Tras el reciente ataque terrorista en Baluchistán en el este de Irán, varios artículos aparecieron en la prensa saudita criticando duramente la política de Irán en el Medio Oriente. El editor de Al-Sharq Al-Awsat Tareq Al-Homayed escribió que Irán ya ha probado la misma clase de terrorismo y hostilidad sectaria que esta ha promovido durante años en otros países. Un editorial en el diario Al-Watan declaró que Irán estaba trabajando para desestabilizar a los países árabes mediante el apoyo a organizaciones tales como Al-Qaeda, Hezbolá y los rebeldes Houthi, e incitando el conflicto entre sunitas y chiítas en el mundo árabe. Un artículo en el diario ‘Okaz dijo que las acciones de Irán pueden incluso inducir a los estados árabes a tomar medidas similares y tratar de desestabilizar a Irán.
Lo siguiente son extractos de los artículos:
Editor de Al-Sharq Al-Awsat: Irán se sirve de grupos extremistas en nuestra región para alcanzar las metas de la Revolución Islámica
El director del diario saudita con sede en Londres Al-Sharq Al-Awsat, Tareq Al-Homayed, escribió en un editorial titulado «Irán – El Terrorismo Regresa a Casa»: [1] «El régimen iraní levantó su voz en condena al terrorismo e infundió acusaciones en contra de Occidente seguido a los atentados suicidas dirigidos contra los líderes de la Guardia Revolucionaria y otros en la provincia de Sistán-Baluchistán cerca de la frontera entre Irán y Pakistán. [Pero] podríamos decir aquí que el terrorismo ha regresado a casa, es decir, a Irán…
«Los iraníes [han] tratado de utilizar a los grupos extremistas en nuestra región a fin de lograr los objetivos de la Revolución Islámica, así [estos grupos] sean Al-Qaeda u otros grupos similares en Irak, Líbano, Yemen y Arabia Saudita. [Además], Irán era una escala temporal [para combatientes] en su ruta a unirse a Al-Qaeda, [tal como es informado por] algunos miembros que se entregaron recientemente en Riad, entre ellos Fawwaz Al-Otaibi. De hecho, algunos de los que [pasaron] a través de Irán para unirse a Al-Qaeda en Pakistán o Afganistán [han] admitió que personas que llevan uniformes de seguridad [iraníes] facilitaron su viaje a través de Irán!…
«La segunda lección a aprender de esta operación suicida, por el cual el grupo iraní Jundallah se [ha] atribuido responsabilidad, es el peligro de manipular el tema sectario… [Este] asunto, el cual Irán ha explotado y continúa explotando en nuestra región, estalló en el rostro del régimen de los mulás, y lo hizo violentamente…
«La explotación de terrorismo por razones políticas o de seguridad, y la manipulación del sectarismo, es el fuego que quema las manos de todos los que juegan con este y se aprovechan de estas cuestiones. Esto es lo que hemos visto respecto a todos los conflictos en nuestra región [durante muchos años].
«La operación suicida del [19 de octubre, 2009] que tuvo lugar en Irán, involucra claramente dos asuntos que por lo general complacen a Irán – las operaciones suicidas y la dimensión sectaria. Se trata de dos asuntos por los que hemos sufrido grandemente en Arabia Saudita, Irak, Jordania e incluso en el Líbano, Yemen y Egipto – y por supuesto la lista es interminable!» [2]
Editorial de Al-Watan: «Irán y sus organizaciones secretas… encendieron el fitna entre los árabes sunitas y los chiítas»
Un editorial en el diario saudita Al-Watan, acusó a Irán de desestabilizar a los países árabes por su apoyo a Al-Qaeda y de instigar el conflicto sectario: «… Cualquiera sea lo que dañe a la Península Arábiga y al Golfo Árabe tiene un impacto en el resto de los países de la región, [y] si un país como Irán se cree a salvo de [los terribles efectos del] deterioro de la estabilidad en la región, entonces está equivocado. Por lo tanto, debe reevaluar su política sobre la seguridad del Golfo Pérsico y la Península Arábiga, y dejar de tratar de desestabilizar a los países de la región. Esto está claro ahora para cualquier persona razonable.
«Aquellos que siguen los acontecimientos han identificado la intervención iraní en algunos de los países del Golfo, así como en Irak, Líbano, Palestina y Yemen. [Esta intervención] se realiza por medio de agentes del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria de [Irán], el Basij y los aparatos de inteligencia iraní, que utilizan sus recursos y habilidades para desestabilizar a los países de la región. La guerra interna en el Yemen [entre las Houthis y el gobierno] no es sino el resultado de la injerencia iraní, ya que la política de Irán y el apoyo de los medios a las fuerzas rebeldes y destructivas Houthi se ha vuelto tan claro como el día.
«Paralelamente a estas acciones irresponsables de Irán, los [aparatos] de propaganda iraníes no se avergüenza de emitir acusaciones contra el Reino de Arabia Saudita. Quisiéramos hacerle a Irán, y a sus sucios escritores y voceros algunas preguntas: ¿Quién es el que impulsa a los libaneses a discutir y reñir, y trabaja día y noche para retrasar la formación de su gobierno? Quién es el que le suministra a los atacantes suicidas y hombres armados con municiones y explosivos? Quién es el que envenena la mente de los iraquíes con el [odio] sectario cuando fueron alguna vez hermanos afectuosos?
«Quién es el que ha comenzado a dividir a los países del Consejo de Cooperación del [Golfo] a lo largo de las líneas sectarias, fomentando determinados partidos sectarios y grupos a entrar en conflicto con sus gobiernos? ¿Quién está apoyando a los Houthis en Yemen con armas y dinero, y ha aumentando su confianza con el fin de que entren en conflicto con su estado, después de lavarles el cerebro con la ideología revolucionaria de Qom? Quién ha ocupado las islas de los Emiratos Árabes Unidos? ¿Quién está haciendo alarde de sueños imperialistas y quiere anexarse Bahrein, quién ha hostigado a los peregrinos en la Meca y a los visitantes en Medina con gritos estridentes, marchas y bloqueos de caminos, ¿Quién está ahora apoyando a Al-Qaeda y dándole refugio a sus dirigentes? Quién ha conspirado contra Egipto, y honrado a los terroristas nombrando calles en Teherán en honor a ellos? [3] Por último, pero no menos importante, quien ha convertido la seguridad de la región, la estabilidad y la paz en una ficha de canje [en sus maniobras] vis-à-vis con Estados Unidos y Occidente, como parte de una lucha política cuyo lema es ‘la bomba nuclear puede convertirse en una guerra total?’
«Claramente, fueron los dedos de Irán y sus organizaciones secretas que encendieron el fitna [la guerra civil] entre los árabes sunnitas y chiítas. [Son] los iraníes que se encuentran actualmente trabajando para socavar la unidad política de algunos estados árabes, y son ellos los que se están difundiendo y apoyando el terrorismo. Los portavoces iraníes, quienes están destinados a reavivar el odio, el racismo, el sectarismo y la violencia, deben dejar de difundir su veneno en nuestra nación.
«Además, las capacidades que utiliza [Irán ahora] para generar temor y conflicto dentro de las sociedades árabes deben [en cambio ser canalizadas] para beneficio del pueblo iraní – que está soportando una pesada carga económica. A pesar de que la propaganda y los aparatos de inteligencia iraníes intentan crear [varias] farsas para distraer [al mundo] del papel que [Irán] está jugando en el debilitamiento de la seguridad, la estabilidad y la paz [de la región], no podrán insultar la inteligencia de los pueblos árabes e islámicos – ya que [estos pueblos] saben que los dedos de Irán, [los cuales están ocupados] reavivando los conflictos latentes, pueden verse tan claro como el día». [4]
«Qué pasaría si los países perjudicados por la intervención de Irán… hicieran lo mismo en Irán?»
En una columna titulada «Que Pasaría si los Sunitas Apoyaran a Baluchistán?» El redactor saudita Khalaf Al-Harbi escribió en el diario ‘Okaz: «Hoy, los [ataques] armados están retomando en Baluchistán en el este de Irán, donde muchos miembros de la perseguida secta sunita se están rebelando en [contra de las autoridades iraníes]… Piensen en lo que Irán habría dicho si los países árabes de mayoría sunita hubiesen apoyado a la organización baluchi Jundallah en represalia por el apoyo de [Irán] al Hezbolá, el cual está [actuando] abiertamente en el Líbano y en la clandestinidad en la mayoría de los [otros] países árabes.
«Qué pasaría si los países que han sido perjudicados por la intervención de Irán – [los países] que han proporcionado a los rebeldes con armas, financiamiento y asesores militares – hicieran lo mismo en Irán? No podría esto ser considerado como una especie de auto-defensa [por parte de estos países]?
«Piensa Irán que [puede] continuar arrojándole a sus vecinos las piedras de la [lucha] sectaria, mientras observan y se abstienen de golpear su casa de cristal con las mismas [armas]? Irán sabe mejor que nadie que Jundallah no es una organización marginal, tal como lo demuestra el hecho de que ha negociado con esta más de una vez. Por otra parte, el régimen político [iraní] está experimentando una brecha histórica.
«Por lo tanto, [Irán] se mantiene como el mayor perdedor si su política exterior, la cual está basada en el ventilar de las luchas sectarias en el mundo árabe, fuesen a continuar». [5]
[1] Estos extractos son de la edición en inglés de Al-Sharq Al-Awsat, el texto ha sido ligeramente editado para mayor claridad.
[2] Al-Sharq Al-Awsat (Londres), 19 de octubre, 2009.
[3] Esto se refiere, por ejemplo, a la denominación de una calle en Teherán en honor al asesino de Sadat Khaled Islambouli.
[4] Al-Watan (Arabia Saudita), 22 de octubre, 2009.
[5] ‘Okaz (Arabia Saudita), 21 de octubre, 2009.