Esta respuesta del Jihad islámico provocó críticas por parte de uno de los altos funcionarios de la organización, ‘Abd Al-Rahman Shihab.[2] En un artículo que publicó en el portal paltoday.ps, afiliado a la organización, escribió que, a través de su historia, los palestinos han tendido a evitar la solución de sus problemas internos y en su lugar apuntan a Israel, y que la verdadera resistencia debe basarse en un plan y en una estrategia clara, no en estallidos emocionales y motivaciones personales. También criticó la anarquía de armas que prevalece en la Franja de Gaza y la presencia de milicianos armados en funerales, e instó a Hamas a reforzar la supervisión de sus aparatos y militantes.
Lo siguiente son extractos del artículo.[3]
‘Abd Al-Rahman Shihab (imagen: saraya.ps)
«Una [vieja parábola] dice que [había una vez] en uno de los pueblos, alguien que mató a un gallo. El sabio del pueblo dijo: Vayan y encuentren al hombre que mató al gallo. Al día siguiente, un ciervo fue muerto, y los habitantes del pueblo se propusieron buscar al hombre que lo mato. El sabio dijo: Vayan y busquen al hombre que mató el gallo. Al día siguiente, un caballo fue muerto y los habitantes del pueblo se pusieron a buscar al hombre que lo había matado, sin dejar de pensar en el ciervo. El sabio les dijo: Busquen al hombre que mató al gallo.
«Esta parábola se le cuenta a los que dispersan sus esfuerzos mientras [intentan] resolver sus problemas, gente que se fatiga y pierde el sentido de dirección, y por lo tanto no progresan. Pierden sus habilidades y fuerza buscando aquí y allá… y se olvidan de hacerle frente a la raíz del problema.
«Ayer perdimos a un valiente activista de la resistencia como resultado de una falla en la coordinación entre los aparatos de seguridad [de Hamas] y activistas de la resistencia del [Jihad islámico]. Hablando en términos generales, hubo una falla de comunicación entre los defensores de la patria [es decir, el Jihad Islámico] y los defensores de la ley [es decir, la policía de Hamas]. Indudablemente, las armas de los defensores de la ley no pueden estar dirigidas a los defensores de la patria, y viceversa. Tampoco hay duda de que lo que ocurrió fue la resultado de la situación en la Franja de Gaza, donde todas las facciones armadas se consideran a sí mismos de estar por encima de la ley, y no hay estado de derecho ni del poder judicial. Estoy seguro de que, si todos siguieran la ley al pie de la letra, no hubiésemos llegado al punto de enfrentamientos [entre Hamas y el Jihad Islámico].
«El problema nos costó muy caro, y todos deberíamos saber cómo prevenirlo. La administración de [Hamas] debería haberse dado cuenta de que hubo una falla en el funcionamiento de sus aparatos de seguridad, y deberían haber tomado medidas rápidas para evitar un conflicto removiendo del escenario a esos aparatos conocidos por su falta de disciplina.
«Lo sabio es evitar que militantes armados [de todas las facciones] participen en funerales, donde las [emociones] de dolor e injusticia son altas. Es un grave error que los funerales [sean] atendidos por agentes de seguridad armados conocidos por su brutalidad, anarquismo y falta de disciplina, tal como lo fue evidente en el funeral [del oficial del Jihad Islámico].
«[También debería mencionarse que] nosotros los palestinos tenemos un problema. A menudo a lo largo de nuestra historia, hemos responsabilizado a la ocupación por nuestros propios errores. Yo no entiendo [la motivación detrás de] la última andanada de cohetes disparados hacia un asentamiento sionista cerca de Gaza, a menos que fuese una expresión de rabia cuando el conflicto interno [entre el Jihad Islámico y Hamas resultara en] algo imposible de resolver. Esta [tendencia] podría conducir rápidamente a una falta total de moderación y a un despilfarro de nuestras capacidades de resistencia sin [ninguna estrategia].
«Yo no estoy en contra de la resistencia, pero no debería ser [usada] como medio para resolver las crisis internas en la arena palestina. Yo estuve en contra de este [método] cuando Hamas lo usó contra Fatah para ese momento, y estoy en contra del mismo cuando Fatah lo utiliza contra Hamas y también cuando el Jihad [Islámico] lo utiliza para hacer rabiar a Hamas. No lo acepto, y no creo que las [varias] facciones lo consideren adecuado tampoco, cuando son honestos consigo mismos.
«Disparar cohetes no nos exime de la necesidad de abordar el problema desde la raíz. [Esto se puede hacer] mediante el nombramiento de un comité de profesionales y expertos que llegará a los resultados y sacará sus conclusiones, y las presentará a las partes interesadas en la administración y facciones de [Hamas], e incluso al pueblo. De esta manera, todo el mundo se compromete a tomar las medidas necesarias a fin de garantizar que tales desafortunados incidentes no se repitan. Puedo entender la suspensión de la coordinación entre el Jihad Islámico y Hamas. Pero la ocupación debe mantenerse fuera de esta, porque [al implicarla] nos lanza hacia un laberinto donde perdemos de vista la verdad, evitamos responsabilizarnos [nosotros mismos], y perdemos la oportunidad de aprender del incidente.
«Espero que el Jihad Islámico tenga en cuenta los intereses del pueblo palestino… y entienda que la verdadera resistencia no es [motivada por] la rabia y la furia, sino que [tenga como base] un plan bien probado como parte de una estrategia clara que no esté fundamentado en motivaciones emocionales y personales. Espero que el Jihad Islámico le informe a nuestros hermanos de Hamas sobre las violaciones legales realizadas por [su] policía y por sus aparatos de seguridad – [violaciones] que con frecuencia escuchamos hablar, por desgracia… yo esperaba que el Jihad Islámico y las otras facciones levantasen la voz y defiendan los intereses del pueblo en contra de cualquier violación [de la ley] por parte de la administración de Hamas en Gaza o de la administración de Fatah en Ramallah… y no limiten su protesta a casos en que sólo sus propios miembros fueron los afectados.
«Finalmente, mi sincero mensaje a mis hermanos de Hamas es que todos deben ser iguales ante la ley, y que [Hamas] debe ser extremadamente estricto cuando se trate de violaciones y crímenes por parte de sus funcionarios de alto nivel…»
[1] El oficial asesinado en el primer incidente, que tuvo lugar el 22 de junio, fue Raed Jundiya, comandante de la unidad de cohetes del Jihad Islámico, quien recibió un disparo en la cabeza cuando la policía de Hamas llegó para arrestarlo. De acuerdo con el Ministerio del Interior de Hamas, este había sido sospechoso de secuestro y no se había reportado al interrogatorio, y cuando los policías llegaron a detenerlo trató de atacarlos y sacó una pistola, a la que respondieron disparando al aire; sus familiares trataron de retirarle el arma y en la refriega que siguió este accidentalmente se disparó a si mismo en la cabeza. El Jihad Islámico, por su parte, dijo que Jundiya había sido herido por la policía y que Hamas no había utilizado los canales de comunicación aceptados en el manejo de este asunto. Otras fuentes presentan diferentes relatos del incidente.
El segundo incidente tuvo lugar durante el funeral de Jundiya, el 23 de junio, cuando miembros de Hamas trataron de atropellar a un oficial del Jihad Islámico, Muhammad Al-Harazin, y lo hirieron levemente. El funcionario del Jihad Islámico Khader Habib dijo que los autores habían sido miembros de las brigadas ‘Izz Al-Din Al-Qassam, y anunció que su movimiento estaba cortando sus contactos con Hamas (Safa.ps, 23 de junio, 2013). Los contactos se renovaron varios días después, tras las conversaciones entre el jefe de Hamas Ismail Haniya y el liderazgo del Jihad Islámico y después de que un comité conjunto se formara para investigar los incidentes (maannews.net, 26 de junio, 2013).
[2] Shihab fue encarcelado en Israel entre 1988 y el 2011, y actualmente encabeza el liderazgo de los prisioneros del Jihad Islámico en las cárceles israelíes.
[3] Paltoday.ps, 24 de junio, 2013.