Por: Tufail Ahmad*
En un artículo publicado el 5 de junio, 2015 en el diario New Indian Express, el director del Proyecto Estudios del Sudeste Asiático en MEMRI Tufail Ahmad señaló que la intención de Pakistán hacia Afganistán es colonialista y declara: «El acuerdo SII-DNS es un instrumento del colonialismo paquistaní que busca controlar a Afganistán».
Lo siguiente es su artículo:
En el caso de Afganistán, «Independiente» significa «co-dependiente»
«El Presidente afgano Ashraf Ghani piensa que pudiera acoger a Pakistán como amigo. Este se ha movido para construir relaciones independientes con Pakistán, aunque en el caso de Afganistán, la palabra ‘independiente’ significa simplemente ‘co-dependiente’. Los escritores hindúes, especialmente aquellos cuyas mentes se sienten asaltados por la esperanza, argumentan que Ghani está ‘actuando en interés de Afganistán’ y que los informes de su ‘inclinación hacia Pakistán’ no poseen fundamento. El escritor Radha Kumar quien vive en Delhi escribió recientemente: ‘No deberíamos ver a Afganistán a través de una lente Pakistaní, ni tampoco a través de una lente China’. Antes de la visita de Ghani a Nueva Delhi, Kumar fue pródigo en elogios, diciendo que posee ‘una gran estrategia’ y que como ‘visionario’, ‘desplegará su visión’ de una economía pan-asiática.
«Asociando tales palabras como ‘desplegarse’, ‘gran estrategia’ y ‘visionario’ con Ghani muestra esto: Ó el inglés hindú es cruel, o nuestros analistas carecen de realismo y de cualquier entendimiento de los acontecimientos regionales. En la sociedad anárquica de los estados, la esperanza es un corto paseo hacia el cementerio más cercano, siendo más aún para los afganos cuyas miserias son creadas por solo un factor: Pakistán. Los ideólogos esperanzadores de India – identificados como ‘políticos biryani’ y ‘sickularistas’ (en referencia a la palabra sick en inglés – enfermo) a fin de empujar al país hacia patrones de pensamiento regresivo – pueden criar optimismo. Pero en el caso de Afganistán, el optimismo es una tragedia y no puede ser un punto de referencia desde el cual se puede comenzar un análisis. Durante la década de 1980 y después, unos tres millones de afganos encontraron refugio en Pakistán. Cada refugiado afgano podía haber sido el mejor amigo de Pakistán en Afganistán. Pero los refugiados afganos se aferraron a una realidad que las ‘brigadas biryani’ de India no están dispuestas a aceptar: el colonialismo paquistaní está destruyendo a Afganistán incluso ahora».
El pacto en inteligencia compartida SII-DNS es una continuación de la intención colonial de Pakistán; «El SII es el único creador de todos los terroristas yihadistas a través del sudeste asiático»
«El 18 de mayo, el portavoz del ejército de Pakistán Asim Bajwa reveló que un pacto de intercambio de inteligencia había sido firmado entre los Servicios Internos de Inteligencia (SII) y la Dirección Nacional de Seguridad de Afganistán (DNS). Esto es una continuación de las intenciones colonialistas de Pakistán. Antes de 1979, cuando las tropas soviéticas aterrizaron en Afganistán, los paquistaníes soñaron con un corredor islámico a través de Afganistán hacia Asia Central. Durante la década de 1980, el SII, con dinero de la CIA, utilizó a los yihadistas en Afganistán. En la década de 1990, el SII consiguió que ciudadanos paquistaníes fuesen nombrados en las instituciones del gobierno afgano bajo el régimen talibán. Desde el 2002 al 2005, el colonialismo paquistaní fue dejado a la deriva, mientras los talibanes eran removidos por las tropas estadounidenses luego del 11 de Septiembre. Desde el 2006, los yihadistas utilizan una estrategia del SII en detonar artefactos explosivos improvisados en Afganistán. Incluso ahora, los soldados de infantería del SII y los talibanes bombardean Afganistán todos los días.
«Pakistán ve a Afganistán con intención colonial. En los últimos meses, el jefe del ejército de Pakistán General Raheel Shareef, el jefe del SII Rizwan Akhtar y el primer ministro Nawaz Sharif han realizado numerosas visitas a Kabul sin hacer nada en contra de los escondites de terroristas en Bahawalpur y Muridke. Para mayo, el jefe del SII había pagado al menos cinco visitas reportadas. El 12 de mayo Nawaz Sharif llevó al jefe del ejército y al jefe del SII a Kabul. Esto no tiene precedentes. Estas visitas reflejan la mente colonial paquistaní. En el 2011, un 11 de abril, todos los líderes de Pakistán llegaron a Kabul: estos incluyen al Primer Ministro Yousuf Raza Gilani, el Ministro de Defensa Chaudhry Ahmad Mukhtar, el jefe del SII Shuja Pasha, el jefe del ejército Ashfaq Kayani, el canciller júnior Hina Rabbani Khar y el Ministro del Interior Rehman Malik. Hubiese sido comprensible si hubieran asistido a una boda, pero estas visitas revelan esto: Pakistán sigue pensando en Afganistán como si fuese su colonia.
«Los informes de prensa indican que el acuerdo SII-DNS posee los siguientes objetivos: El SII entrenará y equipará a funcionarios de inteligencia afganos; y Afganistán trabajará para cambiar la ‘narrativa’ sobre Pakistán entre los afganos. Para los lectores más jóvenes que pueden no entender palabras tales como ‘narrativa’ y ‘discurso’, éstas tienen el propósito de cambiar la forma de pensar, hablar y escribir de los afganos sobre Pakistán. El SII quiere gobernar sobre las mentes afganas a través de este acuerdo. Debido a estas preocupaciones el jefe del DNS Rahmatullah Nabil se negó a firmarlo, dejándoselo a su sequito. Durante la visita del 2011, líderes paquistaníes se plantearon algunas demandas muy audaces, una de ellas que los nacionales paquistaníes sean reclutados en las instituciones del gobierno afgano.
«En el 2010, un informe publicado por el London School of Economics advirtió que el SII ‘otorga financiamiento, capacitación y refugio a los talibanes afganos en una escala mucho mayor de la pensada’. El analista de Harvard Matt Waldman, autor de ese informe, observó: «Esta es la política oficial de ese organismo y estamos diciendo que es muy extensa. Es ambos a nivel operativo y a nivel estratégico, justo ante el alto nivel de liderazgo del movimiento talibán’. Pakistán puede detener la violencia en Afganistán. Pero el SII, que controla las políticas de Pakistán en Afganistán e India, sigue creyendo que los yihadistas obedientes avanzarán en sus objetivos. En el 2015, a través del acuerdo de intercambio de inteligencia, el SII desea ahora dotar al DNS con yihadistas. Uno nunca debe olvidar esto: El SII es el único creador de todos los terroristas yihadistas en todo el Sudeste Asiático.
India es «una nación de cobardes – Nosotros no tenemos el apetito para combatir»
«Además, somos una nación de cobardes. No tenemos apetito para luchar. Acogimos al General Pervez Musharraf, a pesar de saber que fue el arquitecto de la guerra Kargil en 1999. Nuestros periodistas en televisión se enorgullecen en invitar a Musharraf a numerosas entrevistas, sin tener en cuenta el hecho de que los ataques terroristas de Bombay fueron planeados bajo su tutela. Sabemos que Musharraf condecoró con guirnaldas al comandante yihadista Ilyas Kashmiri por asesinar a un soldado hindú y llevarle su cabeza. Sabemos que Musharraf se aseguró de que un jefe del SII fuese nombrado por primera vez como jefe del ejército, el General Ashfaq Kayani. También sabemos que Kayani duplicó los salarios a los comandantes yihadistas en los años posteriores al 11 de Septiembre. Frente a un enemigo yihadista dispuesto a morir mil muertes, nos rendimos enviando a nuestro secretario de exteriores a Islamabad. India nunca ha invadido ningún país desde hace miles de años y le falta el apetito para responder militarmente.
«El acuerdo SII-DNS es un instrumento del colonialismo paquistaní que busca controlar Afganistán. Este ha sido expuesto y criticado por los líderes parlamentarios afganos y el ex presidente afgano Hamid Karzai. Existen indicios de que Ashraf Ghani puede estar dispuesto a tirar por la borda sus lentes color rosa. Es hora que los analistas hindúes sientan la realidad sobre Pakistán; y por favor no confundan a nuestras próximas generaciones sobre las realidades terrestres en nuestro vecindario.
* Tufail Ahmad es director del Proyecto Estudios del Sudeste Asiático en MEMRI.