preparar una gigantesca red de medios de comunicación la cual enfatizo a diario que el velo era obligatorio. Esta propaganda islámica religiosa se infiltro con el pensamiento de la Hermandad Musulmana y con el [pensamiento] de los partidos árabes e islámicos que crecieron de esta. Como resultado, un nuevo y extraño tipo de pensamiento se esparció a través de la sociedad musulmana, cambiando muchas percepciones y conductas [anteriores]».
El velo es un asunto político
«Por consiguiente, el velo es un asunto político. En dos países [Irán y Arabia Saudita], la élite política gobierna en nombre de la religión, y se esfuerza por propagar su propio modelo [del Islam] – mientras al mismo tiempo [usan la religión] para garantizar la legitimidad [de su mandato]. Ambos países impusieron el uso del velo en las mujeres, presentándolo como una señal de piedad, así quieran [llevarlo puesto] o no.
«[Debería hacerse notar que] el único objetivo de la forma de pensar de la Hermandad Musulmana es tomar el poder político. Sin embargo, desde que [este movimiento] usa la religión como su justificativo, tiene también que proveer un ejemplo de ‘conducta islámica’ [apropiada]…, y la ‘vestimenta ‘[islámica]’ es una parte central de esta.
«El velo, luego, es un asunto político… aun así los argumentos y los métodos usados para convencer a las mujeres de que existe una obligación [de llevar puesto el velo] ha tomado tres formas… El primer argumento clama que cuando una mujer lleva puesto el velo, cubre sus curvas femeninas y protege a los hombres del libertinaje. El segundo argumento clama que cuando una mujer usa el velo, ayuda a establecer una sociedad buena. El tercer argumento clama que es, en esencia, un [deber] religioso.
«El primer argumento está basado en la presunción de que el hombre árabe es un animal de lujuria que no puede controlar sus impulsos, y por consiguiente, uno debe estar en guardia contra esto. Los pensamientos del [hombre árabe] son controlados por el sexo, y por consiguiente él no puede ser confiable, y las partes [seductoras] de la mujer deben ser cubiertas para protegerlo del diablo que esta dentro de él. Esta premisa es injusta hacia el hombre árabe, a quien nosotros conocemos como hermano, como padre, como marido, y como ser humano. Él es capaz de tratar a una mujer como un ser humano, y no como un artículo a ser usado por placer. Él es capaz de controlar sus impulsos – aunque existan y esté consciente de su existencia – al igual que es capaz de hacerlo una mujer…»
Una mujer puede evocar el respeto de un hombre por su conducta, no cubriéndose,
«Este primer argumento también incluye una premisa humillante acerca de las mujeres, ya que esta representa a la mujer como nada más que una herramienta del sexo – no como un ser humano sino como [una colección de] partes privadas. Ella no es [considerada] un ser humano noble o pensante, sino más bien un ser cuyas partes del cuerpo despiertan los impulsos, y qué consiste completamente en partes sexuales -[incluyendo] su voz, su pelo, y su cuerpo… Este argumento descarta el hecho de que una mujer puede causarle a un hombre, y a [cualquiera] alrededor de ella, a que la respete a través de su conducta y su actitud hacia otros, y no cubriéndose la cabeza y su cuerpo…»
El argumento religioso por usar el velo es el más débil de todos ellos
«El segundo argumento está basado en la premisa de que existe una conexión entre el llevar puesto el velo y el establecimiento de una sociedad buena. Según esta lógica, una sociedad buena es una en que ninguna relación íntima toma lugar fuera del matrimonio. Sin embargo, esta premisa esta a lo mejor equivocada, ya que, de hecho, las sociedades que ordenan el uso del velo e insisten en la segregación de los sexos no son aquéllas en que el sexo fuera del matrimonio es menos común. Al contrario, la segregación forzada [de los sexos] ha llevado a las relaciones homosexuales, tal como se indica por los estudios que muestran que el uso del velo en las sociedades árabes e islámicas no les ha impedido a algunas de las muchachas de tener relaciones [sexuales] fuera del matrimonio. Después de eso, generalmente se operan para reconstruirse el himen.
«El tercer argumento descansa en la premisa de que el [Islam] tiene una firme posición sobre el asunto del velo, mientras el hecho es que existen muchos textos religiosos [diferentes] en la materia. Esta abundancia [de textos religiosos] siempre ha existido. Tu, [mujer musulmana,] puedes leer los textos por ti misma, y no necesitas ningún intermediario. [Cuando los leas] verás que no sólo hay allí una abundancia de textos, sino que también tienen numerosas interpretaciones…
«De hecho, el tercer argumento, que exige que es la religión la que impone el llevar puesto el velo en las mujeres, es el argumento más débil, ya que nunca lo escuchamos antes del final de los años 1970s, y no lo vimos implementado hasta que la interpretación ortodoxa del Islam se convirtió en la interpretación más prevaleciente en el mundo árabe y musulmán.
«Ésta es la razón por la cual baso mi llamada hacia ustedes. Les imploro que consideren mis palabras y mi exigencia. No las estoy llamando para que dejen de orar, ayunar, o creer en Alá. Llamo en ustedes a que se desprendan del velo… Respetaré su decisión, cualquier que sea. Pero finalmente, sean ustedes mismas – una mujer, y no [una colección de] partes privadas».
[1] www.metransparent.com, 4 de abril, 2006.