En un editorial en el portal reformista árabe www.aafaq.org, el editor Omran Salman explica el fracaso de los esfuerzos de la diplomacia pública norteamericana y reprocha a los regímenes árabes dictatoriales por estar detrás de las campañas de calumnias hacia América como parte de su lucha por la supervivencia.

A continuación se presenta el editorial. [1]

«La distorsión de la imagen de los Estados Unidos se ha convertido en un objetivo político para los gobiernos árabes en su lucha por la supervivencia»

«Las noticias de la renuncia de Karen Hughes, la funcionaria responsable de la diplomacia pública americana a quien se le dio la tarea de mejorar la imagen de América en el exterior, en especial en el Medio Oriente, fue recibida con aparente calma. Esto fue en contraste con las noticias de su nombramiento al cargo en el año 2005, que disfrutó de una amplia cobertura y de altas esperanzas.

«Pero Hughes fracasó en su misión, aunque con distinción, y se espera, o así se ha esperado, que este fracaso llevará a una severa sacudida a la diplomacia americana que puede quizás hacerla despertar de los engaños y la burocracia que se ha establecido firmemente en los pasillos del Departamento de Estado.

«En cualquier caso, no estaba destinado a que Hughes tuviese éxito en ‘ganar los corazones y mentes de los árabes en todas las circunstancias, y esto no tiene nada que ver con sus habilidades o su competencia.

«Según el artículo de Reuters que informó de su renuncia, Hughes es conocida por su rápido estilo de hablar, entusiasta, un rasgo que no siempre fue bien recibido, particularmente en el Medio Oriente.

«Pero ésta no es la razón, por supuesto. La imagen distorsionada de los Estados Unidos – en el mundo árabe, al menos – no es debido a la falta de información sobre los motivos y la naturaleza de la política exterior americana, y no porque los ciudadanos árabes tienen insuficiente información sobre la vida americana, o las leyes o instituciones de los Estados Unidos.

«Los residentes del mundo árabe no viven en otro planeta, y no están aislados de la revolución de las comunicaciones rápidas, la tecnología y de Internet, dónde cualquiera puede apretar un botón y conseguir la información que quiera. Muchos árabes han visitado los Estados Unidos o tienen algún pariente o amigos viviendo en América.

«La razón verdadera es que la distorsión de la imagen de los Estados Unidos se ha convertido en un objetivo político para los gobiernos árabes en su lucha por la supervivencia, y una herramienta para desterrar el espectro de la democracia y el cambio en la región árabe.

«Aquéllos que dirigen esta campaña de calumnias son los regímenes árabes principalmente autocráticos, representados por los Ministerios de Información. Ellos han decidido hacer que los Estados Unidos paguen el precio por derrocar a uno de sus regímenes – el régimen de Saddam Hussein – y luego llamando a la reforma en la región».

«Lo que no comprenden aquéllos que dirigen la diplomacia del pueblo norteamericano es que, en el mundo árabe, pocas cosas suceden por casualidad»

«Con este fin, envenenaron los puntos de vista e ideas en el mundo árabe, y embotaron las mentes del pueblo con tales supersticiones extraordinarias, fantasías y teorías de conspiración, empezando con la acusación de que la CIA y los judíos fueron el cerebro de los ataques del 11 de septiembre y no finalizando con la ‘guerra de los cruzados’ que el Presidente George Bush ha declarado sobre el mundo islámico.

«Lo que no comprenden aquéllos que dirigen la diplomacia pública norteamericana es que en el mundo árabe, poco sucede por casualidad.

«Cuando Karen Hughes visitó una escuela en una capital árabe para encontrarse con los alumnos, o una institución social para reunirse con sus empleados, pensó que la gente estaba hablando naturalmente y revelaba lo que realmente creen – sus opiniones, de hecho – especialmente hacia los Estados Unidos.

«Tales cosas pueden pasar en América, dónde la gente es libre por lo que creen y en lo que dicen. Pero es ingenuo asumir que lo mismo pasa en el mundo árabe.

«En el mundo árabe, numerosas autoridades intervienen para formar los puntos de vista del pueblo e imponer en ellos lo qué decir. Primero, está la autoridad de información, en su mayor parte de propiedad del gobierno o por las agencias cercanas a esta; esta información, así provenga en la forma aparente de noticias u opiniones, le enseña a la gente los puntos de vista negativos de los Estados Unidos día tras día.

«Luego, está el imam de la mezquita. Generalmente, él es un funcionario del gobierno, y es imposible dejar de maldecir a los judíos, a los nazarenos (cristianos) y a la arrogancia global – encabezada por supuesto por América! – fuera de sus sermones».

«Aquéllos que conducen la diplomacia pública norteamericana le han permitido a los gobiernos árabes y a sus agencias corruptas y despóticas que los engañen – Y hayan entonces intentado engañar a la opinión pública americana

«Y luego esta la escuela – una institución gubernamental – qué programa a los alumnos desde la niñez con hostilidad hacia todo lo no-árabe y no-musulmán, y los programa a creer en el declarar a otros musulmanes apóstalas e infieles, y en el jihad y en la restauración del Califato y el reavivamiento de la gloria islámica árabe – lo cual Occidente es un obstáculo!

«En lugar de investigar las verdaderas razones por la distorsión de la imagen de América en el mundo árabe, y presentando una lista de las organizaciones e individuos comprometidos con la distorsión – qué en cualquier caso colocan abiertamente, en pleno día – aquéllos que dirigen la diplomacia pública americana han permitido a los gobiernos árabes y a sus agencias corruptas y despóticas a que los engañen – y hayan entonces ellos mismos intentado engañar a la opinión pública americana.

«Lo qué ellos no saben es que se han convertido en un chiste en el mundo árabe, sujeto a la broma y al ridículo desde todo punto de vista.

«Así, en lugar de que los Estados Unidos se ganen los corazones y mentes de los árabes y musulmanes, los gobiernos árabes y la Hermandad Musulmana han hecho caer en la trampa a los corazones y mentes de muchos diplomáticos del Departamento de Estado, así como también aquéllos de algunas de los influyentes institutos de investigaciones de Washington».


[1] www.aafaq.org, 2 de noviembre, 2007.