Debajo se presentan extractos de una canción realizada por la anfitriona del programa de televisión para niños Saraa Barhoum, el cual fue puesto al aire el 20 de diciembre, 2007. A continuación de la canción están los extractos de un programa para niños presentado por Saraa Barhoum, Pioneros del Mañana», qué también fue puesto al aire en Al-Aqsa Tv el 20 de diciembre, 2007.

Episodios pasados del programa «Pioneros del Mañana» destacaron a un personaje imitando al Ratón Mickey Farfour, que fue hecho «mártir» en el programa en junio del 2007 y fue reemplazado por Nahoul la abeja.

Saraa canta: «Oh Gaza… Permite que tu faro ilumine el mar de sangre»

Saraa Barhoum: «Nosotros liberamos Gaza por la fuerza, no por Oslo o por Taba –

sino con mi pueblo firme, y con su fuego ardiente.

Liberamos Gaza por la fuerza, no por Oslo o por Taba-

sino con mi pueblo firme, y con su fuego ardiente.

Rafah canta, y los Kalashnikov responden.

Rafah canta, y los Kalashnikov responden.

Nosotros, que no conocemos el miedo, somos los leones de la selva.

Observen cuan bonita es nuestra Gaza. La coronamos con una corona de laureles.

Hemos demostrado que con nuestra voluntad, podemos derrotar al ejército colonialista.

Miren cuan bonita es nuestra Gaza. La coronamos con una corona de laureles.

Hemos demostrado que con nuestra voluntad, podemos derrotar al ejército colonialista.

Hemos recobrado nuestra libertad a través del derramamiento de sangre y la ira del fuego.

Hemos salido el día de la liberación para celebrar nuestro orgullo – viva!

Hemos salido el día de la liberación para celebrar nuestro orgullo – viva!» […]

Oh Gaza, la primera piedra [de la Intifada], dónde celebramos nuestra victoria –

levanta tu vela por los marineros, y permite que tu faro ilumine el mar de sangre.

Oh Gaza, la primera piedra [de la Intifada], dónde celebramos nuestra victoria –

levanta tu vela por los marineros, y permite que tu faro ilumine el mar de sangre.

Si recibimos buenas noticias, enfrentaremos nuestra muerte sin vacilación.

Somos las espadas de Alá, somos los ejércitos victoriosos.

Somos las espadas de Alá, somos los ejércitos victoriosos». […]

Puedan todos los mártires ser resucitados, y celebraremos este día».

«Concede tu victoria a aquéllos que se sacrifican a si mismos, esta es tu boda, oh mártir»

«Concédele tu victoria a aquéllos que se sacrifican. Ésta es tu boda, oh mártir.

Puedan todos los mártires ser resucitados, y celebraremos este día.

Concede tu victoria a aquéllos que se sacrifican. Ésta es tu boda, oh mártir.

Vimos la alegría en los ojos de los niños. Oh Gaza, haz que la alegría crezca,

cuando esta patria sea liberada desde Tiberias a Anaba,

cuando esta patria sea liberada desde Tiberias a Anaba.

Liberamos Gaza por la fuerza, no por Oslo o por Taba –

sino con mi pueblo firme, y con su fuego ardiente».

Saraa les dice a los niños «Nosotros todos podemos sacrificarnos por la causa de la patria»

Saraa, anfitriona de los niños: «Nahoul, no quieres llevar tus saludos festivos en la Fiesta del Sacrificio?»

Nahoul, una abeja gigante: «Llevar saludos, Saraa?»

Saraa: «Sí».

Nahoul: «A quién debo llevar los saludos, Saraa? ¿Debería llevar los saludos a mi hermano, que fue hecho mártir en la primera Intifada, a manos de los judíos sionistas? ¿Debería llevar yo saludos a mi segundo hermano, que fue hecho mártir en la segunda Intifada? ¿Debería llevar yo saludos a mi hermano herido, a mi tía, que fue hecha mártir debido a la incursión, o a sus huérfanos? ¿Quién está ahí por mí para saludarme, Saraa? Yo no saludaré a nadie. Estoy tan triste, Saraa».

[…]

Saraa: «No estés triste, Nahoul».

Nahoul: «No llevaré saludos ni siquiera a mi madre, que padece de diabetes o a mi padre que padece de hepatitis C. A quien debería llevar los saludos Saraa? Estás frotando sal en mis heridas».

Saraa: «No estés triste, Nahoul. Todos nosotros podemos ser sacrificados por la causa de la patria. Pueda Alá ayudarte. Todo lo que podemos decir es que ponemos nuestra confianza en Alá contra los enemigos».

Nahoul: «Ponemos nuestra confianza en Alá».

[…]

Saraa: «Hadil, mataste una oveja hoy?»

Hadil, por teléfono: «No, un ternero».

Nahoul: «Un ternero, estupendo! Con quién compartiste el ternero, después de que lo mataste?»

Hadil: «Y qué mataste?»

Nahoul: «No pudimos matar nada porque somos pobres y miserables. Qué hiciste con la carne del ternero?»

Hadil: «Se la dimos a los pobres, a los miserables y a nuestros parientes, y llevamos algo para la casa».

Nahoul: Estupendo! Bien hecho. Ella sabe y entiende todo, Saraa».

[…]

Saraa: «Cuántos años tienes, Yaqin?»

Yaqin, por teléfono: «Tengo 13 años».

Nahoul: Estupendo!»

Saraa: «13 es grande».

Nahoul: «Yaqin, quiero hacerte una pregunta».

Yaqin: «Prosigue».

Nahoul: «Digamos que conseguimos un ternero en la noche antes de la fiesta. Nos quedamos con el ternero porque queríamos matarlo después de los rezos de la festividad. Fuimos a matar al ternero, pero lo encontramos muerto. Qué deberíamos hacer?»

Yaqin: «Comprar una oveja»

Nahoul: «Pero que tal y si no lo hacemos… Pero y si no tenemos suficiente dinero?»

Yaqin: «Es el pensamiento lo que cuenta».

Nahoul: «Grandioso. Eso es inteligente. Cuál es el nombre de ella?»

Saraa: «Yaqin».

Nahoul: «Yaqin de Gaza».