Introducción
A Irak se le reconoce de tener la tercera mayor reserva probada de petróleo del mundo (después de Arabia Saudita e Irán) y de poseer uno de los costos de extracción más bajos. Aunque sólo una fracción de sus campos conocidos está en desarrollo, mucha de su infraestructura petrolera está en mala forma debido a años de guerras, sanciones y abandono que caracterizaron mucho del gobierno de Saddam Hussein en Irak. Cuando las exploraciones en su totalidad finalmente consiguen marchar, Irak puede demostrar tener mucho más que lo actualmente estimado de 115-120 billones de barriles. De hecho, el Delegado Primer Ministro iraquí Barham Salih le dijo al diario The Times de Londres que los estudios geológicos y datos sísmicos «por reputadas compañías internacionales petroleras» sugieren que Irak tiene las mayores reservas probadas del mundo – 350 billones de barriles – excediendo las reservas probadas de Arabia Saudita –264 mil billones de barriles. [1] Además, a diferencia de Arabia Saudita, Irak también tiene inmensas cantidades de gas natural a ser exploradas todavía comercialmente. Si sus recursos de hidrocarburos son explorados minuciosamente y bien manejados, Irak podría surgir fácilmente como uno de los actores claves en la energía global durante los años venideros. Sin embargo, al igual que han dicho algunos ejecutivos petroleros, mientras las oportunidades son inmensas, las incertidumbres, los desafíos y riesgos siguen siendo intimidantes. [2]
El petróleo es el elemento más importante de la economía iraquí. Este contribuye con el 60 por ciento del PIB del país y más del 90% de los ingresos fiscales del gobierno. También es una fuente potencial de conflicto entre el gobierno central y las provincias, particularmente las tres provincias kurdas de Erbil, Suleymaniya y Dehook, que constituyen el Gobierno Regional Kurdo (GRK). Según los resultados del Grupo de Estudio de Irak, la estabilización de Irak está altamente en correlación con el éxito o fracaso económico de Irak, que a mediano plazo es altamente dependiente de su industria de hidrocarburos. [3]
La producción actual y los objetivos a futuro
La invasión de Irak y la destrucción de varias de sus instalaciones petroleras, seguido por sostenidas actividades de sabotaje contra las instalaciones petroleras e infraestructuras, causó un marcado declive en la producción entre el 2002 y el 2003, de aproximadamente 2.6 millones de barriles por día (b/d) a aproximadamente 1.5 millones de b/d. La producción de crudo, ha subsecuentemente promediado 2.3 millones de b/d pero está debajo de los niveles de producción en ambos el 2001 y 2002, los cuales fueron de aproximadamente 2.7 millones. Irak se está esforzando por aumentar la producción a 2.9 millones de b/d a finales del 2009, pero los esfuerzos se han encontrado hasta ahora con un éxito limitado. [4] Las frecuentes aserciones del Ministro de Hidrocarburos Hussein Al-Shahristani de que Irak elevará su producción a 6 millones de b/d a finales del 2008-2017 con un plan de 10 años parece menos que convincente. [5]
De hecho, dado que las instalaciones están envejeciendo y que nuevos pozos no están siendo dragados, existe preocupación sustancial de que para el 2010 la producción de petróleo de Irak disminuirá en lugar del aumentar. En palabras de Jabbar Al-Luaibi, consejero al ministerio de hidrocarburos (recientemente promovido a diputado ministro de hidrocarburos), «Este ha alcanzado el punto dónde tenemos 300 pozos que no fluyen en algunos de nuestros mayores campos, y eso significa mucho trabajo solo para que volvamos al carril en dónde estábamos hace algunos años». [6] Como resultado, Al-Shahristani está enfrentando una creciente crítica por los miembros del parlamento en lo que se percibe como el fracaso del ministerio de hidrocarburos de aumentar la producción, que todavía permanece debajo del nivel pre-2003, y en atraer las inversiones extranjeras. En un precedente parlamentario común, 140 miembros del parlamento han firmado una petición llamando en Al-Shahristani a aparecer ante el parlamento para ser interrogado. [7] Un miembro de parlamento hasta acusó a Al-Shahristani de arruinar 300 pozos petróleo. [8]
Niveles inciertos de producción
El nivel de producción de petróleo iraquí es incierto debido a lo no determinado por que fue pasado de contrabando por el régimen de Saddam y el robo subsecuente seguido a la invasión de Irak en el 2003. De hecho, usando estimados de los expertos, El Grupo de Estudio Iraquí señaló que tanto como de 150,000 a 200,000, y quizás tanto como 500,000 barriles al día (b/d), estaban siendo robados y recomendó la instalación de un sistema de medida a ambos lados de las terminaciones de la línea de suministro. [9] El contrabando de ambos petróleo crudo y refinado y el sabotaje de las instalaciones de petroleras e infraestructura han sido tan extensos que, en el 2007 el gobierno iraquí estableció una fuerza policial especial conocida como «La Policía Petrolera» responsable de proteger los oleoductos, los camiones de carga de petróleo y los propios campos de petróleo. En mayo del 2009, el Teniente General. Abdullah Ibrahim, el comandante de la policía petrolera, le dijo a la prensa que el contrabando de petróleo había sido casi detenido en su totalidad y los actos de sabotaje han declinado en un 90 por ciento. Como resultado, las pérdidas incurridas por la industria de petróleo iraquí han sido fuertemente reducidas, de $6 billones anualmente en años anteriores a $250 millones en la actualidad. [10] No existe ninguna confirmación del ministerio de hidrocarburos sobre este logro.
La ley de hidrocarburos
Una propuesta de ley de hidrocarburos fue aceptada por el gobierno iraquí en febrero del 2007 como un paraguas para cuatro leyes subordinadas claves: primero, el manejar la inversión de hidrocarburos, particularmente río arriba; segundo, el compartir los ingresos fiscales entre el gobierno central y las provincias; tercero, reestructurar el ministerio de hidrocarburos; y cuarto, establecer la Compañía Nacional de Petróleo Iraquí (CNPI). La propuesta del proyecto a una ley de hidrocarburos fue llevada al parlamento, pero no pudo alcanzarse ningún acuerdo general, particularmente entre el gobierno central y el Gobierno Regional de Kurdistán. Quizás no menos espinoso es el futuro de Kirkuk con su riqueza petrolera, que los kurdos consideran parte de su patria, un punto de vista totalmente rechazado por sus residentes árabes y turcomanos. Con las elecciones para el parlamento listas para enero del 2010, y dada las complejidades políticas domésticas y los esfuerzos por los políticos de la provincia recientemente elegidos en tener la palabra en la política de petróleo nacional, es altamente improbable que en la sesión actual del parlamento tendrá lugar la resolución o el tiempo para pasar la ley de hidrocarburos.
En ausencia de una ley nacional que regule el tema de la exploración petrolera, la inversión, y las ganancias fiscales compartidas, la KRG, actuando por si mismo, ha procedido a conceder derechos de exploración de gas y petróleo a varias compañías extranjeras, incluyendo aquéllas de Noruega, los Emiratos Árabes Unidos, Corea, el Reino Unido y Turquía. El gobierno central, y en particular, el ministro de hidrocarburos Hussein Al-Shahristani, un ingeniero nuclear entrenado en Canadá, ha rechazado fuertemente la autoridad de la KRG en ofrecer concesiones de petróleo a cualquiera fuera de la jurisdicción del gobierno central y ha tomado el próximo paso de excluir a cualquier compañía extranjera que opere bajo el autorizar algún arreglo con la KRG de participar en cualquier relación futura con el gobierno central.
Crecientes tensiones entre el gobierno central y la KRG
Entretanto, las tensiones entre el gobierno central y la KRG parecen estar escalando. Aparte del tema de petróleo y el gas y el futuro de Kirkuk, los kurdos están particularmente agitados por las recientes declaraciones hechas por el Primer Ministro Nouri Al-Maliki denunciando lo que él describió como la «democracia del consenso» [al-dimuqratiyah al-tawafuqiyah] basado en el compartir del poder [has–hasah] a favor de una regla mayoritaria estricta la cual es vista por los kurdos y sunnis como un esfuerzo del chiísmo para monopolizar al poder político. En respuesta al primer ministro, el presidente de Irak Jalal Talabani dijo que la «democracia del consenso está profundamente arraigada y es una manera eficaz de unir a los grupos diversificados en Irak. Irak no puede ser gobernado por [una simple] mayoría. La situación continúa requiriendo de un acuerdo general». [11] El clérigo chiíta principal en Irak, Gran Ayatolá ‘Ali al-Sistani se informa de haber refutado la postura de al-Maliki también. [12]
Para ver el despacho en su totalidad en inglés por favor haga clic en el siguiente enlace:
http://www2.memri.org/bin/latestnews.cgi?ID=IA52309
* El Dr. Nimrod Raphaeli es Antiguo Analista (eméritas) en MEMRI.
[1] El Times, Londres, 20 de mayo, 2008.
[2] MEES (Estudio Económico del Medio Oriente) (EEMO, 23 febrero, 2009.
[3] El Informe del Grupo de Estudio de Irak, James A. Baker III y Lee H. Hamilton, Co-Presidentes. Nueva York, Vintage Book, 2006.
[4] www.annabaa.org/nbanews/70/559.htm.
[5] Entrevista con al-Sharq al-Awsat, 25 de marzo, 2009.
[6] MEED, Vol. 53 No. 17, 24-30 2009, abril.
[7] Al-Zaman, Irak, 27 de mayo, 2009.
[8] Al-Manara, Irak, 29 de mayo, 2009.
[9] Informe de Grupo de Estudio Iraquí, Op.citp. pp. 23 y 84.
[10] Al-Sabah, 2 de mayo, 2009.
[11] Al-Sharq Al-Awsat, el 26 de mayo de 2009. los puntos de vista de Al-Maliki contra la democracia del acuerdo general fueron publicados primero en el diario del gobierno iraquí Al-Sabah, 13 de mayo de 2009.
[12] Al-Mada, Irak, 30 de mayo, 2009.