Hacia finales de agosto del 2009, se rumoreaba en Gaza que el Organismo de Ayuda y Trabajo de las Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en el Cercano Oriente (UNRWA) (siglas en inglés), se propone incluir en el plan de estudios de octavo grado en las escuelas que este administra en Gaza, una sección sobre el Holocausto y el pueblo judío en la época de la Segunda Guerra Mundial como parte de sus estudios de derechos humanos. [1] Numerosas respuestas a esto aparecieron en los medios de comunicación, mayormente en la Franja de Gaza, entre ellos un artículo del ex alcalde de Khan Yunis, el publicista palestino y comentarista político Fayez Abu Shamala, el cual publicó en el diario pro-Hamas de Gaza Falastin. [2] Abu Shamala le advirtió al UNRWA a que se abstenga de tratar de adoctrinar a la población palestina, opuesta con vehemencia al mandato sobre estudios del Holocausto en las escuelas de Gaza y, confiando en la opinión de los negadores del Holocausto, cuestionaron la autenticidad histórica de este. Además sostuvo que los israelíes, a quien denomina ‘los nazis del siglo 21’, están perpetrando un holocausto contra el pueblo palestino sobre una base diaria, e insistió en que es este holocausto el que debe ser incorporado en los programas del UNRWA.
Los siguientes son extractos del artículo de Abu Shamala:
Exponiendo demandas ideológicas a cambio de sus servicios, la UNRWA destruirá sus relaciones con los palestinos
«La Resolución N º 302 del 8 de diciembre, 1949 de la Asamblea General de las [Naciones Unidas], que dio lugar a la UNRWA, definió el propósito de esa organización temporal de la siguiente manera: (a) Llevar a cabo en colaboración con los gobiernos locales la ayuda directa y programas de trabajo… y (b) La consulta con los gobiernos del Medio Oriente… sobre las medidas preparatorias que deben adoptar para el momento en que la asistencia internacional de proyectos de ayuda y trabajo ya no esté disponible’. [3]
«Nosotros, los palestinos, estaremos en la necesidad ‘de programas de ayuda y trabajo’ siempre y cuando se den las condiciones obtenidas que nos convirtieron en refugiados [en primer lugar]. De hecho, insistimos en el aprovechamiento de los servicios por los Estados Unidos hasta que los refugiados retornen [su tierra] y una solución justa sea encontrada al problema político. Desde sus inicios hasta la actualidad, la ONU se ha comprometido a ofrecer sus servicios a los refugiados palestinos en una forma que no sea insultante a su sensibilidad nacional, sus creencias religiosas, sus costumbres sociales y cultura, y [por eso] encomienda la confianza y el respeto de los refugiados, tanto en su patria como en la diáspora. Sin embargo, al momento en que la UNRWA se desvíe de la meta por la cual fue establecida y presuma tomar el cargo de una misión política, ponga en marcha demandas ideológicas a cambio de sus servicios, o trate de realizar un impacto cultural a través de la imposición del estudio del Holocausto al cual fueron sometidos los judíos, la relación que existe ahora entre esta y los refugiados palestinos será interrumpida. A pesar de las seguridades dadas por el comisionado de la UNRWA la Sra. Karen Abu Zayed, de que sus planes de estudio ni siquiera mencionan el Holocausto – lo que es digno de alabanza – una versión preliminar del plan de estudios está siendo preparada para ser presentada a la aprobación de [varios] grupos de la población [palestina]».
No existe un consenso universal acerca de la autenticidad histórica del Holocausto
«Aquellos responsables [de los planes de estudio de la UNRWA] deben darse cuenta que el echar sal sobre las heridas de los palestinos puede ser peligroso, por varias razones. En primer lugar, no existe un consenso universal acerca de la autenticidad histórica del Holocausto. [Algunos] dudan que la versión de los judíos del [Holocausto] sea históricamente falsa. Millones de europeos concuerdan con el filósofo francés Roget Garaudy, quien en la página 107 de su libro Los Mitos Fundacionales de la Israel Moderna cita al Dr. [Arieh] Kubobi, quien en 1960 encabezó un centro de documentación en Tel Aviv, diciendo: ‘No existe ningún documento firmado por Hitler, Himmler, Heidrich o que mencione la aniquilación de los judíos, ni tampoco aparece la expresión ‘aniquilación’ en la carta de Goering en referencia a la solución final del problema judío’. En la página 119 de su libro, [Garaudy] cita a un abogado estadounidense quien fue enviado a Dachau, después de haber sido transformado en un campamento estadounidense y un centro de juicios por crímenes de guerra: ‘Después de la guerra, me quedé en Dachau durante 17 meses como juez militar de los Estados Unidos, y puedo dar fe: «No hubo cámaras de gas allí, y lo que está siendo falseado a los visitantes como cámaras de gas son [en realidad compartimentos] para la quema de cadáveres. No hubo cámaras de gas en Alemania, en lo absoluto, y puedo garantizar que ellos [los sionistas] están utilizando este viejo mito para afirmar que millones de judíos fueron asesinados [en la época de la Segunda Guerra Mundial]. [Ahora], después de que seis años han pasado, sostengo que, [incluso] si muchos judíos fueron [de hecho] asesinados [durante ese tiempo], su número está definitivamente por debajo del millón, y creo que soy más competente que otros para afirmar esto'».
Debemos introducir clases especiales sobre los nazis del siglo 21 – los judíos de Israel
«En segundo lugar, incluso si todos los gobiernos del mundo reconocieran que el Holocausto ocurrió de acuerdo a la versión judía, este nunca convencerá a un palestino – porque él sabe que el mundo ha reconocido la injusticia hecha al [pueblo palestino] aún no teniendo en cuenta el holocausto que está siendo cometido en contra de este sobre una base diaria. Este [Holocausto] está comiéndose la carne de los palestinos con bloqueos a las carreteras y le está rompiendo los huesos con el bloqueo – Mientras el mundo entero mira en silencio, [como si] se hubiese tragado la lengua. Y si el Sr. John Ging, director de operaciones de la UNRWA en Gaza, le preguntara a cualquier grupo de estudiantes palestinos, ‘Qué es un judío? – la respuesta sería dada con prontitud: «Un judío es la muerte, heridas, tortura de prisioneros, destrucción de viviendas, devastación, perdición, engaño, asedio y opresión’. ¿Puede esperarse que alguien torturado derrame lágrimas por su torturador? ¿Puede esperarse de una víctima que le limpie la sangre a la cuchilla del verdugo?…
«No es suficiente para nosotros palestinos negarnos a enseñarle a nuestros hijos sobre el Holocausto. Debemos introducir clases especiales sobre los nazis del siglo 21 – los judíos de Israel, [Esos] criminales [y] los terroristas [que] continúan perpetrando un holocausto contra nosotros. No estamos mintiendo sobre la realidad de nuestras vidas: creemos que estamos experimentando una catástrofe, en donde Europa ha jugado un papel para salvar a los judíos. ¿Cómo podemos derramar lágrimas por alguien que pisotea nuestra felicidad, apuñala nuestro cuerpo, saquea nuestra casa, bebe de nuestra agua y nos priva del aire [que respiramos]? ¿Cómo podemos creer que el opresor judío fue una vez el oprimido, o que alguien alguna vez [trató] de [exterminarlo]? ¿Cómo pudo el que fue asesinado convertirse en asesino, a menos que su sangre esté hirviendo de supersticiones y teorías inicuas e ideas – a las que usted, Sr. John Ging, debe tener cuidado, espero que no se convierta en uno de los extranjeros que se describen en el capítulo 61 del libro de Isaías [versículos 5 y 6]: ‘Los extranjeros serán los pastores de sus rebaños, los extranjeros trabajaran sus campos y viñedos. Y a ustedes se les llamaran sacerdotes del Señor, se les nombrara ministros de nuestro Dios. A ustedes se les alimentan con la riqueza de las naciones y en su riqueza seréis sublimes'».
[1] Véase MEMRI Despacho Especial No. 2560, «Oposición a la incorporación de Estudios del Holocausto en el Plan de Estudios de la UNRWA», 24 de septiembre del 2009,
[2] http://felesteen.ps, 2 de Septiembre, 2009.