Los árabes progresistas, cuyas voces se han hecho más fuertes desde el 11 de Septiembre y que utilizan internet como su principal púlpito, se encuentran bajo constantes ataques de sus oponentes islamistas y nacionalistas panárabes. En su programa semanal en la cadena Al-Jazeera, el Dr. Faysal Al-Qassem, moderador, resumió las principales críticas contra ellos: «Desearía que nunca hubiéramos reñido con los árabes liberales tradicionales… por lo menos eran nacionalistas, mientras que los nuevos árabes liberales están a la derecha del fascismo y el sionismo… ¿No están más cerca de los norteamericanos neoconservadores que están destruyendo el mundo, que los verdaderos liberales…?. ¿No son parte de la enemistad hacia el Islam, el arabismo, el nacionalismo, la resistencia [armada], y todos los nobles valores árabes e islámicos?. ¿Por qué se inclinan ciegamente hacia cualquier cosa Occidental?. ¿Por qué alaban y exaltan la normalización de relaciones con Israel…?. ¿Por qué representan a América como un ángel benévolo que ha venido a salvarnos de nuestros males…?. ¿Por qué absuelven a los enemigos de la responsabilidad del atraso del mundo árabe?. ¿Por qué desprecian a las naciones que abrazaron los valores árabes e islámicos?. ¿Cómo es que los árabes neoliberales llaman a la tolerancia al tiempo que toman la delantera acusando [a otros] de herejía?. ¿No defiende el liberalismo la aceptación de otros y la interacción con todas las ramas?. ¿Por qué piden arrancar a los islamistas y a los ponentes del panarabismo?. ¿No son los neoliberales más fundamentalistas y radicales que Osama bin Laden ?. ¿Por qué son ellos antagónicos a cualquiera que se les oponga?. ¿Es esto liberalismo o un fundamentalismo repulsivo?. ¿Son algo más que una quinta columna…?» [1]

A lo largo de su programa de televisión, el Dr. Faysal Al-Qassem apoyó las opiniones contra los árabes liberales y diez días después publicó sus opiniones en un artículo del diario londinense pro-Saddam Al-Quds Al-Arabi. En su artículo hace distinción entre «los verdaderos liberales», a los que llama «los liberales nacionalistas», y los «neoliberales», a los que condena. El comentarista progresista del programa, el Dr. Shaker Al-Nabulsi, también escribió un artículo que explica su punto de vista. Fue publicado simultáneamente en la página web liberal Elaph.com y en los diarios Al-Siyassa (Kuwait), Al-Mada (Irak) y Al-Ahdath Al-Maghribiya (Marruecos). Lo siguiente son extractos de los artículos de Al-Qassem y Al-Nabulsi:

Dr. Faysal Al-Qassem: Los liberales nacionalistas árabes – un modelo para integrar la lucha por la democracia con la lucha por el nacionalismo y la salvaguarda de los valores e intereses árabes

«Primero, debo admitir que hay distintos tipos de árabes liberales y que es injusto ponerlos a todos juntos en un único cesto. Entre ellos están los nacionalistas totales, que no están intoxicados por las ideologías y cultura occidental, y creen en encontrar remedios nacionalistas internos a los problemas y a las enfermedades políticas, económicas y culturales y a los problemas árabes. Plantean miles de preguntas acerca de los planes e iniciativas norteamericanas cuyo presunto objetivo es traer reformas y la democracia a la región. Además, se oponen a América y a sus metas, rechazan cualquier reforma de plano, y se niegan a cooperar con cualquiera que exija a los países árabes cumplir [tales reformas]. Prometen lanzar la guerra contra cualquier fuerza occidental que pueda atacar a un país árabe y a veces acusan de ser traidores a los que cooperan con poderes extranjeros con la intención de implementar la democracia y librarse de líderes déspotas en países árabes.

«Este tipo de árabes liberales también se caracteriza por su apoyo a la lucha en todas sus manifestaciones, incluso cuando tienen desacuerdos ideológicos con [los que llevan a cabo] la lucha… Dan la bienvenida a los actos de los movimientos combatientes porque están cumpliendo un deber nacional digno de respeto y aprecio, lo que significa que están tomando parte en la batalla por la libertad y se oponen a cualquier normalización con Israel. Al mismo tiempo, este tipo de liberales lucha valientemente por la emancipación de los países árabes del denigrado despotismo y de la tiranía, y lucha por cumplir los derechos humanos, incluso cuando esto lleva a su encarcelamiento.

«Aquellos ‘nacionalistas-liberales’ son una pequeña minoría y tienen una voz débil comparada con la voz fuerte de los liberales árabes que imitan a los americanos y bailan el Debka [un baile folclórico árabe] a un ritmo yanqui… Llenan páginas de internet y algunas de la prensa liberal con una creciente marea de cacofonía liberal y rechazan cualquier cosa que sea árabe, nacionalista e islámica. Además, esta clase de liberales, que imita a los americanos, no duda en ocasiones en equiparar a sus homólogos liberales-nacionalistas con islamistas y panarabistas, sólo por ser nacionalistas que se niegan a arrojarse a los brazos de extranjeros.

«Creo que nosotros necesitamos urgentemente esta clase de árabes libres que combinan la lucha por la democracia con la lucha por el nacionalismo y salvaguardan los valores, intereses y derechos árabes».

Los ‘árabes neoliberales’ – un asombroso parecido con los neoconservadores de los Estados Unidos

«En contraste con esto, está la tendencia liberal más prominente y asertiva… Es dominante y atrae el interés obvio de medios de comunicación electrónicos, prensa, periódicos y medios de comunicación árabes, los cuales están apoyados por Estados Unidos y claman liberalismo. Subrayo la palabra ‘claman’ porque el liberalismo en su verdadero significado es completamente ajeno a este tipo de liberalismo árabe, ya que el liberalismo en su definición occidental significa que una persona cree en el progreso, reforma, la mejora de los derechos humanos del individuo, y la propagación de la tolerancia y la emancipación. Tales valores están ausentes de la mayoría de los que apoyan a los árabes neoliberales.

«‘Nuevo’ no es necesariamente lo mismo que bueno. También podría ser lo último en repugnancia, suciedad, vileza y depravación. Los neoconservadores de Estados Unidos son un claro ejemplo de eso. Sus nombres están unidos a todo lo que es aterrador en Estados Unidos. Planearon la invasión de Irak y la explotación de ese país derrotado; fomentan la disputa religiosa, atacan a otros países, convierten a América en una dictadura y descartan los valores internacionales, leyes y costumbres. Están llenos de ideologías fanáticas y menosprecian a otras naciones y democracias…

«Parece ser que ‘los neoliberales árabes’, que a menudo son alabados en los círculos sionistas, encontraron su igual en los americanos neoconservadores. Hay un parecido asombroso entre los dos campos que llega a ataviar buenos ideales como el liberalismo y el conservadurismo político de nuevas y horribles vestimentas… igual que los neoconservadores [norteamericanos] apuntan al Islam e idean planes diabólicos para golpear en su corazón… [Igual hacen] los neoliberales árabes, que estos días no tienen otra meta que la calumnia de la cultura islámica y la religión de varias maneras y revestir a sus líderes como la fuente de todo mal, atraso y decadencia.

«Parece que ningún artículo publicado por los partidarios de este movimiento está libre de flechas envenenadas apuntadas cuidadosamente a todo lo que sea islámico, hasta el punto de que uno de ellos describió, de modo aborrecedor, a las mujeres que llevan puesto el velo en las calles de El Cairo como ‘tiendas de campaña andantes’. Hay una gran cantidad de asco a todo lo islámico en lo que dicen. Otro árabe neoliberal no dudó en describir al difunto jeque Ahmad Yassin, el fundador de Hamas, como un jeque terrorista degenerado que arrastró a la región entera a un abismo del cual nadie sabe lo que le espera al final…

«Ni siquiera la ideología panárabe escapa a las flechas de los neoliberales, ya que la consideran una idea chauvinista retrógrada que ya debió haber sido enterrada ayer… Estoy seguro de que los escritores que pertenecen a esta tendencia me atacarán severamente por la mera mención de la palabra principios, porque a sus ojos esta es una palabra sucia y malvada que no existe en la cultura árabe e islámica. El tema más alarmante y preocupante para los neoliberales es el uso del término islámico o árabe de ‘nación’. Este también es, a sus ojos, un término horroroso que no existe, aunque saben que su querido Samuel Huntington, el autor de la teoría del choque de civilizaciones, es un duro partidario de su propia nación occidental hasta el punto de inspirar pavor a otras culturas.

«No veo diferencia entre su posición hacia el Islam y el arabismo, y la de los arrogantes escritores sionistas. De hecho, algunos de los escritores neoliberales árabes pueden encontrarse a la derecha de Sharon, Mofaz o Netanyahu en su odio y desdén hacia el Islam y el arabismo. Son ajenos al liberalismo en su verdadero significado que no casa con apuntar a otras ideologías y aplastarlas. Ciertamente no hay daño alguno en exigir mejoras y supervisión a una ideología, mientras no lleve a un llamamiento a arrancarla, del modo en que los árabes neoliberales están haciendo en sus escritos sobre el Islam, el arabismo y las ideas nacionalistas».

La oposición neoliberal a la resistencia [armada]

«La resistencia [armada] es [también] un término vil, despreciable y degenerado en el léxico de los neoliberales. Cualquiera que lo mencione es maldecido y aborrecido para siempre. No he oído a una sola persona entre los neoliberales decir algo bueno de Hezboláh o de los movimientos palestinos Hamas o la Jihad [islámica]. Y si lo hicieron – fue sólo como medida preventiva [para camuflar sus verdaderas opiniones].

«Numerosas son las maldiciones que arrecian contra los mártires palestinos [es decir, suicidas] a los que sólo les quedan sus cuerpos para defender su patria y liberarla de las manos de los usurpadores. Ellos mantienen que la resistencia iraquí no es nada más que actos de terror y sabotaje y que los culpables deben ser arrancados… porque están hiriendo a sus amos anglosajones.

«Además de su desprecio al arabismo, al Islam y a la lucha nacional concluimos que nuestros neoliberales… anhelan Tel-Aviv, incluso cuando intentan ocultarlo. Por consiguiente, no es una sorpresa que se encuentren entre los que se adhieren a la normalización y la reconciliación con los israelíes utilizando falsos pretextos que son difíciles de digerir. Cuando citan a renombrados escritores sólo encuentran nombres hebreos y occidentales como Shlomo, Mordechi, Oz., Shahak y Michelle, como si la cultura árabe e islámica estuviera desprovista de gente ilustre en literatura, política o cultura…

«Probablemente, el rasgo más distintivo de su análisis de la situación árabe e islámica es que siempre echan la culpa de cualquier cosa que suceda, a los árabes y a los musulmanes, y absuelven a elementos extranjeros, tales como el imperialismo y su hijo pródigo, Israel, de los desastres que afligen a la región…»

La ‘así llamada democracia’ de los neoliberales

«Lo más sorprendente de los escritos de los neoliberales árabes es su desdén hacia nuestra inteligencia, como si ellos fueran los únicos que entendieran de democracia. Nos agotan con sus llamamientos a la confianza en el pueblo en elecciones y decisiones críticas, porque es el que confiere legitimidad a regimenes y líderes, pero cuando la gente apoya a los partidos islámicos y panárabes, los condenan y repudian.

«Por ejemplo, los argelinos que votaron al ‘Frente Nacional Islámico de Salvación’ son [en sus mentalidades] gente ignorante, [sólo] porque votaron a los enemigos de los neoliberales. El pueblo egipcio, que votó a los islamistas en las elecciones parlamentarias, tampoco merece respeto porque votó a lo que ellos [los neoliberales] consideran un partido errático … La gente que odia a América, son a sus ojos, tontos e inmaduros… ¿Que podría ser más hipócrita que esta llamada democracia?. ¿Democracia no significa la aceptación de las posiciones de la mayoría, aun cuando esté equivocada?. No les escuchamos hablar de las limitaciones de la democracia y de cómo llevó a alguien como Hitler al poder excepto cuando los pueblos árabes votan por partidos o ideologías que se oponen a los neoliberales…

«Llevamos mucho tiempo escuchando a nuestros hermanos neoliberales maldecír a Osama bin Laden y a sus defensores porque están absortos en el fundamentalismo… ¿Son muy diferentes ellos de bin Laden y sus iguales, los extremistas y los radicales?. ¿No clasifican [también] al mundo según éste esté deacuerdo con ellos o no…?. ¿No puede definirse eso como fundamentalismo liberal repugnante?. Ellos se niegan a abrigar cualquier idea sugerida por sus enemigos fundamentalistas y panárabes, basándose en el lema ‘ninguna libertad para los enemigos de la libertad’…

«¿No nos insta el liberalismo, en su definición lingüística, antes que nada a ser tolerantes con los puntos de vista opuestos y a discutirlos en lugar de llamar a su erradicación completa?. ¿No golpeó Hitler y otros fascistas a cualquiera que se opusiera a sus ideas y creencias?. ¿Son distintos los árabes neoliberales de los fascistas a los que entierran en críticas y maldiciones en sus escritos…? Y después de todo esto, se jactan de ser liberales. Por Aláh, con tales liberales, ¿quien necesita sionistas y fascistas?». [2]

Dr. Shaker Al-Nabulsi: los ‘neoliberales’ son una continuación de un movimiento ilustrado de finales del siglo XIX

«El movimiento liberal árabe, o movimiento racional ilustrado, fue introducido a finales del siglo XIX y comienzos del siglo XX por dos generaciones de pensadores progresistas. Entre los miembros de la primera generación se encontraban Jamal Al-Din Al-Afghani, Muhammad Abdu, Rasheed Ridha, Abd Al-Rahman Al-Kawakibi, Shibli Shameel, Farah Anton y otros. La segunda generación apareció a comienzos del siglo XX e incluía a Taha Hussein, Qassem Amin, Muhammad Hassan Al-Zayyat, Tawfiq Al-Hakim, Muhammad Hussein Haikal y otros. Todos ellos pertenecieron a una tendencia política ideológica que se adhería a los siguientes principios: Libertad total de pensamiento, libertad total de fe, emancipación de las mujeres e igualdad entre hombres y mujeres en derechos y obligaciones, pluralismo político, reforma religiosa, reformas política y educativa, separación de la iglesia del estado… someter valores y tradiciones sagradas a escrutinio científico, y la implementación de la democracia.

«La segunda mitad del siglo XX atestiguó el surgimiento de un movimiento progresista liberal liderado por grandes grupos de élites intelectuales árabes… Esta élite abrazó la ideología de los árabes ilustrados del siglo XIX y comienzos del siglo XX y les añadió lo siguiente: guerra contra la soberanía de dictaduras militares, tribales y partisanas que emergieron tras la era de independencia [árabe] de la segunda mitad del siglo XX y creó lo que llamamos ‘las catástrofes de la independencia’; exigencia para las sociedades civiles; reavivar el llamamiento a las reformas religiosas; y subrayar el carácter secular y la separación entre iglesia y estado.

«A finales del siglo XX y comienzos del siglo XXI, y especialmente después del 11 de Septiembre, el cual se ha convertido en un acontecimiento histórico definido para el mundo árabe no menos que un suceso histórico definido para Estados Unidos, surgió una nueva generación de liberales y fueron denominados ‘neoliberales’ por los medios de comunicación árabes. Hicieron un llamamiento a una nueva era de ilustración… Adoptaron los principios de los pensadores progresistas de los siglos XIX y XX y agregaron nuevos principios que constituyen a grandes rasgos el manifiesto de los neoliberales».

El Manifiesto Neoliberal Árabe

Al-Nabulsi enumeró veinticinco principios que guían a los neoliberales. Planteó requisitos fundamentales a la religión: Persistente sed de reformas de la educación religiosa «a la luz de la dominación del terror religioso»; llamamiento a combatir «todo tipo de terrorismo panárabe político y religioso, sangriento y armado»; énfasis en «someter los valores sagrados, tradiciones, legislaciones y valores morales dominantes al escrutinio profundo; considerar a la hostilidad religiosa hacia otros como «una posición que emanó de circunstancias políticas y sociales específicas que existieron hace 1500 años. Estas circunstancias ya no existen más y por consiguiente las posiciones religiosas que fueron expresadas en el Corán no deberían usarse hoy en absoluto para atacar a otros y derramar su sangre»; referirse a las leyes de la Shari’a como «promulgadas durante su época y momento específicos, y no como leyes que son imperecederas en la historia como claman los clérigos»; comprensión de que «las ideologías religiosas, que son ideas formuladas por clérigos y juristas y no religión que fuera entregada al profeta mismo, son un obstáculo al pensamiento libre y a su desarrollo y un estorbo al nacimiento del razonamiento científico».

Los neoliberales no están completamente comprometidos con el pasado sino que reexaminan sus valores «para poder entender el presente». Se dan cuenta de que «la debilidad, la ignorancia y la parálisis racional y científica hacen que los pueblos busquen en el pasado para poder construir el presente, y ésta es una elección pésima, dado que el pasado se aplica sólo al pasado y no al presente…» También mantienen que «la historia está gobernada por leyes y no por las pasiones, engaños o derroteros de los pueblos en su pasado. Ninguna nación puede forjar su historia a voluntad yendo hacia atrás, abrazando glorias [pasadas] y restaurando una cultura y civilización desaparecidas». Por consiguiente, los neoliberales llaman a «liberar el alma árabe de su pasado y de la dominación de sus antepasados».

Al-Nabulsi explicó que los neoliberales están obligados a plantear todas las preguntas que no han sido formuladas por sus predecesores en el siglo XIX y la primera mitad del siglo XX. Endosan la autocrítica y la emancipación del alma árabe de los «engaños, sortilegios, amuletos e ilusiones que la envuelven». Entienden que «no existe conocimiento absoluto y uno debe [siempre] estar abierto a la verdad», y buscan crear «una nueva personalidad árabe que se aleje de la violencia, subordinación, irracionalidad, tribalidad y racismo para convertirse en racional, realista, científica, nacionalista, pero no racista». Así, llaman a los árabes a abandonar el ideal imaginario que, derivado de la supremacía, imaginan estar representando.

En lo que respecta a la polémica pregunta de si buscar ayuda exterior que afecte al cambio deseado en el mundo árabe, los neoliberales adoptan una posición clara, según la cual, «no hay mal en pedir asistencia a fuerzas externas para derrotar a la tiranía arrogante, erradicar completamente el virus del despotismo e implementar la democracia árabe a la luz de la incapacidad de la élite nacional y la fragilidad de los partidos políticos para derrotar a esta dictadura e implementar tal democracia. La historia ha sido testigo de esto antes: Europa fue socorrida por Estados Unidos en la derrota del Nazismo y el fascismo militar japonés en la Segunda Guerra Mundial, y Estados Unidos liberó Europa igual que liberó Kuwait e Irak; no hay nada malo en la reforma que viene de fuera… Lo más importante es que llegue, sea a la espalda de un camello árabe, un tanque británico, un buque de guerra norteamericano o un submarino francés…»

Del tema del conflicto palestino-israelí, los neoliberales apoyan una solución pacífica a través de las negociaciones. Según Al-Nabulsi, «no hay solución alguna a los conflictos árabes con otros, sea éstos en Palestina o en dondequiera, excepto a través del diálogo, las negociaciones y las soluciones pacíficas a la vista del desequilibrio de la capacidad militar, científica, económica y racional entre los árabes y sus enemigos». Por consiguiente, los neoliberales creen en la «normalización política y cultural con los enemigos y la aceptación de la realidad política… sin enterrar [nuestras] cabezas en las corrosivas y secas arenas del desierto árabe… La normalización y la polinización cruzada entre naciones y culturas es la vía a una paz duradera en Oriente Medio. Los acuerdos de paz [con Israel]… deben convertirse en acuerdos entre naciones, en lugar de ser meros acuerdos entre estados sin ningún vínculo entre sus propios pueblos…»

Económicamente, explica Al-Nabulsi, los neoliberales apoyan la globalización, considerándola «uno de los caminos que conducen a la modernización económica árabe, que puede traer la modernización política y cultural». También llaman a abordar «una total modernización árabe, característica de la modernización occidental, sobre la premisa de que nos conducirá a la libertad».

En cuanto a los derechos de las mujeres, los neo-liberales exigen total igualdad entre hombres y mujeres en derechos, deberes, empleo, educación, herencia y a la hora de prestar testimonio ante los jurados. Al-Nabulsi urge a «adoptar las legislaciones tunecinas de 1957 que atañen al derecho al estatus personal, que son consideradas el mejor ejemplo árabe de emancipación de la mujer árabe sin tener que abrazar los valores occidentales…»

No existe vínculo ideológico o político entre los árabes neoliberales y los neoconservadores norteamericanos

Tras detallar las directrices de los neoliberales, Al-Nabulsi refuta la afirmación relativa a los vínculos con los neoconservadores de Estados Unidos: «No existe conexión política o ideológica alguna entre los neoconservadores norteamericanos y los neoliberales del mundo árabe, excepto en tres áreas: El desafío norteamericano a los regimenes dictatoriales; la mejora de las reformas políticas y de los mercados libres en el mundo; y la aceptación de que los principios de libertad, democracia y libre mercado no son el dominio exclusivo de una nación en detrimento de otras.

«Por otra parte, los dos movimientos son diferentes. El movimiento neoconservador lleva las riendas del poder y es el que toma las decisiones, mientras que el movimiento neoliberal es un grupo desorganizado de intelectuales que no están afiliados a ninguna organización política o cultural, no están interconectados económicamente, carecen de líder, comandante, jeque o príncipe y no toman decisiones políticas.

«Y lo que es más, los neoliberales difieren de los neoconservadores en lo siguiente: Al contrario que los neoconservadores … abrazan el modernismo y lo consideran la verdadera clave del progreso y de la eliminación del atraso; rechazan la propensión de los neoconservadores a utilizar la religión para controlar a las masas; mantienen – al contrario que los neoconservadores – que los métodos diplomáticos, económicos y políticos son más eficaces que la fuerza militar para poner fin a conflictos y tiranías… Ejemplo de esto es el colapso de la Unión Soviética en 1989 y la caída del Muro de Berlín – los dos símbolos de dictadura durante la Guerra Fría – sin derramar una gota de sangre o disparar una sola bala. Al contrario que los neoconservadores, creen que una continua guerra no conduce a la estabilidad; mantienen que la paz es la solución deseada, mientras que los neoconservadores dudan del proceso de paz; apoyan la reconstrucción de países que fueron destruidos en batallas políticas, mientras que los neoconservadores se oponen a eso…» [3]


[1] Al-Jazeera TV (Qatar), 15 de junio del 2004.

[2] Al-Quds Al-Arabi (Londres), 26 de junio del 2004.

[3] El artículo fue publicado el 22 de junio del 2004 en la página web liberal Elaph, los rotativos Al-Siyassa (Kuwait), Al-Mada (Irak), y Al-Ahdath Al-Maghribiya (Marruecos).