En un editorial de opinión del 23 de agosto, 2010 en el diario saudita Arab News, titulado «Una terrible enfermedad de la mente», Zaid Nabulsi, quien el diario dice es un abogado que trabajó durante años para las Naciones Unidas en Ginebra, declaró que ni siquiera «una sola tetera o cucharita creíble judía» ha sido encontrada por los «arqueólogos sionistas» en Israel. El artículo se refirió al profesor israelí Shlomo Sand al afirmar que no existe una conexión genética entre los judíos modernos y los judíos bíblicos y comparo la ley del matrimonio judío a las Leyes de Nuremberg, diciendo que «Adolfo Hitler se está revolcando en su tumba».

Lo siguiente es su artículo, en su inglés original.

Yo tendría que ser «un lunático certificado» el querer regresar a Andalucía… «Los monumentos y los nombres árabes a los que me refiero [en España] existen realmente…»a diferencia de cualquier artefacto judío en Israel

«Mi familia y yo anhelamos regresar a los Jardines de Córdoba (Qurtuba). Sufrimos con cada aliento por volver a habitar los castillos de Sevilla (Ishbeelyah). En nuestras venas, corre un anhelo eterno de volver a caminar tras las huellas de nuestros antepasados en Zaragoza (Saraqusta). Anhelamos cultivar de nuevo los huertos de Valladolid (Balad Al-Waleed). Nos esforzaremos, por medios militares si es necesario, de ver el día bendito en que podamos volver a poner pie a lo largo de las vías de rosas perfumadas del espléndido palacio de Al Hambra (Al Hamra’a) en Granada (Ghirnata).

«Cada piedra y cada grano de arena en esa tierra santa Ibérica me pertenece a mí y a mi pueblo, exclusivamente. Ningún terrorista español tiene derecho a obstaculizar la voluntad de Dios y negarle a mi familia el título legal de la tierra de nuestros antepasados. Es Dios quien nos dio Andalucía (Al-Andalus) y es Dios quien nos prometió que nosotros, los desterrados, moraremos en ella una vez más.

«Yo de hecho tendría que ser un lunático certificado si hubiese estado diciendo la verdad de lo anterior. Sin embargo, la única diferencia entre mi enfermedad mental y la de los millones de judíos que afirmaron haber ‘regresado’ a Palestina, es que en mi caso, al menos los monumentos y los nombres árabes a los que me estoy refiriendo son verdaderos y existen realmente hoy día y no es discutible que los antepasados directos de mi pueblo de hecho construyeron esa gran civilización.

«Por otra parte, todos los arqueólogos sionistas han fracasado – después de desenterrar todos los rincones imaginables de Palestina durante los últimos 62 años – en encontrar ni siquiera una sola tetera judía o cucharita, por no hablar de excavar un supuesto templo judío que remotamente equipare la grandeza de cualquiera de las reliquias visibles de Andalucía».

«Ningún historiador israelí ha podido debatir – y mucho menos refutar – cualquiera de los devastadores hallazgos de [Shlomo] Sand» de que los judíos que hoy no son descendientes de los judíos bíblicos

«No sólo eso, sino que no se han molestado en excavar. Hace dos años, el profesor israelí Shlomo Sand argumentó, con un meticuloso estudio en su devastador libro, ‘La Invención del Pueblo Judío’, que la afirmación de que los judíos de hoy día son descendencia étnica de los judíos bíblicos es otro mito sionista, porque todos los registros nos dicen que los judíos actuales son descendientes de las tribus Khazar que se convirtieron al judaísmo y no tienen ningún vínculo genético alguno con los judíos que vivían en Palestina durante los tiempos romanos. Este último, concluye, son, irónicamente, nada menos que los palestinos de hoy que se convirtieron al Islam (o al cristianismo), ya que los romanos al parecer nunca exiliaron a nadie. Por otra parte, Sand demuele el mito de los reinos de David y Salomón probando que son puras leyendas que nunca existieron. Lo asombroso es que, hasta la fecha, ningún historiador israelí ha sido capaz de debatir – y mucho menos refutar – cualquiera de los resultados devastadores de Sand.

«Sin embargo, no sólo tengo que estar metido en una camisa de fuerza si fuese serio en reclamar España para los árabes – con independencia de nuestra verdadera historia ahí – pero el pueblo español tiene derecho a reírse de lo absurdo de mis alucinaciones, si no ofenderse gravemente por su atrevimiento.

«No puedo, por ejemplo, visitar la magnífica Sala de los Abencerrajes (Ibn Sarraj) en Alhambra y luego, después de explicarle a mis hijos que fueron árabes musulmanes quienes construyeron estos milagros maravillosos de arquitectura, siga y adoctrínelos de que este trozo de bienes raíces debería pertenecerle a ellos. No puedo hacer eso más de lo que un turista italiano puede visitar Jerash en Jordania y posteriormente decidir construir un asentamiento y vivir allí porque, dice, que realmente le pertenece a su tatarabuelo, un tal Sr. Julio César».

«En este mundo moderno, no vamos por ahí robándole la tierra de otros pueblos mediante la asignación de nuestro crimen a un vínculo antiguo histórico a dicha tierra… entonces ¿por qué estos sionistas se salen con la suya con tal absurda monstruosidad?

«Este es el caso simplemente porque, en este mundo moderno, nosotros no vamos por ahí robándole la tierra a otros pueblos mediante la asignación de nuestro crimen a un antiguo vínculo histórico a dicha tierra, o bien porque creemos que pertenecemos a la misma raza o religión de la gente que una vez vivió allí.

«Pero los sionistas se salen con la suya todo el tiempo y lo han estado haciendo durante demasiado tiempo – a pesar de la falta total de cualquier conexión histórica verdadera de la tierra de Palestina (no es que importe o lo haga más legítimo si tuvieran dicha conexión prehistórica).

«Para quien, en su fuero interno, puede de manera creíble negar la flagrante contradicción de toda la premisa subyacente del sionismo, la propia locura sobre la cual fue fundada Israel? De hecho, cualquier persona que apoye la inmoralidad del robo de la tierra de Palestina bajo tales pretextos históricos religiosos o forjados en realidad estaría inventando excusas para la flagrante colonización que es mucho más ridícula que mi enfurecida locura acerca del retornar a los jardines de Córdoba.

«Entonces ¿por qué estos sionistas se salen con la suya con tal ridícula monstruosidad?

«La hegemonía judía sobre los medios de comunicación mundiales… una conciencia mundial envuelta en una nube de culpa por el Holocausto…»

«Todos sabemos el por qué. La hegemonía sobre los medios de comunicación mundiales ejercida por lo judíos es crucial para que nadie pueda desafiar la narrativa sionista o señalar al desnudo, sin adulterara locura a toda la empresa sionista. Junto con una conciencia del mundo envuelta en una nube de culpa por el Holocausto, un evento al que está prohibido incluso debatir, se obtiene una atmósfera opresiva que ha asfixiado la capacidad de la civilización occidental en deconstruir el sionismo hasta sus locuras más básicas.

«En cuánto a la forma más racional en que las poblaciones racionales incluso tienen en consideración y mucho menos aceptan y adoptan, la lógica retorcida sionista sobre los judíos que ‘regresan’ a una tierra prometida después de tantos miles de años de supuesta separación? ¿Y cómo puede esta misma gente aceptar a los políticos israelíes abiertamente usando tales tonterías religiosas como justificación de la catástrofe contemporánea y permanente infligida a los millones de inocentes habitantes palestinos de esa tierra?

José María Aznar, quien defendió a Israel, «bien puede devolvernos Málaga y Marbella»

«Tomemos, por ejemplo a José María Aznar, el ex primer ministro español, quien recientemente dio una solemne advertencia en las páginas del Times de Londres: ‘La ira sobre Gaza es una distracción. No podemos olvidar que Israel es el mejor aliado de Occidente en una región turbulenta… si Israel cae, todos caemos….’

«Bueno, Aznar, no abogamos por que Israel desaparezca o caiga en ningún lugar porque, a pesar de las malas acciones acompañadas a su creación, Israel es un hecho al cual tenemos que vivir hoy en día. Asimismo, los israelíes son seres humanos sobre los cuales no quiero imponerles que vean por televisión el como queman los ojos y la carne de sus infantes usando fósforo blanco, ni tolerare que tal barbarie horrorosa se les infrinja a ellos.

«Pero escuche, José, si usted no ve nada malo con lo que Israel es y con respecto a sus crímenes de guerra documentados por Goldstone como una ‘mera distracción’, ignorando mientras que es la fuente de todas las ‘turbulencias’ de la región que usted ha mencionado, entonces usted puede que también nos devuelva Málaga y Marbella. Después de todo en Andalucía, ningún cristiano o judío fue perseguido o quemado en la hoguera, ni tampoco su médula ósea fue frita por cualquier otro medio».

«La parodia continúa sin cesar… el sionismo no es más que una enfermedad terrible e incurable de la mente?»

«Sin embargo, la farsa continúa sin cesar. Tome esta reciente manifestación de la enfermedad mental que envuelve al estado racista de Israel (denominada por los medios de comunicación judíos estadounidenses Inc. como ‘la única democracia en el Medio Oriente’).

«Hillary Rubin es una judía estadounidense de Detroit quien decidió mudarse a Israel en el 2006 – algo que millones de refugiados palestinos sólo pueden soñar. Pero esa no es la historia. Sucede ser que Rubin es también la sobrina del líder sionista Nahum Sokolow, por lo que uno hubiera supuesto que ella es una judía notable, venerada en Israel por su noble linaje.

«El mes pasado, se enamoró y quiso casarse con un buen chico judío de Herzliya. Según el diario Ha’aretz, después de la presentación de un certificado de matrimonio, fue rechazada y se le dijo que tenía que demostrar su carácter judío de su linaje materno por – escuchen esto – cuatro generaciones enteras. Esto no es la Alemania de 1933, sino la Israel de hoy día. Así que recibió cartas de cuatro rabinos conservadores y un rabino Chabad acreditando su condición de judía.

«Pero el Rabinato de Herzliya todavía no la tiene consigo. Para permitir que se casara con su novio, estos hombres de Dios estipularon que justifique con un certificado de nacimiento o certificados de defunción de su madre, abuela, bisabuela y tatarabuela – algo que por supuesto no pudo hacer.

«Esto no es un incidente aislado, sino la ley oficial aplicable israelí sobre los libros. Oh sí, Adolfo Hitler se está revolcando en su tumba por esta noticia. ‘Y se atrevieron a crucificarme por las leyes de Nuremberg? el Führer está hablando consigo mismo.

«Bueno, ahí lo tienen, señoras y señores. No les dije que el sionismo no es más que una enfermedad terrible e incurable de la mente?»