Introducción

En un despacho de MEMRI publicado poco después de la invasión de Irak en el 2003, escribimos lo siguiente:

Arabia Saudita es el mayor país productor de petróleo entre los miembros de la Organización de Países Productores de Petróleo (OPEP) y, como tal, es la fuerza dominante en la organización. Los cambios en la ecuación de oferta que podría disminuir su papel y su influencia en el mercado internacional [de petróleo] y más significativamente, el futuro del cartel, preocupan a Arabia Saudita grandemente. La posible entrada de Irak, de una manera considerable, en el mercado es más que un motivo de preocupación para los saudíes – incluso puede convertirse en una pesadilla económica. [1]

Seis años después, la pesadilla se hace más grande. No es de extrañar que el régimen saudita haya mostrado una abierta hostilidad hacia Irak en la medida en que el rey Abdullah bin Abd Al-Aziz se ha negado a reunirse con el primer ministro iraquí Nuri Al-Maliki. El petróleo no es el único problema. Tal como señaló un despacho de MEMRI anteriormente, la hostilidad de Arabia Saudita hacia Irak tiene tres raíces entrelazadas – religiosas, políticas y económicas. [2] Existe la aversión de la religión dominante en el Reino de Arabia Saudí (KSA), el wahabismo, hacia el crecimiento predominante del chiísmo en Irak y la legítima preocupación de que Irak, dominado por los chiítas de Irán, podría plantear una amenaza estratégica para la región oriental del Reino, donde la mayoría del petróleo de Arabia Saudita se encuentra y donde la minoría chiíta saudita, estimada en 2 millones o alrededor del 10 por ciento de la población saudita, es demográficamente dominante pero políticamente marginada.

La familia real saudita le preocupa que un aumento en la corriente chiíta, o lo que el rey Abdullah de Jordania se refiere como la media luna chiíta, alentaría a sus propias minorías chiítas en buscar beneficios políticos, sociales y económicos que este en gran medida les ha negado. Muhammad Mahfoudh, editor de una revista cultural en Al-Qatif, en la parte oriental del Reino, ha escrito: «Lo que está sucediendo hoy en Irak aumenta las ambiciones políticas del chiísmo [saudita] porque la democracia y la participación popular en el instrumentos [de poder]… ayudaría a los chiítas a ejercer sus derechos y lograr sus ambiciones». [3] Los sauditas también están preocupados de que un resurgimiento de Irak con un enorme potencial de crudo y la aspiración a producir de 10-12 millones de barriles de petróleo por día (b/d) en los próximos años podría desplazar a Arabia Saudita desde su percha en la OPEP y, simultáneamente, reducir su influencia y su papel como uno de los agentes claves de poder en la región. Arabia Saudita también pudiera estar preocupada de que una coalición chiíta en la OPEP, compuesta por Irán e Irak, con la producción petrolera del último en expansión, podría reemplazar a Arabia Saudita como la voz decisiva en el cartel. [4]

Uno también debería tener en cuenta que el surgimiento de Irak como una potencia petrolera podría ser un anatema para Irán. No sólo Irak desplazará a Irán como el segundo mayor productor de la OPEP, sino, según un observador, el aumento de la producción podría darle al «país árabe, Irak» los recursos para desafiar la influencia de Irán en el mundo chiíta. [5] Irán debe también estar preocupado de que China, su principal cliente, puede encontrar que sus contratos de servicio con Irak deberían tener prioridad sobre cualquier otra transacción de país sancionado.

Las reservas de petróleo iraquí

Cada estimado disponible coloca a las reservas probadas de petróleo iraquí en 115 millones de barriles de petróleo, basados en estudios geológicos realizados desde hace 30 a 40 años atrás, pero existe una creciente convicción de que las reservas probadas son más altas; cuanto más esté en el dominio de la especulación. Hablando en Londres, el Dr. Barham Saleh, ex ministro de Irak, y actual viceprimer ministro del Gobierno Regional de Kurdistán dijo que las reservas probadas son 350 millones de barriles, tres veces superior a la cifra mencionada anteriormente y mayores que las reservas probadas de Arabia Saudita de 264 millones de barriles. [6] Una revista profesional calcula las reservas iraquíes en 215 millones de barriles y quizás incluso más, posiblemente «las mayores reservas de cualquier país del mundo». La misma revista, destaca el hecho de que el costo encontrado es «una fracción de dólar por barril», mientras que la conclusión y los gastos previstos de desarrollo están entre 1,50 y 2,25 dólares por barril, «entre los más bajos del mundo». [7] Las bajas cifras tanto en la búsqueda y la producción se deben a que los yacimientos petrolíferos iraquíes están en tierra y cerca de la superficie. Por el contrario, el costo de desarrollo de petróleo off-shore (en el mar) es de unos 10 dólares el barril. Igualmente significativo es que el petróleo iraquí es un «crudo de alto grado». [8]

Las cifras de las reservas probadas no son precisas. Debido a que las cuotas de producción de la OPEP asignadas a sus miembros están basadas en las «reservas probadas» – por lo tanto, mientras mayor las «reservas probadas», más grande es la cuota – los miembros de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), no dudan en exagerar sus estimados de reservas probadas. Dado que casi todos los miembros de la OPEP se basan en ingresos del petróleo para sus presupuestos recurrentes y de desarrollo, no es sorprendente que los miembros busquen cuotas más grandes, lo que traduce en mayores ingresos.

El caso de Irak es diferente. Treinta años de guerras y sanciones de la ONU han privado al país de los modernos estudios sísmicos geológicos en 3D (tres dimensiones) para actualizar viejas cifras y cubrir nuevas áreas, particularmente en las partes central y occidental del país. Algunos expertos estiman que las reservas de petróleo en estas áreas son de hasta 100 billones de barriles. ¿Lo qué le da optimismo a los altos estimados de reservas de petróleo en Irak es el hecho de que de los 73 yacimientos conocidos sólo 15 campos están produciendo actualmente petróleo. Es más, su producción es inferior a la capacidad potencial debido a las sanciones de la ONU que siguieron a la invasión iraquí de Kuwait en 1990 y que limitó al país de importar equipos petroleros nuevos para reemplazar a los viejos deteriorados equipos y lesionó la capacidad de Irak en proveer servicios de reparación y un mantenimiento adecuado a sus campos productores de petróleo. [9] A raíz de la invasión, algunos de los equipos restantes fueron destruidos o saboteados y los oleoductos para transportar petróleo de exportación fueron deliberadamente dañados. Como resultado, la producción de petróleo ha disminuido por debajo de los niveles del 2003. Incluso si ningún nuevo barril de petróleo fuese encontrado, la corriente de reservas probadas de Irak de 115 billones de barriles le permitirá a Irak vender 6 millones de b/d durante los próximos 60 años.

Antes de la invasión de los Estados Unidos a Irak en el 2003, este entró en acuerdos de producción con compañías chinas, francesas, rusas y alemanas, todos países que se opusieron a la invasión. [10] El gobierno provisional de Irak declaró nulos y sin valor todos esos acuerdos, y sólo en el 2009 es que Irak ha dado pasos importantes para revitalizar el sector petrolero – una actividad que requerirá enormes inversiones en miles de millones de dólares y una gran cantidad de asistencia técnica.

Producción actual y futura (estimados)

Irak está produciendo en la actualidad aproximadamente 2,4 millones de b/d de crudo, de los cuales 1,8 millones de b/d son destinados a la exportación, colocando de tercero al país entre los miembros de la OPEP después de Arabia Saudita con un poco más de 8 millones de b/d (y una capacidad sobrante de otros 2 millones de b/d) e Irán con 3,7 millones de b/d con una disminución en la capacidad de producción debido a las sanciones. Irak está decidido a aumentar su producción de crudo fuertemente. En una declaración ante el parlamento, el Ministro de Hidrocarburos Dr. Hussein Al-Shahristani habló de un plan ministerial que consta de dos elementos – un plan a corto plazo para aumentar la producción a 4-4.5 millones de b/d en 3-5 años y un plan a largo plazo para aumentar la producción a 11-12 millones de b/d. [11]

La pregunta es qué tan rápido puede Irak aumentar la producción y cómo lo hará. La respuesta depende de qué tan rápido los múltiples acuerdos de servicios recientemente negociados serán aprobados por el gobierno, por el cual el gobierno, el que actualmente esté en el poder o el que se formará tras las próximas elecciones generales que están previstas para principios de marzo, y cuan rápidamente los distintos partidos políticos y facciones puedan ponerse de acuerdo sobre una nueva coalición de gobierno.

La subasta de contratos de servicios

Después de meses de preparación, y en medio de una fanfarria de relaciones públicas, Irak invitó a 31 compañías petroleras pre-calificadas a ofertar, en una subasta pública por televisión, contratos de servicios de seis campos petroleros y dos campos de gas natural. Desafiando una tormenta severa en junio de este año, y desafiando riesgos personales también, los antiguos ejecutivos petroleros llegaron a Bagdad para participar en lo que se entiende era la subasta del siglo para los contratos de servicios petroleros. Los términos establecidos por el Ministerio del Petróleo iraquí eran muy rígidos, y fueron caracterizados por los ejecutivos petroleros como totalmente irreales. Al final del ejercicio de subasta, un consorcio de la British Petroleum (BP) y China National Petroleum Company fueron los únicos ganadores del gigante campo petrolero de Rumaila en el sur de Irak con una reserva estimada de 17 millones de barriles de crudo [12]. La mayoría de las compañías internacionales se negaron inicialmente a ofertar en las condiciones rígidas establecidas por el Ministerio del Petróleo, pero han vuelto en masa para la segunda subasta, que tuvo lugar en Bagdad entre el 11-12 de diciembre. Las grandes compañías petroleras han concluido que esta es una última oportunidad para ellos de tener acceso a enormes yacimientos de petróleo aún disponibles por desarrollar. Como resultado de ello, el no esperar por la segunda fase de la subasta para contratos de servicios, una serie de [empresas petroleras importantes] ha negociado los contratos de servicios en condiciones que antes habían rechazado. A principios de noviembre, las empresas petroleras firmaron dos acuerdos más río arriba, que podrían aumentar la producción a unos 4,8 millones de b/d:

Zubair Eni (35%), Sinopec (20%), OXY (25%), Kogas (20%)

Primera ronda de otorgamientos de licencias en Irak

Project/Winners

(Phase 1)

Proven Oil Reserves

Proven Gas Reserves

Remuneration

Fees

Initial Production

Floor

Production Plateau

Rumaila

BP (66.67%), CNPC (33.3%)

17.767

10.0

$2/B

956.550

2.850

Zubair Eni (35%),

Sinopec (20%),

OXY (25%), Kogas (20%)

4.080

3.0

$2/b

195,000

1.125

West Qurna – 1

ExxonMobil (80%),

Shell (20%)

8.584

7.7

$1.90/b

258,505

2.325

Total Incremental Production

4.847

Fuente: Encuesta Middle East Economic Survey, 9 de noviembre, 2009. En términos de nacionalidad: BP (British), CNPC y Sinopec (China), Shell (anglo-neerlandesa), OXY y ExxonMobil (Estados Unidos), Kogas (Corea)

Ninguno de estos contratos de servicios ha sido firmado por el gobierno iraquí. Cuando a un funcionario petrolero se le preguntó sobre la fecha para la firma de los contratos, respondió: «Antes de que finalice el año, Alá que lega». [13]

Además de estos tres contratos, el gobierno iraquí tiene un acuerdo existente con la CNPC, que se remonta a antes de la invasión, pero fue renegociado el año pasado, para producir 160.000 b/d del campo petrolero de Ahdab, cerca de la ciudad de Nasiriya, al sur de Bagdad. La compañía china ya está trabajando en desarrollar la infraestructura para el campo petrolero. Cabe mencionar también de los campos de petróleo en Kirkuk, que no se han incluido ya sea en la primera o la segunda fase de la subasta, debido a desacuerdos con el Gobierno Regional Kurdo sobre el cómo los ingresos deben ser divididos y cómo ser propietario de los nuevos campos en contraste con los campos de producción existentes.

Más contratos de servicios adjudicados

En la segunda ronda de contratos, 10 campos de petróleo con reservas estimadas de alrededor de 4,2 millones de barriles y una capacidad de producción de 4-5 millones de b/d fueron subastados. Dos de estos campos, Majnún y West Qurna-2, cada uno con reservas de más de 12 billones de barriles, se encontraban bajo los acuerdos de reparto de producción con la empresa petrolera francesa TOTAL y la compañía rusa de petróleo Lukoil, pero ambos acuerdos fueron anulados después de la invasión y antes de que las empresas pudieran iniciar cualquier desarrollo en sus respectivos campos de petróleo.

Cuarenta y cuatro empresas precalificadas tomaron parte en la subasta, con ofertas selladas presentadas por las empresas que compiten en un sistema de emisión totalmente competitivo puro y transparente transmitido en vivo por la televisión nacional. La competencia fue tan aguda que los licitantes ganadores redujeron los cargos de un desarrollo inferior al de la primera fase. A diferencia de los contratos firmados por los tres campos petroleros anteriores, los nuevos yacimientos de petróleo, conocidos como «Los Campos Verdes», no están produciendo y los candidatos ganadores se comprometen a producir 4,76 millones de b/d adicionales por encima de la producción estimada de 4,85 millones de b/d previstos bajo la primera fase de la subasta, comenzando en el 2013 y alcanzando un nivel tope para el año 2020.

Los ganadores de la segunda fase

Las empresas europeas y chinas son las grandes ganadoras en la segunda fase. Lukoil (Rusia) y Statoil (Noruega), ganaron el contrato de servicios para los 12,9 millones de barriles de West Qurna 2; la Royal Dutch Shell y Petromas (Malasia) obtuvieron el contrato para el segundo mayor campo petrolífero de Majnoon con reservas de 12,6 millones de barriles. Un consorcio de CNPC (China), Total de (Francia) y Petromas ganaron el contrato para el campo de petróleo Halfaya con reservas de 4,1 millones de barriles. Hubo otros pequeños contratos ganados por Sonangol (Angola), Japex (Japón) y de nuevo Petromas.

Dos observaciones respecto a la segunda fase son esenciales: en primer lugar, conscientes de la violencia en algunas zonas de Irak, las empresas se han abstenido de participar en licitaciones en el campo de petróleo del Este de Bagdad con reservas estimadas en 8,1 millones de barriles de crudo y en los campos cerca de la ciudad de Mosul, al norte, donde Al-Qaeda de Irak está activo. Tampoco el gobierno ofreció los campos de Kirkuk a causa del desacuerdo del gobierno regional kurdo en relación con la distribución de los ingresos y los propios contratos de ese gobierno con respecto a las empresas petroleras extranjeras. En el futuro, los campos petroleros al norte de Irak podrían añadir otros 2 millones de b/d.

En segundo lugar, y políticamente significativo, es el hecho de que ninguna empresa estadounidense ganó un contrato bajo la segunda fase. Aunque las grandes empresas petroleras norteamericanas estuvieron presentes fueron incapaces de competir con la mayor parte de las empresas estatales que fueron capaces de ofrecer una producción a precio muy bajo sin preocuparse mucho acerca de las líneas de fondo. El fracaso de las empresas estadounidenses en obtener contratos de servicio debilitará los argumentos de quienes afirman que la invasión de Irak por los Estados Unidos fue diseñada para tomar el control del petróleo iraquí. De hecho, el mayor ganador en este caso fue la empresa nacional de petróleo de China.

Implicaciones en relación a Irak re-emergiendo como potencia petrolera

Recientemente, un comentarista de petróleo iraquí se refirió a su país como «un gigante de la energía dormido». [14] Este gigante parece despertar y las implicaciones para la OPEP, en particular, y para el Medio Oriente en general, serán de largo alcance. Consideremos estas implicaciones:

En primer lugar, excluyendo a Irak, la OPEP proyecta que el excedente de capacidad de sus miembros aumente a 6 millones de b/d en el 2013. Si Irak añade otros 2 millones de b/d para el 2013, los precios del petróleo podrían verse sometidos a presión a menos que la demanda aumente por encima de las proyecciones actuales. Alternativamente, y si persiste la capacidad de reserva, el cartel tendrá que reducir la cuota. En ambos casos, en incomodidad de los demás miembros del cártel, los ingresos disminuirán. Irak no es menos sensible que sus vecinos a la bonanza petrolera y estará desesperado como todos los demás, a los altos ingresos del petróleo durante muchos años por venir.

En segundo lugar, Irak ha sido eximido desde 1995 del sistema de cuotas de la OPEP, porque sus exportaciones de petróleo estuvieron sujetas a control por parte del «Programa Petróleo por Alimentos de la ONU Esta excepción será sepultada, e Irak será asignado con una cuota de producción, al igual que todos los demás miembros. Las cuotas, sin embargo, están basadas en reservas probadas. Bajo la fórmula de la OPEP para el establecimiento de cuotas nacionales de producción, Irak tiene derecho, bajo sus reservas probadas de 115 millones de barriles, a una cuota de producción de 3,14 millones de b/d. [15] Si se determina que las reservas probadas de Irak son más altas, la cuota de Irak aumentará proporcionalmente. Irak está obligado a pasarle por delante a Irán y ser clasificada como segundo sólo a Arabia Saudita como productor. No es de extrañar que tanto Arabia Saudita e Irán se inmiscuyan en gran medida en los asuntos iraquíes para impedir que lo inevitable suceda pronto.

Las barreras a superar

Antes de que Irak pueda alcanzar su potencial pleno de producción de petróleo, ciertas condiciones deben prevalecer: a) la estabilidad política; b) el ambiente de seguridad en los campos de petróleo; y c) la aprobación de la ley de hidrocarburos.

Estabilidad política

Los contratos de servicios fueron firmados poco antes de las elecciones generales para el parlamento. Mientras los iraquíes acordaron que estos contratos son muy diferentes de los acuerdos firmados con las empresas petroleras internacionales en la década de los años 20s bajo condiciones coloniales, existen aquellos en Irak que no quieren ver el retorno a este de las compañías petroleras internacionales que fueron expulsadas después de que el sector del petróleo fue nacionalizado en la década de 1970. No es de sorprender que ningún acuerdo de servicio único hasta el momento haya sido homologado por el gobierno, y mucho menos firmado. Las empresas petroleras pueden albergar preocupación genuina de que un nuevo gobierno formado tras las elecciones podría tratar de reabrir las negociaciones con las compañías petroleras:

Pero muchos iraquíes si reconocen la realidad de que para desarrollar vastos yacimientos petrolíferos en Irak, habrá fuertes necesidades de inversión y de capacidad técnica que este actualmente carece. Escribiendo en el diario del gobierno Al-Sabah, Razzaq ‘Adai colocó la cuestión política en la perspectiva correcta. Los que se oponen a la [contratos de servicios] se basan en la memoria del pasado colonial en relación con los acuerdos firmados en la década de 1920, haciendo caso omiso de que las relaciones internacionales en el marco de las inversiones económicas y los acuerdos políticos siguen una nueva realidad internacional. Los acuerdos son alcanzados entre socios iguales y en beneficio mutuo. Estos no significan el control y la hegemonía. Por consiguiente, es imperativo que el discurso y las consignas complicadas cambien.

‘Adai concluye con una advertencia implícita sobre la posibilidad de crear fuentes alternativas de energía, que podrían disminuir el valor del petróleo iraquí. [16] Es verdaderamente un caso de «usarlo o perderlo».

Seguridad ambiental en los yacimientos petrolíferos:

El desarrollo de los yacimientos petroleros requiere a menudo de una instalación de perforación altamente sofisticada y cara y de un equipo de vigilancia y producción. También requerirá la presencia de especialistas extranjeros. A menos que haya un alto grado de seguridad para ambos personas y material, las compañías petroleras se mostrarán reticentes a llevar a cabo las tareas que implican las inversiones de miles de millones de dólares. El sabotaje de los equipos de petróleo y oleoductos desde la invasión de los Estados Unidos a Irak será un recordatorio constante de las cosas que pueden descontrolarse.

La ley de hidrocarburos

Un proyecto de ley petrolera ha sido persistente en el parlamento durante dos años. Existen dos cuestiones fundamentales que serán de interés para las compañías petroleras extranjeras: a) la naturaleza de la privatización del sector petrolero y de cómo se traducirá en la práctica y, b) el papel y la participación en los ingresos de las provincias en el sector petrolero. La mayoría de las objeciones a la ley del petróleo tienen su origen en el artículo 111 de la constitución iraquí, que estipula que el petróleo es propiedad del pueblo iraquí. La interpretación de los derechos de propiedad sigue siendo un problema. [17]

Si bien estos desafíos son enormes, los contratos representan un acontecimiento histórico. En palabras de un especialista en petróleo iraquí Ruba Husari,

El año 2009 pasará a la historia como el año en que Irak se abrió de nuevo a la negociación del petróleo en grande, justo como lo fue 1973 el año en que la puerta se cerró detrás de los últimos socios de Irak Petroleum Company (Compañía de Petróleo de Irak) (IPC), mientras fueron expulsados en la onda de las nacionalizaciones de la década de los 70s. [18]

No tan sorprendente, ambos Irán y Arabia Saudita están dedicados a diversas formas de mantener a Irak débil y desestabilizado. Arabia Saudita, en particular, que vio aumentada su cuota de producción a expensas de Irak y Kuwait tras la invasión de Kuwait por su vecino del norte, puede estar reacio a ceder una gran parte de su cuota a Irak. Ruba Husari, quien edita el Foro de Petróleo de Irak, coloca el conflicto iraquí-saudita en la perspectiva adecuada:

Cuando se trata de Arabia Saudita, los riesgos son mucho más altos que para cualquier otro donde el rendimiento potencial de Irak como una fuerza en el mercado es preocupante, no sólo debido a la posible renovación del viejo debate sobre quién se hizo cargo de la cuota de mercado de Irak a principios de la década de los 90, sino más aún a causa de la difícil relación entre los dos vecinos desde el derrocamiento del régimen sunita del Ba’th en el 2003 y el advenimiento del gobierno chiíta desde entonces. [19]

Claramente, las elecciones nacionales en Irak previstas para finales de febrero o principios de marzo serán decisivas para el sector petrolero, porque el nuevo gobierno que surgirá después de las elecciones tendrá que tomar decisiones importantes que afecten el sector petrolero y el bienestar del pueblo iraquí por décadas.

* El Dr. Nimrod Raphaeli es Analista Senior en MEMRI.
(Todos los enlaces existían al momento de escribir.)


[1] Investigación y Análisis de MEMRI No. 137, Nimrod Raphaeli, «Las Pesadillas Sauditas por el Petróleo Iraquí», 12 de junio del 2003, http://www2.memri.org/bin/espanol/articulos.cgi?Page=archives&Area=ia&ID=IA13709

[2] Investigación y Análisis de MEMRI No. 540, Nimrod Raphaeli, «Las Relaciones Sauditas-Iraquíes», Perspectiva Iraquí», 14 de agosto del 2009, http://www2.memri.org/bin/espanol/articulos.cgi?Page=archives&Area=ia&ID=IA54009

[3] www.m-mahdi.com/forum/archive/index.php/t-1901.html.

[4] Al-Rafidayn (Irak), 10 de diciembre, 2009.

[5] Al-Rafidayn (Irak), 10 de diciembre, 2009.

[6] Times Online, 20 de mayo, 2008.

[7] Diario del Petróleo & Gas, 19 de enero, 2009.

[8] www.globalpolicy.org/Iraq/political-problema-en-Iraq/oil-en-Iraq.html?t

[9] www.islamonline.net/servlet/satellite?c=ArticleA_C&pagename =

[10] www.Islamonline, op.cit.

[11] www.parliament.iq/Iraqi_Council_of_Representatives.php?name=a del 7 de junio del 2009. El nuevo objetivo de producción de 12 millones de b/d fue fijado por Al-Shahristani en la conclusión de la segunda fase de la subasta de contratos de servicio en Bagdad el 11-12 de diciembre. Al-Zaman (Irak), 12 de diciembre, 2009.

[12] Al-Zaman (Irak), 1 de julio y 2 de julio, 2009.

[13] Al-Sabah Al-Jadid (Irak), Irak, 5 de diciembre, 2009.

[14] Al-Sabah (Irak), 5 de diciembre, 2009.

[15] Kitabat.com, 9 de julio, 2007.

[16] Al-Sabah (Irak), 29 de julio, 2009.

[17] Abdul-Hussein Sha’ban, «El Petróleo de Irak y la Naturaleza del Conflicto», www.Iraq4allnews.dk/new/PrintNews.php?=23970&cat=8, 20 de julio, 2009.

[18] Estudio Económico del Medio Oriente, 9 de noviembre, 2009.

[19] De un editorial por Ruba Husari, «El Apuro por el Petróleo: El Potencial de Capacidad de Petróleo de Irak y la Geopolítica Regional», Estudio Económico del Medio Oriente, 9 de noviembre, 2009.