En un editorial el 28 de marzo del 2008, el diario saudita Al-Watan escribió que los acuerdos de paz entre Israel y Egipto demuestran que una paz árabe-israelí es posible, y que el tal acuerdo de paz debe dirigirse a todos los aspectos del tema palestino para que una verdadera normalización pueda lograrse.
Lo siguiente son extractos del editorial: [1]
«Un acuerdo de paz entre los árabes e Israel es posible si existe un verdadero deseo en ambos bandos»
«El 26 de marzo de 1979, el Presidente egipcio Anwar Al-Sadat firmó, junto con el entonces Primer Ministro israelí Menahem Begin, los acuerdos de Camp David. Estos también fueron firmados por el Presidente norteamericano Jimmy Carter, en nombre de los Estados Unidos, que habían tomado las negociaciones bajo su protección.
«Sin entrar en las circunstancias de la firma de los acuerdos y las condiciones internacionales, regionales y árabes que permitieron alcanzarlos, y a pesar de la feroz oposición con la que fueron enfrentados para el momento y las medidas tomadas por la mayoría de los estados árabes contra Egipto… – quizás haya algunas lecciones que los árabes, Israel y la comunidad internacional pueden aprender de estos acuerdos con el propósito de llegar a una solución permanente al problema en el Medio Oriente.
«La primera lección es que llegar a un acuerdo de paz entre los árabes e Israel es posible si existe un verdadero deseo [de hacerlo] de todas las partes.
«El Presidente Al-Sadat ciertamente tenía tal deseo verdadero de llegar a un acuerdo de paz, y también lo tenía el gobierno israelí de esos días, cada uno por sus propias razones. La existencia de este deseo fue un factor fundamental en los dos partidos – los egipcios y los israelíes – emprendiendo entrar en agotadoras negociaciones en Camp David, en el camino para concluir los artículos de los acuerdos».
Los Estados Unidos pueden jugar un papel activo en cualquier negociación árabe-israelí
«La segunda lección es el papel positivo y activo que los Estados Unidos pueden jugar en cualquier negociación futura árabe-israelí. No es ningún secreto que la administración del Presidente Carter ejerció una presión considerable sobre ambos Egipto e Israel para superar las dificultades que se interponían entre las negociaciones. Esta presión era más o menos igual en ambas partes – qué hizo posible para ambos partidos aceptaran esta presión y convergieran hacia esta».
Debemos resolver el problema palestino para lograr una verdadera normalización
«La lección más importante [a ser aprendida de los acuerdos de Camp David] es que cualquier acuerdo de paz futura necesita tratar con el corazón del conflicto árabe-israelí, con el problema palestino, en sus dimensiones geográficas, políticas, de seguridad, económicas y humanitarias.
«Cualquier acuerdo debe incluir el retorno de todas las tierras árabes ocupadas a sus dueños, y debe llegar a una resolución justa sobre el cual todas las partes lleguen a un acuerdo, para que los artículos de los acuerdos no queden en sólo tinta en el papel, sino que se convertirán en una verdadera normalización que todos los partidos en la región pueden aceptar sin sentirse engañados o que hayan hecho algo indebido.
«Aunque casi tres décadas han pasado desde la [firma de] los acuerdos de Camp David, la calle egipcia está todavía en su totalidad muy lejos de la normalización [con Israel]. Esto es debido a la empatía de los egipcios por el sufrimiento de sus hermanos en Palestina y su rechazo a las salvajes medidas de Israel y los ataques contra los palestinos y a otros países árabes».
La ausencia de una respuesta israelí y la creciente división inter-árabe ha hecho vacilar a la comunidad internacional respecto a la iniciativa de paz árabe
«Estas lecciones están incluidas en la propuesta de la paz árabe que coloca al conflicto árabe-israelí en su verdadero contexto y propone soluciones apropiadas. Por esta razón, es la mejor base realista para cualquier movimiento hacia la paz en la región».
«Sin embargo, la ausencia de una respuesta favorable de Israel a la iniciativa, y las divisiones inter-árabes que ahondan cada día, han hecho vacilar a la comunidad internacional de tomar cualquier medida hacia el implementar esta iniciativa.
«Así, los gobiernos árabes deben reexaminar sus cálculos, serenamente y en aislamiento de cualquier margen estrecho [de interés] con el propósito de verter luz sobre el verdadero enemigo de los árabes y obligar a Israel a detener su agresión. Esta agresión ha sido continua durante 60 años, y nunca se detendrá mientras Israel no se encuentre [a si misma enfrentando] una postura árabe unida que la obligará a reexaminar sus cálculos en la región».
[1] Al-Watan (Arabia Saudita), 28 de marzo, 2008.