Los temas sobre la libertad de prensa en Egipto continúan haciendo los titulares, ambos dentro y fuera del país. En varios casos judiciales de septiembre del 2007, los editores de los diarios recibieron sentencias de prisión por esparcir lo que se denominó información falsa sobre funcionarios del gobierno. [1] Luego, el 8 de octubre del 2007, el Jeque de Al-Azhar Muhammad Sayyed Tantawi pronunció un discurso, en presencia del Presidente egipcio Hosni Mubarak, durante él cual declaró que, basado en un verso del Corán, a los calumniadores se les debe castigar con 80 latigazos. Llegando tal como lo hizo siguiendo a las persecuciones de alto-perfil de la prensa independiente, muchos en la prensa tomaron las declaraciones del Jeque Tantawi como si hubiesen sido dirigidas contra los periodistas, encendiendo una viva polémica y llevando a exigir que este sea depuesto del cargo de Jeque de Al-Azhar.

Para ver el portal de MEMRITV en referencia a la Universidad Al-Azhar visite: http://memritv.org/subject/en/227.htm

Jeque de Al-Azhar Tantawi: 80 latigazos para los calumniadores

El 8 de octubre del 2007, el Jeque de Al-Azhar Muhammad Sayyed Tantawi pronunció un discurso para marcar el Laylat Al-Qadr, un día santo durante el mes de Ramadan que celebra el comienzo de la revelación del Corán; entre aquellos presentes estaba el Presidente Mubarak. Durante su discurso, el Jeque Tantawi dijo que los calumniadores deberían recibir un castigo de 80 latigazos.

Según el diario oficial egipcio Al-Ahram, Tantawi dijo: «El shari’a islámico hizo a todos por igual respecto al castigo del crimen de calumnia… Alá reprendió a aquéllos que calumnian a otros con falsas acusaciones con tres castigos. El primero es sensorial, y consiste en ser azotado con 80 latigazos. El segundo es moral, y consiste en que su testimonio no es aceptado. El tercero es religioso, y consiste en que Alá los describe como pecadores». [2]

Aun cuando no existe ninguna evidencia de que el Jeque Tantawi mencionó a periodistas o los señaló para que fuesen castigados, el hecho de que su discurso llegó en contra al trasfondo de una gran cantidad de persecuciones altamente publicitadas a periodistas que llevó a muchos a concluir de que ésta era su intención – y este hecho se reflejó en los titulares del diario. [3] También contribuyendo a esta interpretación estaba el hecho de que el viernes antes, el Jeque Tantawi había llamado a un boicot a los diarios que «esparcieron falsos rumores». [4]

En una declaración, la Unión de Periodistas Egipcios dijo que las declaraciones atribuidas al Jeque Tantawi repercutieron al igual que una «profunda conmoción, como si estuviese participando, desde su alta posición, en escalar la campaña de incitación contra la prensa». Este agregó que las declaraciones atribuidas a Tantawi estaban «haciéndole el mayor daño a la reputación internacional de Egipto». [5]

El 19 de octubre del 2007, el Jeque Tantawi le dijo a Al-Arabiya Tv que su discurso de Laylat Al-Qadr no había sido dirigido específicamente en contra de los periodistas, sino contra cualquiera que esparza falsos rumores. Él agregó de que ésta era la ley de Alá, no una ley de su propia inventiva, y de que no era falta suya si también aplicaba a los periodistas. [6]

Nieto del anterior Jeque de Al-Azhar: Tantawi es un hombre insignificante en un cargo importante

Entretanto, llamadas a la remoción de Tantawi de su cargo como jeque de Al-Azhar comenzaron a aparecer. En una declaración mayormente formulada, el estudioso islámico Tareq ‘Abd Al-Halim, nieto del anterior jeque de Al-Azhar Salim Al-Bishri, dijo que tomara acciones judiciales para remover a Tantawi, y que si no tenía éxito, exigiría que el nombre de su abuelo sea removido de la lista de ex encabezados de Al-Azhar.

En su declaración, ‘Abd Al-Halim dijo que la decisión del Jeque Tantawi sobre el azotamiento a periodistas (tal como él lo puso) fue lo último en una serie de fatwas a favor del gobierno, y que apoyaron el ataque del gobierno a la libertad de expresión. Él dijo que el cargo del jeque de Al-Azhar era uno importante que había sido confiado a una persona insignificante que adoptó opiniones basado en el grado a los cuales ellos coincidieron con los antojos del gobierno. [7]

El asunto también se convirtió en hueso de disputa entre las asociaciones rivales de estudiosos de Al-Azhar. En una reunión encabezada por el propio Tantawi, la Academia de Investigación Islámica oficial de Al-Azhar decidió emitir una declaración en apoyo a Tantawi. [8] El ‘Ulama del Frente de Al-Azhar refutó con una crítica mayormente formulada la declaración de la academia, diciendo, «Alá y la historia no le perdonarán», declaró su apoyo por la prensa, y expresó su punto de vista de que el verso coránico citado por Tantawi sólo tratada con falsas acusaciones de adulterio. [9]

Mustapha Bakri, miembro de parlamento y jefe de redacción del semanario egipcio Al-Usbu’, también expresó su intención de pedirle al Presidente Mubarak que remueva a Tantawi. [10]

El diario oficial Al-Ahram, por otro lado, vino en defensa de Tantawi; en un articulo del 17 de octubre, 2007, el editor Osama Saraya escribió que las reacciones de la prensa al discurso de Tantawi reflejó «una crisis de diálogo entre una minoría que quiere imponer su punto de vista, a través de la violencia y levantar las voces, sobre la mayoría». Él agregó que Tantawi no había estado hablando específicamente sobre la prensa, y que él simplemente estaba expresando una ley definitivamente religiosa sobre la calumnia. [11]

Periodista liberal saudita ‘Abdallah Al-Mutairi: Debemos dejar de ver con ojos medievales y dejar de pensar con una mente medieval

El 17 de octubre del 2007, el diario liberal saudita Al-Watan publicó un artículo del redactor ‘Abdallah Al-Mutairi criticando las declaraciones del Jeque Tantawi. Al-Mutairi escribió que el fatwa era evidencia del estado «medieval» del pensamiento islámico contemporáneo y de la necesidad para una reforma comprensiva:

«En un nuevo fatwa, el Jeque de Al-Azhar Tantawi exigió que los periodistas que ‘rieguen rumores’ deberían recibir 80 latigazos, de acuerdo con el castigo [coránico] por difamación…

«Este fatwa podría ser tomado como un indicador del estado de pensamiento islámico hoy día…

«Podría este tipo de fatwa ser emitido hoy día en cualquier parte menos en el mundo islámico? ¿Podría un líder religioso en alguna [otra] parte de la totalidad del mundo exigir el azotamiento de periodistas? Yo no pienso que esto ocurre en ninguna parte excepto en los países islámicos…

«La mayoría de los pueblos en el mundo se están moviendo hacia un horizonte humano e intelectual en el que azotar a periodistas por publicar informes no confiables no sólo es inaceptable, sino inconcebible.

«El mundo entero entiende el papel de la prensa como el cuarto poder al que debe otorgársele la libertad de supervisar los asuntos en el país y el mundo, y que permite representar opiniones y asumir su derecho de expresión. La humanidad ha alcanzado este horizonte en la edad moderna, y es un desarrollo importante y significativo en la comprensión de la libertad humana y el derecho a la expresión…

«Y dónde yace el pensamiento islámico de hoy en relación a todo esto? O, para ser más exactos, dónde yacen las corrientes ideológicas islámicas importantes, populares e influyentes en relación a este horizonte?… Ellos todavía ven con ojos medievales y piensan con una mente medieval…

«En los años sesenta, la Iglesia católica hizo la paz con la modernidad y dejó de acusarla de apostasía. Esta reconoció todas las libertades de la Edad del Esclarecimiento y los logros, y reconoció a las otras religiones y la libertad de creencia… Este desarrollo en el pensamiento de la Iglesia siguió a una larga serie de violentas y sangrientas luchas con el libre pensamiento…

«En el [mundo] islámico, este desarrollo no se ha logrado. Quizás es porque la lucha no ha alcanzado todavía el nivel de la lucha de la Iglesia con el libre pensamiento. Los eventos de 11 de Septiembre pueden ser una de las formas de esta lucha o los enfrentamientos con el mundo, pero la lucha ideológica no se ha materializado todavía en una forma que pueda ayudar a hacer estrellar el fundamentalismo y como resultado desarrollar un [nuevo] pensamiento islámico.

«En otros términos, no se ha formado todavía una corriente ideológica influyente y activa fuera de las corrientes religiosas – una que luchará con ellos a un nivel ideológico y los forzará, a través de la crítica, a desarrollar, y abandonar los horizontes medievales de dónde se cobijaron…

«Cuando al jeque de Al-Azhar se le preguntó por este fatwa que emitió y el enojo de los periodistas hacia este, dijo: ‘Soy libre… Digo lo que creo… No es esta la libertad de opinión a la qué ellos llaman? Ellos lo permiten para si mismos y lo prohíben para otros’.

«[Su] uso de esta excusa de ‘libertad’… significo el molestar a los periodistas, y no fue [hablado] por convicción. [Tantawi] no diferencia entre el emplear la libertad para hacer uso de esta y buscar más de ella, y emplear la libertad para disminuirla, prohibirla para un grupo de personas, y exigir que sean azotados…

Lo más importante hoy día es que las corrientes ideológicas y políticas basadas en los derechos humanos y libertades redoblen sus esfuerzos para establecer estos conceptos [de derechos humanos y libertades], y a abierta y claramente confrontar el pensamiento que este opuesto a ellos…» [12]

Reformista islámico egipcio Gamal Al-Bana: El fatwa no tiene ninguna base en el Islam

En un artículo del 17 de octubre, 2007 en el diario de oposición egipcio Al-Masri Al-Yawm, el prominente pensador islámico Gamal Al-Bana [13] argumentó que el fatwa del Jeque Tantawi no tenía ninguna base en el Islam, y que estaba traicionando el papel apropiado del clérigo en estar del lado del pueblo contra los gobernantes opresores:

«… Me impresionó leer las palabras de [Tantawi], debido a que la postura tradicional con el cual la gente confiaba en los clérigos ha sido la de estar junto al pueblo y contra el gobernante y con el débil en contra del fuerte. Para que [Tantawi] alentara al gobernante en castigar a la prensa es algo que coloca al estudioso religioso – el ‘sucesor de los profetas’ – en la misma trinchera que el gobernante opresor, y que usa la religión de acuerdo con la voluntad política del [gobernante]…»

Al-Bana también disputó al Jeque Tantawi la lectura del Corán 24:23 en el que basó su castigo por calumnia. El verso lee: «Aquéllos que calumnian a mujeres distraídas castas [pero] que creen son malditas en este mundo y el próximo, y serán severamente castigadas». Al Bana escribe: «Estos versos fueron revelados para proteger a las ‘mujeres castas [pero] distraídas’ de ser acusadas falsamente de adulterio. Alá quería proteger a estas pobres mujeres, que no tienen ni el poder ni la fuerza, y no pueden defenderse a si mismas, ni siquiera hablar.

«Es correcto deducir una analogía entre estas pobres mujeres y el gobierno, que tiene poder, fuerza, un ejército, seguridad central y divisiones policiales que esparcieron el terror y el uso de la tortura?! Es este gobierno el que está en necesidad de protección, o más bien el pueblo desvalido?…

«Hoy, la prensa es la única voz que se levanta para proteger los derechos morales y materiales del pueblo; resguardar sus recursos y elementos; combatir la política de ‘vender a Egipto’; para rechazar la sucesión [de Gamal Mubarak], lo cual es contrario a [ambos] el Islam y la democracia; luchar contra la corrupción esparcida, la cual se ha vuelto omnipresente en los ministerios, los bancos y las instituciones [públicas]; y así sucesivamente…

«Esperó que el honorable jeque de Al-Azhar vea las actividades de la prensa como un tipo de [cumplimiento del orden coránico de] ‘comandar el bien y prohibir la maldad’, especialmente como sólo la prensa es capaz de hacerlo, y así esto se convierta en una obligación personal [a esta]…

«La prensa ha estado haciendo lo que Al-Azhar debería de haber estado haciendo…» [14]

El «hereje» egipcio Salah Al- Din Muhsin: No culpen a Tantawi, culpen al shari’a

En contraste con Gamal Al-Bana y otros que argumentaron que el azotar a periodistas va contra el Islam, Salah Al- Din Muhsin, autor secular liberal egipcio quien pasó tres años en prisión por los cargos de ofender a la religión, [15] escribió en el portal de la Discusión Moderna izquierdista de que no tenía ningún sentido culpar al Jeque Tantawi, cuando el problema verdadero yace en el shari’a islámico y su papel en la vida pública egipcia:

«… El castigo de azotar es un castigo salvaje que humilla la dignidad humana. Está entre los castigos empleados en los tiempos antiguos; desde entonces muchos siglos han pasado, y éstos [castigos] se han vuelto anticuados. Es inconcebible reavivarlo hoy día.

«Pero, francamente, pienso que la exigencia de despedir al jeque de Al-Azhar no es menos injusta que la injusticia y oscuridad del [propio] fatwa…

«El jeque de Al-Azhar no es responsable del fatwa y por la ley del azotamiento. Esa ley data de las edades del atraso y lo primitivo. La ley del azotar, la ley de cortar las manos, [la ley del] decapitar…, la ley de apedrear, y la ley de cortarle a [una persona] el brazo contrario y la pierna – todas estas leyes crudas y ásperas y castigos son leyes en el shari’a islámico.

«Entonces por qué culpar al jeque de Al-Azhar personalmente? ¿Trajo él esta ley desde el hogar de su padre? ¿Inventó el Jeque Tantawi algo propio? En lo absoluto. Éstas son leyes en el shari’a islámico, y [Tantawi] estaba hablando en su capacidad de jeque de Al-Azhar, la universidad islámica más grandiosa…

«Cualquiera que tenga una oposición justa a esta ley [y] a este fatwa debería ser honesto y no exigir que esta persona sea despedida, sino más bien debería exigir que el shari’a, que gobierna por leyes anticuadas, no sea implementado. Y debería exigir que este shari’a no sea enseñado, y que sus leyes no sean enseñadas en la Universidad Al-Azhar…

«Así que aparten sus manos del Jeque Tantawi; aparten sus manos de los jeques. Ellos, y nosotros, somos víctimas y prisioneros de la ignorancia del antiguo desierto del beduino. El tiempo ha llegado para liberarnos a nosotros mismos, y liberarlos a ellos…» [16]

* D. Lav es Director del Proyecto de Reforma de África del Norte y del Medio Oriente y L. Azuri es compañero de investigación en MEMRI.


[1] Véase Investigación y Análisis de MEMRI No. 396, «En Egipto, Debate sobre la Libertad de Prensa Seguido al Encarcelamiento de Editores de Oposición», 12 de octubre del 2007, http://www2.memri.org/bin/espanol/articulos.cgi?Page=archives&Area=ia&ID=IA39607.

[2] La trascripción del discurso fue dada al redactor Salah Al-Muntasar por el Ministro de Dotaciones Religiosas Dr. Zaqzuq. Al-Ahram (Egipto), 24 de octubre, 2007.

[3] Al-Masri Al-Yawm (Egipto), 10 de octubre del 2007; Al-Sharq Al-Awsat (Londres), 12 de octubre, 2007.

[4] Al-Misriyyun (Egipto), 26 de octubre, 2007.

[5] Al-Sharq Al-Awsat (Londres), 12 de octubre, 2007.

[6] Al-Masri Al-Yawm (Egipto), 20 de octubre, 2007.

[7] Al-Misriyyun (Egipto), 22 de octubre, 2007.

[8] Al-Masri Al-Yawm (Egipto), 21 de octubre, 2007.

[9] Al-Misriyyun (Egipto), 26 de octubre, 2007.

[10] www.alarabiya.net, 14 de octubre, 2007.

[11] Al-Ahram (Egipto), 17 de octubre, 2007.

[12] Al-Watan (Arabia Saudita), 17 de octubre, 2007.

[13] Para más sobre Gamal Al-Bana, véase Investigación y Análisis de MEMRI No. 334, «Jeque Gamal Al-Bana: La Moderación Social y Religiosa vs. el Extremismo Político», 16 de marzo del 2007, http://www2.memri.org/bin/espanol/articulos.cgi?Page=archives&Area=ia&ID=IA33407.

[14] Al-Masri Al-Yawm (Egipto), 17 de octubre, 2007.

[15] Véase Al-Sharq Al-Awsat (Londres), 28 de enero, 2001.

[16] www.rezgar.com, 19 de octubre, 2007.