En un editorial titulado «Poder y Prejuicio», el diario saudita en su versión inglesa Arab News afirmó que China «no puede ser un actor importante en la escena internacional y esperar ser inmune a la censura».
Lo siguiente es el editorial, en su inglés original (traducido al español). [1]
«La soberanía absoluta… es un mito – y con razón, si ha de haber alguna moral en los asuntos internacionales»
«El gobierno chino ha arremetido contra las críticas internacionales por su arresto al multifacético artista Ai Weiwei. El resto del mundo no tiene ‘ningún derecho a interferir’ en lo que es un asunto interno, dice.
«No hay nada nuevo acerca de tales arrebatos. Cada vez que hay comentarios adversos sobre los abusos de los derechos humanos en el país o sobre el Tíbet o la subyugación de los Uigars en la provincia de Xinjiang, Beijing se apresura a pontificar sobre la soberanía, asuntos internos y la injerencia extranjera.
. «Es una grandilocuencia miope. La noción de soberanía absoluta, de que un gobierno puede hacer lo que quiera a su propio pueblo detrás de la privacidad de sus propias fronteras, es un mito – y con razón, si va a haber alguna moralidad en los asuntos internacionales.
«Si tal noción de soberanía fuese la regla de oro en los asuntos internacionales, entonces nadie más que los israelíes tienen derecho a condenar el tratamiento de Israel a su comunidad árabe, nadie más que los franceses tienen derecho a criticar las acciones de los franceses en prohibir el burka, nadie más que los birmanos pueden criticar a la junta militar de Birmania. Los paquistaníes no podrían criticar a India o viceversa. Sólo los yemeníes pueden hacer comentarios sobre los acontecimientos en Yemen, los somalíes sobre los acontecimientos en Somalia. La violencia en Chechenia y en otras partes del Cáucaso ruso sería un asunto privado para los rusos, nadie más tendría libertad para expresar su preocupación.
«Cuando la gente en alguna parte del globo terráqueo ve que aparentemente algo anda mal con el otro… tienen todo el derecho de condenar, expresar su preocupación, o simplemente preguntar»
«Afortunadamente, no vivimos en un mundo tan amoral. Cuando la gente en una parte del mundo ve irregularidades aparentes en el otro (y pueden con sólo pulsar un botón), tienen todo el derecho de condenar, expresar preocupación o simplemente preguntar. La ética limita la soberanía. Haciéndolo en una forma muy física está la Corte Penal Internacional en La Haya, que en la actualidad está escuchando los casos relacionados con Uganda, la República Democrática del Congo y Sudán, incluyendo la acusación de su presidente Omar Bashir. Este esta ahora también estudiando posibles cargos contra la Libia de Mu’amar Gadafi y los miembros de su régimen. En los casos de Sudán y Libia, ninguno de los países mencionó los casos y ni siquiera aprobó la creación de la CPI. Esto demuestra las limitaciones de su soberanía y las de cualquier otro país.
«Eso no quiere decir que la soberanía no existe. Si existe. Un país no puede seguir fustigando a otro, pero incluso allí la soberanía está lejos de ser absoluta. Existen mecanismos legales para permitir la intervención militar en los países – Libia y Costa de Marfil son los casos actuales más evidentes».
China «no puede ser un actor importante en la escena internacional y esperar inmunidad por la censura»
«Cuestiones de derechos humanos, sin embargo, son un asunto diferente. La afirmación de la soberanía no puede ser utilizada para proteger a los gobiernos de las críticas o proteger a los bandos culpables que abusan de los derechos humanos, o se sospeche de abuso.
«Beijing debería darse cuenta de que sus quejas perpetuas a interferencias sólo dañan su imagen. Estos hacen que parezca arrogante e inmaduro. Ningún otro estado importante actúa tan pomposamente en tales circunstancias. Este bien ignora las críticas o profiere excusas sin sentido.
«China es ahora una superpotencia económica y una de carácter político y militar cada vez mayor. La crítica va junto al territorio. No puede haber un actor importante en la escena internacional y esperar inmunidad por la censura».
[1] Arab News (Arabia Saudita), 7 de abril, 2011. El texto ha sido ligeramente editado para mayor claridad.