En una columna publicada en el diario saudita Al-Watan, el redactor Abdallah Nasser Al-Fawzan critica los pagos sauditas realizados a los periodistas extranjeros por escribir informes en los medios de comunicación pro-saudíes. Lo siguiente son citas de la columna : [1]
Sobornando Periodistas – Rumor o la Triste Verdad?
«Por bastante tiempo he estado oyendo rumores de que nosotros [los saudíes] le estamos pagando a periodistas en las capitales árabes y no-árabes, y de que estos pagos no están en los cientos de miles sino en millones [de riyal] . No lo creí, porque en primer lugar estaba en completa contradicción con nuestra ética, nuestros valores y dignidad, nuestro propio respeto, y nuestra reverencia a nuestra nación y a nuestro país. En segundo lugar, no encontré nada en las publicaciones extranjeras sobre el Reino [de Arabia Saudita] que justificara tales prácticas. [De hecho] hubo un régimen árabe que solía pagarle a [periodistas], y eso estaba manifestado claramente en las publicaciones de los medios de comunicación sobre ello. Por ejemplo, recordamos los festivales organizados por los medios de comunicación [para aclamar] a este régimen y recordamos los extraños esfuerzos propagandísticos en su nombre. Pero cuando se llega a compararnos con ese régimen merecemos poemas épicos de alabanza… porque no encontramos ninguna evidencia a los rumores de [soborno]. Además, a veces somos el blanco de ataques organizados de los medios de comunicación y de hecho necesitamos apoyo, pero nadie da un paso al frente para hablar por nosotros, lo cual da la impresión de que no le pagamos a nadie .
«Tal fue mi impresión, y es por eso que los rumores no se sumieron y no me dejaron razón alguna para una remota contemplación. Pero los rumores persistieron, y hace dos días fui sorprendido por un confiable periodista saudí y personalidad de los medios de comunicación con considerable credibilidad, El Sr. Turki Al-Sudairi, editor en jefe del diario saudí Al-Riad quien publicó un artículo que cambió mi forma de pensar sobre los rumores que oí, y me hizo reconsiderarlos seriamente.»
La Necesidad en Casa de un ‘Medio de Comunicación Fuerte y Honrado’
«En su columna regular ‘Encuentro’, publicado el pasado lunes [2] … él habló sobre nuestra extrema necesidad en casa de un medio de comunicación fuerte y honrado, libre de ataduras domésticas y sociales, capaz de enfrentar a otros medios de comunicación provocativos y destructivos, en lugar de tener que confiar en los incapacitados y suplicantes medios de comunicación extranjeros… El Sr. Al-Sudairi continuó diciendo que: ‘Tener un medio de comunicación incapacitado y suplicante no nos puede beneficiar’, y agregó aun bruscamente de que ‘hemos tenido la relación más bizarra con periódicos en otros países árabes… la cual recibe para este momento pagos anuales y subsidios, aunque sean insignificantes en sus propios países, sin contar con el mundo árabe…'»
El Precio por el Silencio
«Yo dije al principio de este artículo de que por varias razones solía descartar lo que escuchaba acerca de pagarle a periodistas árabes… Y aunque yo no apoye tales pagos bajo ninguna circunstancia, sería [prudente] asumir que estos fueron dados a cambio de tomar ciertas posiciones y por defendernos de ataques. Sin embargo, esto no sucedió. Al contrario, a veces lo opuesto ha ocurrido.
«El Sr. Al-Sudairi confirma que los pagos fueron hechos, pero por qué no hemos visto el efecto deseado? El Sr. Al-Sudairi dio con una angustiosa respuesta en su artículo. Dijo que aquellos quienes reciben pagos de nosotros ‘no escriben una sola palabra para refutar las campañas de los medios de comunicación occidentales, como si los pagos están hechos para prevenirles [también] de escribir en contra de nosotros… es decir, ellos son el precio de su silencio.
«Así que, el problema es peor que el sólo hacer pagos anuales a los periodistas árabes, porque estos pagos son el ‘precio del silencio’…
«Finalmente el Sr. Al-Sudairi dijo que quienes reciben sobornos para salvarnos de su daño no tienen la habilidad para dañarnos con sus palabras o de resguardarnos con su silencio. En palabras
del mismo Sr. Al-Sudairi: ‘Son unos ingratos insignificantes… e incluso algunos de ellos usan seudónimos para publicar artículos en contra de nosotros.’ Que vergüenza… Que tragedia…
«Yo le agradezco al Sr. Turki Al-Sudairi por su obvia preocupación patriótica y me le uno en condenar este lamentable asunto, e insto a todos a apoyarle. Si estamos pagando el precio, tal como dijo, a ingratos insignificantes periodistas a quienes se les considera un precio por su silencio, y todavía publican artículos en contra de nosotros usando seudónimos, entonces el asunto es verdaderamente escandaloso y requiere de investigación y de remedios apropiados, no sólo para el fin de los pagos.»