Lo siguiente son extractos de un debate entre el liberal egipcio Sayid Al-Qimni y el islamista de Londres Hani Al-Sibai que fue presentado en Al-Jazeera Tv el 10 de julio, 2007.
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«Vivimos en una región que no sabe lo qué es democracia»
Hani Al-Sibai: «Estas células cancerosas que se han extendido a través del cuerpo de la nación, que son la basura y el desecho de la ideología secular obsoleta, son la fuente de corrupción, y la razón de todos los desastres que le ocurrieron a esta nación. Éstos son microbios ideológicos que son ajenos a esta nación».
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Sayid Al-Qimni: «Vivimos en una región que no sabe lo qué es democracia. En los países democráticos, la gente participa en elecciones, y el mandato cambia de manos pacíficamente del gobierno a la oposición, o viceversa. Aquí, por otro lado, la gente prepara coches bombas, para colocarle una trampa explosiva al anterior y volar al último. Para empezar no tenemos democracia. No entendemos el significado de la democracia».
Entrevistador: «Pero existen intentos por tener democracia, Dr. Al-Qimni. Existen intentos por tener democracia y gente como usted la está frustrando. Esto es lo que sucedió en Palestina».
Sayid Al-Qimni: «No, no existen tales esfuerzos».
Entrevistador: «Existen esfuerzos. Hubo elecciones en Palestina».
«La caja con las papeletas de votación solas no constituyen democracia»
Sayid Al-Qimni: «La caja con las papeleta de votación solas no constituyen democracia. La caja de papeletas de votación es solo una caja hecha de vidrio, y nadie sabe que es lo que sucede dentro. La gente coloca un pedazo de papel dentro de esta. De ninguna manera la caja de papeletas de votación constituye la democracia. Nosotros somos la presa sobre el cual dos tipos de [rapaces] compiten: las familias gobernantes y los gobiernos militares por una parte, y las dictaduras islámicas por la otra. Estos dos tipos de dictaduras compiten sobre nosotros, la presa.
«Cuando el mufti del gobierno prohíbe cierto libro, el mufti de los grupos [islamistas] prohíbe una película. El anterior prohíbe las palabras, y el último ‘prohíbe’ en toda la persona, matándolo. Las mujeres llevan puesto un uniforme al igual que los soldados. Ustedes las ven en la calle, y todas se ven como soldados. El gobierno azota a cualquiera que va a la estación de policía a poner una queja. Los islamistas legitiman el azotar. Si uno legitima el azotamiento, por qué usted se enoja cuándo el gobierno lo hace? ¿Cómo puede usted estar enfadado con el gobierno por azotarle, cuándo ustedes son los que están legitimando el azotamiento? Azotar es parte de la ley islámica.
«Cuando usted va a la mezquita ellos lo humillan, diciéndole: ‘Usted es responsable por lo que le sucedió a la nación’. Este pobre hombre apenas vino a cumplir sus deberes religiosos, y ellos amontonan esta suciedad sobre él en la mezquita. Lo humillan y atribuyen todos los pecados de esta nación a él. Todas las derrotas de la nación son debidas al desafío de este hombre infeliz hacia Dios. Están constantemente colocando nuevas líneas rojas. ¿Existe tal cosa como líneas rojas en la democracia? El gobierno tiene sus propias líneas rojas, las familias gobernantes tienen sus propias líneas rojas, y también las tienen el ejército y los islamistas. Yo también tengo líneas rojas, pero es inútil.
«Tal como usted ha dicho, esta gente emite fatwas sobre la saliva, sobre la orina de los camellos, sobre la orina del Profeta, y así sucesivamente… Miren, toda esta gente, este proceso total, todos los candidatos, la gente que ganó las elecciones, la gente que los ayudo a tener éxito – a todos ellos le corresponde el manicomio».
«En qué se ha convertido la Turquía de Ataturk?… los turcos [en Europa] son narcotraficantes, proscritos»
Hani Al-Sibai: «Hamas limpió la suciedad y la basura que existía en Gaza. Luego conspiraron contra este. Quieren que las elecciones den lugar a Mahmoud Abbases y a Muhammad Dahlans».
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«Qué ha quedado de la Turquía de Kemal Ataturk? Vayan a Europa, y ustedes verán. La mayoría de los turcos aquí es narcotraficantes, proscritos. Es más, los ingleses aquí tiene una costumbre. En Navidad, comen lo que ellos llaman ‘turkey’ (pavo) Imagínense, lo llaman «pavo», y lo sirven como comida en la mesa. Esto muestra el tipo de odio que está profundamente arraigado en Occidente – ellos sirven al hombre turco, otomano y musulmán como comida en la mesa, para entretenimiento y como una señal de que ellos lo han degollado. ¿Qué ha quedado de Turquía? No ha entrado en la U E., y no pertenece ni a Oriente o a Occidente. Cuando Erdogan y su estirpe gobernaron en Estambul, la gente no tenía por que preocuparse por la seguridad. La U.E. y todas las organizaciones transparentes en el mundo testificaron que sus manos están limpias y que no son corruptos. Este es el por qué el pueblo los eligió, y la razón por el cual ahora intervino el ejército». […]
«Los islamistas son siempre los que ayudan a la gente… por eso son envidiados por estos microbios [los secularistas]»
«Los islamistas son siempre los que ayudan a la gente, y los salvan del estado en que están. Son activos, y por eso son envidiados por estos microbios, que han esparcido su ideología a lo largo de nuestros países. Estos islamistas, incluso en Jordania… Toman cualquier lugar en el mundo, y ustedes verán que los islamistas son los amos del mundo. No existen hombres verdaderos salvo el pueblo del Islam.
«Vean a la gente que dan razones para sostener la cabeza del Islam en alto. En la política – son los amos. En el campo de batalla – son los amos. Son los que frotan en el barro la nariz de las fuerzas de la ocupación en Afganistán, en Irak, en Palestina, y a lo largo del mundo. La perpetualidad del conflicto los hace fuertes.
«En contraste, cual es la contribución de aquéllos que están desprovistos de cualquier ideología, cuya fe ha sido deformada, que están divorciados de su religión? ¿A qué han contribuido ellos? Lo único a lo que han contribuido es a la destrucción. Fueron presagios malvados para sus pueblos. Ellos conducen a sus pueblos al infierno. Las masas deben vomitarlos de su centro. Deberían ser puestos en las plazas públicas, para que la gente pueda pegarles con sus zapatos y escupirles. Su lugar está con los ocupantes».
Entrevistador: «Entendimos la idea. Muchas gracias».
Sayid Al-Qimni: «Este hombre usa un lenguaje asqueroso y nauseabundo. Al infierno con él».
Hani Al-Sibai: «‘Mi lengua está afilada, y no tiene fallas, y mi mar es demasiado inmenso para sus cubos’, Qimni».
Sayid Al-Qimni: «Usted está totalmente loco. Márchese. Váyase. Qué, todos los vertederos de basura estaban cerrados y tuvieron que irse al alcantarillado para conseguirle?» […]
«Miren las universidades hoy día [en el mundo árabe] – todo lo que pueden ver es el Hijab y el Niqab«
«Nuestros colegios universitarios y universidades no son reconocidos en el mundo. Las universidades del Cairo y Ein Shams están catalogadas por debajo de 3,000 en el mundo. No tenemos educación. Miren las universidades hoy día – todo lo que pueden ver es el hijab y el niqab. Ven a un solo alumno que se asoma a través del orificio de una aguja. Qué es esto – un centauro?»