Un juicio inaudito fue iniciado en agosto del 2003 en Arabia Saudita por el escritor Ibrahim Shahbi contra un hombre que lo acusó de «secularismo y de desviarse del [camino religioso islámico]. En diciembre, 2003, un juez saudí sentenció al acusado a sesenta latigazos, pero Shahbi perdonó al hombre, diciendo que lo más importante era comunicar el mensaje… « [1] Lo siguiente son reacciones al incidente de los reformistas sauditas :

Acusaciones de Herejía son un Problema para la Mayoría de los Escritores Musulmanes

El juicio atrajo la atención de intelectuales saudíes. El escritor y periodista saudí Hiyam Al-Muflih escribió en la diario saudita Al-Riad que el juicio «merece el apoyo de todos los intelectuales… porque es un problema para la mayoría de los escritores. Vivimos en una época donde un escritor, después de publicar algo, es sorprendido por un diluvio de acusaciones e imputaciones, acusándolo de herejía… El asunto ya no se restringe al libelo a través de Internet, camuflado por seudónimos, sino acusaciones que han sido audazmente apuntadas a escritores, públicamente en foros y desde los púlpitos de las mezquitas… La falta general de reacción de los pensadores, escritores, y autores sobre el ser blanco de individuos insolentes e ignorantes… pavimentó la vía para cualquiera a lanzar acusaciones… Algunos [de los acusadores] no son conocedores en jurisprudencia islámica y no tienen ninguna evidencia para apoyar sus reclamos. [En el caso de Shahbi, el acusador] es un hombre de cincuenta años, quien tiene [una] educación escolar elemental… Quién le dio a él un decreto que permitió herir el honor y fé de otras personas?» [2]

El Sistema de Educación Saudita Promueve el Odio

Una reacción especialmente áspera al caso vino del escritor saudita Abdallah Thabit quien utilizó la oportunidad para expresar severas críticas al sistema educativo saudita. En un artículo titulado «El Chivo Expiatorio tiene algo que Decir y tiene Dos Preguntas, » [3] Thabit asumió la identidad del acusador, intentando explicar sus motivos al acusado:

«No sabe usted que yo, como millones de otros, he aprendido desde mi niñez que cualquiera que no esté conmigo es el enemigo de Alá y de Su mensajero…? Después de todo, usted es el producto del [mismo sistema de] educación que defiende a quienquiera que se afeite la barba, cambie el [estilo de] su ropa, y rebaje su bigote es una [persona] secular que quiere controlarme, a mi familia, a mi sociedad, y a mi país con sus ideas occidentales. Y quienquiera que discrepe de forma alguna con nuestros predecesores, y pida por algo diferente, es un modernista que ataca a la fé [musulmana] y planea día y noche en destruirla.»

«Yo fui criado para odiar a cualquiera que no sea musulmán, e incluso a cualquiera que no sea Sunni. Además, yo fui [enseñado] a odiar a cualquiera que tiene un punto de vista diferente al mío, y considerarlo un pecador malguiado… Ustedes saben cuántas veces oímos en los [sermones] de los Viernes, en conferencias, en la escuela, o en la universidad la súplica… por la muerte de otros y por el asesinato de inocentes, y por el amor de los criminales quienes vertieron sangre inocente y permitieron el asesinato [de] cualquiera que no dice ‘no hay Dios sino Alá’ [es decir los no-musulmanes], y [permitir el asesinato] de musulmanes seculares y modernistas. Después de todo, la herejía según ellos incluye a ambos [los no-musulmanes y musulmanes seculares]. Además… me fue dicho de que [los musulmanes seculares] son más peligrosos porque recitan [el Shahada] para encubrirse en atacar a la religión de Alá…

«‘La lealtad a la nación del Islam y el repudio a los no-musulmanes [‘Al-Walaa Wa Al-Baraa’ es uno de los principios fundamentales de la fe islámica, el cual dicta de que el creyente debe amar a Alá, al Profeta, y a otros creyentes, y odiar a aquellos quienes discrepan con ellos]… justifica inclusive el odio a mi familia. No nos explicaron ellos que ‘Digan Oh herejes, yo no rindo culto a lo que ustedes rinden culto [Corán 109: 1-2]’ significa repudiar y maltratar a los pecadores? [No nos enseñaron de que aquellos de quienes debemos ser cautos en principio… son los más cercanos a nuestros familiares… porque ellos han cometido numerosos pecados dolorosos escuchando música, mirando una serie de televisión, y desatendiendo a las oraciones y al velo de la cara… [No nos enseñan que] un fumador, o uno que desecha algunos artículos de su ropa, o uno que no ora, o un ladrón, o un asesino, [son todos considerados] de estar caminando sobre la misma vía.

Había también aquellos que nos dijeron que se nos permitía casarnos con mujeres judías y cristianas de entre el ‘Pueblo del Libro’, pero – al mismo tiempo – odiarlas. Ella es mi esposa para cumplir mi lujuria, pero es una hereje que provoca a Alá, a Su Profeta, y a los creyentes, aunque es la madre de mis hijos… no saben ustedes cómo los propagadores de la fe islámica difaman a los no-musulmanes y los musulmanes que discrepan con ellos o con su doctrina religiosa? No repiten ellos de los púlpitos, los Viernes y otros [días], que Alá convertirá a sus esposas en viudas, aplastará su poder, paralizará sus extremidades, y congelará la sangre en sus venas? No gritan ellos estas maldiciones y difamaciones… incluso durante los momentos espirituales más bonitos en el Viernes, fiestas, y en las noches del Ramadan?»

La Cultura Saudita es la de ser Culpada – No a un Solo Individuo

«Yo fui afectado por esta cultura… así que por qué sólo me culpa usted a mí por sus consecuencias… Usted es incapaz de traer a la justicia a aquellos que están detrás de esta cultura… y excusa a los autores de libros y sermones [que se comprometen] en acusaciones de herejía y en la discriminación [entre los musulmanes]… Cómo quiere usted que yo sea diferente que mi ambiente…? Y cómo puedo yo no acusarle de secularismo cuándo usted mira los canales de satélite, escucha música…? Cómo puedo yo no acusarlo cuándo usted [tiene la] urgencia de enseñar inglés, y de enseñarles a las mujeres a conducir… y cuándo usted mantiene que la cara y las manos de las mujeres [no deberían estar cubiertas] con un velo, que la fotografía es permisible y que el dejarse [crecer] la barba es sólo una costumbre de preferencia [y no un deber religioso]…? Cómo puedo yo no acusarlo cuándo usted desatiende estos [valores] fundamentales en qué la práctica religiosa esta basada… y por qué no deberían ellos enjuiciar a todos aquellos que nos aislaron del mundo y nos convencieron de que los paganos lo gobiernan y de que somos nosotros los que seremos salvados [en el Día del Juicio]?…» [4]


[1] Arab News (Arabia Saudita), 24 de diciembre, 2003.

[2] Al-Riad (Arabia Saudita), 22 de agosto, 2003.

[3] Al-Watan (Arabia Saudita), 1 de septiembre, 2003.

[4] El escritor está aludiendo a la tradición que dice que el Profeta dijo que después de su muerte su nación sería dividida en 73 grupos y sólo una seria salvada.