El diario egipcio Roz Al-Youssef informó recientemente sobre la publicación de una versión «islámica» de La Cenicienta, en el que la heroína y otras mujeres llevan puesto velos y la trama está repleta de motivos islámicos. El libro, publicado por Dar Al-Yanabi’, fue editado por Mas’oud Sabri, miembro de la Unión Internacional de Ulemas Musulmanes (UIUM) de Yousuf Al-Qaradhawi, y fue ilustrado por Rif’at Muhi Al-Din. Según Roz Al-Youssef, La Cenicienta en esta versión es representada como una chica que pacientemente carga con los desastres que la aquejan y le pide a Alá que la ayude a continuar soportándolos. Ella nunca dice una mala palabra sobre su madrastra y hermanastras a pesar de su crueldad hacia ella, y las hadas son sustituidas en la historia por una rica mujer de edad.[1]

En febrero del 2013, el semanario copto egipcio Watani publicó un extenso artículo[2] sobre el libro del subdirector del semanario Robier Al-Faris. Este escribió: «Nunca me imaginé que vería a Cenicienta cubierta en un hijab. Esta historia universal, nos habla de una guapa chica que sufrió a manos de su madrastra y fue rescatada por las hadas buenas que la hicieron acercarse al príncipe. No existe justificación alguna a este hijab o a su apariencia islámica». Al-Faris también presentó respuestas de varios periodistas y escritores. Algunos criticaron la versión islámica de La Cenicienta, que calificaron de distorsión del cuento universal, mientras que otros lo justificaron en nombre de la libertad artística y el pluralismo cultural.

Lo siguiente son extractos de las respuestas:


La versión islámica de Cenicienta (imagen: Roz Al-Youssef, Egipto, 8 de junio, 2013)

El escritor Hala Fahmy afirmó asimismo que esta versión es una distorsión de la literatura universal para niños, y dijo: «Podemos equilibrar la [educación] de nuestros hijos presentándoles con literatura de nuestro propio patrimonio único, ya sea islámico o cristiano, sin crear tal trabajo que sea un insulto a la mente y a la sensibilidad de los niños». El escritor egipcio Gaber Asfour sostuvo asimismo que esta versión de La Cenicienta constituye islamización de la literatura universal y añadió: «Esta es una distorsión intencional que indica capacidades creativas pobres… [Por suerte], la presentación de esta historia universal, de este modo no disminuye la calidad del personaje [original] [de Cenicienta]… Este libro es una distorsión, pero nadie puede distorsionar a La Cenicienta original».[3]

Por otra parte, el autor Mahmoud Abu ‘Aisha afirmó que cada cultura tiene derecho de adaptar los cuentos universales a sus propias normas, y agregó: «Muchos autores de todo el mundo han recurrido a la herencia de ‘Las Mil y Una Noches’ y las historias del Corán…» Este calificó esto diciendo que las historias adaptadas deben permanecer fiel al espíritu del original, y que la adaptación debe ser reconocida de forma explícita: «Debemos decir claramente que [el trabajo] fue utilizado de esta manera y escribir en la portada que la historia es una perspectiva islámica sobre el cuento de La Cenicienta…»

El autor Mustafa Bayoumi afirmó que, en principio, todo escritor tiene derecho a escribir cualquier historia según sus propios puntos de vista artísticos, pero expresó su preocupación en que la gente siente necesidad de «islamizar» a La Cenicienta: «El personaje de Cenicienta no le pertenece a nadie… El problema no es presentar a Cenicienta de esta manera, sino más bien es la incapacidad de representar la historia desde otras perspectivas».

Ilustraciones de la versión estandarizada de la Cenicienta (arriba) frente a la versión islámica (abajo)[4]


[1] Roz Al-Youssef (Egipto), 8 de junio, 2013.

[2] Watani (Egipto), 6 de febrero, 2013.

[3] Watani (Egipto), 6 de febrero, 2013.

[4] Roz Al-Youssef (Egipto), 8 de junio, 2013.