A comienzos de junio del 2004, se celebró una conferencia de Reforma Política y Democracia en Qatar. Tras esta conferencia, el Dr. Shaker Al-Nabulsi, intelectual jordano residente en Estados Unidos., publicó en la página web liberal Elaph una crítica a la reivindicación del Jeque Yousef Al-Qaradhawi de que «la democracia se encuentra en la esencia del Islam». [1] Lo siguiente son extractos del articulo de Al-Nabulsi : [2]
Jeque Al-Qaradhawi – Líder espiritual de movimientos islamistas
«El Jeque Yousef Al-Qaradhawi es la más alta autoridad religiosa de la Hermandad Musulmana, y el líder espiritual de la mayor parte de los movimientos religiosos que se han convertido en sanguinarias organizaciones terroristas. Es el consejero religioso y financiero de más de 20 compañías de gestión de capital que operan según los principios financieros islámicos, los cuales son conocidos por haber destruido los negocios de la mayoría de los pequeños inversores en Egipto. Fue él quién propuso la idea de crear el canal de cable Al-Jazeera y quien ha sido líder espiritual y veterano consejero religioso de este canal.
«[Al-Qaradhawi] es también el consejero político- religioso del Príncipe de Qatar y un prominente ponente en conferencias acerca de la democracia, la Shura Islámica [Consejo Consultivo], y diálogo inter credos. Se encuentra entre aquellos que mantienen que la Shura sirve para aconsejar al soberano, pero no le compromete. [Al-Qaradhawi sostiene que] el soberano no debe ser depuesto ni siquiera si peca u oprime, y que ‘debe obedecerse al soberano incluso si te golpea o expropia tu propiedad’, según las tradiciones falsamente atribuidas al Profeta. Recientemente [Al-Qaradhawi] se ha convertido en uno de los paladines de la ‘Democracia Islamista…'»
La democracia es ajena al Islam
«Al-Qaradhawi comenzó su discurso diciendo que la democracia se encuentra en el espíritu del Islam. Se sabe que… el término ‘democracia’ no existe en absoluto en el Islam… Ni el Corán, ni tradiciones verdaderas o falsas (y hay numerosas tradiciones falsas), ni las enseñanzas de antepasados devotos o pecadores mencionaron la palabra ‘democracia’ en toda la historia política del Islam como la conocemos hoy.
«Aunque el Islam es por excelencia una religión política, y pretendió construir un imperio político que emergió en la época de los Califas Honrados y finalizó con la era Abbasid, la jurisprudencia musulmana no abordó temas políticos excepto en unos cuantos libros modestos, los más importantes de los cuales fueron escritos por Abu Al-Hassan Al-Mawardi en el siglo XI y por Ibn Taymiyya en el siglo XII, después de que los Mamelucos llegaran al poder. [3] Estos libros sólo fueron relevantes en su tiempo; versaban acerca de los soberanos de aquella época y les instaron a ser justos y honrados – pero no tuvieron continuación ideológica, política o histórica alguna.
«Por consiguiente, árabes y musulmanes no tienen hoy herencia política de la que servirse en la administración de sus asuntos. La política [para ellos] era un modo de gobernar, no una ciencia o una doctrina política, como explica Ahmad Al-Baghdadi en su libro ‘Renovación del Pensamiento Religioso‘. Así, el Califato ha permanecido inalterado desde el año 632 hasta el 2004 – ha mantenido su forma tribal simple y primitiva, (la lealtad de la élite a los soberanos) – una estructura no-democrática, despótica, y sangrienta salvo por un breve período de 12 años durante el mandato de Abu Baker y Omar Bin Al-Khattab [el primer y segundo Califas].
«Desde la época del [Califa Umayyad] Mu’awiya Ibn Abi Sufyan hasta el último Sultán Otomano, (es decir desde el año 661 hasta el año 1924), el Califato islámico estuvo empapado de sangre, y era gobernado con mano de hierro – e incluso hoy la situación es la misma en la mayor parte del mundo árabe.
«El argumento de Al-Qaradhawi de que la verdadera democracia está en el espíritu del Islam es falso… Los islamistas fueron conscientes de la democracia sólo recientemente, cuando Occidente la implementó y comenzó a instar a otros países a implementarla también, para proteger a los pueblos de la tierra de la aniquilación a manos de gobernantes despóticos y represores.
«Aunque la jurisprudencia islámica han sido recientemente consciente de la democracia, no la han reconocido, y [han continuado] creyendo en la Shura limitada de los Califas Virtuosos, la cual no satisface las necesidades de los pueblos del siglo XXI.
«¿Por tanto, de dónde sacó el Jeque Al-Qaradhawi la idea de la democracia islamista, que tramó para minar la implementación de la democracia occidental, que es la única democracia en el mundo?.
El dominio de Alá versus el dominio del pueblo
«Refiriéndose a la democracia Occidental, Al-Qaradhawi dijo en su discurso: ‘Están aquellos que mantienen que la democracia es el dominio del pueblo, pero nosotros queremos el mandato de Alá.’ Lo que Al-Qaradhawi quiere decir es que la autoridad del soberano (que es la sombra de Alá en la tierra) emana de Alá y no del pueblo, [a saber], que el soberano será escogido por Alá y no por el pueblo, que los soberanos sólo se retirarán por decreto de Alá y no por voluntad de la calle – igual que [el tercer Califa] Othman Bin ‘Affan cuando los rebeldes exigieron que se retirara hace 15 generaciones dijo: ‘Alá me invistió con una túnica. De Él desearlo Él me la quitará, y de Él desearlo Él la mantendrá’. [Al-Qaradhawi] quiso decir que ninguna soberanía corrupta puede ser destituida sin un decreto divino – en otras palabras, [deja de gobernar] sólo hasta su muerte, porque no abandona su palacio a menos que esté camino de la tumba.
«[Tales ideas] son opiniones religiosas ofrecidas por los jeques de los soberanos, no por el Islam. El Islam no tiene nada que ver con esta cháchara político religiosa falsa, que Al-Qaradhawi constantemente repite. [Tales ideas] son un llamamiento al mandato de Alá, argumentadas por Sayyid Qutb en su libro ‘Los Hitos’. [4] [Qutb] tomó prestada esta idea del intelectual paquistaní Abu Al-‘Ala Al-Mawdudi, que presentó la teoría de que la autoridad es de Alá, no del pueblo, y que el soberano no es nadie más que el secretario de Alá y Su representante en la tierra. [5]
«Esta arenga falsa y prefabricada no tiene nada que ver con el Islam; es sermón político-religioso de clérigos que hacen números malabares para sacar al despotismo y el mal por la puerta y traerlos de vuelta por la ventana. Sayyid Qutb tomó una posición contundente contra cualquier intento de reconciliar el Islam con la democracia, y se opuso claramente a representar el Islam como democrático. Pidió una dictadura benévola que sólo garantice los derechos políticos de los devotos, y se preguntó, ‘Si la estructura democrática se encuentra en bancarrota en occidente, ¿por qué deberíamos nosotros, en Oriente, importarla…?».
Democracia como un Precepto Civil versus Valores Religiosos
«En su discurso, el Jeque Al-Qaradhawi dijo: ‘Algunos dicen que la democracia es una innovación importada. Cualquier innovación es una desviación del camino de la justicia, y cualquier desviación similar nos llevará al Infierno. Yo [Al-Qaradhawi] digo, ¡No!. La esencia de la democracia no se importa. La esencia de la democracia es la Shura, el consejo religioso, la obligación para promover la virtud y eliminar el vicio. Es la libertad de expresión y de crítica.
El Dr. Al-Nabulsi refutó a Al-Qaradhawi, diciendo: «La democracia no es tan simple y superficial. No es un consejo religioso, ni la obligación de promover la virtud y eliminar el vicio… La democracia es el mandato del pueblo, por el pueblo, y para el pueblo. Sus principios son importados de Occidente, y no tienen nada que ver con el Islam. La democracia no es tolerancia religiosa, justicia, o cualquier otro valor religioso. La democracia es un principio civil, no un valor religioso…
«El fundamentalista sudanés Ja’afar Al-Sheikh Idris, autor del libro ‘Islam y Democracia’, dijo, ‘Los clérigos conservadores reconocen que aceptar la democracia como el mandato del pueblo contradice al Islam, porque en el Islam el gobierno le pertenece a Alá’.
«Yo reitero que la democracia es el mandato del pueblo, por el pueblo, y para el pueblo, mientras que en el Islam – según Al-Qaradhawi – Alá gobierna sobre el pueblo a través de un soberano que Le representa en la tierra. Así que, ¿qué tiene que ver el Islam con la democracia?…»
Las democracias árabes son un fraude
«En su discurso, el Jeque Al-Qaradhawi dijo: ‘La forma de la democracia es menos importante que su contenido. Hay muchas democracias en países árabes e islámicos, pero desafortunadamente son democracias fingidas. ¿Es concebible una democracia al 99.99 [% de aprobación del régimen]?. ¿Alguien piensa seriamente que nadie se opone al candidato?…
«En nuestro caso, el presidente es eterno. Nunca abandona su reinado. En muchos países uno puede ver varios ex presidentes en una reunión… Muéstreme una sola república [árabe]-excepto El Líbano – en la cual exista un ex presidente. No hay ninguna (…)
Hay algo nuevo en nuestros países árabes e islámicos: El liderazgo de la república pasa del padre al hijo… No son estas las democracias que queremos. Queremos democracias reales basadas en la transparencia, derechos humanos, y libertad de expresión y de oposición. Queremos que los países musulmanes estén completamente libres de déspotas y opresores…'»
En respuesta, Al-Nabulsi dice: «Al-Qaradhawi es un político diestro singular… Es considerado un veterano líder en el movimiento de la Hermandad Musulmana [y responde de sus creencias]. Este movimiento fue establecido en 1928 en reacción a la caída del Califato… El fundador del movimiento, Hassan Al-Banna, afirmó que la restauración del Califato es la obligación religiosa personal de todo musulmán, hombre o mujer…
«Explicando las razones del éxito de Europa, Al-Banna predijo que la civilización occidental se colapsará inevitablemente debido a su debilidad moral, la usura en su economía, y la confusión en su sistema político. Él también consideró a los partidos políticos como uno de los factores que provocarían el desvanecimiento de la estrella europea.
«Aunque Al-Banna se presentó dos veces a las elecciones al parlamento en Egipto, y aunque puso empeño en recalcar que los sistemas parlamentario y constitucional son, en principio, congruentes con los fundamentos de un régimen islámico, se opuso al sistema multipartito y creía que tal pluralismo político amenazaba la unidad islámica necesaria para restaurar al Califato. [Al-Banna] defendió [el sistema] de un solo partido…»
El fin del estado religioso
«El Islam comenzó como una religión política, incluso antes de la conclusión de la Da’wa [propagación religiosa islámica]. Estableció el Estado de Al-Medina en esa ciudad, y luego extendió [su reinado] por vastos imperios políticos. Pero eso fue hace 1500 años, en circunstancias históricas que no existen hoy debido a los cambios en la percepción de lo que es un estado, de lo que es un soberano, y de lo que es una nación es. Durante este período, los sujetos se convertían en ciudadanos. El Islam podría haber gobernado pueblos que vivieron hace 1500 o incluso 500 años. Pero ni el Islam ni ninguna otra religión pueden lograr eso hoy. La era de los estados religiosos ha terminado.
«El Islam no le dio a la mujer los derechos que disfruta en las sociedades democráticas progresistas – es decir, la sociedad islámica no es libre. La libertad es la base firme de la democracia. Los islamistas no creen en el pluralismo, los parlamentos, las elecciones, o en el mandato del pueblo, por el pueblo, para el pueblo. Ellos no destituyen a un gobernante corrupto y no le llevan a juicio, sino que dejan su juicio a Alá en el Día del Juicio Final…»
[1] Véase el sermón de Al-Qaradhawi del viernes, 4 de junio del 2004: http://www.qaradawi.net/site/topics/article.asp?cu_no=2&item_no=3321&version=1&template_id=104&parent_id=15# الديمقراطية %20 الحقيقية %20 هي %20 من %20 روح %20 الإسلام . Para ver extractos del discurso a través del Proyecto de Monitorización de TV del MEMRI, visite http://memritv.org/archives.asp?ACT=S9&P1=129
[2] www.elaph.com, 14 de junio del 2004.
[3] Los Califas Virtuosos fueron los primeros cuatro califas después de Mahoma.
[4] Sayyid Qutb (1906-1966) – Uno de los más conocidos pensadores y portavoz del movimiento de la Hermandad Musulmana Egipcia.
[5] Abu Al-‘Ala Al-Mawdudi (1903-1979) – Uno de los más famosos pensadores del movimiento de resurgimiento islámico, fue influenciado por las ideas de Hassan Al-Banna, el padre del movimiento de la Hermandad Musulmana.